MUNDO
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Redes criminales mundiales encubiertas como política exterior de Estados Unidos
Estados Unidos - Al Qaeda - Irak - Chechenia - Croacia - Nicaragua - Argentina
Gustavo Herren
Unilateralmente, EEUU ha dividido al Mundo entero en 5 regiones (incluyendo
China y Rusia), bajo 'tutela' de sendos Comandos militares con presencia
permanente. Lo cuál pone en evidencia la existencia de un plan de dominio global
más allá de la ficción de las llamadas teorías conspirativas.
Desde fines de 2008 las regiones serán 6, ya que creó el USAFRICOM
específicamente para Africa (excepto Egipto) (1).
Cada Comando constituye un centro de control de operaciones militares, con una
estructura de comunicaciones y coordinación activada y lista para actuar en
cuanto ocurra un conflicto, que según el presidente de EEUU y el secretario de
defensa requiera el despliegue masivo de sus fuerzas de combate en esa región.
La llamada 'Area de Responsabilidad' del Comando Sur (USSOUTHCOM) con centro en
Miami (Florida), es sobre 31 países del Caribe, parte de América Central y toda
América del Sur.
Para reforzar presencia en sus aguas (océanos, costas y ríos) y vigilar
operaciones, como lo hace la Quinta Flota en el Golfo Pérsico, EEUU reactivará
la Cuarta Flota Naval (que en la Guerra Mundial II cubría el teatro de
operaciones del Caribe y el Atlántico Sur y fue desactivada en 1949). Hoy
contará con disponibilidad de submarinos y buques provistos con armas nucleares
y convencionales, como el portaaviones nuclear USS Ronald Reagan o el USS George
H.W. Bush (en operaciones en el 2009), y en pocos años con el USS Gerald Ford,
el primer portaaviones con tecnología stealth (furtiva) invisible al radar,
catapultas electromagnéticas para lanzamiento de aviones, y posiblemente cañones
no convencionales del mismo tipo. Construidos todos, por una de las más grandes
multinacionales del complejo militar-industrial (Northrop Grumman), uno de los
principales motores de la economía de EEUU que da empleo a su población.
Se estima que el establishment militar, da empleo y soporte financiero directo e
indirecto a por lo menos 60 millones de votantes estadounidenses.
A Washington le preocupa una situación en cierne de recesión de la economía
interna, y por otro lado vigila la autodeterminación nacional de Venezuela (que
considera beligerancia), el proceso de integración latinoamericana, el
surgimiento de Brasil como potencia atómica regional, y los núcleos previstos de
potencial reactividad como Cuba y Panamá.
En la región de Oriente Medio, Irán ha sido rodeado por países invadidos o
colaboracionistas con EEUU, o que se ocupa que no le sean hostiles, como
Turkmenistán (quinta reserva mundial de gas) con sus relaciones con Rusia,
China, la UE e Irán.
La sorpresa y las ‘lecciones’ de Irak pueden mostrar que es probable que en un
año, G.W. Bush no tenga tiempo suficiente para resolver una foribunda guerra
relámpago contra Irán, sin que quede abierta para la próxima administración.
Su gobierno intenta mostrar que está logrando avances y cierto ‘equilibrio’ en
Irak.
Es probable que para mantener el crecimiento de su actividad militar-industrial
necesite perturbar la estabilidad de la región de América Latina y el Caribe.
Según el Pentágono, existe un 'Arco de Inestabilidad' global desde la región
andina (incluida Colombia, Venezuela y Bolivia), América Central y el Caribe,
Africa, Oriente Medio, Asia Central, Filipinas e Indonesia.
Pero las regiones no pueden ser inconexas dentro de la geopolítica de EEUU de
alcanzar el dominio global.
Está alerta con aquellas naciones con capacidad de darle respuesta
político-militar, por ello sus objetivos estratégicos están dirigidos al control
de Eurasia, apuntando hacia Rusia y el surgimiento de China como potencia
económica capitalista, y en segunda línea sobre los aspirantes a potencias
regionales, como India, Pakistán o Irán.
Los países de las regiones pueden representarse como nodos o vértices, enlazados
por diversas operaciones criminales encubiertas. Una suerte de red invisible
compleja, como si fuera una monstruosa y tenebrosa ‘telaraña’.
Para Washington lo que ocurre en la región de Oriente Medio por ejemplo, no es
independiente de los Balcanes, ni del Cáucaso, ni de América Central y del Sur,
ni de otras distantes regiones del mundo aparentemente sin relación alguna.
El plan de control global de EEUU implica establecer conexiones estratégicas y
tácticas entre regiones del mundo.
Así sean desestabilizaciones y técnicas de guerra utilizadas en una región y
adaptadas para otra (como operaciones de guerra psicológica e ideológica,
guerras sociales, de inteligencia), o valerse del tráfico ilegal de armas con
sus triangulaciones y del narcotráfico. Las conexiones requieren de flujos
económicos entre regiones. Utiliza por ejemplo la venta de armas o de drogas en
una, para financiar grupos de desestabilización en la otra.
En los 80’s, durante la invasión soviética a Afganistán, EEUU envió en forma
encubierta armas para la resistencia a través de Pakistán, mientras en su
frontera estimuló la producción de drogas y con lo recaudado (vía CIA-Servicio
de Inteligencia militar de Pakistán (Inter Services Intelligence, ISI)) financió
a diversos grupos insurgentes islámicos.
En 1986, el gobierno de R. Reagan (1981-89) quedó directamente involucrado en la
venta clandestina de armas a Irán, lo que realimentó la guerra Irán-Irak
(1980-89), mientras los fondos obtenidos fueron canalizados por un lado, vía el
Servicio de Inteligencia paquistaní (ISI) para financiamiento de los
fundamentalistas islámicos que operaban en Afganistán. Y por otro lado, para
financiar ilegalmente en Nicaragua a las milicias insurgentes (de 'derecha')
pro-EEUU (Contras), que combatían al gobierno sandinista (de izquierda) de
Daniel Ortega (1979-90), lo cual estaba vedado por el Congreso de EEUU con la
Enmienda Boland, lo que desencadenó el caso Irán-contras (Irangate).
Inicialmente hacia 1980, los Contras habían recibido apoyo y entrenamiento
militar del gobierno de Argentina y de EEUU a través de la CIA.
Con un mecanismo semejante, pero sin involucrarse directamente (por haber
aprendido la ‘lección’ de Reagan), el gobierno de G.H.W. Bush (1989-93) apoyó
indirectamente el envío clandestino de armas a Croacia y a Bosnia para estimular
las secesiones de la Federación Yugoslava, (que se enfrentaron a Serbia, el
miembro mas poderoso de la Federación).
La misma política de tráfico ilegal de armas, continuó con el gobierno de B.
Clinton (1993-2001). El envío clandestino se tercerizaba en otros países como
Turquía, Hungría, Irán, Siria, Ucrania y Argentina. En ésta, la lucrativa
operación habría sido realizada por el gobierno de Carlos Saúl Menem, en que se
habría derivado armamento local de Fabricaciones Militares y del Ejército,
utilizando como señuelo decretos secretos de venta a Panamá, Venezuela y
Ecuador, bajo su política de ‘relaciones carnales’. Sin embargo EEUU no paga
traidores.
En la región de Baloquistán (Pakistán), EEUU aplica actualmente patrones
similares a los que utilizó en los 90’s, en Bosnia y Kosovo (las regiones de la
ex Yugoslavia) donde su Servicio de Inteligencia (CIA), junto al de Gran Bretaña
(MI6) y al de Alemania (BND), financió y apoyó clandestinamente a ejércitos de
‘liberación nacional’. Para el entrenamiento de los paramilitares islámicos del
Ejército de Liberación de Kosovo (KLA) por ejemplo, fueron contratadas empresas
privadas de mercenarios. Parte del financiamiento del KLA se obtenía mediante la
venta de droga proveniente de Pakistán.
