Argentina: La lucha continúa
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Todos los 24 de Marzo duelen. Duelen en lo más profundo de uno y en el
alma misma de la humanidad. Dolor por los que no están. Dolor y bronca por la
impunidad de la que cientos de genocidas aún gozan. Dolor e indignación en ver a
tantos que levantan las banderas de los 30.000 desaparecidos y en sus hechos los
niegan una y otra vez. Dolor y lucha como legado de quienes dieron sus vidas por
defender sus ideas, justas e igualitarias. Dolor e incomprensión al ver
silenciados a los desaparecidos de hoy.
Fernando Borroni
Todos los 24 de Marzo duelen. Duelen en lo más profundo de uno y en el alma
misma de la humanidad.
Dolor por los que no están. Dolor y bronca por la impunidad de la que cientos de
genocidas aún gozan. Dolor e indignación en ver a tantos que levantan las
banderas de los 30.000 desaparecidos y en sus hechos los niegan una y otra vez.
Dolor y lucha como legado de quienes dieron sus vidas por defender sus ideas,
justas e igualitarias. Dolor e incomprensión al ver silenciados a los
desaparecidos de hoy.
Dolor porque a 32 años del mayor genocidio de nuestra historia, una sociedad en
su conjunto hace silencio ante la desaparición de Jorge Julio López, mientras un
gobierno con un descaro irritable se autodenomina el "Gobierno de los Derechos
Humanos", mientras no hace nada para encontrarlo con vida.
Una vez más un 24, la Plaza de Mayo se verá repleta de hombres y mujeres que
levantaran sus banderas y harán escuchar sus gritos por los 30.000 por una
justicia completa y no a medias, y exigiendo juicio y castigo a todos los
responsables.
Pero nada será igual a otros años. No será igual porque Julio López no esta.
Porque más de 500 mujeres en este momento están siendo explotadas sexualmente
bajo el mutismo y la complicidad del Estado.
Sin embargo veremos como siempre, o como casi siempre, a una de las "líneas" de
las Madres de Plaza de Mayo llegar a ella más temprano que la otra de las
"fracciones", llamada Línea Fundadora.
Veremos a las primeras, no sin dolor, aplaudir a un Gobierno que es cómplice, al
menos por omisión, de un secuestro como el de Julio. Veremos a la Abuelas
sonreír en medio del verde de la Plaza, asegurando, una vez más, que este
gobierno es lo que siempre soñaron. Sin embargo y pese a esto marcharemos. Pero
marchar no significará solo reivindicar a los 30.000, sino exigir la Aparición
con Vida Ya de Julio, porque sino nada tendría sentido.
Es cierto que en materia de Derechos Humanos en relación a la última
dictadura militar este gobierno ha avanzado mucho, pero no alcanza.
No alcanza, porque de nada sirve hacer de la ESMA (Escuela de Mecánica de la
Armada) un museo de la memoria si López no esta entre nosotros.
Porque no alcanza haber condenado a Etchecolatz, si quien aportó el testimonio
que lo condenó esta desaparecido.
Porque no alcanza citar a la Madres y a las Abuelas como un ejemplo a seguir si
no se condice con cada paso, con cada acción y decisión política.
Porque no alcanza enarbolar la bandera de la libertad y de la justicia, si al
mismo tiempo negamos la desaparición forzada de mujeres niñas que son
salvajemente explotadas a diario.
Porque no alcanza con las elocuentes frases, mientras nuestros jóvenes son
asesinados a diario por el gatillo de fácil de los sistemas represivos.
Nuestros desaparecidos fueron secuestrados y torturados hasta el extremo porque
querían otra sociedad, otro país. Un país bastante lejano al que hoy vivimos.
Tenían sueños que no son los que hoy nos quieren hacer soñar, y por sobre todo
tenían un compromiso inquebrantable con los marginados, con los olvidados,
con los oprimidos, al fin y al cabo con cualquiera que veía cercenados sus
derechos. Y marcharemos por ellos y por eso.
Jaque al Rey se movilizará como todos los 24 porque no perdona ni olvida.
Pero también dará cada paso por Jorge Julio López, por las cientos de mujeres
desaparecidas en democracia y por las decenas de jóvenes víctimas del gatillo
fácil.
Elevará su grito de Justicia, por los que no están pero también denunciando a un
gobierno que se ha "adueñado" de una lucha que les queda grande, enorme.
Jaque al Rey marchará con dolor por ese pasado que siempre es presente, y
por este presente que tiene mucho de aquel pasado.