Argentina: La lucha continúa
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Cristinos versus cristinas
Acabar con la farsa para desenvolver el drama
Gervasio Espinosa
El actual conflicto intra productores rurales y administradores del Estado ha
puesto ya en escena variadas escenografías. Los discursos son "iconográficos",
como reimpuso la tecnología más moderna, "escarapela patria" por aquí y por
allá, humus y "humos", literalmente hablando.
La farsa es la repetición del drama, que no está cancelado. De quiénes es la
tierra y quiénes detentan la expropiación de sus recursos. No joder más. Y si de
la tierra se habla se lo hace de la Tierra (con capitular mayúscula) y de sus
pueblos, de los países y paisanos a un lado o al otro de ríos, mares y montañas,
de autopistas, vías férreas, puentes o "fronteras nacionales".
Los actores cambian de vestuario con frenesí, los "de la ciudad" y los "del
campo", recitando una misma letra con diferentes matices para entretenimiento
"del público general". Verdaderamente un mentiroso "reality show".
Dice el dirigente máximo de la CGT, Hugo Moyano: "Si estuviéramos en 1810, no
tenemos dudas, ellos [los ‘del campo’] estarían con Cisneros y el rey [español
Fernando VII]". Moyano: en su acto conmemorativo de profundo contenido histórico
escolar faltó en la escena la buena niña lóbulo tiznada con corcho recitando
"empanaditas frescas y calentitas". ¿Usted sabe, Moyano, con quiénes, en lo
íntimamente profundo, estaban tantos comedidos "ciudadanos" de aquel mayo?
El campo es "la Patria", entonan las voces de los herederos y "legítimos"
compradores de "títulos" de aquellos que en nombre de "la independencia" se
repartieron la tierra que tres siglos antes tampoco era "de la Corona", y
continuaron la gran obra civilizadora con el genocidio de sus naturales
pobladores.
No, "la Patria" es la memoria que de "los patriotas" (consumadores de tal
"epopeya") venimos a representar nosotros, dicen los otros.
Un cambalache, un mamarracho, convencidamente protagonizado por la emergente
clase media, de un lado y del otro, pretendiendo administrar la crisis de un
capitalismo senil sumamente depredador y viciado que cree ser intrínsecamente la
razón y el fin de todo (del progreso que en realidad es hambruna creciente,
rapiña y asesinato entre pobres, "fuerzas de paz" violadoras de niñas y niños, y
etcétera etcétera).
Hay que apurar los pasos y abreviar los caminos para que no nos terminen
haciendo bolsa y depositando en el "packing house" (frigorífico, matadero) que
preconiza la "White House" (con ama o amo de llaves blanquita o morocho). Que
los "intérpretes de la Patria" y sus clientes se queden piolas, los "de abajo"
tenemos que pasar. Es imprescindible que liberemos a ustedes de su manera de
jodernos.