Argentina: La lucha continúa
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Jaque a la trata
Con la nueva ley ya fueron rescatadas 110 mujeres y hubo 82 detenciones
Mariana Carbajal
Página12
Ciento diez mujeres, casi la mitad niñas y adolescentes, fueron rescatadas en
distintos allanamientos del infierno de las redes de trata para explotación
sexual en los últimos seis meses, según las estadísticas del Ministerio de
Justicia a las que tuvo acceso PáginaI12. La decisión política de combatir a las
mafias que lucran con cuerpos femeninos, sumada a la aplicación de la nueva ley,
está dando resultados. Cada semana se realiza un promedio de tres a cuatro
procedimientos en cabarets y burdeles: en un total de 85 procedimientos
practicados entre mayo y el jueves último fueron detenidas 82 personas, acusadas
de formar parte de esas bandas en alguno de sus eslabones: como reclutadores, a
cargo del traslado de mujeres o como proxenetas.
Con el testimonio de víctimas liberadas se armó el mapa de la trata en el país:
hay regiones de reclutamiento, zonas con centros de "ablandamiento" o
"adiestramiento", ciudades en las que se produce la distribución y reventa de
chicas y provincias receptoras (ver aparte).
"A las niñas las reservan como las frutillas del postre. Suena horrible pero lo
que se cotiza es el genital joven", graficó el destino de las menores chupadas
por redes de trata para explotación sexual la abogada Silvina Zabala, jefa de
Gabinete del Ministerio de Justicia y titular de la Oficina de Rescate y
Acompañamiento de Personas Damnificadas del Delito de Trata, creada luego de la
sanción de la ley de trata. La norma, que tipificó el delito y lo puso en la
órbita de la Justicia federal, entró en vigencia el 29 de abril. Desde ese día
hasta el jueves último –cuando se rescató a una chica de 16 años–, se
contabilizaron 85 procedimientos ordenados por la Justicia y realizados por
distintas fuerzas de seguridad, principalmente Policía Federal y Gendarmería. De
las 110 mujeres liberadas en seis meses, 55 son mayores y sobre 14 no se precisó
la edad. El resto, 41 niñas y adolescentes, de acuerdo con las estadísticas
oficiales, entre ellas las hermanitas de 11 y 14 años de Misiones, entregadas
por su madre a un rufián y rescatadas a partir de la denuncia de su hermana de
16, que había podido escapar.
En uno de los allanamientos que se hicieron el sábado 18 de octubre en cabarets
de la localidad bonaerense de Carlos Casares, al oeste de la provincia,
encontraron un book con fotos en ropa interior de una de las niñas rescatadas.
"Las deben ofrecer a determinados clientes a precios diferenciales", señaló
Zabala. En esos procedimientos fueron liberadas cinco chicas de 13 a 17 años que
eran obligadas a prostituirse y detenidas seis personas acusadas de ser las
encargadas de los prostíbulos. Esta semana tres mujeres fueron apresadas en otro
operativo en un edificio del barrio porteño de Mataderos, después de que una
mujer denunciara que su hija de 16 años era explotada sexualmente en ese lugar.
Las cifras de liberadas y detenidos se acrecientan cada semana.
Las torturas a las que son sometidas las jóvenes y niñas al caer en las redes
van desde violaciones sistemáticas para "ablandarlas" y "adiestrarlas", ingesta
compulsiva de drogas, quemaduras con cigarrillos si se resisten, poca
alimentación, hasta "trabajo" sin respiro entre cliente y cliente. La
descripción la brinda a PáginaI12 Claudia Lascano, la Susana Trimarco del
noreste argentino, líder de la Coalición Alto a la Trata, que articula a varias
ONG, entre ellas la que ella preside en Posadas y que está trabajando ahora en
coordinación con el Ministerio de Justicia (ver aparte). Sabe de tantas
atrocidades por el relato de decenas de víctimas que en los últimos años ha
escuchado. "Aunque tengan documentos falsos y digan que son mayores, un cliente
no puede no darse cuenta de que está teniendo sexo con una chica menor de edad.
Lo que ven son chicas totalmente enajenadas, con la mirada perdida, que no saben
si es de noche o de día, que no tienen frío ni calor. Es imposible que no sepan
que son nenas. A una la encontramos con los talones cortados: se los habían
cortado en el burdel para que no se escapara", cuenta Lascano. Hace una semana y
media hubo un operativo en Comodoro Rivadavia: rescataron a una adolescente de
17 años del cabaret La Casita de Amor. La muchacha contó que fue subida por la
fuerza a un auto en Oberá, donde ejercía la prostitución en una plaza, y que la
llevaron en auto hasta la ciudad chubutense, donde la mantenían en condiciones
de esclavitud. Hubo cuatro detenidos. Otra joven, liberada de una parrilla que
funcionaba como prostíbulo en la localidad de Lisandro Olmos, partido de La
Plata, el 5 de septiembre junto con otras tres mujeres, todas paraguayas –una de
ellas menor de edad–, declaró que la obligaron a hacerse un aborto con cinco
meses de embarazo y que al feto lo enterraron en una caja el fondo del local.
