Latinoamérica
|
Entrevista a Orlando Chirino, coordinador nacional de la UNT
(Unión Nacional de Trabajadores)
"Los que luchamos por la autonomía sindical no somos
contrarrevolucionarios"
"Se aleja la posibilidad de que los sectores verdaderamente clasistas, honestos
y revolucionarios en el movimiento sindical, y que luchan por la autonomía,
avancen hacia el PSUV"
Aporrea
http://www.aporrea.org/
Varios temas abordó el Presidente de la República el sábado 24 de marzo, en el
acto de lanzamiento del proyecto PSUV. Muchos de los aspectos planteados,
obligan a la reflexión y el debate franco entre los militantes revolucionarios.
Uno de ellos fue el referido a la autonomía de las organizaciones sindicales,
otro fue el viejo dilema entre reformismo y revolución, ambos están referidos al
carácter y naturaleza de la revolución venezolana, al papel de la clase obrera y
el PSUV.
Aporrea, como cartelera popular, quiere contribuir a difundir las distintas
posiciones de los factores que tienen expectativas sobre la construcción del
PSUV. Para ello hemos entrevistado al compañero Orlando Chirino, coordinador
nacional de la UNT y dirigente de su Corriente Clasista, Unitaria,
Revolucionaria y Autónoma (C-CURA).
Orlando ¿Cuál es tu balance de los debates que planteó el presidente Chávez
en el arranque del proceso de construcción del PSUV el pasado sábado 24 de
marzo?
Pienso que la gran virtud de las intervenciones que hizo el presidente Chávez en
los actos realizados el pasado sábado, es que permiten sincerar la discusión
sobre las características de la revolución en Venezuela, sobre el programa del
proyecto de PSUV, sobre el rol de los distintos sectores y sub-sectores sociales
en esta revolución, especialmente la clase trabajadora, sobre los métodos de
construcción de la organización, y en fin, sobre una serie de cuestiones
importantes que es necesario que se discutan de cara al país, sin tapujos, con
toda franqueza.
Lo preocupante es que el Presidente terminó haciendo lo que critica. Por
ejemplo, criticaba el canibalismo político entre las organizaciones de
izquierda, pero terminó diciendo que todo aquél que no comparta sus posiciones
es contrarrevolucionario. Esto me parece un grave error, pues antes que
facilitar la discusión, lo que hace es cerrarla y lo que es peor, alimenta las
tendencias sectarias que el mismo Presidente dice combatir.
¿Cuáles son los temas que consideras importantes y que generan polémica?
Creo que hay muchos temas, pero te voy a referir sólo dos. Por ejemplo, el
Presidente dice que un gran peligro son los sectores reformistas. Yo también lo
considero así. Pero desde mi punto de vista, conceptúo que el programa que
ofrece el Presidente está preso de una concepción reformista, que no se plantea
la ruptura definitiva con la lógica capitalista. Te lo voy a explicar.
Luego de la gran ofensiva neoliberal de los años 90, ahora nuevamente vemos
multimillonarias inversiones de grandes grupos de capitalistas internacionales
en sectores estratégicos, bien sea en la industria petrolera, sector minero, en
la explotación de carbón, en la construcción de vivienda y obras de
infraestructura. Consorcios internacionales de China, Rusia e Irán, súper
explotan como nunca la mano de obra nacional. Yo sinceramente no creo que haya
unas multinacionales buenas y otras malas. La esencia de las multinacionales es
la monopolización de la producción y el comercio, la sobre explotación de los
trabajadores, el saqueo de los recursos naturales de las naciones y la
injerencia política en las decisiones económicas de los países.
Este es un tema crucial sobre qué tipo de modelo económico se quiere construir.
