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Latinoamérica

¿Ingresar al PSUV es lo mismo que ingresar al PT brasilero?

Leonardo Arantes y Cesar Neto *
La Haine

Muchos luchadores, comprometidos con el proceso revolucionario que se vive en Venezuela, discuten los rumbos políticos partidarios que se deben tomar. Algunos, embalados por el novedoso PSUV, tratan de hacer una analogía entre este partido y el PT brasileño. Esta discusión es muy importante a la hora de definir la afiliación al PSUV. Nosotros queremos contribuir a ese debate.

Primero hay que aclarar de cual PT están refiriéndose. El PT actual, que hace 6 años gobierna Brasil, es un partido que defiende los tres años de ocupación militar a Haití; que ve a Lula sacando derechos de los jubilados a través de la reforma de la providencia social; que es cómplice de la reforma laboral y sindical que está en el Congreso nacional y que quita derechos históricos de los trabajadores; que no se les ruboriza la cara con tantos subsidios a las transnacionales y el pago de la deuda externa.

Frente a ese desnaturalizado PT, creemos que esos luchadores honestos se refieren al PT original, al PT de los años 80, al PT clasista creado por los trabajadores metalúrgicos, petroleros, maestros, campesinos, estudiantes y sin patronos. Entonces, con esa aclaración inicial debemos responder la pregunta: ¿Ingresar al PSUV es lo mismo que ingresar al PT brasilero de los años 80?

1) PT y PSUV nacen en distintos momentos históricos:

El PT surge en el escenario brasilero después de 16 años de dictadura militar. Una dictadura que tenia rasgos nacionalistas, pero que como toda dictadura militar, la principal institución del régimen político eran las FFAA y su aparato represivo. El gobierno era ejercido por un militar, Joao Batista Figueiredo, originario de la Caballería del Ejercito, que decía: "prefiero el olor de los caballos al olor del pueblo" En aquél entonces había dos partidos políticos en el país. La Arena y el MDB. Uno decía: "sí", y el otro decía: "sí, señor".

El PSUV surge en otro momento histórico. Nadie puede negar que el actual ciclo de luchas en Venezuela tenga su origen en febrero del 89, pasando por diversas formas de resistencia a los golpes de abril de 2002, al paro petrolero de diciembre de 2002-febrero2003, etc.

Por lo tanto, el PT surge en un momento histórico donde las masas están en la defensiva y buscan retomar las libertades democráticas. El PSUV surge en un momento de ofensiva de la clase trabajadora, donde su principal hazaña fue la de haber derrotado a gobiernos neo-liberales y a los intentos del imperialismo y la más rancia burguesía nacional de retomar el control del escenario.

Estas diferencias de los momentos históricos, de la situación de la clase trabajadora, de la correlación de fuerzas entre las clases sociales, tienen mucha importancia a la hora de se definir el programa y la concepción de partido que se requiere para ejecutar los cambios necesarios en la sociedad.

2) PT: un partido anti-gobierno, anti-régimen y por un gobierno de los trabajadores:

El PT que nace al final de los 70 e inicio de los 80 tiene que inmediatamente ponerse en contra de un gobierno que afirmaba querer más a los caballos que al pueblo. Por lo tanto es un partido anti-gobierno.

En esa situación, los dirigentes obreros y juveniles eran perseguidos por los órganos de represión que apoyaban al régimen militar. La prisión de los dirigentes sindicales Lula y Zé Maria, entre otros que dirigían la poderosa huelga de los metalúrgicos del ABC provoca un sentido anti régimen militar que influye en el conjunto de la vanguardia luchadora y abre la discusión de la necesidad de tumbar al régimen militar. En esa época el MDB, era el partido que se decía que estaba en la oposición y donde deberían (según algunos) afluir los luchadores sociales. Esta discusión no prevaleció en el movimiento obrero que prefirió trillar otro camino y organizar a su propio partido.

3) PSUV, además de policlasista es el partido del establishment:

Para analizar al PSUV es necesario partir de sus dos características fundamentales.

