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"Triunfo" indígena en Brasil
Redacción BBC Mundo
Dirigentes indígenas de Brasil dijeron haber conquistado una importante victoria
para los derechos de su comunidad, tras una audiencia de la Corte Suprema del
país.
Ocho de los 11 integrantes del tribunal votaron a favor de mantener la
integridad territorial de una reservación en el estado de Roraima, en plena
Amazonia brasileña.
El voto echa por tierra las aspiraciones del gobierno del estado que quería
dividir la reservación en pequeñas "islas", en las que convivieran indígenas y
agricultores.
De todas maneras, el pronunciamiento no será definitivo hasta el año que viene
porque uno de los jueces pidió más tiempo para reflexionar sobre su dictamen.
Además existe la posibilidad que los integrantes del tribunal cambien su voto
entretanto, aunque el gobernador de Roraima, José de Anchieta, contrario a esta
decisión, reconoció que es muy improbable que esto ocurra.
El fallo tendrá como consecuencia la expulsión de todos los agricultores no
indígenas que viven en la reservación.
La abogada de los indígenas, Jonia Battista de Carvalho, dijo que está
satisfecha por la votación, pero decepcionada por el retraso en la decisión
definitiva.
Pero uno de los hacendados de la región, Paulo Cesar Quartieiro, acusó al
gobierno de usar los derechos de los indígenas para entregar partes de Brasil a
grupos extranjeros.
Integridad contra islas
El caso está centrado en una gran área de tierra en el extremo norte de Brasil,
Raposa Serra do Sol, donde habitan 19.000 indígenas amazónicos y que fue
designada por decreto presidencial como reserva en 2005.
El enviado especial de la BBC a Roraima, Edson Porto, dice que además de las
discusiones técnicas de ese decreto se estuvieron debatiendo dos planteamientos:
Uno, que los indígenas precisan de una vasta área de tierras continuas para
poder vivir, mantener sus costumbres y controlar el proceso de transformación de
su cultura.
El otro es que ellos pueden lograr eso mismo en territorios más pequeños en
medio de la integración con otros pueblos y que los derechos de los no-indígenas
y el desarrollo regional tienen igual peso al derecho indígena.
Los líderes de las comunidades consideran que si los 1,7 millones de hectáreas
de la reserva no se conservan como territorio único se enviará una señal a
terratenientes, explotadores y madereros que sería aceptable invadirlo.
Sin embargo, unos 200 productores de arroz que también viven y trabajan en la
zona sostienen que se verían forzados a abandonar sus cultivos y que se
estancaría el desarrollo del estado de Roraima.
Disidencia
Nuestro corresponsal informa que para complicar aún más la disputa, un grupo de
indígenas en la reserva apoya a los arroceros.
La mayoría de las comunidades en la reserva están organizados en torno a Centro
Indígena de Roraima (CIR), el principal defensor de la demarcación continua.
El CIR está apoyado principalmente por la Iglesia Católica y las ONG
internacionales, aunque sus líderes afirman que son independientes.
Pero dentro de la reserva hay una disidencia en contra de la demarcación y que
se organiza bajo el nombre de la Sociedad de Defensa de los Indígenas Unidos del
Norte de Roraima (Sodiur).
Ellos tienen el apoyo de los agricultores y del gobierno estatal, no obstante,
también se declaran independientes.
Según Ivandro André del CIR, el enfrentamiento entre las dos agrupaciones ya ha
generado creciente tensión y conflictos.