El Presidente muestra las inversiones de las multinacionales como un avance, yo
lo veo como el inicio de la hipoteca a la revolución. En mi opinión el primer
paso hacia el socialismo es la ruptura con estas multinacionales o consorcios
económicos. Por el contrario, desde el gobierno se promueve la concertación con
los grandes grupos económicos, para muestra está el caso de la compra de CANTV y
de la Electricidad de Caracas. No hay duda que es un avance recuperar estas
empresas para el Estado, pero los empresarios quedaron tan satisfechos que
manifestaron públicamente estar conformes con el negocio que hicieron. Otra
preocupación que nos surge es que el Presidente dijo que no se nacionalizará
Sidor, porque según él, allí funciona un "capitalismo bueno". Como se sabe esta
empresa privatizada en la IV República, está en manos de un consorcio
transnacional encabezado por Techint de Argentina; entendemos que el presidente
Chávez dice esto porque se trata de una empresa de un país donde gobierna un
presidente "amigo" de él, como lo es Kirchner. Pero entonces nos preguntamos:
¿de cuándo acá existe un capitalismo "bueno" y otro "malo"?
El Presidente ahora hace mucha publicidad sobre China. Yo le pido con toda
sinceridad que no utilice ese ejemplo porque en ese país se restauró el
capitalismo hace años, y es ahora el país de mayor explotación de la clase
obrera, allí existen esclavos modernos, dirigidos por la podredumbre de un
partido que se dice comunista pero que está entregado a las multinacionales.
Para colmo de males, acaban de incluir en la Constitución el derecho a la
propiedad privada. Definitivamente, China no es un buen ejemplo.
Otro asunto importante tiene que ver con el rol de las clases sociales en esta
revolución. No es necesario invocar a Carlos Marx, Federico Engels, Lenin o
Trotsky, para saber que la única manera de invertir la ecuación capitalista, en
la que una minoría impone sus decisiones sobre la mayoría, es que los
trabajadores y el pueblo, que somos la mayoría de la población y los que
producimos, juguemos el papel de vanguardia en la expropiación de las empresas y
asumamos el control de las mismas. El socialismo en ese sentido es sencillo.
Pero en el país cada vez eso se hace más difícil. Ni siquiera ahora los
trabajadores tenemos la posibilidad en sectores claves de la economía de pensar
siquiera en la cogestión, ni mucho menos en el control obrero, porque el
gobierno considera que no puede haber cogestión en las empresas estratégicas.
Los compañeros de Constructora Nacional de Válvulas, (hoy Inveval) tuvieron que
soportar calamidades físicas, hambre y luchar como nunca, para que el gobierno,
por fin los escuchara y accediera a la expropiación. Los obreros de Venepal (hoy
Invepal), soportaron más 10 meses para imponerse sobre los capitalistas. El
gobierno entre tanto miraba para otro lado. Ahora tenemos el caso de los
compañeros de Sanitarios Maracay que ya completan su cuarto mes de haber tomado
la empresa exigiendo la estatización, y sin embargo no está dentro de las
preocupaciones del gobierno la expropiación.
En estos detalles se aprecia que el gobierno no tiene en su programa, y parece
ser que tampoco lo tendrá el PSUV, la expropiación a los capitalistas. Y si eso
no se hace, no avanzamos hacia ningún socialismo. Podremos avanzar hacia una
forma de capitalismo de Estado en una perspectiva desarrollista, pero no a la
eliminación de la propiedad privada, la explotación capitalista y la enajenación
de las ganancias por parte de unos pocos.
¿Y sobre las apreciaciones que hizo acerca de la autonomía del movimiento
sindical?
Ah, ese si que es un tema súper importante. El Presidente no puede pretender
cambiar la historia, diciendo que los que luchamos por la autonomía de las
organizaciones sindicales, traemos un "veneno" de la IV República. Es al revés,
la autonomía es el gran antídoto contra el burocratismo, y por eso se salvó la
revolución en el 2002 y en el 2003 y si se mantiene, será la gran salvaguarda
para el proceso revolucionario.
La CTV hipotecó su independencia al bipartidismo y sus distintos gobiernos.