Lo primero es que se trata de un partido policlasista, donde están los trabajadores, los que frecuentan las distintas misiones, los empleados públicos, pero también donde está la burguesía que vive de la renta petrolera y de la explotación de los trabajadores en las fábricas. Es interesante mencionar a los notorios golpistas que se han puesto la boina y la franela roja y ahora dicen ser revolucionarios.

La segunda característica importante es que el PSUV es el partido del llamado "establishment", de los que están hace ocho años en el gobierno y que todos sabemos que mientras el sueño de consumo de una ama de casa de un barrio es un televisor de buena calidad o un micro computador para su hijo, a esos que están hace ocho años en el gobierno su sueño de consumo son los vehículos HUMMER, todo terreno, que cuestan 200 mil dólares (más de 400 millones de Bs.) y blindados en contra del hampa (cuando más bien deberían, al revés de rechazarlos, deberían tener políticas para rescatarlos de esa situación y regenerarlos).

El PSUV, policlasista, representa a los intereses de "toda la sociedad" como dicen. Pero es dirigido por los empresarios y funcionarios de alto rango en el Estado. El último 10 de mayo, un autotitulado Frente Socialista de Trabajadores Petroleros, a través de un panfleto hizo una invitación a los obreros, técnicos, caporales, supervisores, superintendentes y gerentes de PSDVSA para participar en el acto de lanzamiento de la jornada de inscripción. Uno de esos gerentes de PDVSA, en Puerto La Cruz, que en su momento fue adeco y golpista, ahora puede redimirse con una exposición sobre el significado del socialismo. Desde lo más alto de su conocimiento sobre el tema, se utilizó de un diccionario y de un articulo del diario VEA para explicar el carácter socialista del nuevo partido. Es decir, el gerente que ya fue golpista, ahora da clases de socialismo a los obreros que lucharon en contra del paro petrolero. Sería cómico, si no fuera tan trágico.

Por policlasista y al servicio del establishment, un dirigente sindical, en el mismo acto llegó al colmo de decir: "luchar por salarios es cosa de locheros y contra revolucionarios".

4) PT: un partido clasista y por la libertad y autonomía sindical:

La principal característica del aquél naciente PT era su carácter clasista, donde su primordial consigna electoral era: "trabajador vota por trabajador". Además de la consigna: "sabemos trabajar, sabemos gobernar" que enarbolaba los proyectos de aquellos luchadores.

Como consecuencia de su clasismo aquellos trabajadores luchaban por la más amplia libertad sindical que la dictadura trataba de coartar. Pero no solo reivindicaban la libertad sindical, ellos también luchaban por la autonomía sindical en relación a los patronos, al gobierno y al Estado.

La libertad y la autonomía sindical, son banderas permanentes de las corrientes clasistas mientras exista el sistema capitalista. Por lo tanto, el PT de los 80 y el partido que nazca en Venezuela deben reivindicar la libertad y la autonomía sindical.

En este sentido, las lecciones del PT se ven reflejados en la resolución aprobada en el congreso fundacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (CCURA) que afirma: "que las organizaciones sindicales deben ser independientes y autónomas del imperialismo, el Estado, el gobierno, los patronos y los partidos políticos"

5) PSUV: un partido que busca controlar al movimiento obrero:

El acto realizado en el Teatro Teresa Carreño, el día 23-04-2007, el Presidente Hugo Chávez fue claro: "tengo unos cuantos amigos dirigentes sindicales…y entre ellos andan peleados. Mientras no se unifiquen no converso con ninguno" En primer lugar un presidente no debe y no puede estar metiéndose en las peleas internas del movimiento obrero. Entendemos que los dirigentes sindicales son libres para hacer sus polémicas y sus disputas.

Pero podríamos decir que se trató de una sencilla opinión del ciudadano presidente frente a las diferencias en el movimiento obrero. Ocurre que en realidad la discusión era otra. El presidente en la misma oportunidad dijo que eso de autonomía sindical estaba mal y que todos deberían disciplinarse y subordinarse al PSUV.

La negación de la autonomía sindical siempre tiene un trasfondo cuando es planteada por un gobierno. Veamos el caso de los trabajadores de Mercal, o a los empleados Públicos, o los del INCE o incluso los trabajadores del propio Ministerio del Trabajo que tienen sus convenciones colectivas vencidas desde hace dos, cuatro, nueve y dieciséis años respectivamente. Si los sindicatos de esas instituciones tienen autonomía van a luchar por sus derechos. Si no tienen autonomía están impedidos de cualquier actitud.

