Latinoamérica
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Las Izquierdas y mis respuestas al Listin Diario
Narciso Isa Conde
La periodista Bethania Ortega del Listín Diario, importante diario comercial
del país, me presentó un cuestionario con el propósito de emplear mis respuestas
en un trabajo de investigación que sobre las izquierdas dominicanas le había
asignado su director.
Ella hizo su trabajo, glosando e interpretando, como es lógico, el contenido de
mis respuestas y las de otros entrevistados.
Esto así porque no estaba supuesta la publicación integra de mis opiniones, sino
su empleo dentro de un contexto más amplio en el que concurrieron otras
opiniones.
Ella cumplió su cometido dentro de los parámetros de ese tipo de periodismo y de
ese órgano en particular. Y eso tiene su valor.
Sin embargo, me ha parecido útil por la importancia de las preguntas formuladas,
incluir en esta entrega los textos íntegros de mis respuestas. Y esto tambien
tiene su valor
Preguntas y respuestas
1-¿Por que existe tanta segmentación en los partidos de izquierda?
Las causas son múltiples y vienen de lejos, agravadas por un largo periodo
de contrarrevolución imperialista, de dominio de las derechas desde finales del
1965 hasta la fecha, por la crisis que representó el colapso del llamado
"socialismo real" y por el impacto social y políticamente disgregante del
neoliberalismo y de su ofensiva ideológica.
Entre otras causas puedo destacar las siguientes:
Asunción en término dogmáticos de políticas auspiciadas por referentes
internacionales representados por Estados bajo dirección de partidos comunistas
y tambien por corrientes internacionales del movimiento marxista: URSS, China,
Albania, Cuba, estalinismo, troskismo…
Esto condujo al menosprecio de nuestra historia, nuestra idiosincrasia, nuestra
realidad social, cultural, económica, estructural… y al trasplante de procesos y
experiencias ajenas.
Diferencias tácticas derivadas de las actitudes asumidas frente a diferentes
formas de luchas y de las diferentes interpretaciones respecto a coyunturas y
momentos políticos.
Expresiones de individualismos exagerados en no pocos de los dirigentes de los
diferentes agrupamientos de izquierda, que a su vez ha acentuaron las
competencias por principalías.
Espíritu de grupo llevado hasta la sectarización extrema, lo que tiende a negar
los valores de otras organizaciones y a desconocer la diversidad revolucionaria.
Esto ha conducido a un nocivo predominio de la competencia sobre la necesidad de
la unidad en la diversidad, que a la vez ha sido potenciado por visiones
autoritarias y altos grados de intolerancia política.
Debilísima formación teórica-política
Vinculado al serio problema de la división, de los fraccionamientos y de la
dispersión organizativa de las izquierdas y del bajo nivel teórico que las ha
afectado, existe otro problema mayor: la débil inserción, la pobre vocación
organizativa, la escasa fuerza organizada, de todos y cada una de los partidos y
grupos existentes.
Porque si la división existiera, pero al mismo tiempo existieran una, dos o
tres organizaciones fuertes, grandes, dinámicas, con capacidad de
movilización, con poder de convocatoria, la situación fuera muy distinta.
Pero esto tampoco está presente en la actualidad, pese incluso a un cierto peso
de las izquierdas en la dirección de importantes movimientos y luchas sociales.
Más aun, se da el caso de que la mayoría de las personas de izquierda no están
en los partidos existentes de las izquierdas. Están fuera de ellos, son
independientes y realizan múltiples actividades sociales.
Y en verdad los(as) revolucionarios antiimperialistas, anticapitalistas sin
partido son muchísimos más que los(as) que militan en partidos.
Y las personas de pensamiento avanzado, anti-neoliberales, opuestas a los
partidos tradicionales, son todavía mucho más.
El problema es complejo y a la vez penoso, porque no se trata de que el
pensamiento de izquierda, el número de izquierdistas, la simpatía por estos
ideales y metas sean insignificantes, sino de que la parte de la sociedad que
los asume está sumamente dispersa y carece de referentes políticos atractivos.
De todas maneras creo que en esta sociedad hay un buen potencial para una
nueva izquierda revolucionaria y que lo que hoy acontece en nuestra América va
ayudar a su recomposición y recreación. A ese esfuerzo estoy dedicando gran
parte de mis energías y experiencias acumuladas.
2-¿Que provoca que los dirigentes de izquierda terminen brindándoles su apoyo a
los candidatos de partidos tradicionales en el momento de las elecciones?
No se debe generalizar, porque existen tambien muchos dirigentes y
militantes de izquierda que no hemos "terminado brindándole apoyo a los
candidatos del los partidos tradicionales"
En esta vertiente del problema (derechización o reafirmación se expresa un
espectro muy variado de posicionamientos.
Hay militantes destacados(as) de las izquierdas que se han "acomodado",
pasándose a la derecha o a posiciones moderadas funcionales al sistema.
Los(as) hay verdaderos traidores y renegados.
Los(as) hay que se han cansado de luchar.
Los(as) hay que han convertido a sus grupos en satélites de los partidos
tradicionales.
Los(as) hay que han apoyado a uno u otro de esos partidos y de sus candidatos
para conseguir cuotas en gobiernos e instituciones.
Otros(as) se han corrompidos totalmente.
Otros(as) han apoyado circunstancialmente al PRD o al PLD, haciendo suya aquella
inconsistente idea de "respaldar al menos malo".
En todo esto han tenido mucho que ver –además de las débiles convicciones de
los(as) protagonistas de estas actitudes- el prolongado impacto depresivo de la
desintegración del denominado socialismo europeo-oriental. Pero tambien-y sobre
todo- la inexistencia de una fuerza de izquierda, grande, influyente y con
vocación de poder y capacidad de atracción..
Ahora bien, junto a todas estas manifestaciones negativas, existimos los(as)
que no nos hemos doblado, los(as) que no nos hemos rendido, los(as) que no nos
hemos vendido, los(as) no hacemos alianzas oportunistas, los(as) que hemos
resistido todas las tentaciones y hemos reivindicado la independencia y la
identidad de la izquierda y acompañado y promovido importantes y valiosas luchas
sociales y patrióticas en el pasado y en el presente.
Estos(as) últimos(as) tenemos el mérito de haber mantenido viva la llama de la
revolución, las luchas, los ideales transformadores y la dignidad frente a un
capitalismo y un imperialismo cada vez más cruel. Unos con posiciones muy
ancladas en el pasado y otros(as) con posiciones creativas e innovadoras. Y
ellos(as) constituyen una reserva política y moral muy importante para la
recomposición del movimiento revolucionario en este nuevo siglo.
3-¿Cual considera que puede ser la solución para que se de la estabilización y
un buen posicionamiento que les permita ser real competencia para
los partidos convencionales en las elecciones tanto presidenciales como
congresuales?
La solución es persistir en la unidad, pero en la unidad más allá de los
partidos y grupos existentes (que por cierto son muy resistentes a ese proceso).
Insistir en renovar el pensamiento socialista revolucionario, entendiendo de una
vez por todas las condiciones particulares de este tipo de sociedades y los
cambios que han tendido lugar en el capitalismo, en el imperialismo y en nuestra
sociedad en pleno Siglo XXI.
Reiterar la necesidad de iniciativas capaces de conmover la sociedad y elevar la
subjetividad de los(as) revolucionarios(as) y del pueblo.
Persistir en una unidad que incluya en forma sobresaliente a las izquierdas
política, social y cultural del país que hoy no participan ni en partidos ni en
grupos. Y que son mayoría en el conjunto de las izquierdas.
Unidad respetando diversidades sociales y políticas revolucionarias.
