Latinoamérica
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La lucha de clases persiste
Entrevista a Jorge Zabalza
Juan Luis Berterretche, Verônica Loss e Hugo Peña
Revista Desacato (Brasil)
¿Quién es Jorge Zabalza?
Jorge Pedro Zabalza Waksman nació en la ciudad de Minas, Uruguay, en 1943.
Zabalza, "El Tambero" como es conocido por los movimientos sociales, fue
dirigente del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros – uno de los
movimientos guerrilleros más importantes de la historia de América Latina. (N.R.)
Zabalza estuvo preso como rehén en el período nefasto de la dictadura en
Uruguay, gobierno de facto coincidente con todos los otros que asolaron y
sacrificaron a los pueblos de la región entre los años 70 y 80. Fue edil por
Montevideo y ejerció la presidencia de la Junta Departamental de Montevideo. Con
una posición crítica firme y una coherencia incomparable, en estos tiempos en
que muchos de los principales dirigentes de la izquierda uruguaya se han
entregado al canto de sirena del neoliberalismo, Zabalza le expresa al Portal
Desacato su posición con énfasis y sin eufemismos inútiles. (Redacción de
Desacato)
DESACATO: - A casi cuatro años de la experiencia uruguaya con el gobierno
progresista da la impresión que fue descartada tanto la reforma como la
revolución. La opción parece haber sido más bien el social-liberalismo. ¿Qué
balance hacés del gobierno actual?
Zabalza: - La herencia que viene con la historia del movimiento popular
constituye un mandato ético y moral que, según creo, ha sido desoído por el
gobierno progresista. Hay tres parámetros que dan la medida de ese
desconocimiento:
1) durante el gobierno progresista creció la producción y crecieron las
exportaciones del Uruguay, pero mientras que en el 2004 la masa salarial era el
30% del producto nacional, en la actualidad se ha reducido al 20%. Pese al
crecimiento general de la riqueza, los ricos cada vez se apropian de mayor parte
de la torta y los pobres cada vez reciben menos. Está comprobado que el nuevo
impuesto a los ingresos no toca al capital. Puede decirse que los consejos de
salario no han logrado impedir que la redistribució n de la riqueza funcione a
favor de los que más tienen, ahondando cada vez más la brecha social. Han
fracasado.
2) Si bien es cierto que hay dictadores y verdugos presos, aunque sea en jaula
de oro, son las organizaciones y los abogados de DDHH quienes deben mantener
viva la iniciativa por Verdad y Justicia. El gobierno progresista se limita a
dejar a los criminales fuera del marco protector de la ley de Caducidad al
contrario de blancos y colorados. La fuerza política de los desaparecidos,
asesinados y torturados debe tener una actitud más activa y el compañero Sr.
Presidente debería ordenar a los fiscales investigar y procesar a tantos
terroristas de Estado que andan sueltos (el verdadero problema en materia de
inseguridad) . O que, por lo menos, se negaría a que las arcas del pueblo
pagaran los abogados que los defienden a ellos y a los tres asesinos procesados
en Chile. La negativa a anular la ley de Caducidad (más allá de que con ley o
sin ley, la impunidad continúe) y el mantenimiento de terroristas en los mandos
de las FFAA y la Policía, son un mensaje claro que los sectores más
reaccionarios interpretan como consentimiento y debilidad. Se está entreabriendo
puertas a futuros desmanes y golpes militares.
3) En tiempos de lucha por la segunda independencia de América Latina, una lucha
favorecida por la recesión productiva y el fraude financiero en los EEUU, el
gobierno progresista de Uruguay sostiene una política de muy buenos modales con
el imperialismo. En lugar de la solidaridad con los pueblos hermanos, una
especie de neutralidad por la vía de no tomar posiciones claras en los foros
continentales. Se proclama que es lo mismo comerciar con dios que con el diablo,
como si el comercio no tuviera nada que ver con lo ideológico y lo político.
Contra la tradición histórica de su movimiento popular, Uruguay está siendo el
rompehuelgas latinoamericano en el conflicto con los dueños del mundo.
En conclusión: en sus ejes centrales, el progresismo se ha limitado a un cambio
de caras en el gobierno (más dulces que las anteriores, con más gracejo popular)
para beneficio de los intereses de los mismos privilegiados de siempre.
