Medio Oriente - Asia - Africa
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Hamás estaba contra la pared
Entrevista al politólogo Mohssen Massarrat
Lutz Herden
El politólogo Mohssen Massarrat habla sobre una guerra civil impedida, un
complot de Al Fatal y el gusto corrompido por la democracia.
Lutz Herden: ¿ Se divisa en Gaza un califato establecido por Hamás?
Mohssen Massarrat: Al oír al primer ministro Olmert podría creerse que así es.
El opina que desde la franja de Gaza parte una amenaza para toda la región. Los
medios alemanes traducen este análisis de amenaza del modo siguiente: Hamás
quiere establecer en Gaza un Estado divino y desestabilizar así Egipto y otros
Estados árabes. Ahora bien, si el primer ministro de Hamás, Haniye, rechaza la
disolución del gobierno de unidad por Mahmud Abbas y persiste en la unidad entre
Gaza y la Margen Occidental, contradice esas afirmaciones. Posiblemente sirven
para demonizar a Hamás, estrangular Gaza o incluso preparar y legitimar
meditáticamente un ataque militar israelí contra la infraestructura de Hamás.
Lutz Herden: ¿Pero no presenciamos algo así como otro avance de fuerzas
religiosas muy motivadas en el mundo árabe? Un proceso que sería bienvenido en
Arabia Saudí e Irán.
Mohssen Massarrat: En Riad no ven este desarrollo con buenos ojos. La dirigencia
ve con agrado que el Islam radical gane terreno en el mundo árabe. Pero los
soberanos de Riad, en cambio, podrían ser algún día ellos mismos víctimas de
este desarrollo.
Lutz Herden: ¿Cómo es eso?
Mohssen Massarrat: Porque la radicalización del mundo islámico también ha
afectado a Arabia Saudí. Y por la circunstancia de que Al Fatal ha caído en el
papel de un cuasi colaborador de Occidente, cada vez toman conciencia más
personas en Arabia Saudí.
Lutz Herden: ¿Por qué ha tomado Hamás esta decisión precisamente ahora?
Mohssen Massarrat: Si las informaciones que vamos conociendo responden a la
verdad, la CIA y el Mossad han equipado con armas modernas al dirigente de Al
Fatal Mohammed Dahlan y a las fuerzas de Al Fatal. Además parece que se han
entrenado en El Cairo fuerzas de Al Fatal para proceder violentamente contra
Hamás. Si eso es cierto, es evidente que Hamás no podía permanecer inactiva por
más tiempo. Actuaron rápidamente y se adelantaron al complot de la CIA-Dahlan.
Para ser precisos, Hamás ha evitado así una guerra civil en Gaza.
Lutz Herden: ¿También en la Franja Occidental?
Mohssen Massarrat: Semejante peligro sigue siendo allí muy real puesto que, por
desgracia, hay que partir del hecho de que los USA e Israel podrían alentar al
presidente palestino Abbas a utilizar la violencia contra Hamás en Cisjordania a
fin de desviar la atención del fracaso en la franja de Gaza. En el rostro de
Abbas podía verse la presión a que estaba sometido cuando disolvió el gobierno
de unidad. No obstante puede y debe evitarse una guerra civil en Cisjordania. El
presupuesto sería una tropa de paz árabe que evitase una violencia cada vez
mayor y posibilitase nuevas elecciones.
Lutz Herden: Pero Israel no va a permitir una misión de paz de la Liga Árabe
en su frontera.
Mohssen Massarrat: Podrían reclutarse para esa misión tropas árabes y europeas
por igual, lo que sería aceptable para israelíes y palestinos. Semejante tropa
de paz es necesaria precisamente en Cisjordania para garantizar la legitimación
democrática de un nuevo gobierno palestino mediante nuevas elecciones.