Unidad, estimulando desde la autocrítica la auto-transformación de los grupos y
partidos estancados, junto a la creación de una nueva izquierda revolucionaria,
que en nuestro caso debe ser consecuentemente duartiana, caamañista,
bolivariana, mariateguista, martiana y guevarista…
Una izquierda con propuestas consistentes y con capacidad de romper
cascarones y de abrazarse y acompañar en sus luchas al pueblo explotado y
empobrecido, y a todos (as) los (as) excluidos (as), no solo para denunciar las
causas de sus padecimientos, sino también para producir acciones contundentes y
proponer y lograr soluciones de corto, mediano y largo plazo.
Una izquierda con profunda vocación democrática, no solo por sus palabras, sino
además por su práctica diaria, apoyada en la profundidad de sus principios y en
la flexibilidad y tolerancia para tratar correctamente las contradicciones entre
revolucionarios (as) y asumir toda la rica diversidad de la naturaleza humana y
sus variables circunstancias.
Una izquierda cuyo liderazgo no sea resultado de las imposiciones y ambiciones
personales, sino de la capacidad demostrada y de la autoridad bien ganada en el
seno del pueblo.
Una nueva izquierda, anti-neoliberal, anticapitalista, abanderada de la
soberanía nacional y popular, la democracia participativa y el nuevo socialismo,
inmersa en los grandes combates sociales, dispuesta a asumir las formas de lucha
que exijan las nuevas circunstancia y capaz de unirse a todo lo avanzado y
progresista en espacios y formas de articulación todavía más amplios y más
diversos.
Abierta, firme, innovadora y organizada, capaz de asumir todas las rebeldías
justas y todas las liberaciones necesarias: nacional, clasista, feminista,
juvenil, antirracista, sexual, ambientalista… Solidaria con las causas justas,
sin discriminación de métodos y modalidades de lucha, profundamente antillanista,
latinoamericanista, bolivariana e internacionalista.
Una nueva izquierda dispuesta a ser no solo simple competencia de los partidos
tradicionales en elecciones, sino fundamentalmente una fuerza transformadora del
sistema, capaz de crear una nueva institucionalidad y desarrollar poder, de ser
impulsora de una sociedad post-neoliberal camino a una nueva democracia y a un
nuevo socialismo.
4-¿Considera que existe una participación activa de la juventud en los partidos
de izquierda? ¿Por qué?
En los partidos y grupos conocidos de las izquierdas hay muy pocos jóvenes y aun
menos mujeres. Eso se debe a que están influidos por el adulto-centrismo y el
machismo de manera muy significativa.
Por eso hablo de la necesidad de una nueva izquierda que subvierta todos estos
anti-valores y derribe esos muros. Puedo decirte que en nuestro proyecto de
Nueva Izquierda-Círculos Caamañistas, actualmente en construcción, esta
reflexión nos ha permitido una creciente vinculación con múltiples espacios
culturales y sociales juveniles, y además una significativa incorporación de
jóvenes de ambos sexo a los círculos.
Hay un despertar de la rebeldía revolucionaria en jóvenes de diversos estratos
sociales, con expresiones culturales anti-sistémica, lenguaje, métodos, gustos
artísticos muy propios y tambien muy contestatarios del orden establecido y la
cultura dominante, que las viejas generaciones de revolucionarios-salvo algunas
excepciones- no entienden ni se esfuerzan en entender.
Pasa igual con los movimientos feministas, que siendo realmente o
potencialmente de izquierdas, la vieja izquierda no logra sintonizarse con ellos
por su machismo y por su visión reduccionista respecto a los sujetos reales o
potenciales de la revolución. Tambien acontece con el movimiento ambientalista,
injustamente menopreciado por no pocos agrupamientos de izquierda.
Todo esto, muy relacionado con el tema de los nuevos actores políticos y
sociales de los cambios y con la restructuración social impuesta por el nuevo
capitalismo neoliberal, hace imperiosa la necesidad de revolucionar las
izquierdas para poder hacer nuevas revoluciones, crear nuevas democracias y
construir nuevos socialismos.