ARGENTINA,
LALUCHA CONTINUA....
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Argentina: Tres paquetes de medidas con empresarios ganadores que no debieran serlo
Emilio Marín
La Arena
La presidenta anunció tres paquetes con el objetivo de reanimar la economía ante
la crisis mundial. Como idea parece loable pero muchos de los ganadores son
empresarios que no han sido los más afectados.
El primer paquete, que levantó alguna polémica, fue el anunciado como frutilla
del postre a los industriales de la UIA en su conferencia del Sheraton de Pilar.
Allí se informó de que los empresarios que blanquearan hasta diez empleados
pagarían menores contribuciones patronales, una disposición acertada. También
que habría una amplia moratoria, incluso para deudas que estuvieran con trámite
administrativo y judicial. Esto es cuestionable porque abre la puerta incluso
para un millar de causas promovidas por denuncias de la AFIP contra evasores.
Los más exagerados calcularon que hasta los directivos de Skanska, acusados de
evadir impuestos y pagar coimas en la construcción de gasoductos, podrían
guarecerse bajo ese alero.
Y finalmente la disposición más polémica fue la eufemística "exteriorización y
repatriación de capitales", léase -aquí y en la China- blanqueo de capitales de
diferente grado de suciedad. Los híper críticos del kirchnerismo plantearon que
este blanqueo incluso favorecerá el ingreso de dinero del narcotráfico, en la
medida que el proyecto de ley asegura que no se preguntará a nadie el origen de
esos capitales. Sólo se le preguntará adónde va para cobrar desde el 1 al 8 por
ciento según su destino.
Si de los tres tópicos del paquete, al menos dos son negativos, el balance
general da con ese signo menos. No lo verán así las empresas y demás adinerados
que fugaron capitales al exterior y en muchos casos de procedencia "non sancta".
El segundo paquete, dado como primicia a los popes de la construcción, en la 56ª
Convención anual de la Cámara que los agrupa, consistirá en un plan de
construcción de obras públicas en todo el país, por 71.000 millones de pesos.
Los detalles del mismo recién se sabrán el próximo 15 de diciembre pero desde ya
se puede deducir que empresas como Skanska, Benito Roggio, Gotti Hnos., IECSA y
el brazo respectivo de la organización Techint, ganarán cuatro de cada cinco
licitaciones de la cartera de Julio De Vido, como ha sido hasta ahora, con los
cuestionables precios de costumbre.
El tercer paquete, lanzado por la jefa de Estado en un acto con funcionarios y
empresarios top en Olivos, sumará 13.200 millones de pesos entre créditos para
fomentar la compra de autos cero Km. y electrodomésticos, para prefinanciar
exportaciones y apoyar a Pymes y productores agrícola-ganaderos.
Esto también merece una lectura más fina. La objeción más seria que podría
formularse es que ese dinero va a ser entregado a los bancos, la mayoría
privados, que serán los que concedan los créditos. Desde este ángulo se entiende
el apoyo militante que dio a la iniciativa el banquero Jorge Brito, titular de
Adeba y del Banco Macro. ¿No será que en este paquete hay más de ayuda y
salvataje a los bancos que a los consumidores? Por otra parte, como bien acotó
el diputado Claudio Lozano, en un país con 13 millones de pobres, el gobierno se
interesa más en la venta de autos que en terminar el hambre de esa gente.
Las primeras víctimas
Entre los empresarios que más calentaron las manos aplaudiendo las medidas
estaban Dominiq Maciet (Renault y titular de Adefa), Víctor Klima (Volkswagen),
Cristiano Rattazzi y otros directivos de las terminales.
Su entusiasmo, según declararon posteriormente, se debe a que con los 3.100
millones de pesos que se volcarán en créditos para adquirir autos, más otros 650
millones para camiones y utilitarios, tendrán una demanda extra de 100.000
vehículos o más, para el año próximo.
Esos directivos de Adefa tienen cara de cemento, aun cuando fabriquen vehículos
de metal y plástico. Es que Maciet fue quien ordenó el mes pasado 600 despidos
en su planta de Santa Isabel, reducidos luego a la mitad; y Ratazzi suspendió a
todo el personal de Fiat Ferreyra (1.500 empleados) y a los 900 de Iveco, para
luego despedir a más de 200 en esa planta de camiones.
O sea que despidieron cuando aún percibían subsidios del gobierno provincial; y
ahora que se anuncian créditos del Estado, canalizados lamentablemente por medio
de bancos de Adeba (y también, por suerte, del Banco Nación), aquellos
ejecutivos sonríen. Festejan pero no se comprometieron a retomar a los
despedidos ni pagar todos los salarios caídos a los suspendidos.
