Argentina: La lucha continúa
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Proyección del Documental
M.T.D. Maximiliano Kosteki. 5 años.
de Natalia Polito*
"El camino es arduo, la lucha continúa.
Lo importante es seguir caminando
y no permitir que nos arrodillen."
SABADO 24 DE MAYO 20 hs.
en la La Gomera: Quinquela Martín 1799.
M.T.D. MAXI KOSTEKI. 5 AÑOS.
Desde entonces han recorrido un camino en el que por medio del trabajo
cotidiano y la lucha en las calles por las legitimas exigencias de
justicia y dignidad construyen un espacio de autonomía y cambio social.
El documental registra los 5 años de trabajo del Movimiento de Trabajadores
Desocupados Maximiliano Kosteki, en Guernica, Provincia de Buenos Aires.
"Es necesario romper el monopolio informativo" *
Natalia Polito, documentalista
Autores: Alvaro Hilario Pérez De San Román / Judith Fernandez
Reportaje en el País Vasco
Televisiones de todo el mundo difundieron imágenes de la crisis Argentina de
2001 y de los acontecimientos que se dieron en los meses siguientes. Muchas de
ellas fueron tomados por documentalistas anónimos. De hecho, al contrario que
en Argentina, la tradición de filmar las luchas populares viene de lejos.
Fernando Birri, Raymundo Gleyzer o Pino Solanas son testigos de ello. Natalia
Polito (Buenos Aires, 1974), es una de las personas que intentan continuar
la labor emprendida por los citados. Este verano, la hemos encontrado mostrando
sus últimos trabajos.
¿Se puede decir, ahora que la Escuela de Cine Documental de Fernando Birri
cumple 50 años, que el documental argentino posee unos rasgos de identidad
propios?
Aunque nuestro documental proviene de la década de los 50, muchos de los
trabajos más reseñables son de los 70; de entonces son las experiencias del Cine
de la Base de Raymundo Gleyzer y del Cine de la Base de Fernando Pino
Solanas, ambas abortadas por el golpe militar de 1976. Gleyzer fue secuestrado y
desaparecido. Los documentalistas actuales queremos dar continuidad a su
trabajo, labor que nos lleva tanto a la metodología que utilizaban, como
al tipo de gente que querían atraer al cine. Tampoco somos ajenos ni a los
temas, ni a las renovaciones estéticas. Antes fueron las luchas obreras de los
70, la de los desempleados en los 90; las voces acalladas por los medios de
información. Son los luchadores, por lo tanto, los protagonistas de las
películas. Por otro lado, coincidimos con el planteamiento de Cine de la Base:
se ocupaban no sólo de la producción de la película, si no también de su
distribución y de hacer llegar la misma a los espectadores. El lema era "Una
fábrica, un cine". Hoy, a falta de fábricas, son las plazas, las movilizaciones
o los locales de los movimientos sociales nuestras salas de proyección.
De lo que dices, se deduce la existencia de cierta colaboración entre
movimientos sociales y el documentalismo.
Queremos que los protagonistas de las luchas sean capaces de contar su historia.
Así, trabajamos en capacitar a los movimientos sociales en el manejo de los
aparatos, de las nuevas tecnologías aplicadas a la imagen. Sin embargo, pedirle
a quién tiene un ciento de responsabilidades que tome una más, no es fácil.
Estaría bueno que hubiese una suerte de corresponsal en cada movimiento, en cada
conflicto, pero, de momento, somos los documentalistas quien debemos hacernos
cargo de estas tareas. La gente de los movimientos irá entrando, poco a poco, a
través de la práctica.
La tecnología relacionada con el cine es cada vez más barata. ¿Facilita
esto vuestros proyectos?
El salto del cine al video, primero, y a internet, después, han sido muy
importantes, porqué acercan la herramienta a la gente. Hay que andar, de todos
modos, con mucho cuidado respecto a estos temas y elegir el medio en base al
receptor. En un barrio carenciado es mejor la TV porque no hay internet. Me
gusta la TV porque es un medio poderoso. Creo que, por ejemplo, poner carteles
está quedando viejo, que sirve para poco. La TV, en cambio, tiene una tremenda
capacidad para difundir ideas. Es por esto que, en los últimos tiempos, le damos
prioridad a la creación de televisiones populares, trabajando con asambleas
barriales y piqueteros. En el Gran Buenos Aires hay varios proyectos en marcha,
como TV Piquetera. Igual que hace treinta años, es necesario romper el monopolio
informativo.
¿Cuáles son, en tu opinión, las diferencias entre la televisión argenttina
y las que has podido ver aquí?
Viendo las cadenas de aquí se podría decir que en Argentina no existen los
informativos. Los fines de semana, por ejemplo, ni siquiera hay espacios que
lleven ese nombre. En los de ustedes han comprendido la importancia que tienen
los medios en la construcción de un pensamiento único.
¿Es buena la salud del documental argentino?
Somos muchos los que estamos en esto y la situación del documental es buena.
Hay grupos, como Cine Insurgente o Boedo Films, que vienen trabajando desde
antes del 2001, gente de mucha experiencia. Muchos de ellos son fundadores de
DOCA (Documentalistas Argentinos). Esta asociación, con un año de vida, tiene,
entre otros muchos objetivos pelear para que el dinero no vaya únicamente a las
producciones de los grandes canales, especialmente el dinero del estado. La
mayoría están acostumbrados a producir largometrajes con muy pocos medios. Por
otro lado, están los grupos surgidos tras el Argentinazo. Muchos de estos
prefieren producir materiales de 15 minutos, dirigidos, sobre todo, a la
contrainformación o a promover proyectos como TV Piquetera.
Aunque hay grupos de cine en el interior - Wayruro, de Salta, La Conjura TV de
Rosario o Cuarto Patio de Córdoba– la mayoría se ubican en Buenos Aires capital.
De las películas estrenadas en los últimos meses (aun a riesgo de olvidar
muchas) citaría La Crisis causó dos muertes (Escobar eta Finyarb, 2007), Corazón
de fábrica (Ardito eta Molina, 2007), Yo pregunto a los presentes (Guzzo, 2007)
esta Gaviotas Blindadas (Mascaró, 2006). La primera, una profunda reflexión
sobre la labor de los medios, descubre cómo se construye una mentira. La
producida por Mascaró es muy interesante; a pesar de contar con muy pocos medios
y después de cinco años de trabajo, ha salido a las pantallas. En la misma se
narra la experiencia del PRT-ERP, la guerrilla marxista argentina, experiencia
siempre silenciada en nuestro país.
Cuáles son los trabajos que has traído?
MTD Maximiliano Kosteki, Cromañón y
Wallmapu son video-informes de media hora, hechos para mostrar y denunciar el
trabajo y la situación que viven piqueteros y mapuches. Yaipota ñande igüi
(Queremos nuestras tierras), en cambio, es una película de hora y media,
estrenada y exhibida en salas comerciales. Muestra la lucha de los guaraníes en
defensa de sus tierras.