Argentina: La lucha continúa
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"El secreto de esta clase dominante, es que no va a ninguna parte"
Miguel Espinaco, Daniel Mangona y Juan Altamirano
El Mango del hacha
El pasado sábado el historiador Alejandro Horowitcz, autor del recordado
libro "Los cuatro peronismos" dialogó con nosotros telefónicamente . En esta
edición digital publicamos los fragmentos más importantes de la entrevista.
MdH: Te escuchamos hace poco en un canal de televisión y nos pareció muy
interesante tu explicación acerca del conflicto entre el gobierno y el campo. En
esta primera parte del año fuimos forzados a la polarización, con los cortes,
acusaciones de golpismo y todas esas cuestiones. Después vino el senado y el
"No" de Cobos. ¿Cómo va a contar la historia esto que ocurrió en argentina?
Alejandro Horowitcz: Vos sabes que una de las ilusiones mas típicas de
todos los protagonistas, es que la historia se mueva a alrededor de su ombligo.
Si uno mira esto con cierta perspectiva, la historia va a contar probablemente
una situación muy curiosa de la argentina, donde su clase dominante, que no es
una clase dirigente en medio de una colosal crisis del capitalismo globalizado y
la oportunidad que las crisis otorgan, fue incapaz de pensar seriamente nada.
Porque para su percepción de la vida, la política no es otra cosa que la
continuación de los negocios por otros medios. Desde ese punto de vista lo único
atendible es hacer caja mañana. Y cuando uno tiene semejante enfoque, lo que se
propone, es una política de saqueo. Es ver cuanto puede hacer hoy, porque no
sabe si mañana lo va a hacer. Y el único horizonte es eso de lo que se hoy y el
resto no existe.
MdH: Vos decís entonces que los actores de esta pelea se ubicaron en
relación a sus objetivos más inmediatos… Pero así se hace la historia también
¿no?
Alejandro Horowitcz: Si, por supuesto. Nadie va tan lejos, como aquellos
que no saben a donde van, pero hay momentos en que es preciso saber a donde
vamos. Para que se entienda; China crece desde 1978, es decir desde hace 30
años, al 9 % de interés anual, ha multiplicado su producción por 14. Esto no es
el resultado de alguien que no sabe a donde va. Uno puede compartir el norte de
China o no. Pero esto no surge ni de una casualidad, ni de una explosión de
imprenta, ni de ninguna clase de milagros. Surge de un programa, de un proyecto
que una clase dirigente tiene para el conjunto de una sociedad.
La sociedad argentina después de 1976, lo único que se propuso es que el
conflicto social no excediera de un cierto rangún, para que esto sucediera todo
lo que había que hacer era reprimarizar la economía argentina y transformar a su
clase dominante en un conjunto de rentistas colectivos. Por eso hay 200 mil
millones de dólares de argentinos en el exterior y ese dinero es el que le
permite vivir a ellos en una especie de país country, donde los insumos y los
costos son relativamente baratos y donde es posible vivir en condiciones "del
primer mundo" a costa de que todos los demás vivan en el tercer infierno. Pues
bien, una crisis como la del 2001 nos empujó hasta ahí, y para salir del fondo
del pozo, todos los caminos que van en dirección opuesta sirven. Pero cuando uno
logra salir y empezar a mirar un horizonte, tiene que definir a donde va. El
secreto de esta clase dominante, es que no va a ninguna parte.
MdH: La gente ha tomado nota de este conflicto en la clave esta de la
discusión entre el campo y el gobierno y ahora pareciera que al final de la
crisis nos damos cuenta de que a favor del "país sojero" están todos por igual.
Alejandro Horowitcz: Claro, pero este es el problema. La idea de que se
puede tener un país sojero, es una idea muy patética. No solo es patética porque
el precio mismo del mercado mundial va a hacer estallar el precio de la soja y
por lo tanto se va a caer también el precio de las hectáreas. Es verdad que en
este momento una hectárea en la pampa húmeda se referencia en el valor de una de
hectárea de Wisconsin (EEUU). Pero las dos están infladas por lo mismo. Y cuando
se desinflen, si hay algo que enseña la teoría económica es que todas las
burbujas estallan, y cuando estallan se caen todos los precios. Si uno mira la
relación que hay entre los bienes que produce este planeta y las deudas
financieras que ha generado uno ve una relación de 18 a 1. Por lo tanto ese
estallido está en la naturaleza de las cosas. No darse cuenta de que esta es una
situación absolutamente extraordinaria y que transformar una discusión por la
situación extraordinaria en el único objetivo norte de todas las cuestiones es
no tener cuestión.
MdH: Ahora la discusión sobre las retenciones móviles parece haberse
desplazado a Moreno, si Moreno va a ser el guardián de los precios relativos o
si Moreno tiene que irse para que el gobierno cambie sus modos.
Alejandro Horowitcz: Acá hay una cuestión que va de suyo. Si la Argentina
no fuera un país relativamente presidencialista, sino un país parlamentarizado,
con una política que tiene en el parlamento su referencia fundamental, la caída
de la resolución 125 sería el equivalente de un voto de censura parlamentario,
en tal caso el Jefe de Gabinete renunciaría y el gabinete que lo acompañó
también.