El caso de los trabajadores petroleros también es un buen ejemplo. El gobierno, a través del Ministro del Trabajo querría crear una nueva federación petrolera para negociar el contrato colectivo vencido desde octubre del año pasado. La nueva federación excluye a los sindicatos de base, dirigidos por sectores combativos. A la vez que incluye a dirigentes sindicales de la Federación Fedepetrol, aun afiliada a la CTV y sus 7 figuras siniestras (Bladomiro Blanco, Félix Jiménez, Rafael Zambrano, Rafael Barrios y otros) todos reconocidos golpistas y confesos de que estuvieron al lado de Carlos Ortega, de la meritocracia y de Fedecamaras durante el paro patronal a la industria, y para completar, Rafael Rosales, un ex sindicalista que se hizo empresario multimillonario, a través de sucesivas estafas. La denuncia sistemática hecha por los sindicatos combativos impidió que esa Federación se hiciera realidad. Y la denuncia sistemática fue posible por que los sindicatos tienen autonomía frente al Gobierno y el Estado.

6) El poder de movilización de ambos partidos o de sus principales figuras:

Hay un diferencia muy acentuada entre el PT de los 80 y el PSUV en lo que concierne al poder de movilización de sus bases. En la campaña electoral presidencial del 89, el momento álgido del PT de los 80, las finanzas para la campaña estaban basadas en las donaciones de los propios trabajadores, pues ningún patrono estaba dispuesto a financiarlos. En los días que los trabajadores cobraban sus salarios, por la mañana los militantes del partido iban a las puertas de las fabricas y anunciaban que a la salida de la fabrica harían una recolecta para la campaña del compañero Lula. Las movilizaciones eran hechas con el mismo espíritu. El día que Lula pasó a la segunda vuelta, en Sao Paulo, en pocas horas se movilizaron 300 mil personas en el Estadio del Pacaembú. Así era el PT de los 80: independientes financieramente de los patronos, de las empresas estatales y del propio Estado y un enorme poder de movilización.

El PSUV ya nace con todas las desviaciones del MVR, en especial, la utilización de los fondos de las empresas estatales para su propio movimiento. Las dos preguntas que siempre se piensa y nunca se pregunta: a) ¿Los fondos de las empresas estatales son utilizados equitativamente por todos los partidos o es un privilegio del partido que esta en el poder? y b) ¿Sin dinero público la gente se movilizaría?

7) La democracia interna en el PT y en el PSUV:

El PT de los años 80 tenía un carácter distintivo: su democracia interna. Nadie hablaba más del tiempo igualitariamente repartido entre todos. La base, a través de los núcleos de base, tenía voz, voto y elegían a sus representantes para participar de los congresos regionales y nacionales. La dirección era escogida en base a las Tesis Programáticas presentadas por militantes o por sus agrupaciones internas. Las Tesis Programáticas eran votadas y los organismos de dirección eran elegidos proporcionalmente al número de votos.

Los delegados a los congresos, por lo tanto, eran decididos por la base y era inadmisible que alguien fuera elegido a dedo, como muchos denuncian que está sucediendo en el PSUV.

Un partido que actúa con ese criterio, que no acepta las diferencias internas, que exige que los dirigentes no tengan autonomía sindical, no se puede decir que tiene democracia interna.

8) La lucha en contra de la deuda externa:

Uno de los puntos claves del programa del PT de aquél entonces era el no pago de la deuda externa. Para aquellos años, e incluso en la actualidad, el tema de la deuda externa tiene un marcado sentido de lucha por la segunda independencia de nuestros países.

Hasta ahora no hemos visto ninguna declaración de algún dirigente o figura importante del PSUV que cuestione el pago anticipado de la deuda externa por parte del Ministerio de Finanzas. Aun menos, hemos podido ver críticas del creciente endeudamiento que estamos viviendo, bajo distintas formas, en especial, a través de la emisión de Bonos de PDVSA, una bicoca de 7,5 millones de dólares.

