Nuestro Planeta
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Una solución letal
Necesitamos una moratoria de cinco años para los biocombustibles antes de que
estos acaben con el planeta
George Monbiot
www.globalizate.org
Traducción: Félix Nieto
Solía ser una cuestión de buenas intenciones que resultaron ser erróneas.
Ahora, simplemente es un fraude. Los gobiernos que quieren usar biocombustibles
para combatir el calentamiento global saben que estos causan más daño que
remedio. Pero, aun así lo hacen. En teoría, los combustibles producidos a partir
de plantas, pueden reducir la cantidad de dióxido de carbono emitido por los
coches y los camiones. Las plantas absorben carbono al crecer, luego este es
emitido de nuevo al quemarse el combustible.
Al animar a las compañías de petróleo a cambiar las plantas fósiles por las
vivientes, los gobiernos a ambos lados del Atlántico, dicen que están
descarbonizando nuestras redes de transporte.
En el presupuesto presentado la semana pasada, Gordon Brown anunció que
ampliaría el pago de impuestos para los biocombustibles hasta el 2010. A partir
del año que viene todos los proveedores en el Reino Unido tendrán que asegurar
que el 2,5% del combustible que vendan, este hecho de plantas- de lo contrario
deberán pagar una multa de 15 peniques por litro. La obligación aumenta a un 5%
en el 2010(1). Para el 2050, el gobierno aspira a que el 33% de nuestro
combustible provenga de las plantas (2). El mes pasado George Bush anuncio que
multiplicaría por cinco el objetivo para los biocombustibles (3): en el 2017
deberán sumar el 24% del combustible para el transporte (4).
¿Pero que hay de malo con estos programas? Solo que son una fórmula para el
desastre medioambiental y humanitario. En 2004 esta columna aviso que los
biocombustibles crearían un conflicto: alimentar a los coches o las personas.
Sin lugar a dudas, serán las personas las que perderán: aquellos que se pueden
permitir conducir, son por definición, más ricos que aquellos que están en
peligro de morir de hambre. También significara la destrucción de selvas y otros
ecosistemas importantes. (5).
Por esto he recibido mas ataques que en cualquier otra columna que haya escrito,
excepto cuando ataqué a los conspiradores del 11 de Septiembre. Me dijeron que
mis afirmaciones eran ridículas, de risa, imposibles. Bien, en un aspecto yo
estaba equivocado. Pensé que esos efectos empezarían a manifestarse dentro de
muchos años. Ya están ocurriendo.
Desde principios del año pasado los precios del maíz se han doblado. (6) El
precio del trigo ha alcanzado los niveles mas altos de los 10 últimos años,
mientras que las reservas de ambos, están en las cifras más bajas de los últimos
25 años. (7)
Se han producido revueltas alimenticias en México y se han presentado informes
que dicen que los pobres están empezando a padecer las consecuencias en todo el
planeta. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos avisa: "Si tenemos una
sequía o una mala cosecha, tendremos una situación tan volátil como la de los
años 70, y aunque no ocurra este mismo año, nuestras reservas continuaran siendo
bajas el año que viene." (
Según la Organización de Agricultura y Alimentos de las NNUU, el motivo
principal es la producción de etanol: el alcohol que se usa para el combustible
de los motores, que se puede obtener del maíz y del trigo. (9)
La respuesta de los granjeros será aumentar la producción al aumentar los
precios, pero no esta claro que puedan cubrir la demanda, si lo hacen será a
costa de destruir valiosos ecosistemas.
Ya sabemos que los biocombustibles son más dañinos para el Planeta que el
petróleo.
Las NNUU acaban de publicar un informe en el que dice que para el año 2022 el
98% de las selvas de Indonesia habrán sido degradadas o desaparecido
completamente. (10) Hace cinco años las mismas agencias predijeron que esto no
ocurriría hasta el 2032.
Pero eso lo reconocieron sin considerar la plantación de la palma de aceite para
la obtención de combustible para el mercado europeo. Ahora esta es la principal
causa de deforestación y será la responsable de la extinción del orangután
salvaje. Pero el tema no se queda ahí; al quemar los bosques, los árboles y el
suelo que los sustenta se convierten en dióxido de carbono. Un informe de la
consultora holandesa Delft Hydraulics muestra que por cada tonelada de
combustible obtenido de la palma de aceite se producen 33 toneladas de emisiones
de CO2, o lo que es lo mismo, diez veces mas que las producidas por el petróleo.
