Argentina: La lucha continúa
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Buenos Aires, empresa recuperada
Matias Lecoq
78, el mundial de fútbol se instala en las riberas del río Plata convirtiendo a
Buenos Aires en la capital mundial del deporte más famoso del mundo. Maradona no
estará seleccionado. Demasiado joven. Mientras que a su edad ya son muchos los
que dejaron su casa por lo desconocido: aquellos que llamamos desaparecidos....
Fue también en este año que el BAUEN se inauguró: Buenos Aires Empresa
Nacional... Un hotel de 18 pisos en el corazón de la capital albiceleste, calle
Callao con Corrientes. Bonito. Nuevo. Imponente. Listo para acoger turistas y
delegaciones. Listo para servir de sede a los políticos de la época. Listo para
ver a Menem festejar su victoria a la presidencia en los 90 sellando el siglo de
una era de decadencia y abusos... Abriendo el nuevo en una realidad asesina que
se disfrazó para tener la confianza del pueblo con el fin de matarlo; o con el
fin de enriquecerse si dudamos de la semántica usada....
En Argentina, el principio del siglo XXI se llamó 2001 cuando el pueblo vio los
bancos dejar el país con su dinero escoltado por su propio gobierno. Años de
ahorro y de trabajo desaparecidos en algunos días. Un terrible mal gobierno
enfrentado a su pueblo que se levantó para decir que estaba dispuesto a
aceptarlo... Se levantó para pedir justicia, para buscar lo que les había
robado, para aclamar en esta misma plaza de la revolución de mayo que el "pueblo
unido jamás será vencido"...
Pero, para muchos ya era tarde. El BAUEN había cerrado sus puertas y la centena
de empleados volvían a conocer el cotidiano de días enteros en casa, mientras
que por la ventana, los cartoneros reciclaban la basura. Aquellos que días atrás
eran los que poblaban esas cuadras...
Podían haber pasado 25 años, 15 o 5, este hotel era una casa para aquellos que
lo hicieron funcionar, no para los que lo hicieron quebrar.... Se construyó en
los años 70 con un préstamo del estado-dictadura militar a Marcelo Iurcovich que
en el 97 lo vendió al grupo chileno Solaria por la suma de doce millones de
pesos (o dólares, en tiempos de la convertibilidad). Operación financiera. En
solamente 4 años el hotel se convirtió en un conjunto de pisos que fueron poco a
poco abandonados, hasta que en el año 2001 tomó la forma de una oportunidad para
los que tenían el poder (Argentina, alumno del modelo neoliberal, tuvo una deuda
astronómica que se multiplicó por 4 en menos de 20 años dejando el país casi
paralizado y el 60% de la población bajo el índice de pobreza).
Arminda es una abuela coqueta, costurera en el BAUEN. Conserva el mismo lugar de
trabajo en todos esos años, un pequeño local en el piso 4, inaccesible con el
ascensor. Numerosos son los que vienen a compartir el mate, charlando del ayer y
del mañana, aprendiendo de su experiencia y de su historia... Ya hace más de 25
años que Arminda comparte su vida con el BAUEN, pasando de ser la costurera
personal de los antiguos dueños a ser una de las pioneras del nuevo BAUEN... Un
BAUEN recuperado. Luchador. Orgulloso. Igualitario. Un BAUEN listo para ver a
Arminda viajar en el autobús acompañada de su hija y de su nieto, todos al
servicio de "su" hotel. Listo para servir de ejemplo a los ojos del mundo
entero. Listo para auto-gestionarse. Porque ahora, el BAUEN es de los que
trabajan en él. Es una empresa recuperada del abandono, de la quiebra por esos
trabajadores que no aceptaron la fatalidad de un capitalismo injusto y asesino.
Argentina ya había conocido antes las empresas recuperadas por los trabajadores,
principalmente en la industria. Una experiencia enriquecida "gracias" a la
crisis que "creó" casi 500 casos similares en todo el país. Es un fenómeno que
tiene su propia historia llena de sucesos como de fracasos. Ya sea en
Yugoslavia, Francia (con la empresa de reloj Lipp en el 73), Bolivia, Perú, en
el Chile de Allende o en el Brasil de hoy... Las empresas recuperadas definen el
hecho de que, tras el abandono de la patronal, los trabajadores toman la empresa
para volver al trabajo organizando los medios de producción como cooperativa
bajo una gestión igualitaria entre todos (riesgos y beneficios).
Año 2003, dos años después del cierre. Calle Callao con Corrientes. Se construyó
un pequeño circulo de compañeros decididos a no abandonar su lugar de trabajo, 5
luego 8. Ocho almas de los cientos que había en esas paredes un año antes.
Paredes ahora caídas, ventanas tapiadas con madera... Empezaron a tomar el
espacio. Con linternas, sin estufas, sin electricidad, pasando día y noche para
gritar que sobrevivirán, pidiendo monedas a la gente. Poco a poco se organizaron
con la idea de tomar este hotel para poder volver a tener este derecho de
trabajar. Un derecho que les fue quitado por el mal gobierno, por los
administradores, que gestionaron el dinero como en un juego de mesa. Algunos
meses después, con la ayuda de compañeros de otras empresas recuperadas, se
encontraban en el despacho de un juez hipotecando todo lo que tenían, cada uno,
por tener el derecho de abrir de nuevo el hotel. El coche, la casa, el terreno
familiar... todo! Con sus vidas en la mesa, el juez aceptó una obertura parcial
que empezó con la fiesta de los 16 años de la hija de un compañero. Después
recibieron el embajador de Venezuela para acoger sus delegaciones y de esta
manera pudieron volver a tener una realidad con un mañana...
Fueron 25, 50 y ahora 150 trabajadores, 4 años y medio después. Todos, del
primero al último, tienen el mismo sueldo, aunque una prima fue acordada en
asamblea general a los que instigaron el proyecto.
Y es que la asamblea general es el corazón del funcionamiento como cooperativa.
Todos están presentes, arreglando los asuntos corrientes, definiendo las
estrategias de inversión, decidiendo la incorporación de nuevos compañeros (que
tendrán el estatuto de socio), controlando este propio funcionamiento: una
persona igual a un voto, en un sistema democrático entre representación y
participación directa.
Un funcionamiento difícil, sobretodo cuando hay tantos trabajadores, que
requiere que se respete valores como la igualdad antes de todo y que potenció
que todos se juntaran contra los intentos de desalojo llevados a cabo por
Mercoteles SA, empresa fantasma que ha vuelto de su silencio para pedir lo que
los trabajadores hicieron gracias a su trabajo. Marchas, conciertos,
movilización de personalidades y del pueblo... la última vez fue en agosto de
2007 y no se dejaran echar a la calle.
El hotel tiene una forma de organización diferente en un sistema global
uniforme. Tiene el mérito de adaptarse, siendo la prueba que otro mundo es
posible y que el presente se concibe como un paso al futuro; que el sistema
neoliberal no es un fin sino un estado pasajero. Que se puede percibir como algo
efímero sometido a la voluntad de cada uno, a la esperanza, la creencia, la
lucha... porque el nuevo BAUEN también permitió la eclosión de nuevas personas:
orgullosas de ser lo que son, involucradas en un proyecto ambicioso, en una
dinámica de vida del "hacer" y no del "someter". Porque cada ser humano tiene
esta facultad de hacer, pensar, crear...