50 mil almas colmaron la Plaza de Mayo: La calle es nuestra
ACTA
"El hambre es un crimen" y "para que la crisis no la paguen los trabajadores",
fueron los dos gritos que hoy se hicieron escuchar en la Plaza de Mayo. Más de
50 mil manifestantes llegaron hasta allí, desde todos los rincones del país, en
el marco de la convocatoria de la CTA y del Movimiento Nacional de los Chicos
del Pueblo. Una justa distribución de la riqueza y la implementación inmediata
de una asignación universal para todos los niños y niñas de nuestro país fueron
los reclamos de los trabajadores y los chicos reunidos en la histórica plaza.
Luego de un extenso recorrido a lo largo de la Avenida Rivadavia, en la Ciudad
de Buenos Aires, la nutrida columna colmó la Plaza de Mayo esta tarde al grito
de "El hambre es un crimen, lo vamos a parar". Trabajadores de todo el país,
junto a integrantes de cientos de organizaciones barriales y territoriales,
representantes de organismos de derechos humanos y partidos políticos se unieron
en el reclamo de la Central de Trabajadores de la Argentina y del Movimiento
Nacional de los Chicos del Pueblo.
A medida que iban entrando a la plaza, las columnas eran nombradas por los
conductores, que desde el escenario podían vislumbrar como serpenteaban las
banderas y los chalecos de todos los colores. Los chicos estuvieron bajo el
palco principal, acompañados por los educadores del Movimiento y los abrazos y
caricias de los miles que se acercaban hasta ellos. Atrás quedaron las más de 40
cuadras caminadas bajo la resolana del verano porteño.
El primer orador del acto fue el secretario general adjunto de la CTA, y titular
de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA), organización que cumplió hoy
un paro nacional de 24 horas. Pablo Micheli reconoció que "hoy estamos aquí,
felices, porque los trabajadores asumimos el compromiso de abrazar a nuestros
pibes. Y lo hacemos a pesar de la tristeza que nos genera que los golpeen, la
tristeza que nos da los secuestros y las torturas. Lo que pasa es que no se
bancan que desenmascaremos un país que se construye sobre 13 millones de pobres,
la mayoría de ellos chicos".
El dirigente también indicó que "el hambre es un crimen, que el hambre está
planificado" y expresó: "Para que el hambre exista en este país, que está hecho
de pan, tienen que haberlo inventado. El hambre es inherente a este sistema
capitalista, y tiene responsables, que tienen nombre y apellido. Esos son los
verdaderos criminales. Y también están los responsables, los que no aplican
políticas universales que terminen con el hambre. Los responsables son los
gobiernos que no quieren distribuir equitativamente la riqueza que generamos
entre todos".
Finalmente, y citando al poeta chileno Pablo Neruda, Micheli concluyó: "Evitemos
la muerte en suaves cuotas, porque estar vivos exige un esfuerzo mucho más
grande que respirar. Por eso, nosotros decimos hoy acá que no sólo vamos a
respirar, sino que vamos a luchar hasta vencer".
Luego fue el turno del secretario general de la CTA a nivel nacional, Hugo Yasky,
quien evidenció la multitudinaria concentración y rescató: "esta plaza está
llena hoy no sólo por el presente de nuestra CTA, sino por todos estos años de
lucha en los que la clase trabajadora dijo que no va a ser furgón de cola de las
decisiones de la burguesía". Señaló también que "asumimos con orgullo este
abrazo a los chicos porque en la Argentina hay suficiente para darle de comer a
todos, y no se hace".
Refiriéndose a la crisis financiera internacional, y a las medidas adoptadas por
el Gobierno nacional para afrontarla, Yasky indicó: "No estalló una burbuja
financiera, sino que lo que estalló es el sistema capitalista. Se rompió la
economía de esos países que nos querían dar lecciones a nosotros. Dicen que los
trabajadores nos tenemos que guardar las demandas salariales para otro momento,
pero la crisis la generan esos países capitalistas y no la vamos a pagar los
trabajadores".
"Ahora se anuncian subsidios para las empresas y nos quieren hacer creer que
esos subsidios derramarán hacia los más necesitados, pero sabemos que eso nunca
ocurre. Lo que hay que subsidiar son los bolsillos de los trabajadores, los
bolsillos de los jubilados y de los pibes más desprotegidos, con una asignación
universal que le llegue a cada familia de este país por cada hijo menor de 18
años", expresó luego el titular de la Central.
Más adelante criticó a "los que vienen con el verso de la inseguridad y fustigan
a todos los pibes que son morochos o viven en los barrios más humildes. Parece
que ahora esos chicos no tienen origen, sino prontuario y nadie habla soluciones
reales. Le decimos al gobernador Scioli que lo que hay que hacer es proteger a
los pibes, no protegerse de ellos".
Finalmente, Yasky indicó: "Estamos juntos aquí en esta plaza, decididos a pelear
contra el autoritarismo, contra la criminalización de la pobreza, a luchar por
la libertad y la democracia sindical. Estamos aquí para exclamar a gritos que es
necesaria una justa distribución de la riqueza. Y los que están acá, en la Casa
de Gobierno, nos tienen que escuchar. De nuestra parte, asumimos el compromiso
de fortalecer la unidad de todos los sectores que seguimos luchando y
organizándonos en todo el país".
Para terminar el acto, Gabriela Almirón, de la organización "Juanito Laguna", de
Santa Fe, y en representación del Movimiento de los Chicos del Pueblo, agradeció
"el inmenso abrazo popular que recibieron hoy nuestros pibes" y leyó,
emocionada, la proclama "El hambre es un crimen", elaborada por el Movimiento.
El sol empezó a irse. Y con él los chicos, sonrientes y felices, llenos de vida
y esperanza. Muchos se abrazaron, arriba y abajo del escenario. Un cura parróco
bendijo los panes, como parte de los actos que el Movimiento realiza en cada
rincón de la Argentina, y todos se acercaron a compartirlo. Hoy fue una jornada
histórica para la CTA y para el campo popular de nuestra Argentina. Así lo
sintieron y vivieron cada una de las 50 mil almas que coparon las calles y la
Plaza. Hoy, la calle fue nuestra. Fue de los trabajadores y de los pibes. Y
también de los viejos. Hoy fue un día de fiesta. Y de compromiso.