Medio Oriente - Asia - Africa
|
![]() |
�frica y la familia.
La familia tradicional constituye la unidad b�sica de producci�n y consumo
Dolores Koening
Prensa Latina.
Aunque es imposible establecer una estructura familiar �nica entre las gran
diversidad que puede encontrarse en el �frica subsahariana, hay algunas
caracter�sticas de tipo general: el concepto se refiere a una unidad de
parentesco m�s amplia que la familia nuclear; este es el de familia extensa, que
agrupa dentro de un mismo recinto a varias generaciones incluyendo ni�os, hijos
casados, y a menudo hermanos y sus esposas..
.
Tambi�n madres viudas, hermanas que dejaron a sus esposos y retornaron a su
linaje natal, y una variedad de parientes j�venes y hermanas patrilineales. Un
hombre rico habitualmente tiene muchos dependientes, que no son sus propios
hijos, viviendo en su recinto habitacional..
.
Se habla en esos casos de una relaci�n de parentela o de adopci�n, y las
personas incluidas en esta categor�a tienen los mismos derechos y obligaciones
que los familiares unidos por lazos biol�gicos..
.
Las distintas unidades familiares se agrupan en una comunidad, a cargo de un
jefe al que reconocen respeto y lealtad. Este jefe es cabeza de linaje y el
t�tulo corresponde habitualmente al miembro m�s antiguo del grupo patrilineal..
.
Los miembros de cada familia tienen acceso a casas separadas de acuerdo con su
grupo de edad, sexo y estado marital. Las habitaciones comprenden por lo general
graneros y cocinas propios. Los acomodos residenciales var�an de un grupo �tnico
al otro..
.
Entre los Ga, en el sur de Ghana, hombres y mujeres viven en residencias
individuales y separadas; hay recintos para los hombres y recintos para las
mujeres. Sin embargo, todos comen de una olla com�n..
.
La comida es cocinada en una casa y luego se divide y come en las diferentes
viviendas. Este sistema implica que los padres dificilmente tienen alg�n
contacto con sus hijos, que son educados por los parientes..
.
La separaci�n residencial de las esposas se asocia con un control separado del
ingreso y de los bienes, y con una distancia psicol�gica y social entre marido y
mujer, acompa�ada de falta de intimidad..
.
En cuanto al sistema de herencia, las ni�as heredan los bienes de la madre y los
ni�os los del padre. Se asume que el padre debe contribuir a la manutenci�n de
mujeres e hijos y ejerce su autoridad tanto sobre ellos como sobre los otros
miembros del grupo de parentesco. Estos patrones de separaci�n conyugal a�n
existen en cierta medida..
.
En todo el pa�s, cerca de un cuarto de las parejas rurales y dos quintos de las
urbanas viven separadas. Las mujeres Ga tienen una reputaci�n de autonom�a e
independencia que se refleja tanto en su organizaci�n dom�stica como en su
esp�ritu empresarial..
.
El principio organizacional b�sico de la vida familiar tradicional est� dado por
los lazos de parentesco. Los matrimonios, generalmente polig�micos, son vistos
como una uni�n entre dos grupos de parentesco, m�s que entre dos individuos, y
son arreglados por un miembro de la familia de sexo masculino cuando la mujer es
muy joven, y a veces, cuando todav�a no ha nacido..
.
Esto hace, del matrimonio, m�s una uni�n comercial que emocional, en el que la
dote matrimonial juega un papel importante. Mediante �sta el esposo entrega
ciertos bienes a la familia de la novia. Mientras m�s alta la dote, mayor es el
prestigio de la mujer..
.
La transacci�n le confiere a la mujer una posici�n social reconocida y la obliga
a prestar al hombre diversos servicios. Si el hombre no provee la dote acordada,
sufre una fuerte sanci�n social, pr�ctica que en algunas sociedades se mantiene
hasta nuestros d�as..
.
Con respecto al grupo de parentesco natal, la identidad de la mujer es
inalienable. A�n en las sociedades patrilineales, en las que la mujer vive con
la familia del marido, �sta mantiene los v�nculos con su familia de origen,
puede participar en sus ceremonias rituales y regresar a su familia si se
divorcia..
.
La poligamia asegura que todas las mujeres en edad matrimonial tengan un esposo
y maximizan la tasa de natalidad en una sociedad donde el n�mero cuenta antes
que nada, en la batalla por la supervivencia de la familia, del clan o de la
tribu, en situaciones a menudo violentas..
.
El poder comercial y pol�tico del jefe de familia se ve incrementado por el
hecho de tener muchos hijos de diversas mujeres, ya que esto le permite extender
las alianzas matrimoniales a un mayor n�mero de familias. La poligamia se
convierte as� en un instrumento para extender el �rea de comercio e intercambio,
y tambi�n las zonas por las cuales un hombre puede transitar con seguridad en
per�odo de guerra..