El plan de EEUU para Oriente Medio está relacionado con el de Asia Central (en
sintonía con los intereses de sus socios, Gran Bretaña e Israel). La
configuración del Nuevo Oriente Medio y Asia Central, no descarta la
conveniencia de inducir una progresiva movilidad de fronteras, según las etnias
y religiones que predominan en cada región (en algunas ramas islámicas no
prevalece el concepto de Estado-Nación que es una invención occidental). Para
ello, recurre a operaciones encubiertas que disparen la violencia de conflictos
sectarios latentes en los actuales países, y que estimulen la división
étnico-religiosa.
El resultado final es un proceso de descentralización, debilitándo las
instituciones de los gobiernos centrales, que conduce a lo que Washington
denomina 'Secesión Suave' (2), que no llega a la fragmentación de una secesión
(como la que promovió en 1990 vía el Fondo Monetario Internacional en
Yugoslavia), pero facilita igualmente los cambios de regímenes a su favor. Estas
estrategias se pueden observar en Irak y Paquistán (3).
Irak - EEUU: 'Oleadas'
Cuando EEUU invadió Irak en el 2003, había contradicciones entre las dos ramas
principales de la religión islámica, los sunitas y chiítas, pero la población se
hallaba mezclada en una convivencia de características tribales sin violencia
alguna, como sucede en otras regiones (Siria).
La ocupación por EEUU actuó como disparador de un proceso de guerra social
interna, de la que solo pudo controlar su velocidad, y que evolucionó hacia la
separación física entre sunitas y chiítas.
Estimulando la violencia y las matanzas sectarias se aceleraba el desarrollo del
proceso, así las 'oleadas' de tropas del gobierno de G.W. Bush funcionaron para
contener los picos máximos de violencia sectaria, mientras se ganaba el tiempo
necesario para alcanzar el estado final de homogeneización étnico-religiosa por
zonas, que como consecuencia esperada traería el decrecimiento de la violencia
sectaria.
Para disminuir además, la violencia hacia los estadounidenses, éstos utilizaron
el hecho que la división demográfica disminuyó la complejidad del sistema, y les
permitió acceder localmente a algunos sectores sunitas de la resistencia
(rivales de chiítas en el gobierno iraquí), y negociar su no hostilidad hacia
los invasores mediante acuerdos de conveniencia y beneficio mutuo, valiéndose de
incentivos económicos, sobornos y la captación de elementos inestables debido a
los 'excesos en la lucha sectaria'.
Para esta misión EEUU aplicó en el 2007 el nuevo plan de contrainsurgencia, en
el que intervinieron en su diseño antropólogos y otros científicos mercenarios
en ciencias sociales (4). Según afirma el Pentágono, en zonas de la provincia o
gobernación de Anbar (centro-oeste de Irak) y Bagdad (al centro) habría logrado
mantener desactivada una parte significativa de la resistencia sunita, alrededor
de 70.000 insurgentes activos, mediante lo que nombra como ‘movimiento
Despertar’ (al Sahwah).
Sin embargo, a partir de allí debería influenciar a su favor sobre los
insurgentes pasivos que apoyaban a los activos, que podrían estimarse en más de
3 millones (5), y que no conforman una comunidad sunita unificada.
EEUU podrá utilizar al movimiento miliciano sunita ‘Despertar’ que dice haber
creado, como un contrapeso de poder sobre el actual gobierno iraquí que no
controla todo el territorio, compuesto por kurdos del norte y chiítas del sur
(lindante con Irán) y en el que Washington tiene sus reservas, en cuanto a
lealtades.
Sin embargo, en la provincia de Diyalah (al E. de Irak), en la zona sur de la
provincia de Bagdad y en la de Ninevah (al N.O. de Irak) la resistencia sunita
no ha cesado. En ésta última provincia el Pentágono está desarrollando un ataque
aéreo salvaje y detenciones masivas de sospechosos, que culminará con la toma de
su capital (Mosul) (Operación Fénix Fantasma; Op Phantom Phoenix), en las otras
dos provincias las ofensivas yá fueron realizadas.
