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La Agencia Medioambiental de la ONU falsifica sus estudios sobre la contaminación radiactiva en el Líbano
LLRC-Green Audit
En varios boletines anteriores hemos ido informando de diversos hallazgos de
radiactividad en cráteres de bombas israelíes y en los filtros de ambulancias
libanesas (1,2,3). Ahora el informe de la Agencia Medioambiental de las Naciones
Unidas UNEP sobre el Líbano dice que no han encontrado uranio. No hay que
extrañarse, la UNEP posee una amplia experiencia en no encontrar lo que
supuestamente busca. Lo mismo hizo en Yugoslavia. Una de sus estrategias es
utilizar aparatos inadecuados. Aquí nos centramos en ello.
Según este informe de la UNEP:
"La elección de los instrumentos utilizados en la evaluación medioambiental en
el Líbano fue hecha según la extensa experiencia de la UNEP en dicho tipo de
aparatos en misiones anteriores de UE en los Balcanes y en la misión conjunta
IAEA/UNEP en Kuwait. Debido a su elevada sensibilidad, su efectiva alarma
sonora, durabilidad, y robustez, estos instrumentos han demostrado ser ideales
para dichas misiones."(4)
El problema con toda esta petulancia es que en los Balcanes y en Kuwait el UNEP
estaba buscando uranio proveniente de munición penetra-blindajes; en el Líbano
la situación era bastante distinta. Cuando las municiones de uranio no impactan
contra objetivos duros, el uranio no se quema y el penetrador puede permanecer
entero. Se sabe que los niños iraquíes a veces los guardan como objetos para
jugar con ellos, y el Dr. Gunter Horst -uno de los primeros activistas anti-UE
recogió uno en Iraq. Cuando aterrizó a su vuelta en Alemania hizo sonar las
alarmas del aeropuerto y fue arrestado, para su sorpresa y consternación.
Incluso la munición que llega a alcanzar objetivos duros deja metralla. Esto es
con lo que el UNEP estaba tratando, y debido a que los aviones de guerra tienen
cámaras a bordo para fotografiar sus misiones, incluso tenían algunos registros
para saber en qué lugares tenían que mirar.
En el Líbano la situación es diferente. Fue una campaña de bombardeo durante la
cual quedó claro que había uranio en las bombas. A diferencia de las municiones
de artillería, probablemente todo el uranio se quemó. Al UNEP se le dijo esto en
agosto, por lo que ya sabían lo que se suponía que estaban buscando.
Desafortunadamente tienen una espantosa trayectoria histórica de estudios para
detectar polvo de uranio, véase esta crítica a su misión en Kosovo en 1999-2000
(5).
El informe del UNEP enumera los instrumentos utilizados en el estudio del
Líbano. Ninguno de ellos es adecuado para encontrar polvo de uranio. Únicamente
uno de ellos sería capaz de detectar uranio proveniente de armas a las bajas
concentraciones que probablemente se producirían por el uso de armas de uranio,
pero requeriría que el operador del detector se fuera moviendo a velocidad de
caracol sobre sus manos y sus rodillas. Ya hemos explicado con anterioridad que
el encontrar uranio proveniente de armas no es una tarea sencilla. El LLRC ha
sido capaz de hacerlo, por ejemplo en el Líbano (6) combinando su conocimiento
de las leyes de la física con una instrumentación apropiada que nos ha costado
miles de libras. Cualquier instalación nuclear tiene equipos todavía mejores y
no existe excusa alguna para que el UNEP no utilice lo que son instrumentos
estándar en la industria.
La conclusión inevitable es que el UNEP es incompetente, o que las personas que
entrenaron, equiparon, y dirigieron el equipo querían que no se encontrase
uranio.
Este informe trata únicamente de los instrumentos utilizados. Informaremos más
tarde sobre los resultados del UNEP.
Resumen del apartado 3 del informe del LLRC.
LA DETECCIÓN DE URANIO PROVENIENTE DEL USO DE ARMAS
El uranio proveniente del uso de armas se encuentra (muy raramente) en forma de
trozos de metal no quemado, como en el caso del material penetrante, o
(frecuentemente) en forma de polvo negro que contiene óxidos de uranio. El
uranio de las armas consiste principalmente en U-238, que es un emisor alfa.
