Argentina: La lucha continúa
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"Estamos otra vez frente a una nueva crisis de deuda"
Alejandro Jasinski
INFOSUR
Diálogo con Héctor Giuliano, quien recientemente publicó el segundo tomo de
su obra "Problemática de la Deuda Pública Argentina". Aunque este licenciado en
Administración y asesor especialista en finanzas públicas aclara que "no siempre
la sangre llega al río", aseguró que, con un barril a más de U$S 100, los
capitales financieros-especulativos están presionando para ser colocados como
deuda y que las cuentas reales, según cifras oficiales, indican que el nivel de
deuda y tasas de interés en el país han llegado a los niveles previos a la
crisis de default de 2001. Según Giuliano, la cifra real de deuda pública
alcanza los U$S 200.000 millones, 80% del PBI argentino, contra el 56% que
consigna el gobierno nacional y advirtió sobre un mito y una patología mental en
Argentina: el "desendeudamiento" y el sofisma de que la deuda es la principal
fuente de financiamiento del Estado.
AJ: ¿Cuál es la problemática de la deuda pública?
HG: Yo defino problemática como conjunto de problemas inherentes al
endeudamiento público argentino. Primero, la deuda es un condicionante total y
absoluto de todo lo que ocurre en materia de finanzas públicas y política
económica argentina. Segundo, la deuda no es un accidente sino que es un
sistema. Tercero, siendo la deuda un sistema, ¿cuál es la lógica que lo rige? Es
la lógica de la usura: el deudor nunca deja de ser deudor, porque el acreedor
vive de eso. La problemática de la deuda se resume a esto: entender que es un
sistema, y que la lógica de la usura que conlleva reside en que el país deudor,
Argentina, nunca deje de ser deudor.
AJ: Si hablamos de un sistema de dominación, hablamos de sujetos, colectivos
o individuales, unos dominantes y los dominados, ¿son identificables esos
sujetos?
HG: Los deudores dominados son los Estados-Nacionales, condicionados a
través de sus políticas públicas, especialmente financieras y económicas. La
deuda tiene su propia dinámica y así como se habla de ciclos económicos, yo
hablo de ciclos financieros: ciclos de endeudamiento fácil, donde el deudor toma
dinero a tasas bajas; luego el acreedor empieza a ajustar las tasas; se empieza
a renovar deuda; el deudor está cada vez más apretado y tiene que hacer más
concesiones; llega un momento en que el deudor no va más, pero nadie mata a la
gallina de los huevos de oro; entonces, se le da un salvataje, que consiste en
hacerle una "vaca de préstamos", entre varios bancos. Hace unas semanas, el ex
ministro Lousteau, en plena crisis del campo, no participaba de las
negociaciones, porque la prioridad era que estuviera en Washington pidiendo uun
blindaje de urgencia. Si la situación argentina está tan bien, ¿cómo es que el
país pide urgentemente un paquete de asistencia especial de U$S 8.000 millones
al BID y al Banco Mundial?
AJ: ¿Cómo sería eso?
HG: La última información oficial del Ministerio de Economía encuentra que
la deuda pública, al 31 de diciembre de 2007, era de U$S 174.000 millones: U$S
145.000 millones de deuda performing (que se estaría cumpliendo) y U$S 29.000
millones de los llamados hold outs (los bonistas que no entraron al último canje
y están haciendo juicio contra la Argentina para cobrarlo).
Pero se agregan unos U$S 27.000 millones más, por tres conceptos que no son
deuda registrada pero suponen obligaciones en firme para el país. El primero,
más de U$S 12.000 millones por intereses que se capitalizan por anatocismo, que
es el interés compuesto. Cuando el deudor no llega a pagar la totalidad de los
intereses, esa parte de intereses no pagados se suma al capital y vuelve a
devengar intereses. Ese anatocismo es sinónimo de la usura. Argentina está
capitalizando la tercera parte de los intereses a pagar y no amortiza capital.
El segundo, el valor de mercado, a 15% del valor nominal, de los cupones ligados
al PBI, títulos adicionales que el gobierno ha emitido, que este año van a
superar los U$S 1.000 millones y crecen en proporción geométrica. En total,
están en el orden de los U$S 9.000 millones. En tercer lugar, la deuda en pesos
que está indexada por inflación. Hay deuda emitida por U$S 57.000 millones que,
a la inflación actual del Indec, 8,5%, crece inercialmente U$S 5.000 al año. Así
da U$S 200.000 millones de deuda real: 80% del Producto Bruto Nacional y no 56%
como dice el gobierno.