9) El PT y la defensa de la transparencia en la política:

Una de las consignas que popularizó al PT, en su inicio, fue: "ética en la política", aunque más tarde la dirigencia acabó olvidándose de la consigna y metiéndose en el lodo de la corrupción, pero la transparencia en la política hizo parte durante una década, por lo menos, de los debates en la vanguardia luchadora.

El PSUV ya nace con políticos cuya reputación moral los propios adherentes ponen en duda. Hace poco la diputada chavista, Iris Varela decía que había que investigar al hermano del Ministro Jese Chacón por presunto enriquecimiento de forma dudosa.

Ahora hay una ola de denuncias de nepotismo y corrupción, involucrando a importantes dirigentes de PDVSA.

10) Similitudes del movimiento obrero brasilero de los 80 y el venezolano actual:

El movimiento obrero brasilero del inicio de la década de los 80, tenía unos trazos contradictorios. Por un lado venían de 16 años de una brutal dictadura militar que les impedía un mayor desarrollo político, además de esa limitación, el proletariado brasilero venía de una tradición de apoyo al nacionalista burgués Getulio Vargas y sus sucesores y los que eran un poco más avanzaditos, habían ingresado al conciliador Partido Comunista. Su virtud era la disposición de lucha y su atrevimiento.

Algo parecido vemos en la Venezuela actual. Los trabajadores venezolanos también priman por su juventud, por su poca experiencia política y por su atrevimiento. Pero no tienen una tradición de independencia de clase. Es verdad que han roto con el viejo y otrora poderoso Partido Comunista y con los infames de Bandera Roja. Pero, no desarrollaron corrientes clasistas de masas. Su experiencia más avanzada, en los últimos años, es CCURA, pero esta es una corriente sindical y tiene todas las limitaciones de los grupo reivindicativos.

11) Independencia de Clases: ayer y hoy una necesidad de la clase trabajadora:

Sin dudas, el PT en su inicio fue una tremenda escuela para la joven clase trabajadora brasilera, en especial, para sus más abnegados luchadores. La resultante de esa política fue el desarrollo de un sentimiento clasista entre los trabajadores brasileros. Aun hoy cuando el PT, se descaracterizó completamente, los trabajadores del país sureño reivindican al clasismo como una demarcación entre las políticas de la burguesía y la de los trabajadores.

En el PSUV ya desde su inicio incorpora la fina flor de la burguesía venezolana. Hace poco fue creada la asociación "Empresarios Socialistas de Venezuela" y esta asociación se declara al lado del PSUV. Los denominados "empresarios socialistas de Venezuela" cuentan con la presencia de magnates como Marcos Zarikian, Alberto Vollmer, Víctor Vargas Irausquín y Víctor Gill Ramírez, presidida por el ex dirigente de AD José Agustín Campos. Zarikian es dueño del Hotel Eurobulding y a la vez el principal empresario textil del país. Vollmer es propietario de Ron Santa Teresa e Irausquin y Gill Ramírez son banqueros dueños respectivamente del BOD y Fondo Común y antes habían sido del equipo de finanzas de COPEI y AD respectivamente. En su reunión fundacional, fue designado como asesor de los empresarios socialistas, a uno de los más influyentes miembros del Gobierno, el superintendente del Seniat, José Gregorio Vielma Mora, aquél mismo que debe controlar si los empresarios pagan o no pagan los tributos.

¿Ud. Cree que en ese ambiente será posible desarrollar ideas clasistas y avanzar en la revolución socialista y expropiar a los capitalistas?

Bueno, hasta un niño contestará esta respuesta diciendo que no. Pero hay gente de la vanguardia luchadora, que lamentablemente camina alegre e irresponsablemente al PSUV.

El camino para la clase trabajadora debe ser otro. Debe ser el de la construcción de un partido independiente del imperialismo, del Estado, de los gobiernos y de los patronos.

Allí dentro no podrá, jamás, desarrollar el clasismo y sin comprender el clasismo no hay como avanzar en la revolución socialista.
* Integrantes de Unidad Socialista de los Trabajadores.   

Fuente: lafogata.org