Existen sin embargo dos isótopos hermanos del U-238 que emiten rayos beta: el
Protoactinio-234m y el Torio-234, que se encuentran en equilibrio secular, lo
que quiere decir que para cada desintegración de U-238 se produce también una
desintegración beta de cada uno de los isótopos Pa-234 y Th-234 que se
convierten en U-234.
Por lo tanto, las emisiones del uranio son una partícula alfa y dos partículas
beta. Las emisiones de rayos gamma del U-238 no son detectables aunque se
producen emisiones gamma muy débiles del Pa-234m. El rango de emisiones alfa del
uranio es de unos 2 cm en el aire, y las partículas alfa son detenidas por una
hoja de papel. El rango de las partículas beta de los isótopos hermanos es de
alrededor de 30 cm en el aire, por lo que éstas podían ser detectables con un
instrumento adecuado.
El resultado de esta situación es que es completamente imposible detectar una
contaminación de uranio producida por armas con un instrumento de detección de
rayos gamma. Es imposible utilizar un instrumento que está diseñado para
explorar uranio en sitios donde hay grandes depósitos, ya que la contribución
del pico débil del U-235 a 185 keV puede detectarse únicamente si el depósito es
suficientemente grande y el contenido de uranio es elevado y suficiente como
para que merezca la pena extraerlo a nivel comercial (es decir, miles de Bq por
kg). El único instrumento que podría utilizarse para los trabajos de exploración
de campo si se quisiera analizar la contaminación por polvo de óxidos de uranio
utilizado en armas sería un detector de partículas beta que fuera sensible.
Hemos demostrado la veracidad de esta afirmación al intentar medir la radiación
en terrenos y en polvos contaminados por uranio proveniente de armas utilizando
contadores Geyger, contadores de centelleo de ventana delgada, y scintilómetros
gamma. Es posible detectar uranio únicamente con un instrumento que tiene (a)
una ventana con una gran área de superficie y (b) una ventana lo suficientemente
delgada como para permitir una detección significativa de rayos beta.
- El scintillometros saphymo-srat s.p.p.2 nf utilizado por la UNEP
Este tipo de instrumento es un detector gamma. No puede detectar partículas alfa
o beta. Es prácticamente inútil para la detección de uranio en el campo a menos
que existan grandes depósitos, lo que contribuiría a un pico gamma débil por
U-235 a 185 keV. Es un detector de centelleo gamma de yoduro de sodio de baja
resolución. El instrumento está diseñado para medir rayos gamma y, junto con un
analizador multicanal, para producir un espectro gamma de baja resolución para
determinar el origen de la radiación (es decir, el elemento que la produce).
Nosotros hemos utilizado un detector más sensible de yoduro de sodio Crismatec
de dos pulgadas para algunos trabajos de campo (por ejemplo para detectar el
Cesio-137 que es un emisor gamma).
En un experimento que llevamos a cabo en el laboratorio, este detector fue
incapaz de detectar una muestra de terreno contaminado con uranio proveniente de
armas que contenía 200 Bq/kg de uranio. Esto se explica por el hecho de que
ninguno de los 200 Bqs eran causados por desintegraciones gamma.
- El instrumento Inspector utilizado por la UNEP (7)
Este instrumento es un contador Geyger de campo de tamaño pequeño que cabe en la
palma de la mano, versátil y útil, con un detector tipo pancake. La detección de
partículas beta es posible ya que la ventana de este instrumento es delgada. Sin
embargo, debido a que es un contador Geyger y a su pequeño tamaño, el área
efectiva de la ventana es únicamente de 16 cm2. Y debido al material de la
ventana, que aunque es delgada tiene que ser lo suficientemente gruesa como para
utilizarlo como contador Geyger (8), la sensibilidad a los rayos beta no es
demasiado buena, de alrededor del 35%. Como instrumento de exploración de campo
sería difícil saber cómo podría utilizarse para proporcionar cualquier
resultado, ya que a bajos niveles el instrumento compensa su área de detección
mostrando el promedio de 30 segundos. El instrumento debería sujetarse a unos
10cm del trozo de suelo que se quisiera analizar y mover el aparato con una
velocidad lo suficientemente lenta como para presentar la superficie de interés
a la ventana de detección durante 30 segundos. Así que se tardaría una cantidad
de tiempo considerable en cubrir un área pequeña. En principio esto podría ser
lo máximo que podría conseguir el UNEP con el instrumento que utilizó.
