Argentina: La lucha continúa
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Argentina: La ley del gallinero
Carlos del Frade
APE
Un viejo refrán popular que habla de una lógica histórica: el que está más alto,
el que asciende hasta la cima del palo del gallinero humilla al que está abajo.
Es la ley del gallinero.
Lógica arrabalera, filosofía de la resistencia que denuncia y que, al mismo
tiempo, intenta modificar semejante mandato del sistema.
Los que están arriba hacen lo que quieren con los que están abajo. El por qué
del capitalismo, la ley del gallinero.
En el colmo de la exageración, la noticia refleja una perversa consecuencia de
las imposiciones que vienen de arriba.
El hombre decidió electrificar el gallinero para evitar robos.
Alguien, algunos, muchos lo habían convencido que la mejor advertencia era
lastimar a los de abajo. Como en la ley del gallinero. No apuntar hacia arriba,
sino hacia abajo o, en todo caso, a los costados.
La ley del gallinero pulula entre las ideas fuerzas dominantes en los grandes
medios de comunicación. Desconfiar del que está al lado, jamás intentar
modificar la estructura, virar la bronca contra el que está arriba.
Pero el drama está a la vuelta de la esquina de este sentido común.
La historia, cuando se repite, aparece como drama o comedia. No hay lugar para
la alegría para los que habitan en los sótanos del gallinero social. Lo
únicamente reservado es el drama.
Así pasó.
El hijo del dueño del gallinero electrificado, Ismael Alejo, no pudo gambetear
la trampa tendida para los otros.
Ahora el padre, Jorge Alberto, está acusado de homicidio culposo.
El pibe había ido a buscar algunos huevos.
La crónica dice que "cuando fueron al lugar del hecho, tras una inspección
ocular, personal técnico supo que el gallinero estaba electrocutado
intencionalmente en la parte superior protegida con alambres, hierros y chapas
unidas. El cerco del gallinero tiene una conexión en forma directa a la red
eléctrica de la casa a través de un cable de 22 metros de largo, en forma
subterránea. Al tomar conocimiento del caso, el juzgado de Instrucción Dos a
cargo de José Luis Rey dijo que se trataba de un homicidio culposo. Jorge O.
sigue en libertad pero supeditado a la causa. El médico diagnosticó que (Ismael)
sufrió lesiones de quemaduras múltiples en cara y antebrazo izquierdo, lesión de
quemadura en palma de la mano izquierda y que la muerte fue por electrocución",
apuntaron los medios de comunicación.
Fue en la provincia de Misiones, allí donde alguna vez crecieron los sueños de
la felicidad para todos, donde antes de los saqueos no había ley del gallinero.
Ahora, después de varios siglos de permanentes robos contra el pueblo y su
tierra, los de arriba contagian el miedo a los empobrecidos y terminan matándose
entre ellos, aniquilando a la sangre de su propia sangre, a la carne de su
propia carne. Perversión mayor de la ley del gallinero.
¿Cuándo será el día en que semejante castigo sea desterrado de la historia
popular?
¿Cuándo será el día que terminará la perversión de la ley del gallinero?.