Medio Oriente - Asia - Africa
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El ataque a Irán podría significar el comienzo de la era de las guerras nucleares
Dimitri Sedov
Scoop/Global Research
Traducido por Horacio Garetto
En un artículo titulado "2007: Abriendo Una Nueva Página de la Historia
Universal", publicado en septiembre de 2006, examiné la posibilidad de que USA
ataque a Irán con minibombas nucleares. Igualmente, examiné la posibilidad de
que este ataque represente en la historia de la humanidad el comienzo de la era
de las guerra nucleares. Este artículo tuvo varias respuestas. Algunos autores,
incluidos reconocidos expertos, dudaron de semejante desarrollo de los
acontecimientos. Hoy, en cambio, son pocos los que dudan de que va a haber un
ataque. Pero hoy la cuestión pasa, más bien, por si el ataque será con armas
convencionales o con armas nucleares.
En este orden de ideas querría compartir estas consideraciones:
1.Un ataque a Irán no estaría motivado por nada que no sean puras
consideraciones de conveniencia de la política interna usamericana y por el
apetito insaciable, sin límites, del complejo militar industrial. Bush no tiene
opciones. Su única salida es hacia adelante. El problema no se reduce sólo al
completo fracaso de la doctrina de "la guerra contra el terrorismo". Si la elite
usamericana representada por Bush tomara sus decisiones basándose solamente en
estimaciones del daño a su imagen que podría causar el fiasco de la campaña
contra el terrorismo, seguro que habría muchas más precauciones antes de empezar
otra guerra. Pero el problema es que ellos están motivados por algo más. Esa
política de Bush está respaldada por el conjunto de los fabricantes y
suministradores de armas. Estamos hablando de cifras de tamaños colosales.
Cuando semejantes cantidades colosales de dinero están en danza, las vidas de
los seres humanos y de naciones enteras se convierten en fichas de un juego.
Para estos juegos y jugadores, el destino de Oriente Próximo y de sus pueblos no
significa absolutamente nada, como tampoco significaban nada en su momento los
cuerpos de los vietnamitas y de los camboyanos rociados con napalm en aquellas
guerras espantosas. Uno tiene que ser muy ingenuo para pensar que la maquinaria
del Pentágono pueda frenar y que se puedan permitir perder increíbles cantidades
de plata.
2. La próxima guerra tiene que cumplir con ciertos parámetros. USA está cansada
de Iraq y la opinión pública está cada vez más en contra de la guerra. Por
consiguiente, la ofensiva contra Irán tendrá que ser rápida y victoriosa. Esta
ofensiva tiene que sí o sí salvar a la camarilla de Bush y levantar su
popularidad. No hay ninguna duda de que una guerra exitosa volverá fabulosamente
popular a Bush. En esa sociedad anticristiana que es USA el dios pagano del
éxito tomó el lugar del Salvador. El triunfo bélico pone al público usamericano
ciego y sordo. Esa gente no tiene ninguna conciencia del costo humano de esas
guerras para los pueblos de Oriente Próximo. Pero el hecho nuevo, crucial y
distintivo, ahora, es que solamente el uso de armas nucleares puede garantizar
el triunfo en esta guerra. Sabiendo que USA no pudo ni ganar en Iraq, en un país
plagado de disensiones religiosas y étnicas, mucho menos ganará contra un país
unido y espiritualmente fuerte como Irán. Sólo el uso de armas nucleares puede
lograr dañar con severidad el sistema de control oculto en búnqueres y
descabezar el liderazgo de la nación por muy profundo que puedan estar
escondidos. Dejar a Irán sin sus líderes, con su sistema de control en estado de
parálisis y con su ejército devastado por las mini nukes es la única
opción militar adecuada para USA, que condesciende a conversar de paz solamente
cuando sometió y sojuzgó a su ofensor. Tales conversaciones eventualmente
podrían conducir al viejo sueño de los líderes de USA de un Gran Oriente Próximo
convertido en una gran Disneylandia, dominado por USA e Israel.
He aquí los hechos que ilustran el proceso de preparación de la devastación de
Irán:
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas piensa que un nuevo capítulo de
sanciones debe tener lugar después del 21 de Febrero de 2006. Desde el punto de
vista de la ley internacional, este es un pretexto (esencialmente pobre pero al
menos existente) para "legalizar" una guerra de agresión contra otro país.
Dos grupos de tareas aeronavales conducidos por portaviones provistos de armas
nucleares están moviéndose posicionados en la región. Esas formaciones
estuvieron en misión 5 veces en los últimos 15 años. Y de esas 5 veces en 4
lanzaron ofensivas militares. Para marzo de 2007 los dos grupos estarán en
posiciones de combate.
Fuerzas terrestres adicionales fueron desplazadas a la frontera entre Iraq e
Irán. Los preparativos para una nueva fase de hostilidades están en marcha.
En el mes de febrero sistemas de misiles defensivos Patriot estarán listos para
defender Israel y los grupos aeronavales de golpes aéreos enemigos.
Ingenieros británicos están posicionándose en las regiones dónde se desarrollará
la lucha, en particular colocándose en capacidad de operar en la zona del
estrecho de Ormuz, dónde previsiblemente Irán minará el estrecho.
USA e Israel lanzaron una poderosa campaña de información y propaganda
preparando a la opinión pública para la guerra.
El comandante del Comando Central del Pentágono (CENT-COM), el general John
Abizaid, opuesto a la guerra, renunció. Su lugar fue ocupado por el almirante W.
Fallon, veterano de la guerra de Iraq 1991 y de la campaña de Bosnia de 1995.
John Negroponte fue depuesto de su posición de Director Nacional de Inteligencia
por su persistente resistencia a usar la fuerza contra Irán.
Tony Blair, en su informe sobre Irán, no menciona nunca la palabra paz. No hizo
intento ninguno de resolver la crisis de una manera pacífica y esto es altamente
indicativo.
Todo lo anterior constituye una prueba de que Irán está siendo conducido al
sacrificio. Ahora bien ¿orquestarán alguna gran provocación para justificar la
agresión?
Muchos observadores entienden que Washington sí que necesita una. Yo creo que lo
que veremos es un escenario tipo cowboy del estilo de lo que vimos en Iraq.
Obsérvese que los medios no han dejado en ningún momento de agitar el espectro
de "la bomba atómica iraní", parecidamente a cómo antes lo hicieron con "las
armas de destrucción masiva de Sadam Husein". Entonces dirán: es tiempo de
actuar. E, igual que aquella vez, no importará nada en absoluto que tampoco ésta
haya nada ni se encuentre nada. Y al que no esté de acuerdo se lo silencia por
la fuerza.
La idea de atacar Irán nació en las mentes primitivas de gente que, en aras de
sus beneficios, son capaces de vender hasta la cuerda con la que serán
ahorcados. Total, no serán ellos, ni sus hijos, quienes perezcan en el
holocausto nuclear y, por ello, les importa un bledo colocar al conjunto de la
humanidad un paso más cerca de la catástrofe total.
Fuente: http://www.scoop.co.nz/stories/WO0702/S00167.htm
Horacio Garetto es miembro de Rebelión y Cubadebate.