DESACATO: – Hay temas en el país que parecen ser tabú para la gran mayoría de
la izquierda. Uno de ellos es el de la propiedad de la tierra. El FA en su
totalidad no la cuestiona ni en las palabras ni en los hechos. ¿Ya no es más un
problema? ¿Raúl Sendic y los cañeros que fueron los últimos que hicieron una
gran campaña por la socialización de la tierra, estaban equivocados?
Zabalza: - Hay una contrarreforma agraria. La propiedad de la tierra concentrada
cada vez en menos manos y dedicada al cultivo de la soja y el eucalipto
dominados por grandes capitales transnacionales. El monocultivo desertifica
nuestros suelos suaves y ondulados. El gobierno financia gratuitamente las
caravanas y la computarizació n en la cría de ganado vacuno. Más de la mitad de
las industrias molineras y frigoríficas en manos extranjeras… ¿qué ha hecho el
gobierno progresista para frenar el proceso? Mirar para el costado y recitar
versos gauchescos. Se mantiene la impunidad impositiva del latifundio y los
exportadores. Ni siquiera se anularon las sociedades anónimas, base jurídica del
gran negocio de agroexportador.
DESACATO: – El otro tema es el de la constitución. Comparándola con la
constitución de 1988 en Brasil da la impresión que como mínimo está 50 años
atrasada en términos de derechos y libertades. El FA con mayoría absoluta en las
dos cámaras ¿coincide ahora con los sectores políticos tradicionales en que la
constitución de Jorge Batlle es una maravilla? Y teniendo en cuenta que muchos
países de América Latina están redefiniendo sus constituciones.
Zabalza: - La Constitución actual del Uruguay es producto de la reforma
"naranja" la misma que amparó la escalada autoritaria y represiva de Pacheco
Areco. En 1985 los uruguayos festejamos el regreso al régimen constitucional más
favorables a las clases dominantes.
DESACATO: – Lo que parecía imposible se dio: una huelga general contra el
gobierno progresista ¿Cuál es la situación en el movimiento social que llevó a
la huelga?
Zabalza: - En las bases sociales hay una sorda desconformidad con su situación
económica y social. La amortiguación progresista del conflicto social sigue
funcionando aceitadamente y los desconformes elegirán un nuevo gobierno
progresista, engañados por la demagogia de Mujica, a quien creen equivocadamente
parado a la izquierda de Astori y Tabaré. Pero la lucha de clases persiste en su
trabajo incesante sobre las consciencias…
DESACATO: - Teniendo en cuenta que Uruguay es un país netamente exportador y
con su economía interna dolarizada ¿hay forma de prever cómo puede afectar el
colapso financiero global a la política uruguaya?
Zabalza: - El último verso de Astori: Uruguay está "blindado" contra la crisis
mundial…no lo estuvieron la City londinense ni Wall Street, no lo estuvieron
ninguno de los grandes ladrones universales, pero el progresismo ha convencido a
mucho que acá no pasará nada. Como todos los pueblos del mundo, el uruguayo
pagará este gigantesco fraude que se denomina "crisis".
DESACATO: – ¿Cuáles serían los caminos para la recomposición de un programa
de izquierda radical en el país?
Zabalza: La lucha social.
DESACATO: - ¿En qué estructura deben ubicarse los verdaderos militantes de
izquierda que quieren de verdad la revolución?
Zabalza: - Fuera de toda la mierda progresista y electoralera.
DESACATO: - ¿Querés agregar alguna reflexión a esa entrevista?
Zabalza: - ¿Qué rol jugaría el parlamentarismo en un proyecto de este tipo? Un
parlamentario extrafrenteamplista sería una macetita de alhelíes decorando el
frondoso jardín del progresismo. El debate parlamentario ha sido sustituido por
los grandes medios de comunicación. A través de ellos. Los luchadores sociales
pueden lograr mayor incidencia en la opinión que el mejor de los diputados
"radicales". Citan a Lenin, que sólo contaba con el Iskra para difundir las
ideas revolucionarias… hay que hacer la revolución con todos los instrumentos
actuales y no repitiendo esquemáticamente análisis correctos en las condiciones
de principios del siglo pasado… ¡por favor!