AJ: Recién explicabas acerca de la deuda adicional atada a la inflación, gran
motivo por el cual el índice inflacionario no se desvela en su realidad.
HG: Si blanquearan una inflación del 20%, inercialmente, por año, la deuda
crecería U$S 10.000 millones por estos bonos. Eso, los acreedores se lo están
cobrando, porque la nueva deuda que toma el gobierno la dan a tasas cada vez más
caras. Este es el nivel de tasas que Argentina pagaba antes de la crisis del
default del 2001.
AJ: Hipotéticamente, considerando que Kirchner aspiraba a pasar más de un
período en la presidencia -ahora con su esposa-, ¿no preveían que al hacer la
Reestructuración en 2005 iban a tener pronto otro ciclo financiero?
HG: Un colega, especialista financiero, me dijo que en la experiencia
internacional se sabe que los países endeudados como el nuestro inexorablemente
se tiene que hacer cada 3 a 5 años una reestructuración grande. Porque contraen
deuda sin capacidad de repago. La deuda crece a un ritmo de casi U$S 10.000
millones por año: U$S 5.000 por inflación, más de U$S 3.000 por capitalización
de intereses y más de U$S 1.000 crecientes ligados al PBI. Es el mismo ritmo
medio de crecimiento de la deuda que tuvo durante la denostada década del '90.
AJ: ¿Cómo sería ese nuevo fin de ciclo financiero?
HG: No necesariamente la sangre llega al río. En 2001, se les escapó de las
manos. Normalmente, cuando llegan los puntos de corte, cuando se va a producir
el default, allí aparece la renegociación forzosa.
AJ: Casi por sentido común, creemos que la deuda forma parte de un Estado.
Pero si quisiera salir de este sistema de deuda, ¿un Estado puede dejar de
endeudarse? ¿O hay otras formas de endeudamiento que no implican este sistema?
HG: Por finanzas elementales, un Estado tiene tres fuentes básicas de
financiamiento: emisión controlada de moneda, los impuestos y la deuda pública.
Soy contrario a que el Estado se financie con deuda. Acá hay una patología que
se ha introducido mentalmente: el sofisma o idea trampa de que la deuda es la
principal fuente de financiamiento del Estado, que se puede vivir con regímenes
de deuda perpetua.
AJ: Si en el aspecto técnico financiero uno ve una imposibilidad de evitar un
nuevo ciclo financiero, sabiendo que en lo jurídico también existen
inconsistencias, a partir de causas judiciales que están abiertas y una en la
que se ha fallado, partiendo de la premisa de que se puede vivir sin deuda,
¿cuál es la salida?
HG: Con Ecuador ahora es la primera vez que un gobierno designa una
comisión para analizar las irregularidades de la deuda. A diferencia de Ecuador,
Argentina tiene una ventaja: que existen cuatro causas judiciales abiertas para
investigar la deuda. Acá se está burlando la ley 24.156 de Administración
Financiera del Estado, que dice que los fondos públicos tienen que ser manejados
con racionalidad y con rentabilidad, no discrecionalmente y perjudicando los
intereses del Estado. Mientras nosotros estamos hablando acá, por hora, al país
le cae por intereses U$S 1 millón.
AJ: Si en Ecuador se le diera lugar a las investigaciones y hubiese una
resolución favorable y Correa, como manifestó por radio, no pagase la deuda
ilegitima, ¿qué consecuencias traería para Argentina, donde la estafa que se ha
encontrado es similar?
HG: En principio, eso dependería mucho del gobierno. La diferencia es que en
Ecuador un presidente se puso los pantalones y armó una comisión. Acá no y es
muy difícil que lo haga la actual administración. En un libro que fue publicado
un mes antes de las elecciones de 2003 (Después del Derrumbe), el ahora ex
presidente Néstor Kirchner dice que en caso de que asumiese la presidencia no
iba a cuestionar la legitimidad de la deuda, ya que, según argumentos típicos
del establishment, ningún otro gobierno anterior la había objetado y que el
Congreso, al convalidar el presupuesto anual, está dando por sobreentendido que
los intereses que se pagan son legítimos. Para hablar de las alternativas, hay
que decir que la deuda es nuestra verdadera hipótesis más importante de
conflicto. Si un día algún gobierno quisiera confrontar y no seguir conviviendo
con este problema, los tres canales que yo veo son: ilegitimidad, insolvencia y
corresponsabilidad.