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"Caminando juntos con la resistencia campesina"
Asociación Campesina de Arauca-ACA
El departamento de Arauca se ubica estratégicamente al oriente colombiano sobre la porción de territorio comprendida entre las cuencas de los ríos Arauca al norte y Casanare al sur; posee una extensión de 23.517 kilómetros cuadrados y, según proyecciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, la población para 2005 en el Departamento era 273.136 habitantes (representa el 0.590 del total nacional), de los cuales 149.034 (54.6 se encuentran ubicados en las cabeceras urbanas y 124.102 (45.4 en el sector rural). [Nota de Prensa Rural: los resultados oficiales del censo del 2005, realizado por el DANE, es de 208.605 habitantes, 142.617 en la zona urbana y 65.988 en el sector rural.
Campaña internacional de hermanamiento con la Asociación Campesina de Arauca,
Colombia.
1. Ubicación geográfica del departamento de Arauca, Colombia El departamento de
Arauca se ubica estratégicamente al oriente colombiano sobre la porción de
territorio comprendida entre las cuencas de los ríos Arauca al norte y Casanare
al sur; posee una extensión de 23.517 kilómetros cuadrados y, según proyecciones
del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, la población para 2005
en el Departamento era 273.136 habitantes (representa el 0.590 del total
nacional), de los cuales 149.034 (54.6 se encuentran ubicados en las cabeceras
urbanas y 124.102 (45.4 en el sector rural). [Nota de Prensa Rural: los
resultados oficiales del censo del 2005, realizado por el DANE, es de 208.605
habitantes, 142.617 en la zona urbana y 65.988 en el sector rural.
2. Contexto y conflicto socioeconómico y armado en el departamento de Arauca
Arauca, con una economía tradicionalmente agrícola y pecuaria, produce alimentos
de primera necesidad tales como: plátano, yuca, caña de azúcar, cacao, maíz,
arroz y frutales, entre otros. El departamento mantiene una férrea identidad
llanera, la cual se comparte con las gentes de la República Bolivariana de
Venezuela, de la cual están separados únicamente por el imponente río Arauca,
pues las costumbres, familia, cultura e imaginarios colectivos son los mismos.
Hasta el desarrollo de los campos petroleros descubiertos por la petrolera
estadounidense Occidental Petroleum Corporation (Oxy), Arauca era un típico
territorio de la Orinoquia, una continuación de los llanos de Venezuela que
llegaba hasta el piedemonte de la Cordillera Oriental de Colombia. Un territorio
olvidado por el estado y sus gobiernos de turno, donde no había más que pobreza,
marginación y aislamiento del resto del país.
Todo empezó a cambiar cuando en 1983 se descubrió que en ese apartado y olvidado
departamento, llamado en ese entonces intendencia de Arauca, se encontraban
grandes yacimientos de petróleo. El crudo llenó las arcas de las
multinacionales, exacerbó la corrupción con los dineros de las regalías y se
revirtió para los habitantes del departamento en violencia y pobreza.
En particular, las transnacionales petroleras y mineras de origen norteamericano
y europeo controlan el negocio del sector, desde la producción hasta el
comercio. Para proteger sus intereses económicos, intervienen directamente en el
conflicto colombiano financiando la guerra contra la población.
Otro grave problema que enfrenta actualmente el departamento de Arauca es el de
las fumigaciones indiscriminadas a los denominados cultivos de uso ilícito con
el veneno glifosato.
Ante la inexistencia absoluta de políticas y apoyo estatal a la producción de
los pequeños productores agropecuarios, el notable deterioro de sus tierras y la
precariedad en sus condiciones de vida, los campesinos encontraron como única
alternativa de subsistencia los cultivos de uso ilícito (coca), que han crecido
al ritmo que ha crecido la pobreza y miseria en el campesinado.
En los primeros años de la década de los 80, eran casi desconocidos los cultivos
de coca en la región, pero en 2003, según censo realizado por la Asociación
Campesina de Arauca (ACA), existían cerca de seis mil hectáreas de coca.
Actualmente se calcula que estos cultivos se han seguido multiplicando a lo
largo y ancho de la geografía araucana.