Según los voceros del gobierno de G.W. Bush las 'oleadas de tropas están
funcionando', y han contribuído a un aumento significativo de la seguridad y
estabilidad en Irak (6). Aunque otros reconocidos analistas tienen enfoques con
diferencias (7) o aún mas reservados (8).
Irak - EEUU - Al Qaeda: Resistencia iraquí
Un buen ataque es lograr manipular las fuerzas de nuestro peor enemigo, para que
nos beneficie sin darse cuenta.
Al hacer referencia anteriormente a los 'excesos en la lucha sectaria', surge la
notable infiltración en el Irak posterior a la ocupación, de milicianos
principalmente no iraquíes de Al Qaeda de las líneas extremistas takfiristas
(9).
En un principio, la resistencia contra los invasores angloamericanos estaba
compuesta por una parte muy activa de sunitas (algunos, expartidarios de Saddam
Hussein), y otra de chiítas con menor reactividad, debido a acuerdos y a que
componen buena parte del gobierno iraquí.
Aparece entonces un tercer enemigo de los estadounidenses, Al Qaeda, que
inicialmente combatió junto con la resistencia en su mayor parte sunita.
Posteriormente, comenzó a cometer excesos sangrientos e intimidaciones contra
iraquíes civiles y los chiítas y sunitas de la resistencia, lo que realimentó la
guerra sectaria interna. Según afirma el almirante G. Smith vocero de la
ocupación anglo-estadounidense, 'Al Qaeda considera a Irak 'su' califato y
centro para la difusión de la ideología talibán al mundo árabe'.
Se produjo así, la ruptura franca y el enfrentamiento militar entre los grupos
de resistencia iraquí y los takfiristas de Al Qaeda que comenzó hacia 2005 en la
provincia centro-oeste de Al Anbar, cuando por ejemplo, integrantes de Al Qaeda
asesinaron a varios imanes (sunnitas) que la habrían condenado públicamente, por
no respetar acuerdos de no asesinar a los policías iraquíes que trabajaban en la
zonas controladas por la resistencia.
Los excesos de violencia salvaje de Al Qaeda contra los civiles y los milicianos
de la resistencia iraquí sunita en Anbar y Bagdad tuvieron una reacción adversa,
y algunos de sus elementos fueron captados por los estadounidenses (mediante
financiamiento, cesiones y beneficios de conveniencia, suministro de armas e
intimidación: movimiento Despertar), y conmutaron su lucha enfrentando a Al
Qaeda y disminuyendo su hostilidad hacia quienes los habían invadido, los
estadounidenses, que salieron beneficiados.
Así el Departamento de Defensa estrategicamente desvía hoy la atención, hacia
que Al Qaeda y no la Resistencia iraquí, es el ‘enemigo externo’ central para la
coalición y para los iraquíes. (10)
Irak - EEUU - Al Qaeda: Terrorismo checheno
Durante la segunda guerra de Chechenia (1999-2006) ocurrió un proceso similar al
de los excesos de Al Qaeda en Irak. Cuando la guerrilla secesionista chechena
que empleaba tácticas terroristas contra los rusos, principalmente la corriente
islámica nombrada como wahabista (11), cometió excesos salvajes sobre chechenos
civiles y otros combatientes que también luchaban contra los rusos. Dividió así
a la insurgencia e hizo que muchos de sus milicianos comenzaran a cooperar con
sus anteriores enemigos, las fuerzas rusas, para atacar a los que habían sido
sus aliados, los wahabíes.
La relación de los grupos combatientes chechenos con la jihad islámica se
estableció durante la resistencia a las tropas soviéticas en Afganistán en los
80's:
En 1985, el gobierno de R. Reagan y G.H.W. Bush como vicepresidente (1981-89)
aprobó la directiva NSDD 166 (12), que autorizaba oficialmente una progresiva
ayuda militar y apoyo al adoctrinamiento religioso para los muyaidines, pero
según el ex Director de la CIA (1991-93) y actual Secretario de Defensa de EEUU,
Robert Gates, ‘la ayuda encubierta de la CIA a los muyaidines había empezado
durante el gobierno de Jimmy Carter (1977-81) antes de la invasión soviética
(1979)’.
