Argentina: La lucha continúa
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La batalla por la radiodifusión
Gobierno, mercado y convergencia
Javier Torres Molina
Prensa De Frente
A raíz del tratamiento que principalmente el Grupo Clarín realizó sobre el
conflicto con los productores del "campo", desde el gobierno se desempolvó el
debate sobre la necesidad de contar con una nueva Ley de Radiodifusión que ponga
fin a la concentración mediática y que democratice la comunicación.
Cristina Fernández de Kirchner recibió a representantes de varios organismos de
la radiodifusión y aunque aún no ha circulado ningún borrador, la futura norma
se denominaría Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se espera que
durante el mes de junio se presente el proyecto para que el Congreso de la
Nación comience su tratamiento.
Los primeros en reunirse con la presidenta fueron los integrantes de la
Coalición por una Radiodifusión Democrática, un espacio motorizado por el Foro
Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) que reúne a diversos agrupamientos
relacionados con la comunicación, el ámbito académico y organizaciones sociales
oficialistas.
En el año 2001 la Coalición elaboró los "21 puntos básicos por el derecho a la
comunicación", una serie de principios que promueven una efectiva
democratización de las comunicaciones, entre los que se destacan la reserva de
un 33 por ciento de las frecuencias radioeléctricas para las organizaciones sin
fines de lucro. Voceros de la coalición y del COMFER afirman que el proyecto del
gobierno se estaría elaborando en base a esos puntos, cuestión que de aplicarse
contrastaría con la política de medios que el gobierno viene desarrollando en la
materia.
El ordenamiento legal que regula todo lo concerniente a la radio y televisión
está definido por la ley 22.285 y fue elaborada durante la última dictadura
militar en 1980, por lo que está inspirada bajo la doctrina de seguridad
nacional y se la califica como verticalista, centralista y autoritaria. Además
bajo la presidencia de Carlos Menem se realizaron varias reformas que tuvieron
como resultado un sistema cada vez más trasnacionalizado y concentrado a medida
de los grandes medios que se fueron transformando en multimedios, a costa de los
medios de comunicación independientes.
Es decir que la normativa vigente es hija de la dictadura militar y el
neoliberalismo, por lo que su reemplazo –de acuerdo a su contenido- significaría
un logro de las organizaciones de medios comunitarios y de los distintos ámbitos
académicos que desde hace tiempo reclaman un cambio en las reglas de juego.
Bajo las presidencias de Alfonsín, Menem y De la Rúa se elaboraron diferentes
proyectos de ley de radiodifusión, pero ninguno ellos alteraba sustancialmente
el sistema de medios en Argentina, incluido el que elaboró en el 2001 el actual
presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, Gustavo López, cuando estuvo
al frente del COMFER durante el último gobierno radical.
Al igual que más de cuarenta proyectos de ley que presentaron los legisladores
en casi un cuarto de siglo de sistema democrático, esos proyectos se archivaron
en el Congreso Nacional sin nunca ser ni siquiera discutidos, cuestión que sin
dudas favoreció a las empresas privadas de los medios de comunicación.
Pero más allá de la actual retórica del nuevo presidente del COMFER Gabriel
Mariotto sobre la necesidad de democratizar la comunicación y terminar con los
monopolios informativos, toda la política que el kirchnerismo elaboró en materia
de radiodifusión benefició a los grupos mediáticos concentrados.
Bajo la presidencia de Néstor Kirchner se firmó el decreto 527 del 2005 que
suspendió los plazos de las licitaciones de los medios que se habían privatizado
bajo el menemismo –casi todos- y que se estaban por vencer, por lo que esos
adjudicatarios se vieron beneficiados con una renovación automática de las
licencias por diez años, perdiéndose una clara oportunidad de reconfigurar el
sistema de medios en Argentina. "Somos absolutamente conscientes de que el
huracán que arrasó a la Argentina también golpeó fuertemente a los dueños de los
medios nacionales y que en muchos casos quedaron en una situación de
desprotección muy fuerte", decía Kirchner en la Casa Rosada el 20 de mayo de ese
año al anunciar la firma del decreto, en un salón colmado con la presencia de
los dueños de los principales medios de comunicación que agradecían el gesto
presidencial que fortalecía su poder.