El Inspector es el único instrumento que utilizaron que podría detectar uranio
proveniente de armas (mediante la detección de la radiación beta de sus isótopos
hermanos el Protactinio-234m y el Torio-234), y requería que la persona que lo
manejara permaneciera en cada uno de los sitios donde se tomarán mediciones
durante bastante tiempo (varios minutos).
- El Medidor de Ritmo de Dosis Automess AD 6 y su sonda Alfa-Beta-Gamma AD-17
Fuimos incapaces de encontrar los detalles técnicos de este instrumento. Sin
embargo, el UNEP aparentemente limitó su uso a las mediciones de ritmos de dosis
gamma de fondo, por lo que no fue utilizado como un instrumento de exploración.
- El instrumento Fieldspec identiFINDER-N/He-3
Este es otro detector de cristal de centelleo de rayos gamma y no puede detectar
partículas alfa o beta. Es en realidad un espectrómetro de rayos gamma de
pequeño campo con un cristal más pequeño (menos sensible) que el del instrumento
Saphymo, y una vez más resulta inútil para detectar uranio ya que el uranio no
es un emisor de rayos gamma (9).
- ¿Cómo llevar a cabo un estudio para buscar uranio proveniente de armas?
En base a nuestra experiencia en Kosovo e Iraq, se debe intentar medir
desintegraciones beta utilizando un contador de centelleo con una ventana grande
y delgada como los que se fabrican para la industria nuclear en trabajos de
descontaminación. Nosotros utilizamos sondas de Fósforo Dual de 4 pulgadas Tipo
DP2 junto con un instrumento de integración Electra 1 (Nuclear Enterprises,
Beenham, Berkshire).
Estos aparatos tienen un área de superficie de 100 cm2 y son capaces de
distinguir emisiones alfa y beta. La sonda al final de su cable EHT se arrastra
lentamente a lo largo del área que se está analizando a una altura de unos 10 cm
del suelo. Se debe tener cuidado de que la ventana no toque ningún objeto ya que
hasta la hierba puede penetrar a través de la ventana y dañar el detector. La
tasa de fondo es normalmente de unas 2 cuentas por segundo. El uranio u otro
tipo de contaminación se detecta cuando se observa un aumento de la tasa que
alcanza valores de alrededor de 4 cuentas por segundo o más. Se debe tener
cuidado ya que pueden existir variaciones de la señal debido a fluctuaciones por
rayos cósmicos.
El material del cráter de Khiam que contenía de 300 a 400 Bq/kg de uranio
(debido a una contaminación rápida de la superficie) daba 4,5 cuentas por
segundo en comparación con las dos cuentas por segundo de fondo. La máquina
'Inspector' utilizada por el UNEP tiene un área de superficie seis veces menor
que la del DP2. Si tuviera la misma eficacia de conteo (y no la tiene), su
respuesta a la misma contaminación sería un aumento de su integral de 30
segundos de 0,125 cuentas por segundo a 0,28 cuentas por segundo, lo que
requeriría un gran tiempo de integración para poderlo detectar.
Una vez que se localiza un material que da una clara señal de radiación beta
significativamente elevada, se debe tomar una muestra y examinar el material en
el laboratorio. Un método alternativo para detectar muestras que contengan
uranio proveniente de armas es la utilización de métodos de trayectorias alfa de
plásticos C39, pero esto no es realmente utilizable en estudios de campo (10).
- CONCLUSIONES
Los científicos que aconsejaron al UNEP y que llevaron a cabo la exploración de
campo son o bien unos incompetentes, o si no, diseñaron su estudio para que de
manera deliberada no se detectara la presencia de uranio en el área.
La "extensa experiencia" del UNEP hizo que eligieran instrumentos que no serían
capaces de detectar precisamente lo que estaban buscando.
Notas citadas:
1- Boletín armas contra las guerras nº132. - Confirmada la utilización de armas
radiactivas y de fósforo por el ejército israelí en el Líbano. A. Embid. - "Khiam
sur del líbano. Anatomía de una bomba". Flaviano Masella, Angelo Saso, Maurizio
Torrealta.
2- Boletín armas contra las guerras nº 133. 1- Más pruebas de la presencia de
uranio en el aire del Líbano tras el reciente conflicto. Green Audit.
3- Boletín armas contra las guerras nº 136. 1- Los informes del programa de las
naciones unidas mienten sobre la utilización de armas radiactivas en la guerra
del Líbano.
4-