Lutz Herden: Si se contempla la situación, ¿no fue un falso compromiso la
coalición entre Hamás y Al Fatal mediada por el rey saudí en la Meca, efectuada
únicamente para darle a Hamás los frutos de su victoria electoral de enero de
2006?
Mohssen Massarrat: No lo creo. El rey Abdulah ha intentado seriamente arbitrar
entre Hamás y Al Fatal a fin de contrarrestar la influencia de Irán en la
región. Quería establecer, en el sentido de Bush y Rice, un frente sunita (los
palestinos son mayoritariamente sunitas) contra el supuesto peligro chiita. Sólo
que el interés de EEUU por incitar a los sunitas contra los chiitas en la región
se contradecía con el interés de Israel por dividir a los palestinos. Parece que
los Israelíes han salido ganando con el conflicto. Ya antes había conseguido
Olmert que el compromiso de la Meca se rechazase en Occidente y se siguiera
bloqueando el gobierno de unidad negándole el reconocimiento, lo que excitó aún
más las contradicciones interpalestinas.
Lutz Herden: ¿Qué precio tendrá que pagar Hamás? ¿Más aislamiento todavía de
la franja de Gaza?
Mohssen Massarrat: De momento no creo que Hamás emprenda una estrategia ofensiva
y haya planeado la acción a largo plazo. Más bien se halla contra la pared y ha
reaccionado al complot de la otra parte.
Lutz Herden: ¿Un complot de Al Fatah?
Mohssen Massarrat: Y también del Mossad y de la CIA, si son ciertas las
informaciones. Pero, contra todas las demás profecías de que Hamás se extenderá
a Cisjordania, yo sospecho que, a los ojos de los palestinos, sobre todo a los
ojos de todos los que ya no tienen nada más que perder, la organización se
presenta como la única fuerza política que los representa de verdad contra la
ocupación.
Lutz Herden: ¿Si fuese asesor del gobierno israelí, qué le aconsejaría ante
la situación surgida?
Mohssen Massarrat: Maravillosa pregunta. Le aconsejaría: ¡acabad de una vez con
la fracasada política del divide et impera! Dejadla, porque esa política marcha
por el mejor camino para iraquizar Palestina y, con ella, empeorar
dramáticamente la seguridad de los ciudadanos de Israel. Diría claramente: su
política no sólo es profundamente antidemocrática e inmoral, no es más que un
crimen contra la humanidad, incluida la propia población.
Lutz Herden: ¿Y qué le aconsejaría a Hamás?
Mohssen Massarrat: En ningún caso repetir el error de Arafat y Al Fatal y
sucumbir a la tentación de reclamar la representación política única. Le diría a
la dirigencia de Hamás: respeten la multiplicidad de intereses y opiniones del
pueblo palestino. Entonces podrán proporcionar a los palestinos una fuerza que
asustará a los americanos e israelíes. Ante la imposibilidad de una solución
militar, aconsejaría a la dirección de Hamás decidirse por la desobediencia
civil.
Lutz Herden: ¿Qué significan los últimos acontecimientos para la diplomacia
de Condoleezza Rice en Oriente Próximo, y también para el llamado Cuarteto de
Oriente Próximo?
Mohssen Massarrat: Bush y Rice no saben qué decir. Sólo se les ocurren acciones
subversivas, porque evidentemente no entienden que con la destrucción, la
incitación a la colaboración y a la formación de gobiernos títeres no pueden
tener éxito. Por el contrario, los palestinos y cada vez más personas en el
mundo árabe están en el mejor camino para comprender que: la democracia es un
medio eficaz para recuperar su dignidad y poner fin a la ocupación, la
intervención y la arbitrariedad de Occidente. Es una ironía de la historia que
precisamente los representantes de los Estados democráticos tomen partido con
todas sus fuerzas por títeres corruptos y corrompan así el gusto de estas
personas por la democracia. El llamado Cuarteto de Oriente Próximo es desde hace
tiempo un cadáver gracias a su parcialidad, y está bien que lo sea.
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