En pasados días estuvo en Bolivia, José Miguel
Insulza, secretario general de la OEA y máximo representante del organismo que
agrupa a los países del hemisferio americano.
En su afán de conocer el estado de la democracia en Bolivia, el chileno se
reunió con representantes del gobierno y de otros sectores sociales. La visita
fue cordial y cumplió su finalidad, salvo una nota discordante protagonizada por
el jefe de Podemos Jorge Quiroga Ramírez, quien pretendió restar peso a las
apreciaciones de Insulza sobre Bolivia, señalando que 'no representa la voz de
América porque fue electo por Chávez'.
Por enésima vez la obsesión antichavista del delfín de Banzerismo afloró en sus
discursos y esta vez en torno a una visita protocolar del representante de la
OEA. Más allá del debate político, este asunto llama a preocupación porque Tuto
no solo que tiene cierta paranoia con el presidente venezolano, sino que su sus
obsesiones ya proyectan una actitud delirante en torno a esta personalidad.
En los últimos años Jorge 'Tuto' Quiroga no hizo una sola declaración sin
mencionar a Hugo Chávez y en el fondo, esa táctica pretende fijar una posición
aparentemente nacionalista y antiinjerencista. Terriblemente paradójico. Habla
de injerencia precisamente el ex presidente boliviano que más dócilmente acató
los dictados de Washington en el manejo de la economía y la lucha antidrogas.
Estando Tuto de Presidente entre agosto de 2001 y agosto de 2002 no existió una
sola medida política o económica de importancia que no haya tenido el
beneplácito de la Embajada Americana y el FMI.
El, hoy es uno de los jefes de la extraviada oposición, pero su intención de
consolidarse como líder de toda la derecha muestra debilidades notables, porque
no puede merecer ese puesto un político que no tiene programa, no tiene
propuesta de país y todo lo reduce a posiciones rabiosamente antichavistas, que
atentan contra la integración y la cooperación de los países de Sudamericanos.
Tuto tomó muy en serio el consejo de sus asesores norteamericanos quienes le
dijeron que una buena fórmula para atacar al gobierno boliviano es atacando a
Chávez. Si estando de opositor recibe tantas instrucciones de los asesores
gringos, no es difícil imaginar lo que haría si fuese gobernante.
En Bolivia los sectores que no están con el gobierno y el proceso de cambio, de
hecho se merecen un mejor jefe de oposición. La circunstancia de que la la
oposición siga débil, no quiere decir que sus representantes no puedan hilvanar
una propuesta alternativa mínimamente seria y válida para Bolivia.
Estudió en una universidad de Texas en Estados Unidos, trabajó en la IBM, pero
esos pergaminos no le están sirviendo para plantear una propuesta a la nación y
desde su pobreza política, intelectual y programática, todo lo que hace es
lanzar críticas al gobierno venezolano, justamente al gobierno que más esfuerzos
está desplegando en la defensa de los intereses de Latinoamérica.
Cuando Jorge Quiroga insiste en ese punto de ataque al proceso venezolano en lo
esencial realiza una apuesta: cree que en Bolivia ya se perdió de la memoria
hasta la figura de Simón Bolívar y su lucha por la independencia, la soberanía y
la libertad de América. No comprende que en tanto América Latina no consolide su
independencia, desarrollo y unidad, seguirán surgiendo liderazgos políticos que
sigan empuñando la espada que dejó el libertador.
Tuto, al igual que lo norteamericanos apuesta a la debilidad de la memoria
colectiva y por eso repite, repite y repite obsecuentemente una línea de ataque
que lo empobrece de cara a sus pretensiones políticas.
Da pena verlo así a Tuto, porque con esas posturas, no hace sino actuar como
papagayo del imperio.
Fuente: lafogata.org