Argentina: La lucha continúa
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Cambios productivos y concentración agraria
Las consecuencias de la sojización
Juan José Funes
Socialismo o Barbarie Nº 123
El paro rural con su reaccionario reclamo de reducción indiscriminada de los
aranceles de exportación (retenciones), ha puesto en tela de juicio un elemento
fundamental del andamiaje de la política económica del gobierno kirchnerista.
Pero también ha hecho emerger problemas estructurales del campo argentino.
Veamos esto último más de cerca.
Cambios productivos
La oligarquía terrateniente argentina, salvo raras excepciones, fue siempre una
clase muy conservadora y poco afecta a las iniciativas productivas y al cambio
tecnológico. Para qué invertir si la pampa húmeda era (y es) un paraíso
agropecuario; todo crecía sin gran esfuerzo. La producción aumentaba en forma
extensiva de acuerdo a la demanda del mercado mundial. Tierra sobraba.
Sin embargo, a partir de la década del ’30 se produjo una situación de
estancamiento agrario de importancia dado el cambio que ocurrió en las
condiciones económicas internacionales en esa fecha. Esto termina obligando a
dar una vuelta de tuerca desde el punto de vista de la explotación capitalista
propiamente dicha del campo argentino.
A partir de los ’70, este estancamiento se comienza a revertir. Primero con un
impulso a la mecanización. A partir de 1980 y producto de la desertificación
–fundamentalmente en la Pcia de Bs As.– se empiezan a usar fertilizantes en
forma más intensiva. En la década de los ‘90 se incorporan dos avances que iban
a cambiar conjuntamente la forma de producir tradicional, provocando cambios de
todo tipo en el campo argentino: la siembra directa y la biotecnología aplicada
a las semillas (1). Era un cambio inevitable si se quería subsistir en la
economía mundializada.
En honor a los hechos, hoy el 70% de la agricultura se lleva a cabo mediante la
técnica de siembra directa y con semillas genéticamente alteradas. Resisten
mejor las plagas, a los distintos climas y lo más importante desde el punto de
vista capitalista, aumentan los rindes por hectárea. Sin embargo, no se pueden
reproducir en el campo mismo y deben ser compradas a las grandes empresas
trasnacionales proveedoras de las mismas...
Provincias como Catamarca, Formosa y Santiago del Estero hoy son productoras de
granos. Hace 40 años esto era impensado por su clima. Hay que resaltar que este
es un fenómeno mundial. Paraguay es el 6to productor mundial de soja y Mato
Grosso (Brasil) lindante con Amazonas, es uno de los productores mas importantes
del país vecino. Ya que lo mencionamos, todo el mundo sabe que la estrella del
cambio en la Argentina es la soja (2): actualmente, 50% del área sembrada. El
área sembrada con trigo está estancada con tendencia a retroceder y hay leves
repuntes del maíz y fundamentalmente del girasol.
El boom sojero
A principios de la última década se dan dos fenómenos que explican en parte el
boom sojero: se agudiza la crisis petrolera internacional y como producto de la
epidemia "vaca loca" se comienza a alimentar el ganado con balanceados de origen
vegetal.
Aparecen en nuestro país nuevas agroindustrias. La producción de biodiesel
(combustible alternativo), cuya molienda alcanzó en el 2007 1.560.000 toneladas
de soja*. La industria aceitera y la del biodiesel dan un subproducto: pellets
de soja que en el 2005 alcanzó 17 millones de toneladas, la inmensa mayoría
destinada a la exportación a China, a la Unión Europea, a la India y otros
países como alimento para ganado. Con la soja, Argentina tiene ventajas
comparativas con otros países; no es un hábito alimenticio de su población, por
lo tanto casi toda la producción se exporta. Además es un cultivo muy resistente
a las plagas y a los distintos climas y necesita pocos cuidados, por lo tanto,
poca mano de obra...
Como decíamos, ha surgido una industria aceitera de primer nivel mundial. En
nuestro país hay 49 plantas aceiteras tanto para consumo humano; como
fundamentalmente para producción de biodiesel. De este último sector, las más
importantes empresas son Cargill, Bunge, Dreyfus, A.G.D, Vicentín y Pecom.
Además hay 10 nuevas plantas en construcción y 18 proyectos (Repsol y Dreyfus);
se prevé moler 10 millones. de toneladas de soja obteniendo 14,7 millones de
barriles de biodiesel para el 2010 (3), la mayoría asentadas en Santa Fe,
provincia líder en la producción de soja en la Argentina. También, como era de
esperar, ha surgido en esta provincia un sector de punta a nivel mundial de
fabricación de maquinaria agrícola.
