Nuestro Planeta
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Energía nuclear, crisis energética y sociedad ecológica
El horror de una guerra nuclear sigue siendo tan probable como antes del final
de la guerra fría
Pedro Di Girólamo Armanet
Rebelión
En 1985, como aproximadamente en la actualidad, existía el potencial nuclear
para destruír 50 veces todas las ciudades del Mundo -se estimaba que los
arsenales nucleares alcanzaban los 15.000 megatones, siendo un megatón el
equivalente a 80 bombas atómicas como la empleada en Hiroshima, lo que implica
que contenían y contienen una potencia explosiva equivalente a 1 millón 200 mil
Hiroshimas (Norman Myers: Atlas Gaia de la Gestión del Planeta; 1985). Para no
hablar de un Invierno Nuclear, resultante de una conflagración global, que
posiblemente acabe con todo ser viviente sobre el Planeta.
Los tratados firmados entre la ex Unión Soviética y Estados Unidos no han
conducido a mayores resultados y no consideran al resto de las potencias
nucleares del Mundo, como son Francia, Inglaterra, China, India, Pakistán,
Israel y Corea del Norte, con Irán queriendo posiblemente sumarse próximamente.
Respecto a las plantas de la llamada "Energía Nuclear Pacífica" –de las que
existen 435 plantas en operación en 31 países del Mundo (enciclopedia Wikipedia
de Internet)-, se las ensalza últimamente como una solución a la contaminación
atmosférica debida a la quema de combustibles fósiles –lo que conduce a los
amenazantes peligros públicamente conocidos del Calentamiento Global-, y a la
presente y creciente crisis energética que su uso actual y próximo agotamiento
acarrea y acarreará.
Ante esto es necesario, por una parte, resucitar los argumentos del movimiento
antinuclear de los años ’70 en contra de esta forma de energía, que continúan
estando vigentes:
1.- Oposición a la existencia de grandes y vulnerables operaciones conducidas en
secreto, resultantes en un Estado Policial.
2.- La extracción de uranio, más su procesamiento, enriquecimiento, transporte,
reprocesamiento y acumulación de los desechos están llenos de problemas de
contaminación y seguridad.
3.- La Energía Nuclear es la forma más costosa de producir energía eléctrica, y
está sujeta a la ocurrencia de accidentes de los que emana masiva y letal
radioactividad.
4.- Las plantas de energía nuclear producen plutonio, que tiene una vida media
de 500.000 años en que continúa siendo letalmente radioactivo (Fritjof Capra: El
Punto Crucial; 1982), plutonio que se usa para hacer las llamadas "Bombas
Finales"... Esto, además, contribuye a la proliferación de armas nucleares y al
tráfico de sustancias radioactivas por mafias internacionales.
Por otra parte, refiriéndonos a la crisis energética que comienza a vivirse en
todas partes del Mundo por el agotamiento de los combustibles fósiles –de los
que depende prioritariamente la Sociedad Industrial Contemporánea para su
funcionamiento-, cabe mencionar a las Tecnologías que usan Energías Alternativas
Renovables, como son la solar, la eólica, la geotérmica, la mareomotriz y la
hidroeléctrica usada en pequeñas centrales, todas ellas no causantes de daños
ambientales y sociales.
Estas tecnologías no son capaces de igualar la potencia jamás repetible en la
historia de los combustibles fósiles no renovables, por lo que estaríamos
despidiéndonos de la llamada Era de los Combustibles Fósiles, y optando entre un
Mundo plagado de problemas ambientales y sociales u otro con un consumo más
eficiente, limpio y menor de energía basado en las Energías Renovables.
Estas Tecnologías Alternativas apuntan a una sociedad Mundial descentralizada
para su pleno aprovechamiento –la que podríamos llamar Sociedad Ecológica-, lo
que redundaría además en la solución de la crisis alimentaria que se aproxima,
debido a la crisis asociada del transporte que pronto se avisora.
Pedro di Girólamo
(Desde CHILE, Sudamérica)
piedro64@hotmail.com
P.S.: Respecto de los Biocombustibles, es obvio que hay que darle prioridad al
cultivo de alimentos y a los bosques. Y al Hidrógeno, hay serios especialistas
que cuestionan que sea la panacea para la sociedad industrial como tanto se
menciona.