Doscientos cesanteados en Las Tunas: "Que Moyano venga al
barrio a decir que no hay despidos"
Prensa de frente
El frigorífico Rioplatense es el más grande del país, se encuentra ubicado sobre
Ruta 9, a la altura del Barrio Las Tunas; allí trabajan más de 1000 personas y
faenan la cuantiosa suma de 1800 animales por día.
La mayoría de los productos del frigorífico son destinados a la exportación,
constituyendo una formidable ganancia en dólares. Además, son proveedores
exclusivos de Mc Donald´s, y los creadores de las famosas hamburguesas Good Mark.
Desde principios de noviembre, el frigorífico comenzó a realizar suspensiones y
adelanto de vacaciones compulsivos, obligando a cientos de trabajadores/as a
tomarse sus días de vacaciones de un día al otro y sin posibilidad de
rechazarlas. Días después se sumaron a estas medidas arbitrarias 140 despidos.
Muchos de los trabajadores despedidos, que eran analfabetos, fueron engañados y
terminaron firmando el consentimiento de ser despedidos sin indemnización
alguna.
Desde la empresa la única respuesta que tuvieron los trabajadores fue que, ante
la baja de las exportaciones producto de la crisis internacional, el frigorífico
tenía menos volumen de trabajo. Sin embargo, los trabajadores denuncian que
desde los despidos masivos ellos debieron aumentar su productividad, teniendo
que trabajar en horarios extendidos por fuera de su turno: -"Dicen que es porque
hay menos trabajo, pero desde los despidos que nosotros tenemos que trabajar el
doble", comenta una trabajadora del sector Saladero, militante de la
Organización Popular Fogoneros del barrio Las Tunas.
Luego de comprometerse a no despedir más trabajadores, el viernes 6 de noviembre
la empresa volvió a despedir, esta vez dejando a 60 personas en la calle. Ese
mismo día había asumido la nueva conducción de delegados, una línea
independiente dentro del sindicato de la carne y frigoríficos, que desplazó a
los burócratas de la lista 1 que llevaban 8 años de elecciones consecutivas.
En los días previos a la elección para delegados, la empresa (aliada
históricamente a la lista 1) impidió que la lista independiente hiciera
propaganda adelantándole las vacaciones a los candidatos de dicha lista, para
que no estén en el lugar del trabajo haciendo campaña. Además, a los miembros de
la lista independiente, mayormente conformada por trabajadores/as jóvenes, la
empresa no les prohibió circular por los distintos sectores del frigorífico para
difundir sus propuestas. Finalmente, los directivos obligaron al personal
administrativo a votar por la reelección de la lista 1 el día de los comicios. A
pesar de esto, y difundiendo sus propuestas de "boca en boca" y volanteando a la
salida de la fábrica, la lista independiente logró triunfar por una diferencia
de 70 votos.
Luego de asumir en su cargo el viernes, y ante la nueva ola de despidos, los
delegados de la nueva conducción se apostaron frente a la gerencia, logrando que
el gerente se comprometa a no despedir más trabajadores/as, pero cerrando la
discusión sobre los 200 ya despedidos; además, el gerente se negó a asentar su
compromiso por escrito dejando la promesa como una cuestión ‘de palabra’.
"Lo mismo había dicho después de despedir a los 140, y a los pocos días
despidieron a 60 compañeros más. Es una vergüenza, además acá hacen plata con
todo, todo se vende de la vaca, hasta los plásticos con los que nos cubrimos
para trabajar cada día los venden a una fábrica de plásticos después de usados",
reflexionó una trabajadora del frigorífico.
Luego de los despidos del viernes, un grupo de trabajadores/as del frigorífico
sumados a los nuevos delegados realizaron una asamblea y decidieron presentar
una denuncia por los despidos masivos ante el Ministerio de Trabajo. La denuncia
fue ingresada el martes pasado, pero el Ministerio todavía no dio respuesta.