En los 80’s, la insurgencia en Afganistán contra los soviéticos se implementó
desde Pakistán. Entre otras, las Madrasas (escuelas religiosas de Madras) a
cargo de la secta islámica wahabi de Arabia Saudi, financiada por la USAID
(Agencia Estadounidense de Desarrollo Internacional) y la CIA, suministraban
entrenamiento, armas y adoctrinamiento religioso. Los milicianos islámicos
(salvo algunos niveles superiores) desconocían, que detrás de las causas
religiosas el objetivo encubierto era destruir a la URSS, y por otro lado que
eran financiados y apoyados indirectamente por EEUU, la monarquía y fundaciones
de Arabia Saudita y los Estados no democráticos del Golfo. El gobierno militar
paquistaní apoyaba las operaciones paramilitares islámicas a través de su
Servicio de Inteligencia militar (ISI).
Después del colapso de la URSS, la CIA y el ISI continuaron apoyando a las
milicias islámicas de Pakistán, que fueron enviadas a Oriente Medio, sur de
Asia, los Balcanes, Asia Central y el Cáucaso actuando como catalizadores en la
fragmentación de la URSS.
A principios de los 80’s fué reclutado y entrenado por la CIA Osama Bin Laden
(miembro de una familia saudí multimillonaria) para la jihad en el Afganistán
ocupado. Pero diez años más tarde, la URSS había desaparecido como enemigo, y en
la Guerra del Golfo (1990-91) cuando EEUU construyó bases militares en la
'tierra santa' de Arabia Saudí y sus tropas se estacionaron en el desierto
sagrado para los whabitas, algunas organizaciones de milicianos como Al Qaeda
comenzaron a advertir, que el verdadero interés de EEUU era geoestratégico y el
de sus multinacionales, por encima de todo lo demás inclusive lo religioso, y se
fueron volcando poco a poco en su contra.
En 1994, el checheno Shamil Basayev fue entrenado militarmente en los
campamentos de la CIA ubicados en Afganistán y Pakistán, al año siguiente al
regresar a Chechenia se convirtió en uno de los principales líderes de la
guerrilla separatista que intentó la independencia de la Federación Rusa. De esa
época proviene su vinculación con la línea Pakistán-Talibán, el Servicio de
Inteligencia pakistaní (ISI), con Al Qaeda y Bin Laden. El contacto con este
último lo mantuvo luego por el comandante (muyaidín saudita wahabí) Al Khattab,
otro importante líder de la guerrilla secesionista.
En este caso, los excesos sangrientos de los terroristas separatistas islámicos
chechenos contra sus pares partisanos (islámicos sufi) en su lucha contra Rusia,
paradojicamente beneficiarían a esta última, que consiguió desarticular el
movimiento secesionista y reconquistar el territorio.
Construyendo La Base creíble del enemigo terrorista
Desde sus orígenes en el s. XVIII, la creencia fundamentalista de las élites de
poder de EEUU de un destino manifiesto superior, como potencia líder mundial del
sistema Capitalista conlleva (para mantener su estatus anómalo), a la exacción
en gran escala y apropiación de aquellos recursos primarios del resto del
planeta, que tengan valor temporal de cambio para su sistema socio-económico.
Las reacciones esperadas en los países occidentales ante la ofensiva de
expoliación, donde vienen ganando importantes batallas en la guerra cultural,
psicológica y económica (como con los mecanismos de endeudamiento externo), son
de diferentes características que las de Asia. En ésta existen núcleos de
población étnicos, religiosos y nacionalistas con culturas ‘no penetradas’. De
modo que para justificar la embestida de EEUU y sus socios sobre el mundo
islámico, se recurrió como pantalla a la hipótesis demográfica del 'choque de
civilizaciones' (promovida por S. Huntington).
