Argentina: La lucha continúa
|
Se acerca el jucio a julio grassi por abuso de menores
Diez avemarías y mil calumnias
Jorge Corsi está procesado con prisión preventiva por
presunto "estupro con acceso carnal". Si esto se confirmara, su
actividad sería repudiable, execrable, condenable. Si se comprueban los hechos,
él no sería un pedófilo como cualquier otro, sino peor que la mayoría: no es una
persona cualquiera, de a pie, sino alguien que goza de prestigio académico, lo
que le habría generado una fachada de respetabilidad que le habría otorgado
mayor impunidad para perpetrar los abusos de adolescentes. Sería alguien que
utilizó sus estudios de psicología, su especialización en violencia doméstica
para poder delinquir. Nada vamos a decir en su defensa. Si Corsi es declarado
culpable, no hay excusas. No hay atenuantes.
Hay, sin embargo, quienes aprovechan la situación para sus propios fines,
alejados de cualquier preocupación por el bienestar de las víctimas. Desde hace
algunas semanas se viene desatando una campaña de difamación en los medios
virtuales de información intentando enlodar a otras personas que nada tienen que
ver con los abusos de Corsi. Todos los sitios de contrainformación o de enlace
que tienen publicación abierta en castellano se han visto plagados de infamias
contra Enrique Stola, Nora Schullman, Estela Carlotto, Adriana Granica y
otros/as. Se les acusa, concretamente, de ser "la otra banda" de Corsi. Se
intenta ligarl@s a los abusos cometidos por él para desprestigiarlos
profesionalmente.
Probablemente la mayoría de la gente no identifique a estas personas, excepto a
Estela Carloto. Que no es sólo la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo sino
también la presidenta de la Comisión Directiva del Comité Argentino de
Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño
(CASACIDN). Nora Schulman es la Directora Ejecutiva de ese Comité. También es
miembro del Comité Ejecutivo de CASACIDN la abogada y psicóloga Adriana Granica.
¿Por qué se calumnia a esta gente y quiénes tendrían interés en hacerlo? La
respuesta empieza a asomar cuando se recuerda que el Dr. Enrique Stola, que
comparte el lote de calumniad@s, es el psiquiatra que atendió a los niños y
adolescentes víctimas de Julio Grassi, cura violador que sigue dando misa y
gozando de libertad de movimiento. El CASACIDN intervino en el caso del cura
Grassi, sosteniendo la veracidad del testimonio de las víctimas y denunciando
las prebendas que recibía Grassi por parte de la justicia, que, durante un
tiempo siguió teniendo acceso a la Fundación, en la que abusaba de los niños y
luego se le dio una libertad restringida que nadie controla De hecho, en los
blogs que le armaron sus seguidores, se puede leer que sigue dando misa.
La maniobra es sencilla, pero no por eso menos abyecta: aprovechar el escándalo
por los abusos de Corsi para intentar desacreditar a todo un conjunto de
profesionales que hace años viene trabajando para que se escuche la voz de las
víctimas, para que se les crea, para que no se las someta a nuevos abusos y
violencias en sede judicial, para que haya real dimensión del daño que producen
estas situaciones, para que los perpetradores sean juzgados de acuerdo a la
enormidad del daño cometido, daño que a veces no se cura en toda la vida.
¿Y por qué los acólitos del padrecito que se hace el santo están activos en el
ciberespacio? Porque después de varios años, el 19 de agosto comienza el
juicio oral contra el cura abusador. Si en la mente de alguien se formó por
costumbre la frase "oral y público", que lo vaya olvidando: el juicio
será oral pero no público. No habrá presencia de público y mucho menos de la
prensa, cualquiera sea su color político. Un juicio sin miradas externas, un
juicio secreto, como un confesionario. Son muy malas noticias para gente como
Enrique Stola, que ha recibido amenazas desde que se denunció a Julio César
Grassi hace seis años. Muy malas noticias para quienes no confiamos en la
imparcialidad de una justicia que habitualmente sirve a los poderosos, y cuyos
juramentos siguen siendo por Dios, los Evangelios, etc. Menos podemos confiar en
la justicia cuando se enjuicia a un cura protegido por la jerarquía
eclesiástica, que como viene haciendo hace años, protege a los curas pedófilos
(como Storni en Santa Fé que fue trasladado de parroquia cuando las denuncias en
su contra hicieron imposible mantenerlo en su lugar). No es extraño, finalmente,
ese apañamiento cuando la Iglesia Católica ha encubierto a todos y cada uno de
sus miembros que participaron de la desaparición forzada de personas.
La actitud de quienes lanzan injurias contra los psicólogos que tratan a los
niños le sirve a los abusadores como forma de protegerse. Muchos de ellos,
cuando son descubiertos, se dicen víctimas del odio de los profesionales de
salud, de ex esposas resentidas etc. En otras palabras, los victimarios se
presentan al mundo como víctimas y las víctimas son presentadas como locos o, en
el mejor de los casos como pobres chicos manipulados, por inescrupulosos
psiquiatras. Para todos los abusadores, el procesamiento de Corsi sirve para
desacreditar a los profesionales que tratan a los niños abusados, profesionales
que juegan un papel muy importante en los juicios contra los abusadores ya que
son los que obligan a los jueces a tomar como verdaderas las acusaciones de los
niños.
Si Jorge Corsi es hallado culpable, sería la misma escoria que Julio Grassi.
Ambos habrían abusado de chicos bajo el manto protector de la profesión
(psicólogo uno y sacerdote el otro) y ambos se habrían amparado en sus contactos
con el poder político. Para nosotr@s, ambos deben ser juzgados por lo que
hicieron. Por eso los colectivos que forman parte de la red Indymedia Argentina,
no sólo han ocultado estas infamias y calumnias publicadas, sino que además en
carácter de excepcionalidad, entendiendo que afecta directamente los derechos de
niñas, niños y adolescentes abusados, ha decidió borrar los artículos. Al mismo
tiempo poner en alerta a todos los Indymedias de habla castellana de esta
campaña sucia. Porque no podemos de ninguna forma permitir que un espacio que
surgió para la información de los movimientos sociales, para difundir las luchas
y facilitar la comunicación entre y acerca del campo popular se convierta en un
instrumento de gente que es capaz de hacer lo que esté en sus manos para
suprimir cualquier voz que denuncie a la Iglesia en su faz abusiva y a sus
miembros en tanto abusadores, sexuales y de poder.
Habrá que estar atent@s, en pocos días comienza el juicio contra el cura
abusador. Dependerá de tod@s nosotr@s, de cuán comprometid@s o indiferentes nos
mostremos frente a los hechos denunciados, que ese juicio sea un precedente que
siente posición contra los abusos sexuales a chic@s o que sea una farsa.