El presidente convocaría a otro potencial jefe de gabinete que tiene que
expresar la nueva relación de fuerza. En Argentina eso no es institucionalmente
así y eso no quiere decir que no sea políticamente así, cuando se produce una
crisis de este rango, la salida del Jefe de Gabinete va de suyo, porque forma
parte de la oxigenación misma de la actividad, que acá todo se discuta hombre a
hombre tiene que ver con la cortedad de la dirección política, no con otra cosa.
Porque que Moreno es un cadáver político está más allá de cualquier discusión,
para que Moreno no lo fuera la 125 tendría que estar vigente y aún así tendría
problemas.
MdH: Si me refiero al tema Moreno es porque parece ser una bandera
simbólica.
Alejandro Horowitcz: Por supuesto y está bien, es el signo de lo que no
se puede hacer. A ver, hay cosas que se pueden hacer, cosas que se deben hacer,
cosas que es discutible hacer y cosas que no se pueden hacer. Destruir el Indec
no se puede, hacer semejante cosa es romper la brújula pública con la cual uno
sabe dónde está el norte y eso lo que supone es devaluar la palabra pública. El
gobierno no es un gobierno de circunstancia, es una política de estado. Cuando
uno destruye políticas de estado y no la reemplaza por nada, uno lo que tiene es
una crisis que se agrava en todas direcciones.
MdH: Quién ganó esta batalla, el gobierno, el campo, porque uno escucha….
Alejandro Horowitcz: No, quién ganó está muy claro, la resolución la
impulsaba el gobierno y la tuvo que bajar porque una combinación de utilización
de métodos ilegales y legales, me refiero los ilegales son los cortes, el
incumplimiento de la cuestión fundamental de un gobierno que es asegurar el
artículo 14 de la Constitución Nacional, es decir el libre tránsito de las
personas y cosas, y en esas condiciones, con esos métodos, no sólo no reprime,
sino que parlamentariza el debate y lo pierde. De modo que el perdedor es claro
y el ganador también.
MdH: Con respecto al artículo 14, lo escuchábamos la semana pasada
haciendo una comparación del conflicto con el campo y qué hubiera pasado si ese
conflicto lo hubieran iniciado por ejemplo por planes trabajar los piqueteros.
Alejandro Horowitcz: Por supuesto, eso hubiera estado 100 horas, no 100
días. Acá viene una cuestión que es absolutamente de clase, porque este es un
conflicto al interior de las clases dominantes pero afecta a la sociedad en su
conjunto, y al afectarla en su conjunto, el gobierno que es el garante del
conjunto tiene que ocuparse de seguir siéndolo, el primer secreto de la crisis
política del gobierno de Cristina Fernández es que fue incapaz de hacer eso.
MdH: ¿Hay cuestión? Digo, vos hablabas de este enfoque de cuestiones
menores, del problema de caja inmediato, ¿hay una cuestión central que podría
resolver la burguesía argentina hacia un plan capitalista que tenga alguna
perspectiva histórica?
Alejandro Horowitcz: La economía argentina siempre se favoreció y
funcionó en la medida que fue capaz de encabalgarse en las crisis del mercado
mundial. La crisis del 30 primero y la crisis de la segunda guerra mundial
después, permitieron la construcción de los instrumentos de intervención
económica, desde el Banco Central hasta la Junta Nacional de Granos, la Junta
Nacional de Carnes y demás, hasta la constitución de lo que modernamente se
conoció como el "Welfare State", el estado de bienestar.
Esta puesta a tono de la Argentina con el mundo, le permitió a la Argentina
tener la red de Pymes más importante de América Latina y tener un nivel de
crecimiento económico que apalancó un cierto desarrollo industrial que en el 73
mostró objetivos superiores, pero la conflictividad social que el desarrollo de
estos objetivos planteó, convenció al bloque dominante que mucho más importante
que el desarrollo económico de la Argentina era que ellos usufructuaran de su
renta en paz, por lo tanto auspiciaron la masacre que se ejecutó y
reprimarizaron la economía argentina. Esto es una respuesta política
estratégica, pero hete aquí que el mundo sigue andando y se presentaba una nueva
crisis global y esta crisis global replantea para todo el mundo y también para
la argentina, las condiciones de inserción en el nuevo escenario.
Una clase dominante que no tiene un proyecto para insertarse en un nuevo
horizonte, es una clase dominante pero no una clase dirigente y ese es el
problema. Cuando uno mira el vacío de los partidos políticos, cuando mira el
vacío de ideas, el vacío de debates, el vacío de producción, ve que el único
debate sustantivo es un debate sobre los cargos, uno comprende que está hablando
de una sociedad que no puede pensarse a sí misma con cierto realismo.
MdH: Para usar una metáfora deportiva, sería algo así como que prefieren
jugar contra una clase obrera de la b y después así les va en el mercado
mundial.
Alejandro Horowitcz: Totalmente, de la b, de la c, de la d, de aquello
que no les ponga en entredicho su propio lugar, la amenaza del propio lugar les
resulta intolerable. Cuando uno mira cualquier clase dominante en cualquier
parte del mundo, uno ve básicamente, que ese es un problema relativamente
resuelto, la conflictividad es el motor que hace andar la cuestión, eso es el
capitalismo, capitalismo sin conflicto es un capitalismo destruido.