El Gobierno de EE UU, lo ha declarado materia prima
estratégica.
Coltán, el origen de las guerras en el Congo
Agencias
El coltán conocido como el oro gris , por ser ese su color al ser
extraído, es un mineral fundamental para la construcción y mantenimiento de
centrales nucleares y para fabricar proyectiles perforantes y misiles de largo
alcance. También es imprescindible para la industria de los videojuegos y, por
supuesto, para los teléfonos móviles de tercera generación, para los que se
destina cerca del 60% de la producción mundial. El Gobierno de EE UU, a través
del Pentágono, lo ha declarado materia prima estratégica.
El coltán , apenas arena, fue el verdadero objetivo de la segunda guerra del
Congo, conocida por ello como Guerra del Coltán, en la que murieron cerca de
cuatro millones de personas. Fallecieron de hambre, por enfermedades, tiroteadas
o a machetazos. En esa cruenta guerra, que supuestamente acabó en 2003,
participaron nueve naciones, además de veinte facciones distintas de lealtad
indefinida. Estas naciones y facciones, que para la opinión pública luchaban por
motivos étnicos y políticos, estaban fuertemente armadas. ¿Cómo fue ello
posible, teniendo en cuenta que esas nueve naciones, entre las que se encontraba
Ruanda, son consideradas las más pobres del planeta?
La respuesta es sencilla, pero escalofriante. El coltán no sólo se extrae en la
República Democrática del Congo , donde que está el 80% de los recursos
estimados de este mineral. También hay minas en Brasil, Tailandia y Australia.
Pero en estos últimos países hay que pagar mano de obra en condiciones dignas
que resultan muy caras. Impuestos y tasas gravan la extracción del coltán.
En el Congo es más fácil. Según datos de la ONU, entre 1998 y 2002 se extrajeron
de esta República cerca de 3,9 millones de kilos de coltán , que alcanzaron en
el mundo desarrollado un valor de 793 millones de dólares. Casi el doble de lo
que se obtuvo con los famosos diamantes que también se extraen en el Congo.
A pesar de ello ni uno de esos dólares fue a parar al país africano . Su
Gobierno, actualmente liderado por Joseph Kabila, está constantemente amenazado
por golpes de Estado y revueltas. Poco puede hacer por controlar la zona
noroeste del país, donde se encuentran los yacimientos de coltán, a 1.500
kilómetros de la capital, Kinshasa.
Durante la Guerra del Coltán , el Ejército ruandés ocupó de facto esta zona del
Congo. Ruanda, un país del tamaño de la provincia de Badajoz, domina la
extracción y la explotación de una de las principales riquezas del mundo.
El padre Antonio Molina, de la congregación de los Padres Blancos, que trabaja
desde hace muchos años en el África negra, conoce bien la situación. Explica que
Laurent Kabila, el padre del actual presidente del Congo, solicitó la ayuda del
Ejército ruandés para derrocar el Gobierno del dictador Mobutu en 1997. "Una vez
conseguido el derrocamiento, el Ejército ruandés ya nunca abandonó el Congo. De
hecho, su única intención al ayudar a Kabila padre era la de hacerse fuertes en
la zona minera más rica".
Hombres armados del Ejército de Ruanda dominan los perímetros de las
explotaciones en territorio congoleño. Según hace ver el padre blanco, "los
ruandeses llegan armados y no gastan bromas, la gente es prácticamente
esclavizada ". Y es que las minas y el territorio no es lo único que dominan.
Estos soldados, armados con la aquiescencia, el beneplácito y el dinero del
mundo desarrollado, son los amos y señores de decenas de miles de vidas.