Durante cuarenta años se escribieron las peores páginas en la historia del
movimiento sindical venezolano, porque los trabajadores fuimos marionetas de
adecos, copeyanos y de las cámaras industriales. Los venezolanos aún recuerdan
que en el buró sindical de AD se decidía el destino de los trabajadores, se
vendían contratos y se acordaba con los gobiernos adecos mantener el control de
los sindicatos y de la CTV. Recordemos que el comando contrarrevolucionario
durante el paro saboteo estaba conformado por la dupla CTV – Fedecámaras. La
razón de ser de la UNT es precisamente la contraria, la lucha por la autonomía,
porque los trabajadores se levantaron contra la entrega, contra la sumisión,
contra la dependencia política.
El Presidente debe recordar que en las elecciones sindicales del 2001, aunque
todos sabemos que la dirección de la CTV orquestó un monumental fraude, también
debemos reconocer que muchos trabajadores no simpatizaban con la plancha
alternativa que encabezaba Aristóbulo Istúriz, por el hecho de que los
trabajadores lo identificaban como el candidato del gobierno. El Presidente
tiene que entender que en el movimiento obrero y sindical hay lo que llamamos
reflejo de clase social, niveles de conciencia clasista y conciencia
revolucionaria, y por las relaciones con los patronos su comportamiento es
distinto al de las comunidades, a los sectores campesinos, o los estudiantes.
Pero lo peor de la afirmación del Presidente Chávez es decir que quienes
luchamos por la autonomía cumplimos un papel contrarrevolucionario. Los que
luchamos por la autonomía sindical no somos contrarrevolucionarios. Con otros
compañeros hemos construido una corriente nacional en el movimiento sindical que
se identifica, además de luchar contra la burocracia y por el socialismo, con el
combate más decidido en defensa de la autonomía de las organizaciones
sindicales. El II Congreso de la Central fue una buena prueba de lo que estoy
afirmando. Allí no había simplemente cinco corrientes o fracciones, no eran
problemas personales de unos dirigentes con otros, que no nos queremos hablar y
que tenemos rencillas personales. En eso está equivocado el presidente Chávez,
lo que sucede es que desde hace más de dos años se está librando la "madre de
las batallas" entre dos concepciones: los que quieren maniatar al movimiento
sindical a las decisiones de gobierno, y los que queremos luchar por la
soberanía, la independencia y la autonomía.
Tenemos más de 30 años de historia en el movimiento sindical y no tenemos una
sola mancha por haber capitulado en algún momento a la patronal, ni a ningún
gobierno, ni mucho menos al imperialismo. Ni lo vamos a hacer ahora que el
Presidente nos cataloga como un "peligroso veneno cuarto-republicano", ya que
tenemos claro que no tenemos coincidencia con la oposición golpista. Hemos
luchado incansablemente en el seno del movimiento sindical para inculcarle a los
trabajadores principios de clase, métodos democráticos, honradez a toda prueba y
moral proletaria. Nos ufanamos de haber sido la primera agrupación política,
como el PST- La Chispa (Partido Socialista de los Trabajadores), de haber
propuesto el nombre de Hugo Rafael Chávez Frías, como candidato presidencial. El
Presidente recuerda las reuniones y actos que impulsábamos desde la urbanización
La Quizanda en Valencia o desde el sector de los textileros en Aragua. Nosotros
tenemos una historia impecable.
Estuvimos en primera fila en la lucha contra la CTV, promovimos la creación de
la FBT, y somos los más entusiastas impulsores de la UNT , enfrentamos junto a
los más decididos activistas el golpe del 11 de abril y fuimos artífices en la
recuperación de la industria petrolera durante el paro saboteo patronal. La hoja
de vida de nuestros activistas y militantes es honorífica.
Pero el presidente Chávez citó a favor de su argumentación a la gran
revolucionaria Rosa Luxemburgo... ¿Cuál es tu apreciación?
