Medio Oriente - Asia - Africa
|
Con moderados así, no hacen falta radicales
Así son los políticos moderados en Israel
Gideon Levy
Haim Ramon ha reaparecido con fuerza. Como si de una reinvención del idioma
hebreo se tratara, ha acuñado un término: "oxígeno infraestructural". Israel
debe atacar al oxígeno infraestructural de Gaza. Fiel a sus sugerencias durante
la Segunda Guerra del Líbano ("Está permitido destruirlo todo"), se ha
convertido ahora en el progenitor de la doctrina que aboga por cortar la
electricidad, el suministro de gasolina y de agua potable a la ciudad de Gaza.
Ramon se siente muy orgulloso de su plan demoníaco: "Es la primera vez que el
Gobierno ha debatido acerca de este tipo de propuestas", dijo. Desde su punto de
vista, el punto de vista jurídico es "una alucinación"; no existe ninguna
diferencia entre Hamas y Al Qaida. Y, ¿qué pasaría si el corte del suministro de
agua y electricidad en Gaza no resultara efectivo? "Si no lo probamos, no lo
sabremos", dijo el Ministro a la persona que le entrevistaba. O sea, que estamos
ante un experimento realizado sobre seres humanos. Como todos sabemos, Ramon
representa a un partido centrista, y se le considera como a uno de los moderados
del partido.
La Ministra de Exteriores, Tzipi Livni también es moderada. Apoya también la
doctrina impulsada por Ramon. Ella dice que "Es inconcebible que la vida en Gaza
continúe siendo normal". Bajo el punto de vista de la moderada Ministra de
Exteriores, la vida en Gaza es "normal" –parece que no tiene ni idea acerca de
cómo es realmente la vida allí- y un corte de los suministros acabará con los
misiles caseros Kassam fabricados por Hamas. La sedienta, hambrienta y asfixiada
población ejercerá presión y, abracadabra, se acabarán los Qassams.
Estas estúpidas ideas han provocado menos protestas entre nosotros que aquella
acerca de la obligación de los ciclistas de llevar casco. Todo el debate se
llevó a cabo de un modo solemne: una persona propone el corte de suministro de
electricidad, mientras otra sugiere terminar con la distribución de cigarrillos
y perfume. Nadie se opone ni protesta contra la medida, todo lo que tenemos que
hacer es escuchar la opinión de los asesores legales, decidir y, por último,
ejecutar. Avigdor Lieberman, Shaul Mofaz y Avi Dichter ya no son necesarios: los
moderados están haciendo su trabajo. El discurso israelí ha pasado a ser
monstruoso, y lo más terrible es que estas propuestas no provienen de los más
extremistas, sino de la corriente centrista. ¿Y qué dice la izquierda?: "No
existen palestinos moderados". Bueno, entonces tampoco hay israelíes moderados.
En nuestro caso, el centro es en realidad la derecha disfrazada.
Pero, afortunadamente, justo cuando esta incitación a la comisión de crímenes de
guerra se planteó, Human Rights Watch, la reputada e imparcial organización
usamericana, publicó un informe en el que se demuestra que los oficiales del
ejército israelí cometieron crímenes de guerra en Líbano y que Israel violó
seriamente el derecho internacional al matar indiscriminadamente a cientos de
ciudadanos.
Las propuestas de Ramon y Livni preparan el terreno para el próximo informe.
Tras poner en marcha el plan de Ramon, se intensificará el boicot a Israel y se
invitará a llevar a los responsables del próximo crimen ante un juez.
No hay lugar para la discusión acerca de los matices legales: el hecho de
infligir daño intencionadamente a la población civil es un crimen de guerra. Y
los cuarenta años de ocupación de Gaza no han terminado, simplemente han
cambiado las formas. Pero el camino que quiere llevar Ramon no es solo ilegal e
inmoral, es además ineficaz. ¿Cuánto tiempo más vamos a creer que machacar a la
población puede hacerla más moderada? ¿No son suficientes cuarenta años de
experiencias amargas suficientes para enseñarnos que lo cierto es justo lo
contrario?
Una pregunta más: ¿Es más importante para nosotros el destino de Gilad Shalit
que el de los niños de Sderot? ¿Por qué se puede negociar con Hamas cuando esta
opción surge de Shalit mientras que la posibilidad de conversaciones similares
con el grupo en una situación de alto el fuego –el único modo de asegurar la
seguridad de los niños de Sderot- parece ser una herejía? Los padres de Sderot,
deberían haber sido los primeros en demandar al gobierno un alto el fuego, en
lugar de enviar al ejército israelí a Gaza y llevar adelante las locas
propuestas de Ramon.
Debemos recordar por un momento el último apagón que vivimos. En junio de 2006
la Compañía Eléctrica Israelí puso en práctica diversos apagones que duraron
varias horas –sólo varias horas-. Fue un infierno: se colapsaron las líneas
telefónicas por llamadas de personas atrapadas en ascensores, un habitante de
Ofakim, que necesitaba su máquina de oxígeno para vivir, fue hospitalizado muy
grave. ¿Están Livni y Ramon preparados para entender el significado de un corte
del "oxígeno de infraestructuras" durante días y semanas? ¿Están preparados para
asumir la responsabilidad de hacer esto tras saber que el resto del mundo ha
manifestado su opinión y, tal vez, incluso emprenda acciones legales? Muchos
jefes de Estado convictos se sientan ya en las prisiones de La Haya.
Fuente: