Argentina: La lucha continúa
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Argentina inmersa en la campaña contrarrevolucionaria regional: El grupo Clarín
Andrés Sal.lari
El gobierno argentino no escapa a la campaña orquestada desde Washington para
atacar los procesos de cambio que se están llevando a cabo en nuestro
continente.
Si bien los dos mandatos encabezados por el matrimonio Kirchner no han
implementado políticas de cambio tan explícitas como las aplicadas en Venezuela,
Bolivia o Ecuador, el sólo hecho de no seguir a rajatabla los mandatos
neoliberales, es materia suficiente para ser blanco de la hostilidad de la
administración Bush.
Dentro de esta puja de poderes y contrapoderes que se está jugando en nuestra
región, los reiterados apoyos del gobierno argentino al gobierno de Hugo Chávez
en Venezuela juegan un rol de peso en el encono estadounidense contra los
Kirchner.
La valija de Antonini Wilson es una de las muestras más acabadas acerca de esta
afirmación, si bien el tufillo a corrupción se halla entre todos los
protagonistas del caso, lo más evidente es que Estados Unidos ha querido
utilizar este caso políticamente para erosionar la unidad latinoamericana.
El tiro le ha salido por la culata, pero lo que quedará plasmado en este
artículo es (una vez más) como las grandes corporaciones mediáticas juegan la
agenda de Washington y defienden sus intereses en contra de nuestros procesos de
cambio. En esta oportunidad la atención se fija en el grupo Clarín, el
oligopolio mediático más poderoso de la República Argentina.
Desde el inicio del conflicto entre el históricamente oligárquico sector rural
argentino y el gobierno nacional por el tema retenciones (muy mal manejado por
el gobierno) el diario de los argentinos –como se hace llamar Clarín- ha tomado
una postura claramente definida en contra de la presidenta Cristina Fernández y
a favor de los sectores rurales.
En este contexto de oposición clara a Cristina y ante la grave crisis
capitalista actual, a Clarín no le gustaron las declaraciones de la mandataria
cuando aseguró que "el primer mundo que nos habían pintado como la Meca a la que
debíamos llegar se derrumba como una burbuja".
De tal manera que en la reunión editorial del martes 17 de septiembre pasado se
tomó la decisión de salirle a pegar a la presidenta y de defender a este sistema
capitalista. La columna del editor general adjunto del matutino (Ricardo Roa) en
la página 2 marca la pauta.
"Habría que aclarar, ante todo, que el Primer Mundo es algo muy diferente a las
fantasías primermundistas de Menem (Carlos, ex presidente de Argentina 1989-99).
Una cosa son las naciones más ricas y desarrolladas y otra la pretensión de ser
parte de ellas de un día para el otro, mágicamente. Y una tercera es analizar al
Primer Mundo con prejuicios ideológicos, desconociendo que allí coexisten
sistemas y gobiernos de signos tan distintos como los de Bush y Zapatero".
"¿Por qué sería malo aspirar a la calidad de vida, el nivel educativo, el
desarrollo tecnológico, el ingreso por habitante y la salud de esos países?"
"Se puede disentir en muchas cosas y desde luego rechazar métodos y valores que
allí existen, pero es una confusión enorme ver al Primer Mundo de un solo color
y a partir de eso demonizarlo".
"Lo mejor que podría pasarnos en que la crisis amainase"
Algunas reflexiones de Roa parecen muy acertadas, pero no tienen ninguna
relación con las palabras de la presidenta argentina.
Según lo que yo interpreto, Fernández de Kirchner no nos quiso decir que no
debemos aspirar al standard de vida del Primer Mundo, nos señaló que tenemos que
mirar con atención a esa cultura a la que nos empujan todo tiempo presentándola
como el paradigma de la felicidad y el progreso, se está haciendo evidente que
todo no funciona tan bien en el neoliberalismo y tenemos que tener la cabeza
abierta para pensar y crear modelos alternativos.
Roa por su parte no hace más que lamentarse por la crisis, en ningún párrafo o
renglón de su reflexión hace alusión a la posibilidad de una búsqueda
alternativa al neoliberalismo conservador que gobierna las principales potencias
mundiales. Este es su sistema y el de Clarín también, no quieren cambiarlo,
están preocupados por sus fallas y además salen a atacar sin argumentos a
quienes no estamos de acuerdo con sus paradigmas.
Para sostener esta línea ideológica en su columna habitual de "Como nos ven",
también en la página 2, publican una nota del diario español El País (ultrafamoso
por sus posturas anti procesos de cambio en nuestra región) que se titula
"América latina también sucumbe". Parece que cuanto más nos afecte la crisis de
Estados Unidos a los latinoamericanos Clarín estará más contento, así se
fortalece nuestra dependencia y el concepto de que nada podemos cambiar.