El Presidente ha tratado de apoyarse en su posición de eliminar la autonomía en
textos de Rosa Luxemburgo, sin embargo, lo que planteó la gran revolucionaria
polaca debe considerarse en su contexto político y en el momento histórico
específico. Cuando ella habló de la autonomía de los sindicatos lo hacía
respecto al Partido Socialdemócrata alemán, y lo hacía para rechazar las
tendencias "sindicalistas" y burocráticas de los sindicatos. Pero yo que soy
trotskysta, reconozco que el propio León Trotsky se equivocó cuando planteó que
los sindicatos en la Unión Soviética no debían ser autónomos, pocos años después
del triunfo de la revolución bolchevique. Afortunadamente Lenin participó en la
polémica, saldándose a favor de la autonomía de las organizaciones sindicales.
Trotsky tenía argumentos muy sólidos ya que era un momento de economía de
guerra, de hambruna, de guerra civil, de liquidación física de los mejores
cuadros del movimiento obrero y sindical, de enfrentamiento contra una sagrada
alianza contrarrevolucionaria imperialista mundial, pero ni así tenía razón. Se
probó que Lenín sí la tenía.
Con este ejemplo también te demuestro que no somos dogmáticos, que nosotros
estudiamos la realidad, los hechos históricos y somos críticos de las
experiencias históricas. No por casualidad durante muchos años los stalinistas
nos catalogaban como contrarrevolucionarios porque luchábamos por una nueva
revolución que barriera de la faz de la Tierra a la burocracia que usurpó el
poder en la Unión Soviética.
¿Qué efectos prácticos tiene o ha tenido esta discusión sobre la autonomía de
los sindicatos?
Muchos. Fíjate que hasta la fecha no se han podido hacer las elecciones en la
UNT. El argumento de los que se opusieron el año pasado era que durante el 2006
había que darle prioridad a las elecciones presidenciales. Nosotros no estábamos
en contra de llamar a votar por el presidente Chávez, por el contrario decíamos
que la mejor forma para fortalecer la campaña era que ella fuese impulsada por
una dirección legitimada. Desgraciadamente no fue así.
Otro hecho concreto es la tragedia que están viviendo los empleados públicos y
los petroleros. Si el movimiento sindical no fuera autónomo y tuviésemos que
aceptar lo que diga el gobierno o sus funcionarios, tendríamos que aceptar que
el contrato petrolero lo negociaran los dirigentes nacionales de Fedepetrol y de
las demás federaciones, que además de ser ilegítimos, fueron parte del comando
del paro-sabotaje patronal imperialista contra la industria. Gracias a nuestra
lucha autónoma hemos impedido semejante barbaridad.
Otro tanto acontece con los empleados públicos. El actual ministro está empeñado
en pactar con la burocracia sindical. Una burocracia que está ilegitima y que
además tiene el problema que es minoría. Su poder radica en que controla el
aparato y que cuenta con el visto bueno de las instancias de gobierno.
Hay otra situación relacionada con la autonomía. Desde la FBT y el Ministerio
del Trabajo se habla de que la UNT no cumple su papel histórico y que por lo
tanto está llamada a desaparecer. Paralelamente hablan de montar estructuras
paralelas y toda una serie de propuestas encaminadas a diezmar al movimiento
sindical. Es preciso que entre los trabajadores discutamos seria y
responsablemente estos planteamientos.
La autonomía del movimiento sindical es la que permite que a diario, nosotros
podamos expresar sin ningún temor, sin chantajes, los errores, -horrores diría
yo- que el gobierno está cometiendo. No puede ser que los empleados públicos
lleven 27 meses esperando la negociación del contrato marco. Los petroleros
parece ser que van por el mismo camino. Las preguntas obligadas que hay que
hacerse son: ¿vale la pena o no luchar por la autonomía? ¿Somos
contrarrevolucionarios porque denunciamos esas atrocidades?
Pero no sólo se trata de autonomía sindical. También esta es una cuestión
delicada con respecto al PSUV y el gobierno. ¿Los militantes del PSUV están
obligados a la solidaridad con todas las decisiones del gobierno o de sus
funcionarios? ¿El nuevo partido será apéndice del gobierno?
