Mario R. Duran Chuquimia (*)

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Un axioma sobre Bolivia dice que cuando empiezas a entender al país, las cosas cambian. Tanto así, que si uno analiza los últimos treinta días, resalta la evolución de la estrategia política del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido en función de gobierno que ha infligido serias derrotas al movimiento autonomista, ya sea en el campo electoral, en el campo simbólico y por ultimo, en la hegemonía territorial. Comparto las reflexiones de Daniel Giménez quien dice que "el revocatorio le hizo creer al CONALDE su propia mentira de haber salido fortalecidos. Por eso seguramente pensaron, ¡oh gran error!, que era el momento de una arremetida. Eso, sin embargo, terminó siendo la explicitación más gráfica de toda la derrota. Incapaces de ejercer fuerza en contra del adversario, se la tuvieron que infligir a sí mismos y en casa: fundamentalmente en contra de su población y de su patrimonio. He aquí la tercera derrota que no comprendió el CONALDE, la geográfica (1)".

Bajo esta lógica se debe analizar los últimos hechos, que tienen como eje central a la capital cruceña. La marcha campesina (de los movimientos sociales armados dirían los medios de prensa opositores) sobre Santa Cruz ha demostrado que la victoria electoral del referéndum revocatorio del 10 de agosto ultimo se ha convertido en hegemonía territorial. La marcha se detuvo en Montero a pocos kilómetros de la céntrica plaza 24 de Septiembre en medio de discursos de los lideres de los movimientos sociales que otorgaban a los prefectos opositores, una pausa de quince días para que "reflexionen" sobre sus posiciones políticas y viabilicen la aprobación del proyecto de la nueva Constitución Política del Estado por la vía del referéndum. En síntesis, los movimientos sociales afines al oficialismo han demostrado que pueden "cercar" a Santa Cruz sin impedimento de ningún tipo (2). En cambio, los cívicos autonomistas no tienen la misma capacidad respecto al gobierno central.

Así también Santa Cruz se muestra como una ciudad dividida, los habitantes del Plan 3000 se encuentran en la etapa de la construcción de su "propio" imaginario colectivo con líneas definidas: se reclaman bolivianos antes que cruceños, diferencian con claridad su extracción social: ricos vs. pobres, cuestionan a las logias cruceñas y a la administración de las cooperativas cruceñas, entre otros aspectos. Este proceso de construcción política se materializa con la declaratoria de ciudad autónoma del Plan 3000 con la elección por la vía de la asamblea popular de sus autoridades y las futuras marchas de protesta que reclamaran reivindicaciones en el campo de la gestión publica: rebajas del elevado costo de las tarifas de agua y energía eléctrica, la pelea por los fondos de coparticipación tributaria, la realización de obras de mejoramiento barrial y otros. Vale decir la sociedad Equipetrol con sus magnificas (3), empresarios y matones de la Unión Juvenil Cruceñista (4) se encuentra cuestionada por importantes capas populares.

Vale decir, toda la artillería oficialista ha sido dirigida hacia Santa Cruz, incluso la administración Morales prepara la ultima batalla... la aprobación vía referéndum del proyecto de la nueva  Constitución Política del Estado, en palabras de Álvaro García Linera: "Que no vengan a chacotear los cívicos y los prefectos. Resulta que ahora quieren abrir todo el texto constitucional. Caballeros hubo Asamblea Constituyente, hubo votación, si querían hacer una Constitución ganen con el voto, y si perdieron en el voto aguántense pues, esperen 20 o 30 años para cambiar la Constitución". Sin embargo, la discusión del carácter de la CPE abre un nuevo escenario para la politica boliviana  puesto que cívicos autonomistas y etno-socialistas debatirán sus visiones de país.

Notas:

(*) El autor es ciudadano boliviano, radicado en El Alto.