Argentina: La lucha continúa
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El represor Laucha Corres se fuga por la puerta de entrada
Astor Vitali
Este sábado 26 de julio el represor Julián "Laucha" Corres se escapó de la
seccional dependiente de la Policía Federal ubicada en la ciudad de Bahía
Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires. Lo hizo cerca de las seis de la
mañana.
Corres está acusado de cometer delitos de lesa humanidad en el centro
clandestino de detención denominado "La Escuelita", uno de los más importantes
de esta zona de Argentina, que funcionó en las instalaciones del Quinto Cuerpo
de Ejército. No es novedosa la voluntad de evasión de la justicia por parte del
represor, quien ya había estado más de un año prófugo de la justicia hasta ser
capturado el 3 de abril último en Capital Federal por INTERPOL. Es uno de los
represores vivos más jóvenes que tuvieron participación directa en muchos de los
hechos represivos en la ciudad de Bahía Blanca.
Todavía no existe respuesta en cuanto a cómo se fugó el represor. Pero lo que sí
sabemos es que las condiciones de detención del imputado se parecían más a las
de un invitado de honor al establecimiento policial que a la condición de
recluso. No se llevaban registro de visitas, las cámaras de seguridad del
establecimiento no estaban en funcionamiento desde el año 2000, no fue dispuesta
custodia exterior.
El cronista duda de si es correcto el titular esta noticia como "se fugó el
represor Corres" o tal vez arriesgarse hacia una versión de mayor verosimilitud
y encabezar estos enunciados diciendo "dejan escapar al represor Corres".
¿Realmente nos quieren hacer creer que un viejito –al margen de su excelente
estado de salud- puede fraguar su fuga a lo Diago de la Vega y andar peleando a
cuatro guardias y escapar por los techos? Esto es una tomada de pelo.
Las hipótesis de investigación hasta ahora contemplan que su fuga se produjo por
la puerta principal de la seccional de la Policía federal o por los techos de la
misma. La pregunta es ¿cómo salió de su celda para poder escapar? Corres tenía
permiso para ir al baño, y asistía a su antojo. Algunas versiones no confirmadas
hablan de que hasta tomaba mate con los oficiales.
Desde las organizaciones de Derechos Humanos, no sólo cuestionan las condiciones
carcelarias de Corres, sino el accionar del Juez Federal Alcindo Álvarez Canale,
quien ordenó la detención en dependencias de la Policía Federal y por el hecho
de que el represor permanece allí desde hace cuatro meses y no fue trasladado
hacia dependencias del Servicio Penitenciario Nacional, donde la custodia
tendría otro carácter.
Casualidades
La orden del Juez Canale de traslado hacia el Instituto Penal de las Fuerzas
Armadas (SPN) fue dada el día 25 de junio de este año. Sin embargo, como
decíamos, la medida no se llevó a cabo. Las autoridades responsables argumentan
que el traslado no fue ejecutado "por falta de móviles" (¡!). Después de tomar
la decisión del traslado el Juez Federal se toma vacaciones por 45 días.
El Juez Alcindo Álvarez Canale es severamente cuestionado por organizaciones de
derechos humanos y partidos de izquierda a raíz de que siempre hay una serie de
irregularidades en los juicios de lesa humanidad que tiene en su haber. En
particular en este caso, ya en el momento del juicio se denunció a través de la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bahía Blanca que a Corres "lo ha
dejado afuera (el Juez) de una serie de casos que también tiene responsabilidad
por ser parte del Grupo de Tareas, hechos que se produjeron entre noviembre y
diciembre, entre ellos, el de mi hermano y mi cuñada. Pero además, con el nivel
de ferocidad que tenía el Laucha Corres, siendo el único que reconoció su apodo
cuando todos los que lo hemos identificado lo hicimos de esa forma".
Por el momento fueron detenidos dos agentes de la policía Federal: el Oficial de
Servicio de la noche en la que el del ex teniente coronel Julián "Laucha" Corres
se fugó, Inspector Juan Carlos Lastra y su Cabo Primero Pablo Carabajal. También
se ordenó y llevó a cabo allanamiento domiciliario en ambos casos. Ahora hay que
esperar el desempeño del Fiscal General Hugo Omar Cañón, quien inmediatamente se
puso en marcha para determinar responsabilidades.
Por otra parte, se tomaron medidas en puestos fronterizos en distintos puntos
del país, con el objetivo de cerrar posibles vías de escape hacia el exterior
del país. Sin embargo, el operativo se lleva a cabo con baja intensidad. Hay
orden de captura nacional e internacional. Si usted lo vio, comuníquese con la
Fiscalía General de Bahía Blanca +54 0291-4524437 o +54 0291-4550144.
Como corolario y brevemente, nos es imposible evitar el siguiente comentario: la
huída de Corres no es un hecho aislado. Se trata de la falta de voluntad
política real del Estado argentino para llevar a cabo la condena definitiva a
todos los partícipes de distinto grado vinculados a la represión ilegal durante
la última dictadura cívico – militar entre 1976 y 1983. Es cierto que se
condenaron casos emblemáticos como Miguel Etchecolatz, Christian Von Wernich,
Luciano Benjamín Menéndez y otros, pero todavía quedan miles sin condenar, y
otros tantos sin procesar.
Es una realidad que no se puede seguir ocultando tras una supuesta voluntad
política expresada en el discurso oficial: hasta un miembro del Poder Judicial
como el Juez Federal Carlos Rosansky, denuncia que si el Estado nacional no
articula recursos para unificar causas, los llamados Juicios por la Verdad, a
este paso, tardarían más de un siglo en resolverse. Los responsables tiene un
promedio de edad de 80 años. Es decir, si no existe una política activa desde el
Estado nacional, la mayor parte de los represores –salvo casos emblemáticos-
permanecerá sin condena durante los pocos años de vida que les quedan y morirán
sin castigo.