Me imagino a un trabajador petrolero que se jugó la vida contra los golpistas
durante el paro-sabotaje, participando en una reunión del PSUV donde el Ministro
del Trabajo le diga que tiene que aceptar que su contrato colectivo sea
negociado por los golpistas… Este es otro tema candente para la discusión
¿Te sientes representado en el discurso de Osvaldo Vera, que intervino en el
acto de lanzamiento del PSUV como representante de los trabajadores?
Para nada. No planteó ni un solo tema de interés para la clase trabajadora. Sólo
habló de generalidades que de nada nos sirven. Por eso yo me pregunto: ¿dónde,
cómo y quienes discutieron que el diputado Vera hablara en "nombre de la clase
trabajadora venezolana"?
Con este interrogante quiero expresar una preocupación grande. ¿Cómo se está
constituyendo el PSUV?, ¿dónde se están tomando las decisiones? Me uno a la
denuncia de millares de compatriotas que llegaron hasta Caracas para participar
del evento y fueron excluidos, vejados y hasta maltratados. Por televisión vimos
en primera plana a gobernadores, alcaldes y diputados que no son bien vistos por
la población. También había empresarios o funcionarios que defienden a
empresarios, y varios acusados de corrupción o políticos anti-populares. Por eso
hay mucho descontento, porque la gente intuye que el proceso ha empezado
torcido…
Desde C-CURA pensamos que hay que ser excluyente desde el punto de vista de
clase. Es decir, no puede haber lugar para capitalistas, terratenientes,
burócratas o corruptos. Pero exclusión a los de abajo o a los que opinamos
distinto al Presidente es equivocado. Todos saben que el diputado Vera no es
representativo del movimiento sindical. Ellos, los de la FBT, son completa
minoría en la UNT, sin embargo habló en el acto a nombre de los trabajadores
venezolanos. Por eso nosotros estamos defendiendo el derecho a que en el PSUV
exista libertad de tendencias, sin exclusiones, sin descalificaciones. A nadie
se le puede obligar a la disolución, eso es arbitrario, eso es querer matar la
discusión antes de empezar el debate. Queremos saber cual es la opinión del
Presidente y de los integrantes del comité promotor.
¿Qué perspectiva ven al proyecto del PSUV?
No podemos restar importancia al hecho de que la población tiene una gran
expectativa. Es más, yo diría que la gente lo ve como un triunfo político sobre
las cúpulas de los partidos de la Quinta República porque odia al Me Volví Rico,
Plata Para Todos, Pedimos y todas esas organizaciones y personajes que se han
enriquecido a costa del hambre del pueblo.
Sin embargo, déjame decirte que con los lineamientos expresados por el
presidente Chávez, nos parece que se aleja la posibilidad de que los sectores
verdaderamente clasistas, honestos y revolucionarios en el movimiento sindical,
y que luchan por la autonomía, avancen hacia el PSUV
Por eso nosotros queremos participar en este debate. Tenemos una concepción de
lo que debe ser un partido revolucionario en Venezuela, tan necesario para la
lucha por profundizar el proceso revolucionario, para arrancarle el poder
económico, político, social y militar a los capitalistas. Sin embargo, en
relación al PSUV, hasta ahora esa perspectiva no la vemos por ningún lado.
Lo importante es que el debate está abierto y todos tenemos que decir con
claridad lo que pensamos y queremos sobre el partido que se quiere construir;
cuál debe ser su programa, con qué métodos se construye. A partir de este
momento nosotros entramos en ese debate, vamos a hacerlo con franqueza, con
tolerancia y no permitiremos que se nos desprestigie porque tengamos posiciones
distintas a las que plantea el Presidente o los integrantes del Comité Promotor.
Con todo respeto, pero con toda firmeza, vamos a hacerle llegar a dicho comité
del PSUV nuestra visión y perspectiva de la revolución en Venezuela.