Argentina: La lucha continúa
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El INDEC publicó un "controvertido" informe sobre la cantidad
de personas que viven en la pobreza e indigencia
Millones de argentinos son pobres e indigentes
Daniel E. Benadava
Discrepancias sobre la pobreza e indigencia argentina
Según lo informó semanas atrás el INDEC, mientras que en el primer semestre del
año 2007 el 23,4% del total de la población argentina era pobre y el 8,2% era
indigente, en la actualidad el 20,6% de los argentinos viven en situación de
pobreza y el 5,9% en la indigencia.
En discrepancia con estos datos, por un lado, el Observatorio de la Deuda
Social Argentina (perteneciente a la Universidad Católica Argentina) publicó
un estudio de acuerdo al cual hacia fines del año 2007 -aproximadamente- el 30%
de la población argentina vivía en situación de pobreza; y, por otro lado, según
lo afirmó el economista argentino Tomás Raffo, quién pertenece a la Central
de Trabajadores Argentinos, en la actualidad "el verdadero número de
pobres se acerca a los 13 millones (lo cual representa el 32,9 % de la población
argentina) y la indigencia a casi 5 millones (es decir el 12,7% de la totalidad
de argentinos)".
Así mismo, y también en desacuerdo con la información dada a conocer por el
INDEC, el actual presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral
Social, Monseñor Jorge Casaretto, sostuvo "nuestra percepción es que en
estos momentos está aumentando la pobreza. En nuestras Cáritas parroquiales la
gente pide más alimentos que antes"; y, por su parte, el Obispo de La Rioja
, Monseñor Roberto Rodríguez, afirmó "como la deuda social no sólo mide el
ingreso económico sino también la posibilidad de educación, de acceso a la salud
y al trabajo, la suma de todas esas variables, no coincidiría con el INDEC".
Y, por último, las estadísticas que recientemente confeccionó el INDEC son
cotidianamente "contradecidas" -por ejemplo- por las miles de personas
que transitan por la Ciudad de Buenos Aires con sus carros buscando entre la
basura comida o material para vender; por los miles de indígenas que en el
interior de la Argentina se mueren diariamente por tener sus necesidades básicas
insatisfechas; y por el "millón de niños, es decir mas del 40% del total de
la población infantil de la provincia de Buenos Aires, -que- son pobres y no
tienen una vivienda con condiciones básicas o están en riesgo por las
adicciones, los embarazos de adolescentes y el conflicto de la violencia",
tal como lo señaló el Ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos
Aires, Daniel Arroyo.
"Malos Aires" para los pobres
Hacia mediados del S XX se elaboró en la Argentina el Plan de erradicación de
Villas de Emergencia que, con el propósito de "relocalizar" a la
población que habitaba los barrios mas carenciados -principalmente- de la Ciudad
de Buenos Aires (sus alrededores) en los llamados Núcleos Habitacionales
Transitorios, le otorgaba al Ejército Argentino la facultad de demoler con
topadoras las precarias viviendas que existían en los barrios humildes y, así,
los pobres fueron también "disuadidos" -por un tiempo- de volver a ocupar
los territorios en los que antiguamente vivían.
Tiempo después el Brigadier Osvaldo Cacciatore, quién fue el intendente de la
Ciudad de Buenos Aires durante la última dictadura argentina, a través de la
ordenanza número 33.652 sancionada el 13 de julio de 1977, prosiguió con el
Plan de erradicación de Villas de Emergencia con el objetivo de crear una
"ciudad pujante" que tuviera autopistas pero no pobres que, además de romper
la estética de la ciudad, iban en contra de "las buenas costumbres
argentinas".
En estos días muchos sostienen que Mauricio Macri, que es el actual intendente
de la Ciudad de Buenos Aires, continúa implementando las políticas señaladas en
los párrafos anteriores ya que, además de querer eliminar las villas de
emergencia que se encuentran en el distrito que el preside, le ordena a los
empleados municipales que "desalojen" de la calle, y les quiten sus
exiguas pertenencias, a las personas que se encuentran durmiendo bajo de las
autopistas que recorren la Ciudad de Buenos Aires.
Frente a estas políticas que se están aplicando en la Ciudad de Buenos Aires
desde mediados del siglo XX muchos creen que, tal como le plantearon a
Cacciatore los "curas villeros" (así llamados por la estrecha relación
que mantenían con los pobres argentinos), "las Villas de Emergencia deben
desaparecer. Son una calamidad y una desgracia, tanto para la ciudad como para
los pobladores que la habitan. Discrepamos en los medios utilizados, en cómo se
quiere acabar con las villas -y con los pobres- sea como sea, eligiendo los
medios más eficaces, más rápidos y más económicos, descartando procedimientos de
una verdadera promoción del villero –o indigente-".
En la Argentina también hay ricos
En la República Argentina, además de pobres e indigentes, también existen unos
pocos que en el transcurso de los últimos años lograron incrementar sus
fortunas.
Así por ejemplo Cristina y Néstor Kirchner, según lo publicó el diario argentino
La Nación, poseen una cuantiosa fortuna que está conformada -entre otros-
por millonarios depósitos bancarios en dólares; mas de 30 propiedades -entre
casas, locales, departamentos y terrenos fiscales- en la provincia de Santa
Cruz; dos departamentos en las zonas "mas acomodadas" de la Ciudad de
Buenos Aires; dos autos (un Honda Civic, modelo 2001, y un Honda CVR, modelo
2002); y un hotel llamado Los Sauces en el que llevan invertidos -en el
transcurso de los últimos dos años- mas de tres millones de dólares.
Ahora bien, en la Argentina son muchos los que "sospechan sobre la legalidad"
de los mecanismos que utilizó la familia Kirchner para cosechar una fortuna tan
abultada y, por tal motivo, semanas atrás el Fiscal Nacional de
Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, solicitó que la justicia
argentina continuara investigando la forma en la que la familia Kirchner logró
aumentar su patrimonio en un 160% desde mayo del 2003, fecha en la que
"casualmente" Néstor Kirchner asumió como presidente de la Argentina, hasta la
actualidad.
En Argentina se quebrantan los derechos humanos
Más allá de las divergencias anteriormente mencionadas queda en claro existen
millones de argentinos que, viviendo en la pobreza e indigencia, no poseen los
recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y, así mismo,
carecen de una plena participación social y política.
Esta situación, que es lamentable en muchos países del mundo, resulta indignante
en la República Argentina ya que este país, por un lado, tienen las "condiciones
objetivas" para alimentar a millones de seres humanos y, por otro lado, su Banco
Central tiene reservas monetarias por aproximadamente 50.000 millones de dólares
con los que, de acuerdo al parecer de numerosos analistas, el gobierno argentino
podría cambiar radicalmente la penosa situación en la que viven cotidianamente
millones de argentinos.
Por las cuestiones anteriormente descriptas puede concluirse que en la
Argentina, en reiteradas ocasiones, se quebrantan la dignidad y promoción de los
sectores mas empobrecidos y marginados ya que, como lo afirmó el Episcopado
Latinoamericano en el año 1992, "los derechos humanos se violan no sólo por
el terrorismo, la represión, los asesinatos, sino también por la existencia de
condiciones de extrema pobreza y de estructuras económicas injustas que originan
grandes desigualdades. La intolerancia política y el indiferentismo frente a la
situación del empobrecimiento generalizado muestran un desprecio a la vida
humana concreta que no podemos callar".