(11).
Siento la necesidad de repetirlo: el biocombustible producido de la palma de
aceite contribuye DIEZ VECES MÁS al calentamiento global que el diesel
ordinario.
Se están produciendo efectos similares en todo el mundo. Los productores de caña
de azúcar se están adentrando en ecosistemas únicos (El Cerrado) en Brasil y
productores de soja están destruyendo la selva amazónica. George Bush acaba de
firmar un acuerdo con Lula con lo que la situación será mucho peor. Los
indígenas en América del Sur, en Asia y en África están comenzando a protestar
por la incursión de los productores de combustible en sus tierras. Una petición
lanzada por Biofuelwatch, ruega a los gobiernos del Oeste a que se detengan, ha
sido firmada por activistas de 250 grupos (12).
El gobierno británico conoce este problema. El año pasado el Ministro de
medioambiente David Miliband en su blog reconocía que las plantaciones de palma
de aceite eran las causantes de la destrucción del 0,7% de las selvas de Malasia
anualmente, reduciendo una fuente natural vital y en el proceso, destruyendo el
hábitat natural del orangután. Todo esta relacionado." (13) No como las
políticas gubernamentales.
El motivo por el que los gobiernos están tan entusiasmados con los
biocombustibles es que no molestan a los conductores. Parece que reducen la
cantidad de carbono de nuestros coches, sin la necesidad de nuevos impuestos.
Esto es una ilusión mantenida por el hecho de que solo las emisiones producidas
en el país cuentan en nuestro total nacional. La desaparición de los bosques en
Malasia no aumenta nuestro impacto oficial ni en un gramo.
En Febrero la Comisión Europea tuvo que decidir entre la eficiencia en los
combustibles o los biocombustibles. Intentaban decir a las compañías
automovilísticas que la media de emisiones de los nuevos coches debería ser de
120gr por kilómetro para el 2012. Después de un intenso lobby por parte de
Angela Merkel en nombre de sus productores de coches, se echaron atrás y
aumentaron el límite a 130grpkm. Se anuncio que compensarían este aumento con el
uso de biocombustibles. (14)
El gobierno Británico dice "que requerirá a los proveedores de combustible a que
informen del ahorro de carbono y de la sostenibilidad de los biocombustibles que
provean." (15)
Pero no les insta a tomar medidas. No puede: sus consultores ya han mostrado que
si se intenta imponer unos niveles más estrictos medioambientales a los
biocombustibles, esto incumplirá las reglas del comercio mundial (16). Aunque
los biocombustibles "sostenibles" ocupasen solo el espacio que actualmente
ocupan otros cultivos, los desplazaría hacia otros ecosistemas.
Promete que un día habrá una segunda generación de biocombustibles obtenidos de
paja, hierba o madera, pero existen importantes obstáculos técnicos, (17) además
para cuando ésta nueva generación esté lista, el daño ya estará echo.
Necesitamos una moratoria en todos los objetivos e incentivos para los
biocombustibles, hasta que una nueva generación pueda ser producida por menos de
lo que cuesta la producción de combustible de la palma de aceite o del azúcar de
caña.
Incluso entonces, los objetivos fijados deben ser bajos y aumentarlos sólo
cautelosamente. Sugiero una congelación de cinco años.
Esto requerirá una campaña masiva, mas dura que la que consiguió una congelación
de cinco años en la plantación de semillas modificadas genéticamente en el Reino
Unido. Eso fue importante- las semillas genéticamente modificadas daban a las
grandes compañías un control sin precedentes sobre la cadena alimenticia.
Pero la mayor parte de sus efectos son indirectos, mientras que la devastación
provocada por los biocombustibles es inmediata y visible.
Este es el motivo por el que será más difícil de detener: incentivada por las
políticas gubernamentales, granjeros y compañías químicas están realizando
magnificas inversiones. Detenerlos requiere una batalla muy dura, pero debe ser
luchada.
Te puedes unir a la campaña en: