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Carlos Osorio: "debe haber miles de documentos sobre la represión en Uruguay"
Carlos Osorio trabaja en el National Security Archive en Washington hace 13 años.
Comenzó como asistente en el proyecto de documentación de Guatemala que apoyó
el trabajo de la Comisión de esclarecimiento histórico de Naciones Unidas en ese
país. Desde el año 2000 es director de los proyectos de documentación de
Argentina, Paraguay y Uruguay. El objetivo es recabar documentos desclasificados
de las Agencias de Inteligencia de Estados Unidos que ayuden a aclarar
violaciones de Derechos Humanos y hacerlas accesibles a jueces, organismos de
Derechos Humanos y familiares de las víctimas. Además, es supervisor de los
sistemas informáticos del National Security Archive.
Plan B - ¿Alguna vez el gobierno uruguayo solicitó información o envió por su
desclasificación?
Carlos Osorio - Sabemos que la Comisión para la Paz hizo una solicitud, y el
Departamento de Estado respondió que luego de la desclasificación sobre
Argentina haría búsquedas y entregaría documentos sobre Uruguay. Pero esta
política no fue seguida bajo la administración Bush.
Plan B - ¿Cómo se vincularon ustedes, desde el NSA, con la Comisión para la Paz,
respecto de este pedido?
Carlos Osorio - Aunque ofrecimos nuestra asesoría a la Comisión para la Paz para
continuar estos esfuerzos, la Comisión para la Paz no tomó esa oferta.
Tampoco supimos si se hicieron más gestiones posteriormente.
Plan B - ¿Es posible que las autoridades uruguayas actuales no conozcan la
existencia de los mismos?
Carlos Osorio - Es posible que las autoridades uruguayas no la conozcan, pues no
sabemos nosotros con qué grado de interés y acuciosidad se ha dado seguimiento a
lo que la Comisión para la Paz nos informó, respecto de que el gobierno de EE.UU.
les entregaría documentos. Debido a nuestra vasta experiencia en la materia, ése
es uno de los papeles que ha jugado el NSA en el pasado con comisiones de la
verdad, gobiernos y jueces: informar y guiar al tipo de documentación, informar
sobre cómo acceder a la misma.
Plan B - ¿Ustedes no desclasifican esta información por su propia cuenta por
falta de recursos o por algún otro motivo?
Carlos Osorio - Nuestra organización es una ONG pequeña con recursos limitados.
Si tuviéramos más recursos podríamos promover más desclasificación, más
transparencia por parte del gobierno. Como la mayoría de nuestros proyectos, los
de Argentina, Paraguay y Uruguay cuentan con un asistente y uno o dos pasantes
esporádicos. El 14 de junio de 2006, el NSA inició un pleito contra la CIA en la
Corte Distrital de Columbia, reclamando que la CIA dejara de cobrar a los
periodistas por la información desclasificada de la Central de Inteligencia. La
CIA comenzó a reclamar autoridad para incrementar el canon cobrado si estima que
la información pedida por el periodista no es de interés público. Los
representantes legales del NSA rechazan esta postura y creen que si la CIA
triunfa en esta iniciativa, en el futuro sólo se podrá saber lo que el gobierno
determine.
Respecto de la situación de cobro por la información de la CIA, ¿cuál es su
opinión y en qué momento está esta disputa, si es que no se ha resuelto?
Desde finales de 2005, la CIA comenzó a denegar la exención de tasa de prensa al
NSA, no basándose en la Foia sino en una serie de parámetros nuevos en sus
regulaciones, exigiendo que el NSA demostrara que la información que se pedía
fuera noticia. O sea, que la CÍA desplazaba el patrón de medida y no sólo no
cumplía la ley al obstaculizar la información a una entidad de prensa, sino que,
además, se autoinvestía como la autoridad estatal en determinar qué es noticia.
El director del NSA, Tom Blanton, ha dicho que esta actitud de la CÍA es un
intento de "minar el crecimiento de un cada vez más extenso debate público en
los medios de comunicación cuando la comunidad de Inteligencia y sus actividades
están bajo un serio escrutinio público". ¿Puede ejemplificar a qué se refiere
Blanton con estas afirmaciones? Son numerosos los ejemplos de que la CÍA
obstaculiza el acceso a la información como este reciente en convertirse en
comisario político de la prensa. Por otra parte, por años hemos luchado contra
la práctica de la CIA dé no confirmar ni negar tener información sobre los casos
solicitados. Y ello consiste en decir que, debido a su mandato legal, no pueden
confirmar ni negar la existencia de información respecto de una petición
particular, evadiendo nuevamente dar respuesta a peticiones amparadas en la Foia.
Plan B - ¿Por qué se creó esta situación, si la ley es muy clara respecto a si
la CÍA tiene interés periodístico o no?
Carlos Osorio - La CIA tiene mucho espacio de juego en cómo elabora su
reglamentación respecto de la aplicación de la ley de Foia y hace valer el
fantasma de la amenaza terrorista que usa el Ejecutivo para abusar de las
libertades. No hay duda de que la CÍA no sólo subestima a los periodistas y a la
ciudadanía, sino que, más allá, se abroga prerrogativas que no le corresponden
ni se corresponden en un sistema democrático.