La crisis petrolera y el boom sojero
Todos estos elementos son la base material que explican la casi cuadruplicación
de la producción de soja en tan pocos años (4). ¿Pero para qué tanta soja?.
Veamos esto.
A partir del 2002 se agudiza la crisis petrolera. Las causas, entre tantas
otras: en los últimos 30 años no ha habido grandes descubrimientos, la demanda
mundial ha ido en aumento y muchos pozos se han agotado. Sin ir más lejos, en
Argentina hay reservas para cinco o seis años. Su precio ha saltado, en seis
años, de 40 dólares el barril (159 lts) a 110 dólares. U.S.A, que históricamente
era un país autoabastecido, hoy es un importador neto de petróleo. Produce 5
millones de barriles y consume 20 millones diarios. La producción mundial es de
82 millones diarios. O sea, consume el 25% de todo el mundo. Agreguemos a esto
la Unión Europea (importador neto) y los países asiáticos (China, India y Japón)
y el cuadro está completo.
¿Qué factores actúan sobre el precio del petróleo?
1) La demanda (que se verá afectada por la profundidad y duración de la crisis
económica mundial);
2) La inestabilidad política de los principales países y zonas productoras
(Nigeria, Venezuela, Medio Oriente, etc);
3) La depreciación como moneda mundial del dólar;
4) Se está creando una nueva burbuja económica alrededor de los commodities
(materias primas). Cada vez más en las transacciones petroleras y de granos
intervienen "hedge funds" (fondos de inversión muy especulativos). Se calcula
que el 20% de sus valores actuales es especulación pura.
Estados Unidos es el primer productor mundial de maíz, 220 millones de toneladas
en el 2007 y destina 80 millones a producir etanol (alcohol). Este alcohol lo
mezcla con sus naftas obteniendo un producto E10 (etanol 10%, nafta 90%). Su
producción es 168 millones. de barriles al año. También es el primer productor
mundial de soja extrayendo biodiesel B5 (5% bio 95% diesel).
Sojización y fuerzas productivas
Desde ya que es una fantasía completa creer que se ha encontrado el camino de la
solución de la crisis energética con recursos renovables. Es un disparate y una
irracionalidad capitalista de las muchas que hay. Porque no alcanzaría el
planeta entero para suplantar de esta forma los combustibles de origen fósil...
de paso no comería ningún ser humano!
La crisis petrolera y en menor medida los cambios en la alimentación del ganado
vacuno son la locomotora que arrastra a la suba el precio de la soja (y en menor
medida el maíz) creando un enorme desequilibrio en los demás sectores del campo
argentino:
1) Producción estancada de trigo y cierre de sus exportaciones, suba de precios
y aplicación de subsidios en el sector molinero;
2) Crisis del sector ganadero. Subsidios al maíz que consumen (feed lot) (5);
3) Crisis del sector lechero, precio subsidiado;
4) Crisis del sector frutihortícola.
Como se ve, el proceso de sojización de la agricultura ha producido cambios de
todo tipo: se ha extendido la frontera agropecuaria a provincias que antes no se
dedicaban a esta actividad; la soja ha avanzado en su implantación sobre las
fronteras ganaderas y tamberas (6), como también ha hecho entrar en crisis las
economías regionales específicas. Hay un proceso de creciente migración
poblacional del campo a las ciudades y lo que es peor aún, está provocando
alteraciones profundas en el ecosistema. El desmonte de los bosques es
intensivo: "El Impenetrable" en el Chaco ya prácticamente no existe. La tala
indiscriminada de bosques nativos es la responsable, en última instancia, de las
inundaciones en Salta. Todo porque el monte ha sido suplantado por campos de
soja. Este fenómeno se da también en Bolivia, Paraguay y Brasil (3.000.000 de
hectáreas de desmonte de selva amazónica por mes!). Como herbicida se usa el
glifosato que es pulverizado sobre los sojales desde avionetas. Mata todo menos
la soja. Popularmente en el norte de nuestro país al sojal se lo llama "reino
del viento": no hay vida, sólo se escucha el silbido del viento. El agroquímico
provoca enfermedades de todo tipo en las poblaciones aledañas.
Si bien la siembra directa disminuye los riesgos de degradación de la tierra, la
rotación de cultivos es muy baja, la soja absorbe en demasía los nutrientes de
la tierra (nitrógeno, fósforo, etc.) junto al uso de glifosato; todo esto
acelera rápidamente la desfertilización de la misma. Según datos muy
conservadores del I.N.T.A, en la Argentina 60 millones de hectáreas. están
degradadas y se pierden 500 hectáreas de suelo por día.
