Argentina: La lucha continúa
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Hebe levantó el programa de Pesoa
El conductor había cuestionado a las organizaciones "cooptadas" por el Gobierno.
A las dos semanas le avisaron que no iba más
Andrés Fidanza
Bonafini. No quiso responder al locutor, que advirtió que "perder un
hijo no alcanza para tener una ideología firme".
Apenas siete meses duró la participación semanal del periodista Quique Pesoa en
la Radio de las Madres de Plaza de Mayo (AM 530), que dirige Hebe de
Bonafini. El 21 de septiembre, Enrique Pesoa editorializó sobre la desaparición
de Jorge Julio López y planteó cómo "los Kirchner cooptaron, usaron" y "anularon
la lucha de Hebe". Dos semanas después, le avisaron por mail y sin aludir
directamente al contenido de ese editorial, que la radio no retransmitiría más
el programa que Pesoa emite desde San Marcos Sierras, donde vive desde hace
cinco años.
"Perder un hijo no es poca cosa, pero tampoco alcanza para defender una
ideología firme", señaló Pesoa a Crítica de la Argentina a partir del
levantamiento de su programa El desconcierto del domingo. Aunque aclaró que
respeta a Bonafini y que siempre tuvo "una buena relación con ella" .
¿Hubo censura? "No existe la libertad de expresión total. Pero me molestó la
hipocresía, que no tengan los huevos para llamarme y decirme que no comparten mi
línea editorial", explicó Pesoa a este diario. "No busco victimizarme ni hacerle
el juego a la derecha, me molestó la hipocresía", reiteró.
En abril, el director artístico de la radio de las Madres, Pedro Lanteri, llamó
a Pesoa: acordaron que la AM 530 repitiera, gratis, los sábados a la
noche, el programa que Pesoa emite desde hace tres años para Radio Nacional
Córdoba desde su propio estudio en la hostería La Merced, en San Marcos
Sierra. El arreglo terminó hace menos de una semana con un mail del mismo
Lanteri en el que le agradecía a Pesoa su participación, le explicaba que "era
una lástima no aprovechar las tres horas del programa" (la radio sólo
retransmitía una) y que sería mejor "esperar hasta la próxima temporada".
Aclaraba, además, que "a pesar de no acordar en todo, el disenso enriquece".
Hebe de Bonafini fue más escueta: "No quiero hablar –dijo a Crítica de la
Argentina–. Se probó hasta septiembre, pero no quiero hablar. No me llame
más", y cortó.