El gobierno nacional, por supuesto, conoce al dedillo esas circunstancias por
medio del relevamiento que lleva adelante el Ministerio de Trabajo, o bien por
las simples noticias que publican los diarios. Sabiendo eso, ¿cómo invita a
primera fila a verdugos del trabajo como Maciet y Rattazzi? ¿Acaso el apoyo
político de éstos, un aval muy caro económicamente como se desprende de los
números en danza, compensa el costado cuestionable de esas multinacionales de
cuatro ruedas que picaron en punta en la carrera por despedir personal?
El fenómeno de despidos y suspensiones es algo que empieza a tomar más visos de
realidad. La CGT, que en las primeras semanas del problema practicó la política
del avestruz, ahora admite que sus gremios le han reportado más de 13.000
cesantías, entre otros 1.500 bancarios a nivel nacional y 1.700 mecánicos y
metalúrgicos de Córdoba.
Para éstos no habrá por lo visto ni siquiera la doble indemnización como lo
pergeñó el proyecto de ley del diputado moyanista Héctor Recalde. Ni hablemos de
salvar esos puestos mediante una ley como la propuesta por Hugo Yasky,
secretario de la CTA, para prohibir esos telegramas por medio año, con
retroactividad al 1 de octubre. ¿Se dejará en la vía a estas primeras y
verdaderas víctimas de la crisis, y que son los más débiles? ¿Hasta cuándo se
adoptarán medidas en Balcarce 50 o en la Quinta de Olivos pensando en quienes
tienen anchas espaldas financieras para aguantar, como los accionistas de
multinacionales?
Reclamos legítimos
Empieza un clamor de los trabajadores y sus familias, ante la ola que por ahora
es suave pero tiene toda la pinta de que puede convertirse en una tan alta como
las de "Punto Límite", la película con Patrick Swayze y Keanu Reeves.
La CTA, el Movimiento de Chicos del Pueblo y otras entidades están promoviendo
una Marcha Federal a Plaza de Mayo el próximo 12 de diciembre. Inicialmente sus
banderas, izadas en la Constituyente Social de Jujuy eran dos: El hambre es un
crimen y Asignación Universal por Hijo para todos los trabajadores, incluidos
los que laboran en negro o están desocupados. En estos días se sumó un tercer
reclamo, que cesen los secuestros y torturas contra integrantes de aquel
movimiento de Chicos del Pueblo, luego que en una semana tres de ellos fueran
objeto de agresiones con lo que lista de víctimas llegó a ocho.
Los empleados bancarios, que no tienen el entusiasmo de Jorge Brito (Macro) han
comenzado con medidas de fuerza. Y ya se ven en varias ciudades, caso de
Córdoba, marchas de los despedidos de Volkswagen, Iveco y Gestamp.
Esos reclamos son legítimos, aunque la dirigencia burocrática de gremios como el
lechero (Atilra) ha tenido conductas patoteras que, por lo salvajes, sirve a los
interesados en desatender o subestimar los reclamos sociales mencionados. El
brutal ataque que habría organizado la conducción nacional de Atilra contra los
directivos y delegados de la seccional Rosario, provocó un muerto y varios
heridos, en medio de una batalla campal. Ya había habido un tiempo atrás otro
muerto en La Pampa, en medio de la trifulca por la afiliación entre grupos de la
UOCRA y de petroleros.
Una conducción que no se preocupa del bienestar, salario y empleo de sus
afiliados y no afiliados, que los deja inermes en una situación tan preocupante
como la actual crisis, encima se disputa a los tiros por cierta cantidad de
fichas y aportes, o bien ataca a dirigentes pluralistas que no se le
disciplinan, caso de la ofensiva mafiosa contra los lecheros rosarinos.
Como dijeron los agredidos, habría que investigar hasta qué punto la policía de
esa ciudad dejó la zona liberada, propicia para la comisión de esos delitos. Y
también sería bueno saber si las empresas lácteas de primeras marcas se
mantuvieron al margen del incidente, o si tenían partido tomado por la
conducción nacional que bajó a Rosario a moler a palos a los disidentes.
Aún con todas estas lacras, que deben superarse, la democracia incompleta y
sesgada es mejor que la dictadura sufrida entre 1976 y 1983 por lo que quienes
consideran que no hay diferencias entre ambos tipos de gobierno, o son de otro
planeta o estuvieron en éste apoyando al proceso militar.
Cristina viajó a Chile para conmemorar con su colega Michele Bachelet los 30
años de la mediación del cardenal Samoré, que ayudó a superar una guerra entre
ambos países. En 1978 el general Luciano B. Menéndez arengaba a sus soldados
así: "les prometo que en Navidad estarán cogiendo a las chilenas y luego se
lavarán las bolas en el Pacífico". Por suerte el héroe de pacotilla y genocida
estará cavilando por estas horas sobre la guerra que no fue en el penal cordobés
de Bower. Tendrá mucho tiempo para ello, condenado como está a prisión perpetua
por el terrorismo de Estado.