Concentración agraria y despojo de los pequeños propietarios
Todo lo expuesto anteriormente hace que la seguridad alimentaria de los sectores
populares en el mediano plazo se convierta en un problema de primer orden. Ya se
comienzan a sentir los primeros síntomas: el precio de la carne y las hortalizas
por las nubes. Es que el capitalismo agropecuario en su afán incesante de lucro
se ha volcado a los sectores más rentables disminuyendo la producción de otros.
Los nuevos modos de producción que ya venían de la década pasada, más los altos
precios internacionales de la mayoría de las commodities, han profundizado la
concentración de la propiedad agraria de forma y magnitud antes nunca vistas.
Hoy la manera de producir en el campo es a gran escala, es un fenómeno mundial.
Porque son necesarias grandes inversiones en maquinaria, insumos, controlar no
sólo la cadena de producción sino también la de comercialización. Este es el
significado profundo de una palabra de moda, "agrobussines".
La política económica del gobierno kirchnerista, fiel representante de los
grandes pulpos agropecuarios, ha incentivado este proceso. No es que haya
desaparecido la tradicional oligarquía terrateniente argentina (Anchorena, Gómez
Alzaga, etc.), hay nuevos actores mucho más poderosos: los pools de siembra, los
fondos de inversión, Swift, Arcor, Quickfood (7), etc.
Es tan acuciante la necesidad de producir en escala que estos grupos se han
extendido a los países limítrofes asociándose en muchos casos con capitales
brasileños. También están Monsanto, Dupont y Nidera que monopolizan el sector de
los insumos (semillas, fertilizantes y agroquímicos); Cargill, Bunge y Dreyfus
(verdaderos gigantes en producción, comercialización y exportación de productos
del campo).
En esta situación, muchos de los pequeños productores se han visto y se ven
obligados a arrendar o a vender sus tierras porque son víctimas de los grandes
monopolios ligados al agro y de la política económica del gobierno K (8).
Hoy la realidad es que existen 130.000 pequeños y medianos productores con una
propiedad promedio de 26 hectáreas cada uno. En su mejor momento del siglo XX,
llegó a haber casi 600.000.
Y de los trabajadores rurales nadie habla. Son 1.300.000 de los cuales 1.000.000
están en negro, son eventuales, cobran los peores salarios del país y están
regidos por un decreto de 1980 de la dictadura militar. De paso digamos que en
el paro agropecuario siguen trabajando, ordeñando vacas, arreando y alimentando
ganado, cosechando soja.
Esta es la realidad del campo argentino: propiedad de la tierra muy concentrada
y explotación, en todos sus sectores; es decir, capitalista hasta la médula.
Notas
(*) Todos los datos estadísticos de este artículo son de SAGPYA (Secretaría de
Agricultura-Ganadería-Pesca y Alimentación), I.N.T.A (Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria), y O.N.C.C.A (Oficina Nacional de Control Comercial
Agropecuario).
(1) Las retenciones a la producción agropecuaria son recaudadas directamente por
el gobierno nacional.
(2) Siembra directa-innovación que prescinde de arar la tierra mitigando la
desertificación y la pérdida de fertilidad que ello ocasiona. Biotecnología en
semillas: alteración genética en las semillas para aumentar el rinde por
hectárea y ser inmune a las plagas incorporando por ejemplo, genes alterados
inmunes también a los agroquímicos, variedad RR, soja de Monsanto.
(3) Se necesitan 5 toneladas de soja para obtener 1tn. (7 barriles) de biodiesel;
3 tn.de maíz para 1 tn. de etanol. Argentina exporta el 76% del biodiesel a
U.S.A y el 23% a la U.E.
(4) 1995: 13.000.000 millones de toneladas, 2007: 48 millones de toneladas.
(China principal comprador).
(5) Feed Lot: ganado vacuno alimentado en corral. El 50% del consumo en el país
es criado bajo esta modalidad.
(6) El ganado vacuno se calcula que ha bajado de 55 millones de cabezas a 35
millones. Los tambos de 40.000 a 10.000 unidades productivas.
(7) Grobocopatel (grupo "Los Grobo"): 600.000 has., la mayoría arrendada; Cresud
(G. Soros), fondo de inversión, 470.000 has; Frigorífico Swift, 200.000 cabezas
de ganado vacuno; Arcor líder en la industria alimenticia, 45.000 has; Anchorena
y G. Alzaga: 40.000 y 60.000 has. respectivamente; de los 80.000 propietarios de
la región pampeana los primeros 1.250 concentran el 35% de la tierra, 9 millones
de has. Pág. 12.
(8) En honor a la verdad, hay otro sector que aprovechando los altos precios que
se pagan por arrendar los campos de la pampa húmeda, ha. dejado de producir,
mudándose a la ciudad.