El brutal atentado del World Trade Center (2001) que Washington, sigue
‘sospechando’ perpetrado por la organización Al Qaeda (La Base) y el Talibán de
Afganistán (13), paradójicamente fue funcional a EEUU, (Gran Bretaña y demás
socios).
En ese acto surge un actor creíble, necesario para la 'Guerra Global contra el
Terrorismo' internacional promovida por los fundamentalistas neocons.
Aunque la organización Al Qaeda hubiese cometido el atentado del 9/11 no logró
hacer colapsar a EEUU (como podría haberlo hecho el bloque soviético), sino todo
lo contrario, ni tampoco posee la capacidad para hacer caer a un país entero,
aún usando terrorismo nuclear.
Así como los demás grupos clasificados como terroristas, Al Qaeda no llega a
configurar un ejército mundial. La Guerra Global contra el Terror que quiere
imponer EEUU es una quimera. No hay situación de ‘guerra global’, sino
‘conflictos armados’ que pueden ser locales o internacionales (como el conflicto
de EEUU con el Talibán, en Afganistán), o bien situaciones de lucha contra el
crimen internacional. Ni siquiera existe un conflicto armado mundial permanente
y sin final.
Si el líder terrorista mas buscado Bin Laden, fuese capturado, sería un duro
golpe no para el terrorismo sino para la Guerra contra el Terror.
A EEUU no le interesa frenar al fundamentalismo islámico terrorista en cuanto le
es útil. Por un lado porque no representa una amenza real para su supervivencia
como potencia, y por otro porque con sus excesos y divisiones étnico-religiosas
consigue desarticular en los países con componente islámica, a los movimientos
sociales genuinos contrarios a los intereses estadounidenses.
En los países occidentales, la propaganda de Washington busca aglutinar a la
opinión pública ante la amenaza exterior creíble del fundamentalismo islámico y
el terrorismo internacional, que le permita llegado el caso justificar su
intervención militar en los países como humanitaria, democrática y liberadora.
Detrás del señuelo de la Guerra Global contra el Terror, se desarrolla el Terror
de Estado con los planes mundiales de EEUU para expandir su dominio e
influencias sobre los territorios de los países.
Referencias:
1) USAFRICOM (United States Africa Command) Comando militar estadounidense de
Africa.
2) En Venezuela luego del fracaso del golpe de Estado clásico, EEUU aplicó el
concepto de 'golpe suave'. Pero no se descarta apoyar la 'secesión suave' (o la
secesión) en la región de Zulia, y en Bolivia en la región de Santa Cruz.
3) M. Chossudovsky, 'The Destabilization of Pakistan', December 30, 2007, Global
Research.
4) El Manual de Contrainsurgencia FM 3-24 (US Army Field Manual) o MCWP 3-33-5
(Marine Corps Warfighting Publication) dá una idea de como se están realizando
las operaciones.
5) G. Herren, ‘La matemática de la guerra’, 23/7/06, Argenpress.
6) 'Measuring Stability and Security in Irak', Report to Congress. In accordance
with the Department of Defense Appropiations.
7) Ivo H. Daalder, 'Irak After the Surge', December 28, 2007, Brookings
Institution.
8) G. Bruno, 'Irak Surge’s Mixed Messages', January 17, 2008, Council on Foreign
Relations.
9) Takfiristas, ramas del Islam concomitantes con el grupo Takfir wal Hijra
(Excomunión de los infieles) de fundamentalistas extremos (nacido en los 60’s),
que pueden considerar como apóstatas y enemigos incluso a otros islámicos.
10) J. Garamone, 'Al Qaeda Remains Coalition's, Iraqi's Biggest Target', Jan.
20, 2008, US Department of Defense.
11) Wahabí, rama islámica extremista de seguidores de Muhammad ibn Abd al Wahhab
desde fines del s. XVIII, actualmente concentran su influencia en la península
Arábica. Pueden considerar como apóstatas y enemigos aún a otros islámicos.
12) NSDD 166: Directiva sobre Decisión de Seguridad Nacional 166
13) Condoleezza Rice, ' 9/11: For The Record', 22 March 2004, Department of
State, www.america.gov