Argentina: La lucha continúa
|
Acordaron gobierno, empresas y centrales sindicales: Un salario mínimo, mínimo
Prensa de Frente
El lunes 28 de julio se reunió el Consejo del Salario y fijó un nuevo valor
para el salario mínimo, el acuerdo supone 1200 pesos [250 euros] desde agosto y
1240 a partir de diciembre.
Si bien la variación fue del 22 por ciento, sumando cuatro puntos más a fin
de año, todavía no alcanza la línea de pobreza, cuya estimación confiable ronda
en los mil quinientos pesos. En sólo dos horas, los representantes de los
gremios empresarios y los sindicatos llegaron a un acuerdo sin que prácticamente
nadie haya discutido este parámetro, que afecta directamente unos 400 mil
trabajadores y trabajadoras asalariadas formales del sector privado y público
nacional, y es uno de los indicadores de mayor relevancia en la negociación
entre patrones y trabajadores, en un contexto de inflación y presión por
aumentos de sueldos.
A pocos días del traspié sufrido en el Senado en torno a las retenciones
móviles, y en medio de un ascenso en el registro del malhumor social respecto al
gobierno, la presidenta Cristina Fernández convocó al Consejo del Salario en la
que fue su quinta reunión consecutiva desde 2004. El Consejo Nacional del
Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil es una institución
que reúne a delegados de empresarios y trabajadores, en teoría para discutir los
temas más relevantes de las relaciones laborales, pero que en la práctica se ha
dedicado a actualizar sólo esta variable.
"La menor remuneración que debe percibir el trabajador sin cargas de familia, en
su jornada legal de trabajo, que le asegure alimentación adecuada, vivienda
digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento,
vacaciones y previsión", según la definición que da la Ley de Contratos de
Trabajo (LCT) al salario mínimo, vital y móvil.
De acuerdo a la ley 24.013, está integrado por 32 delegados, dieciséis
correspondientes a las patronales y la otra mitad a los trabajadores. Por estos
últimos participaron Hugo Moyano(camioneros), Juan Belén (metalúrgico), Gerardo
Martínez (construcción), Gerónimo Venegas (trabajadores rurales), Andrés
Rodríguez (UPCN), José Pedraza (ferroviario), Héctor Daer (sanidad), Oscar
Lescano (Luz y Fuerza), Juan José Zanola (bancarios), Armando Cavalieri
(empleados de comercio), Roberto Fernández (choferes de micros), Omar Viviani (taxistas)y
José Rodríguez (mecánicos), por la Confederación General del Trabajo (CGT); y
Hugo Yasky (docentes), Pedro Wasiejko (Sindicato del Neumático)y Pablo Micheli
(ATE), por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).
A pesar del pedido del gastronómico Luis Barrionuevo, el gobierno no otorgó
representación a la denominada CGT Azul y Blanca, recientemente fracturada del
kirchnerismo y alineada con Duhalde. Según dejaron trascender en el Ministerio
de Trabajo, se trata de "una agrupación que no tiene ni pedida la inscripción
gremial".
Por las entidades empresarias, los representantes fueron Juan Carlos Sacco
(Gráfica), Martín Dedeu (Mineras), Horacio Martínez (Navieras), Ricardo Güell (Adimra),
Luciano Miguens (SRA), Mario Llambías (CRA), Eduardo Buzzi (FAA), Fernando
Gioino (Coninagro), Ovidio Bolo (Supermercados), Jorge Alvarez (Servicios),
Osvaldo Cornide (CAME), Carlos Wagner (Cámara de la Construcción), Jorge Brito
(Asociación de Bancos), Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio), Francisco Dos Reis (APyme)
y el presidente de la UIA (Unión Industrial Argentina), Juan Carlos Lascurain,
acompañado del asesor legal de la entidad, Daniel Funes de Rioja.
Luego de una rápida sesión de poco más de dos horas, el cuerpo aprobó el nuevo
valor con 29 votos a favor, 3 abstenciones y ningún voto en contra. A diferencia
de las reuniones anteriores, este año la CTA eligió no votar en contra. El
argumento oficial fue que la abstención se debió a que "la cifra se ubicó lejos
de los $1.550 que reclamaba la Central", explicación que de todas maneras nada
dice del cambio en su posición.
La central plasma así una posición de "mayor diálogo" con el gobierno, como ya
había reconocido el propio presidente del PJ, Néstor Kirchner, ante los
intelectuales nucleados en la Carta abierta, que contó entre otras con la firma
de Roberto Baradel, secretario general del SUTEBA y militante en las filas de
Yasky, jefe político de la Central.
El ministro Tomada se encargó de elogiar ese cambio de postura, al considerar
que hubo "un muy buen discurso de Hugo Yasky", quien valoró la puesta en
funcionamiento de las comisiones con carácter de permanente. El Consejo del
Salario está formado por cuatro comisiones: Empleo, Formación Profesional,
Productividad y Salario Mínimo, Vital y Móvil y la de Prestaciones por
Desempleo.
En un comunicado la CTA expresó que los temas que llevará a "la mesa de
discusión serán la continuidad y la federalización del Consejo del Salario y la
definición de una Asignación Universal de 100 pesos por hijo"; "la necesidad de
discutir un mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, de manera tal que
los trabajadores, en su mayoría, estén exentos". "El Salario Mínimo, Vital y
Móvil debe ser un monto equivalente a 60 por ciento de la Canasta Básica que,
según especialistas de la Central, se encuentra en 3.275 pesos", aunque el tema
quedó ausente tanto del debate en el Consejo del Salario como entre el conjunto
de los trabajadores.
El sueldo mínimo definido esta semana no ha sido prácticamente objeto de debate
en ningún espacio de trabajadores, a pesar de que en varios lugares de trabajo
crece el malestar ante la pérdida de poder adquisitivo de los salarios,
golpeados en los últimos tiempos. El INDEC informa una inflación para los
primeros seis meses del año del 4,6 por ciento, cifra que muy pocos se atreven a
tomar en serio.
El ministro Tomada dijo que el Consejo del Salario "se ha convertido en una
herramienta central para el crecimiento con distribución equitativa del ingreso,
que más allá de algunas presiones sectoriales sigue en marcha con más fuerza que
nunca, liderada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".
El valor del sueldo mínimo fijado afecta a "todos los trabajadores comprendido
en la Ley de Contrato de Trabajo, de la Administración Pública Nacional y de
todas las entidades y organismos en que el Estado Nacional actúe como
empleador", pero también tiene un valor testigo para otros niveles salariales,
como el sueldo de estatales y docentes provinciales, municipales, trabajadores
rurales, de servicio doméstico y otros trabajadores precarizados. "Sabemos que
tanto los trabajadores como gran parte de los empresarios comparten este
programa de crecimiento e inclusión y que no dudarán en resignar posiciones
sectoriales en pos del despegue definitivo del país", expresó Tomada a la
prensa.
Entre los temas que quedaron afuera de las declaraciones y las negociaciones se
encuentran el 40 por ciento del trabajo precarizado que existe en el país, el
valor de los sueldos promedios, la extensión de la jornada laboral, el desempleo
y fundamentalmente, la participación de los ingresos de los asalariados en el
total de lo que producen, todos los días, en bienes y servicios.