También durante ese año el Congreso Nacional derogó el obstáculo que impedía a
las organizaciones comunitarias acceder a las licencias de medios.
Transcurrieron casi tres años de esa reforma y no se ha alterado el sistema de
medios, en el sentido que siguen bajo las mismas manos y el gobierno otorgó solo
un puñado de licencias de radios a organizaciones no comerciales, ya que no hubo
una política de estímulo para que ese tipo de organizaciones accedan a los
medios.
Pero además el gobierno aceptó la venta de Cablevisión en favor de Multicanal,
por lo que ahora el Grupo Clarín controla el 90 % del cable de Argentina, el
mercado más importante de Sudamérica de acuerdo a la cantidad de abonados y a la
rentabilidad que brinda la publicidad.
Detrás de escena
Sin embargo, además de aquellos que promueven la democratización de las
comunicaciones, existe otro sector interesado en que se cambien las reglas del
juego: las empresas de telecomunicaciones.
La actual ley deja afuera del negocio de la radiodifusión a las empresas
prestadoras de servicios públicos como son las telefónicas –más allá de que en
Telefé intervenga Telefónica de España- y desde hace años está por desembarcar
la televisión digital -actualmente la televisión en nuestro país es analógica-
por lo que se está definiendo la norma que regirá en Argentina. Esa decisión
implica un negocio millonario y las opciones son entre las normas
norteamericana, europea o japonesa. Los lobbistas de los dos primeros son nada
más ni nada menos que el embajador de los Estados Unidos en Argentina y el rey
de España, respectivamente. Y el encargado de definir la controversia no es otro
que el Ministro de Planificación Julio De Vido.
La posibilidad de que se elija determinada norma implica un negocio asegurado
para algunas empresas, ya que en este aspecto no solo interviene lo relacionado
a la transmisión de la televisión de aire, sino que intervienen además desde las
compañías que fabrican televisores y equipos de TV, receptores, codificadores,
los servicios de TV digital codificados y hasta las empresas prestadoras y
fabricantes de la telefonía celular y de servicios de internet. Se trata de lo
que se denomina el proceso de convergencia, que es la fusión de las
telecomunicaciones y la informática en la aplicación de los distintos soportes
tecnológicos que tiene consecuencia en la emisión y difusión de imágenes y
sonidos y esa es la batalla mediática más importante que se está desarrollando.
Más allá de la retórica de intentar acabar con los monopolios informativos,
existe la posibilidad de que el gobierno fortalezca a algún conglomerado privado
de los que ya están operando que sea capaz de competir con el Grupo Clarín –si
es que antes no se produce alguna negociación, como ya ha trascendido, que
vuelva a encarrilar la relación entre dos socios- abriendo el juego a las
empresas telefónicas, que podrían convertirse en actores principales. Además se
permitiría que en Capital Federal se instale la empresa Omnivisión para que
brinde servicios de cable, después de que desde el año 2000 obtenga su licencia
y por "trabas burocráticas" no pudo comenzar a operar.
El contenido del proyecto servirá para saber –si se convierte en ley- si se
continúa legislando para el mercado o se democratizan las comunicaciones.
Pero también existe la posibilidad que se implemente un nuevo marco legal que
favorezca a las empresas de telecomunicaciones y que a la vez incorpore algunos
de los elementos que integran el derecho a la comunicación, para luego
presentarse esos cambios como "democráticos y progresistas".
Como se expresa al final de las series televisivas, esta historia
continuará...., aunque difícilmente la sigamos por los grandes medios.
Javier Torres Molina es a utor del libro " LA LEY MALDITA. Leyes y decretos en
la radiodifusión argentina y proyectos legislativos en un cuarto de siglo" que
próximamente publicará la Editorial de la Universidad de La Plata (EDULP).