Luces amarillas y rojas en el horizonte económico del 2008
José Castillo *
La Arena
Mientras se agudiza la inflación en medio de las discusiones paritarias, el
problema del gas con Bolivia abre un nuevo frente de conflicto. Y por encima de
todo sobrevuela la crisis económica internacional.
Mientras escribimos estas líneas arrecian los rumores sobre 'renuncias' del
Ministro Lousteau debido a sus peleas con Guillermo Moreno. Es un hecho que el 'super'
Secretario de Comercio viene ejerciendo de hecho la conducción del Palacio de
Hacienda desde hace un par de años. Incluso muchos dicen que se jacta de haber
ya provocado la renuncia de Miceli y Peirano, 'yendo ahora por Lousteau'.
Pero mientras se desarrollan estos nuevos capítulos de la interna gubernamental,
va quedando clara la nueva agenda de problemas de este año. Podemos delinear
tres grandes cuestiones que encienden las 'luces amarillas' y un cuarto tema,
que, de producirse, le colocaría 'luz roja' a la actual estrategia económica.
Tema I: La inflación
Ya es parte de la realidad que el gobierno no ha logrado domar al fenómeno
inflacionario. Vayamos a los números fríos: la inflación del 2005 fue del 12,3%,
la del 2006 (ya con algunos 'dibujos' en diciembre) cerró en 9,8 y la del 2007
(totalmente cuestionada) 'dio' 8,5%. Ahora trasciende que Guillermo Moreno (el
verdadero zar de los números) se juega a 'hacer cerrar' el 2008 con un
incremento del 8%. Sabemos que todos estos números están absolutamente
subvaluados y nadie los tiene en cuenta en la realidad, ni siquiera el propio
gobierno en las discusiones paritarias. Pero lo que conviene observar es que,
aún si los aceptáramos, ya la suma nos da valores acumulados altísimos. Y esto
afecta uno de los pilares del modelo económico: la cotización del dólar. Se está
produciendo de hecho una apreciación del peso con respecto al billete verde que
va a generar un abaratamiento de las importaciones y, por ende, una reducción
del superávit comercial.
En síntesis, la 'competitividad' del modelo económico va quedando cada vez más
reducida a dos variables: los bajos salarios, que no han recuperado la 'poda'
que sufrieron con la crisis del 2001, y los altísimos precios de las materias
primas exportables (soja, maíz, trigo y petróleo). Detengámonos un instante
sobre el primer ítem. En estos días han circulado muchas afirmaciones de que los
salarios han aumentado más que la inflación, e incluso algunas cámaras
empresarias insisten que se están comiendo la rentabilidad empresaria. Esto es
completamente falso. Primero, porque el 45% de la fuerza laboral todavía sigue
en negro, con sueldos que en la mayoría de los casos no superan la línea de
pobreza. Y segundo porque, aún si nos limitamos a los asalariados en blanco, sus
'aumentos' salariales los debemos comparar contra la inflación real, que, según
los técnicos desplazados del INDEC, osciló en el 2007 entre el 22 y el 26%.
Pero lo más grave es que estos valores inflacionarios no son sólo una discusión
del 2007. Este año seguirán subiendo los precios, como un producto combinado de
la inflación internacional de las materias primas (ag-flation, o inflación
producto de la agricultura, como se la llama internacionalmente), más la suba
programada de tarifas, que ya ha empezado. Si a esto le agregamos que los
empresarios ya están amenazando con trasladar a precios cualquier aumento
salarial, tenemos entonces creado el piso inflacionario del 2008, más allá de
como se termine 'dibujando' en el INDEC.
Tema II: Las paritarias
El gobierno se juega a mantener la competitividad industrial haciendo que los
trabajadores se 'coman' parte de la inflación precedente. De ahí el 'pacto'
trazado con las centrales sindicales relativo a la moderación en la negociación
salarial. El escenario que se prefigura es fácil de explicar: para los gremios
con salarios nominalmente más altos, el caso testigo es el acuerdo del sindicato
del propio Moyano, Camioneros, o sea un 19% y escalonado en varios meses. Para
los trabajadores con sueldos más retrasados, como los estatales, el techo es la
negociación de la paritaria nacional docente, apenas por arriba del 20%.
Es muy importante dejar claro que estos valores no sólo no cubren la inflación
real acumulada del 2007: también deberán resistir todos los aumentos que se
vienen en el 2008. Y, por sobre, todo, porque de eso se trata cuando hablamos de
competitividad, sigue colocando a nuestro país con sueldos extremadamente
baratos en dólares, ni que hablar en euros o aún en reales.
Tema III: La crisis energética
La ronda de discusiones entre la Argentina, Bolivia y Brasil, ha vuelto a poner
sobre el tapete un tema al que no referimos profusamente en otras ocasiones:
nuestro país sigue al borde de la crisis energética. Una vez más volveremos a
tener serios problemas de abastecimiento de gas para este invierno. Y estaremos
también al borde de situaciones de grandes apagones.
¿Cómo es posible que un país con gas y petróleo como el nuestro viva estas
situaciones?
Una explosiva mezcla de falta de inversiones en materia hidroeléctrica y nuclear
se une al desmadre de nuestros recursos naturales. Las privatizaciones del
complejo gasífero-petrolero no sólo están agotando las reservas de ambos. El
centro de la extracción es para el negocio de la exportación, sin siquiera tener
que reingresar todas las divisas al país y con las retenciones más bajas del
subcontinente.
Este verano 'zafamos' con el cambio horario. Ahora se viene el invierno.
¿Volverá a echársele la culpa a la falta de lluvias en el Comahue? Mientras
tanto, el gobierno juega a la ruleta rusa de que no caigamos en colapso y
depende casi exclusivamente de la buena voluntad venezolana.
La crisis internacional
Muchos podrían sostener que más allá de los problemas inflacionarios y de la
puja salarial -con el hecho evidente de que no se revierte la brutal desigualdad
en la distribución de la riqueza- y aún reconociendo la falta de planificación
que lleva a la crisis energética, igual la economía argentina crecerá en el 2008
a tasas más que aceptables.
Correcto, pero...Y el 'pero' es esta vez infinitamente grande. Nuestro
crecimiento depende dramáticamente de la continuidad de un ciclo internacional
que está llegando a su fin.
La crisis financiera internacional llegará a nuestro país por dos carriles. Más
allá de que los funcionarios gubernamentales insistan con la teoría del
'desacople', es un hecho de que ya no hay financiamiento barato en los mercados
internacionales. Y nuestro país sigue teniendo una impagable deuda externa. Sin
ir más lejos, este año debe abonarse 6.000 millones de dólares en vencimientos.
Ya se habla de aplicar a ello el superávit de la Anses y los recursos de la
Lotería. Y el 2009 será peor. Dicho en pocas palabras: se acabaron las épocas
del refinanciamiento barato. Y ello tendrá efectos sobre los recursos públicos.
Y el otro carril es el más grave. Si llegan a caer los precios de las materias
primas mundiales porque la crisis se despliega mundialmente, se hunde todo el
'milagro' argentino, quedando al desnudo la fragilidad de un 'modelo de
crecimiento' que sólo fue aprovechar la coyuntura de precios de los productos
primarios. En síntesis: se puede acercar la hora de pagar el precio de la 'sojización'
de nuestra economía.
* Economista. Profesor de Economía Política y Sociología Política en la UBA.
Miembro del EDI (Economistas de Izquierda).