La fumigación aérea se hace de forma indiscriminada, afectando directamente a
sectores que no tienen cultivos ilícitos. Por el contrario, los plantíos más
afectados son los destinados a la subsistencia de los habitantes de la región,
así como los hábitats naturales cercanos a los sectores fumigados.
El problema de los cultivos de uso ilícito, como lo han sostenido las
organizaciones campesinas, entre ellas la ACA, es un problema social que no
tiene otro camino diferente a la concertación y las soluciones reales a las
condiciones de vida del campesinado cultivador y no cultivador de coca en el
país y en la región.
Arauca, como la mayoría de regiones rurales de Colombia, es escenario de la
confrontación entre las fuerzas insurgentes y las fuerzas militares y
paramilitares estatales. Con la llegada a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez,
y bajo el marco de su denominada "política de seguridad democrática", el
departamento fue declarado desde el mismo 7 de agosto de 2002 por parte del
presidente como "zona de rehabilitación y consolidación". En atención a esta
decisión, Arauca es considerado epicentro de la llamada política de "seguridad
democrática" y definido como el principal laboratorio de guerra en Colombia.
El departamento de Arauca es tal vez la única región que cuenta con presencia
directa, en terreno, de tropas e instructores norteamericanos, lo cual ha
escalado y modificado radicalmente el contexto del conflicto social y armado que
vive la región desde décadas atrás.
Como epicentro de la política de "seguridad democrática", esta situación ha
generado la agudización y degradación del conflicto armado, así como el
incremento inusitado de la violación sistemática de los derechos humanos, las
libertades ciudadanas y las transgresiones al derecho internacional humanitario.
A la fecha continúan los señalamientos, la estigmatización de los habitantes de
la región, catalogados de miembros auxiliadores de la guerrilla, los bloqueos
alimentarios por parte de militares y paramilitares, el desplazamiento forzado
como método de guerra, el destierro de los campesinos de las áreas municipales,
las detenciones masivas, ilegales y arbitrarias, las masacres colectivas y el
asesinato selectivo principalmente de líderes de la región o de comunidades que
se han organizado y han ejercido sus derechos constitucionales a la libertad de
expresión, movilización y protesta pacifica.
Desde diciembre de 2005, el conflicto en Arauca ha sufrido una modificación
sustancial en tanto que ha aparecido un nuevo elemento en la confrontación
militar que tiene relación con los ataques entre las mismas organizaciones
insurgentes (FARC-EP y ELN, que existen en Arauca desde la década de los 80), en
medio de los cuales se viene incrementando el ataque indiscriminado contra la
población civil.
Como consecuencia de la mencionada confrontación se ha presentado el asesinato
de aproximadamente 40 personas, entre ellos líderes de las diferentes
organizaciones sociales y políticas del departamento. En medio de esta
situación, la ACA no solamente ha sido víctima de la persecución del estado sino
también de esta estéril confrontación, conllevando el desplazamiento de varios
de sus dirigentes miembros de la junta directiva y afiliados en general.
3. Una idea de desarrollo humano sustentable para construir futuro en el campo
araucano La Asociación Campesina de Arauca (ACA), nace en julio de 2000 como
resultado de una serie de esfuerzos organizativos de los campesinos en el ámbito
local, que se venían desarrollando desde la década de los años 50 y 60, producto
de la colonización campesina dirigida por la extinta Caja Agraria y luego por el
Instituto Colombiano de la Reforma Agraria. Estas dos entidades del estado,
encargadas del apoyo integral al campesinado y al desarrollo del mismo,
adelantaron como política de estado el asentamiento de un gran número de
campesinos desplazados de varias regiones del país, en lo que se conoció en
Colombia como la "violencia" liberal - conservadora de los años 50.
La ACA aglutina gran parte de esos acumulados organizativos locales, logrando la
conformación de una organización regional.
El objetivo de la ACA es trabajar por resolver los desequilibrios económicos y
sociales existentes en el departamento, como una de las bases para el logro de
la paz. Esto significa que los campesinos tengan el ejercicio pleno de todos sus
derechos, que puedan participar activamente en las distintas instancias y
decisiones hacia la búsqueda de un verdadero desarrollo sustentable fundamentado
en una necesaria soberanía alimentaría.