Efectivos de la Policía Federal volvieron al lugar y encontraron el pequeño
cadáver. Se estimó que llevaba una semana bajo tierra. Tres personas
involucradas en esa presunta red que traía chicas de Paraguay quedaron
detenidas.
Una chica de 16 años rescatada hace un mes y medio de un prostíbulo de la
localidad bonaerense de Lanús declaró en un juzgado de Lomas de Zamora que la
obligaban a atender aun con menstruación y le daban una sucia esponja para que
disimulara el sangrado. Su testimonio fue clave para dictar la prisión
preventiva a un hombre y una mujer que regenteaban el local, informó a este
diario Zabala. La oficina que encabeza la jefa de Gabinete del Ministerio de
Justicia prepara emocionalmente y acompaña a las damnificadas por redes de trata
hasta que prestan declaración en tribunales. Durante ese tiempo, son alojadas en
hoteles o conventos religiosos –con los que tienen convenio–, con la asistencia
de una psicóloga y custodia policial. Después pasan a la órbita de la Secretaría
de Niñez del Ministerio de Desarrollo Social, donde lamentablemente todavía no
se ha creado una estructura consistente para acogerlas, contenerlas y
acompañarlas a su regreso a la vida después de la muerte.
Ese camino no es sencillo: muchas veces las propias familias las rechazan porque
vuelven con el estigma de haber ejercido la prostitución o porque fueron los
mismos hogares los que las entregaron o expulsaron. O porque en el vecindario
vive la reclutadora que las engañó o las condiciones de vulnerabilidad y pobreza
que las empujaron a entrar en esa noche eterna no han variado. "Se deberían
crear áreas especiales para atenderlas en los hospitales: no son exactamente
víctimas de violencia familiar ni de violación. Su problemática es distinta",
opinó Zabala.
En el Hospital Fátima, de Garupá, a 12 kilómetros de la ciudad de Posadas, hace
más de tres meses está internada con un grave cuadro de estrés postraumático una
adolescente de 16 años, argentina, rescatada de un prostíbulo en Brasil, de la
localidad de Dionisio Cerqueira, fronteriza con la misionera Bernardo de
Irigoyen, en el extremo oriental de la provincia. Hacía tres años que estaba
desaparecida de su casa. "Vino por cinco días pero todavía la estamos
atendiendo", contó a PáginaI12 la médica psiquiatra Carolina Cobas, que se está
especializando en la atención de víctimas de trata. "Son una caja de Pandora, no
sabemos con qué nos vamos a encontrar", describió. La muchachita es del interior
de Misiones, su familia es muy pobre y no está en condiciones de contenerla,
según evaluó la Justicia. Contó que tuvo un hijo, hace un año y medio, y que se
lo sacaron.
–¿En qué condiciones llegó al hospital?
–Se hizo con ella lo que no hay que hacer: la tuvieron primero en una comisaría
y después en una clínica psiquiátrica privada. Según la historia clínica, había
intentado incendiar la sala de internación y escaparse y relataba que escuchaba
voces de mujeres y varones que la maltrataban y sentía olor a alcohol. Yo lo
interpreto como parte de su cuadro de estrés postraumático, por lo que debe
haber sufrido en su cautiverio. Pero los médicos que la atendieron antes la
medicaron. Llegó muy medicada. Yo empecé a sacarle la medicación. Cuando llegó
estaba enajenada, disociada, no se comunicaba, respondía con monosílabos y a
veces las respuestas no coincidían con lo que se le preguntaba. Tenía reacciones
de desconfianza, de miedo. Sus dibujos eran muy rudimentarios, escribía solo la
letra A. Ahora ya recuerda que hizo hasta 7º grado. Una consecuencia del estrés
postraumático es quitar destrezas adquiridas. Lo que hacen con las víctimas de
trata es una aniquilación de la personalidad.
–¿Se está recuperando?
–Tiene iniciativas, se comunica más. Desde el principio me impresionó que era
una chica muy inteligente pero que se comunicaba muy poco. Sufre situaciones de
reexperimentación de lo vivido. Según relató, antes de llegar a Brasil estuvo en
boliches de Córdoba, Corrientes y Buenos Aires.
Así quedan las víctimas. Son cadáveres vivientes cuando estuvieron mucho tiempo
privadas de su libertad. En el Nuevo Hospital de Río Cuarto atendieron a chicas
con VIH y con embarazos de alto riesgo que estaban encerradas en prostíbulos.
"Les ves la cara, les ves el cuerpito y lo primero que pensás es cómo las pueden
consumir corporalmente", dice a este diario una integrante de una red de ONG por
los Derechos de la Infancia, de Río Cuarto, que trabajan contra la trata. Pide
que su nombre se resguarde: tiene miedo. Ella y las demás activistas están
amenazadas. En esa zona sojera, al borde de la A5 –la circunvalación que rodea a
Río Cuarto– se suceden decenas de prostíbulos. Es una de las rutas principales
del Mercosur.
–¿Cuántas chicas estiman que hay en estas redes explotadas sexualmente en el
país? –le preguntó PáginaI12 a Zabala.
–Muchísimas ... Lejos, ellos están mejor organizados, pero por lo menos ahora no
se pueden mover con tanta impunidad –plantea la funcionaria.