Podríamos discutir también si en materia económica hay diferencias entre
Zapatero y Bush, si Roa quiere mostrarnos que dentro del capitalismo hay
"gobiernos de signos tan distintos" al menos podría al menos contraponerlo al
modelo sueco.
Hace pocas semanas el Banco Central de España emitió un informe en el que se
definía a Argentina como un país de riesgo "elevado o muy elevado", informe
basado en análisis neoliberales a ultranza igualitos a los que puede emitir
cualquier organismo dependiente del gobierno estadounidense. Desafortunadamente
para el gobierno español, a su Banco Central se le escapó alguna anticipación
sobre la caída de las grandes corporaciones del capitalismo dominante.
El analista político
La edición de Clarín siguió profundizando la línea antigubernamental con su
columnista estrella (Eduardo van der Kooy), quien en la página 6 titula: "La
crisis mundial, otra ocasión que los Kirchner pueden desaprovechar".
Allí podemos leer.
"Sorprendió Cristina Fernández. La Presidenta incurrió ayer quizás en una
lectura frívola sobre la debacle económica mundial que tiene su epicentro en
Estados Unidos. ¿Por qué razón?"
"Se atrincheró en un discurso político que sólo apuntó a resaltar las supuestas
bondades del modelo económico argentino. Como si este modelo constituyese una
isla en el universo de la globalización"
"El gobierno se molestó semanas atrás cuando algunas consultoras internacionales
echaron sombras sobre la economía argentina y sobre su futura capacidad de pago.
Uno de esos duros informes provino del Banco de Inversión Lehman Brothers, caído
esta semana en bancarrota. El trabajo fue confeccionado, entre otros, por el
economista argentino Guillermo Mondino, un ex colaborador de Domingo Cavallo."
Podríamos pensar que la presidenta argentina está molesta porque desde
diferentes esferas internacionales su gobierno es atacado permanentemente,
mientras nada se ha dicho de la fragilidad del sistema económico mundial con
epicentro en Estados Unidos, que es lo que finalmente se desmorona.
Domingo Cavallo fue el principal ideólogo y ejecutor de las políticas
neoliberales en Argentina, cuando este país entro en una espiral recesiva con
efectos devastadores para la sociedad su sociedad, estas mismas consultoras y
bancas transnacionales gritaban loas a los logros económicos durante el gobierno
de Menem y De la Rúa, sin embargo entonces sí, el país implosionó. Ahora
critican y quienes implosionan son ellos mismos.
Ya es hora de terminar con tamañas hipocresías y falsos pronósticos elaborados
siempre por quienes son los responsables de todas las crisis, el enojo de la
presidenta argentina parece lógico. Los gurúes deberían llamarse a silencio por
un buen rato.
Para contraponer la línea editorial de Van der Kooy y Clarín –y basándonos
únicamente en hechos irrefutables-, habría que ubicar la frivolidad más bien del
lado de quienes elaboran estos informes.
Que la presidenta haga política también es un problema, según el columnista.
¿Qué se supone que hace el presidente de un país?
Más adelante veremos como el engranaje cultural del sistema que nos pretende
dominar, utiliza todas estas matrices para imponer su manera de ver el mundo
desde una aparente neutralidad.
El caso de la valija
Si el gran sabio Don Arturo Jauretche (autor popular argentino, se recomienda
su lectura) viviera, probablemente calificaría a los responsables de este gran
medio como lacayos de medio pelo, en la página 10 se evidencia una vez su
sumisión a una potencia extranjera (me agarró nostalgia sesentista).
Título: "El embajador Wayne (Earl, representante de EE.UU. en Buenos Aires)
admitió que "Hay tensiones" con la Argentina"
Más abajo puede leerse: "En nuestro sistema, la rama judicial es independiente.
Hay un objetivo que es que las leyes de Estados Unidos sean respetadas y el
objetivo del juez es probar la culpabilidad de las personas durante el proceso".
Para profundizar esta matriz se amplía: "Es impresionante cuántos casos contra
funcionarios pasan por la Justicia norteamericana".
Y el periodista remarca luego: "…destacó Wayne, al subrayar la autonomía
judicial de su país. Así aludió a una lista con cerca de 400 funcionarios
norteamericanos que están siendo juzgados en EE.UU."
Buen intento del diario Clarín por separar cualquier manipulación política en el
caso Antonini Wilson, pero para quien quiera enterarse de que esto no es más que
un intento payasesco, los invito a leer la siguiente investigación en