.
A�n hoy, un anciano que tiene muchos hijos y parientes fornidos puede imponerse
m�s en una reuni�n, en su aldea, que un hombre no tan bien rodeado..
.
En Africa del Este y Africa del Sur, la poligamia da lugar a un contingente de
j�venes guerreros a los cuales se impone la solter�a hasta que el jefe los
autorice a casarse. Esto es muy importante en sociedades tales como la Zul�,
donde organizan a sus j�venes en brigadas..
.
El jefe de familia tiene asimismo control sobre los recursos productivos,
especialmente la tierra, la fuerza de trabajo y en algunos casos sobre la
producci�n agr�cola, y asegura el cumplimiento de los lazos de reciprocidad..
.
Entre los Mandinga, habitantes de las sabanas de Africa del Oeste, la antig�edad
en el sistema de patrilineaje constituye el medio m�s com�n de acceder al poder
y de controlar la distribuci�n de recursos. Es el jefe quien organiza el trabajo
de todos los miembros de la familia en los grandes terrenos comunales donde se
cultivan los cereales destinados a la subsistencia, que son b�sicamente el sorgo
y el mijo..
.
Llegado el momento de la cosecha, el jefe almacena los cereales en el granero
familiar y est� a cargo de las reservas para alimentar al grupo familiar a lo
largo del a�o. Cada d�a proporciona grano del granero familiar a las mujeres
miembros de su hogar y estas preparan una comida que es consumida por la familia
extensa..
.
Aunque hombres y mujeres adultos deben contribuir con una cierta cantidad de
trabajo en los campos comunales, �stos cuentan adem�s con sus campos
individuales..
.
Yernos, provenientes de diferentes hogares, proporcionan asimismo fuerza de
trabajo en pago de la dote y en la alta estaci�n la mano de obra adicional se
obtiene de los "grupos de edad" o fraternidades y de los grupos de mujeres..
.
Como estas �ltimas provienen de diferentes aldeas y su trabajo se remunera con
comida, este sistema de trabajo-inter-aldeas contribuye a redistribuir alimento
y trabajo, y a extender los lazos de reciprocidad..
.
Los hogares grandes, que cuentan con un gran n�mero de adultos activos, se ven
menos golpeados por la enfermedad o incapacidad de trabajo de alguno de sus
miembros y tienen menos probabilidades de verse afectados por las exigencias de
la agricultura de sabana..
.
Por otra parte, la reciprocidad entre hogares minimiza los riesgos de toda la
aldea durante los per�odos malos y aunque ninguno de los hogares se enriquece
durante los buenos a�os, debido a su obligaci�n de proporcionar grano a otros,
los m�s pobres sufren significativamente menos durante las �pocas de privaci�n..
.
Los jefes de linaje, a su vez, controlan su familia extensa mediante el manejo
de los recursos estrat�gicos. Los hombres m�s j�venes, si bien no tienen poder,
se benefician de las redes de solidaridad en la medida en que estas les
proporcionan esposas, tierra para cultivar y alimentos..
.
Sin embargo, no todas las familias tradicionales siguen patrones
organizacionales semejantes. Por ejemplo, los Basa, que habitan la foresta
Camerunesa entre Yaund� y Douala, constan de unidades familiares peque�as, muy
semejantes a la familia nuclear..
.
Cada mujer y sus hijos gozan de cierto nivel de autonom�a dentro del hogar desde
el momento en que la mujer produce sus propios cultivos en campos de su
pertenencia y controla su producto. Es ella quien cocina cada d�a para s� misma
y para sus hijos, y el marido come por turnos con las diferentes esposas..
.
El hombre cabeza de familia no tiene el mismo poder que su hom�logo en las
comunidades Mandinga, pero act�a como elemento unificador sobre las unidades
agr�colas centradas en las mujeres. Sus actividades consisten en desbrozar los
campos y proveer tierra a sus esposas, y le corresponde asimismo complementar la
dieta con productos de caza..
.
A diferencia de la agricultura de sabana, que requiere de la cooperaci�n entre
familias, el sistema agr�cola de los Basa cuenta con lluvias regulares y
abundantes..
.
Estas condiciones ecol�gicas favorecen m�s la agricultura itinerante extensa y
el individualismo, lo que se evidencia en sus asentamientos dispersos y en los
escasos v�nculos establecidos entre familias..
.
*Dolores Koening es una reconocida investigadora sobre este tema y autora del
libro La estructura familiar en Africa.
Fuente: lafogata.org