Estatutariamente, la ACA se define como una organización que trabaja y lucha por
la defensa integral de los derechos humanos. Esto incluye los derechos
económicos, políticos, sociales, culturales y del medio ambiente, propendiendo
por una auténtica reforma agraria que democratice la tenencia de la tierra, por
apoyo estatal que brinde a los campesinos créditos, asistencia técnica, obras de
beneficio social, el impulso a la agroindustria sobre la base del bien común,
que mejore en todos los sentidos en nivel de vida de los araucanos a partir de
sus necesidades y su realidad.
En relación con el cumplimiento de sus objetivos, la ACA ha venido desarrollando
una ardua labor de organización, orientación y capacitación a sus afiliados,
adelantando talleres de liderazgo, derechos humanos, desarrollo alternativo,
escuelas de agricultura orgánica y producción limpia, entre otros.
De igual forma, la ACA ha promovido y realizado asambleas populares en los
diferentes municipios del departamento a fin de concertar la elaboración de un
plan de desarrollo alternativo comunitario regional, elaborado y presentado por
las comunidades, que contenga los proyectos de sustitución de cultivos de uso
ilícito (plantaciones de coca), proyectos de infraestructura social e impacto
regional y los lineamientos de una política petrolera de beneficio social. Este
plan se propone proyectar el desarrollo del departamento a 10 años, donde a
través de un gran acuerdo entre las comunidades, los gobiernos nacional,
departamental y municipales, se asuma la ejecución de dicho plan como un
compromiso de estado, a fin de garantizar una aplicación continua que rescate la
participación de las comunidades como protagonistas insustituibles del
desarrollo regional y la construcción de una verdadera paz con justicia social.
4. Persecución y guerra contra la Asociación Campesina de Arauca Como
consecuencia de su activa lucha y trabajo en defensa de los intereses del
campesinado araucano, la denuncia y movilización contra las políticas estatales
de violación de los derechos humanos, militarización y paramilitarizacion de la
vida ciudadana para garantizar los intereses económicos de las transnacionales
del petróleo y el envenenamiento de la tierra mediante las fumigaciones
indiscriminadas con glifosato, el estado colombiano desató una terrible
persecución de todo tipo contra la ACA que se mantiene hoy día de manera grave y
generalizada.
La judicialización de la protesta social es uno de los métodos utilizados por el
estado y su gobierno para impedir que las comunidades campesinas se organicen,
reclamen y hagan efectivo el cumplimiento de sus derechos fundamentales.
En tal sentido, tanto directivos como afilados a la ACA han sido víctimas de
esta inaceptable política.
En julio de 2003, en desarrollo de una detención masiva y arbitraria en la
vereda Aguachica del municipio de Arauquita, fue detenido el señor Apolinar
Herrera, fiscal de la ACA, junto con otros 30 campesinos de la región acusados
de rebelión y colaboración con grupos guerrilleros. Este caso, como los demás,
fue denunciado ampliamente y aportadas todas las pruebas que demostraron la
inocencia de todos los detenidos incluyendo a Apolinar, pero debió permanecer
más de un año en la cárcel para que pudiera recuperar su libertad. Aunque la
fiscalía delegada ante el tribunal en segunda instancia le dio la razón y
reconoció los errores cometidos, así como la violación a sus derechos
procesales, en octubre de 2006 nuevamente se le libró orden de captura.
El 18 de febrero de 2004, en Bogotá, miembros del Departamento Administrativo de
Seguridad [órgano de la Presidencia de Colombia que hace funciones encubiertas
de policía judicial y de inteligencia, nota de Prensa Rural] detuvieron
arbitrariamente a la presidenta de la ACA, Luz Perly Córdoba Mosquera, quien
además se desempeñaba como secretaria general y encargada del departamento de
Derechos Humanos de la Federación Nacional Unitaria Sindical Agropecuaria.
Simultáneamente, en Arauquita (Arauca), Juan de Jesús Gutiérrez Ardila, tesorero
de la ACA, también fue detenido arbitrariamente por miembros del DAS.
Luz Perly era beneficiaria del programa de protección a líderes del Ministerio
del Interior. Debido a las amenazas contra su vida, tuvo que salir de Arauca
para vivir en Bogotá. El 19 de abril de 2002, la Comisión Interamericana decretó
medidas cautelares a favor de todos los miembros de la ACA, incluida Luz Perly.
La persecución contra la ACA no terminó con la judicializacion de su junta
directiva, mediante un burdo montaje judicial como el que se describió
anteriormente. El 7 de octubre de 2004, Pedro Jaime Mosquera Cosme, quien se
había desempeñado hasta junio de 2003 como vicepresidente de la ACA, fue
encontrado muerto y con visibles signos de tortura en territorio de Venezuela,
muy cerca de la frontera con Colombia. Como producto de un aberrante montaje
judicial orquestado por DAS de Arauca, Pedro Jaime se había visto obligado a
refugiarse en el hermano país, pues en su contra existía una orden de captura
por el supuesto delito de rebelión.
Pedro Jaime fue desde siempre un luchador incansable por la defensa de los
campesinos araucanos. Como parte de su trabajo, en representación de la ACA,
había realizado un viaje por Europa para gestionar proyectos y dar a conocer la
grave situación del campesinado de la región.
El 27 de marzo de 2006, fue injustamente detenido Luis Arnulfo Quiroga,
secretario de Organización de la ACA. Luis Arnulfo se desempeñaba también como
presidente de la junta de acción comunal de la vereda La Esperanza, municipio de
Tame, y su detención se produce en el marco de la judicializacion de la
dirigencia social y campesina de Arauca; su proceso es un montaje judicial,
donde no existe ninguna otra prueba que el falso testimonio de informantes
pagados por el gobierno y donde el compañero no tiene las más mínimas garantías
procesales. Actualmente se encuentra en la cárcel de Arauca.
El 14 de febrero de 2006, fue detenida en la ciudad de Arauca (Arauca) Flor
María Díaz, quien fue miembro de la junta departamental de la ACA, igualmente
vinculada dentro del proceso que se sigue a la junta directiva.
Flor María es una campesina, promotora de salud del municipio de Tame, madre
cabeza de familia de tres hijos y cuyo único delito ha sido su vocación de
servicio a la comunidad. Actualmente se encuentra recluida en el patio 6 de la
cárcel El Buen Pastor de Bogotá. Sus abogados han interpuesto múltiples recursos
para se haga efectiva la ley 750 que le otorga por lo menos el beneficio de la
detención domiciliaria, mientras se adelanta el juicio, pero la fiscalía,
mediante el factor subjetivo, ha negado cualquier posibilidad de dicho beneficio
aludiendo que Flor es una persona demasiado peligrosa.
Pese a la persecución y guerra sucia de que ha sido objeto la ACA, en la
actualidad posee 5.120 afiliados y seis comités municipales de los cinco
municipios del departamento: Arauquita, Arauca, Saravena, Fortul y Tame. Es
necesario destacar que los inicios de la ACA fueron con 40 afiliados y debido a
un arduo trabajo de organización y capacitación hemos logrado un gran
crecimiento. La ACA es hoy un ejemplo de dignidad y resistencia campesina en
Colombia.
Campaña internacional de hermanamiento con la Asociación Campesina de Arauca
"Caminando juntos con la resistencia campesina" Objetivo Generar a nivel
internacional un hermanamiento activo y efectivo con la Asociación Campesina de
Arauca (ACA), que permita, mediante la realización de un plan de actividades
puntuales, contrarrestar la persecución contra la asociación y fortalecer su
trabajo en pro del campesinado araucano mediante la implementación de proyectos
y un acompañamiento internacional permanente.
Plan de acción inmediato a.. Divulgar ampliamente este documento
entre organizaciones políticas, partidos, organizaciones sindicales, campesinas,
juveniles, religiosas, de mujeres, organizaciones promotoras y defensoras de
derechos humanos, personas y personalidades que quieran caminar y apoyar el
proceso de resistencia campesina de la Asociación Campesina de Arauca.
b.. Obtener el patrocinio económico y técnico para la capacitación y
dotación de un equipo humano de comunicaciones de la Asociación Campesina de
Arauca, que recolecte, procese y difunda información respecto de la Asociación y
en general la situación del campesinado de la región.
c.. Organizar en un país de Europa, durante el primer semestre de 2007,
una reunión donde participen personas y delgados de las distintas
organizaciones, para el lanzamiento oficial de la campaña internacional de
hermanamiento con ACA, "Caminando juntos con la resistencia campesina", donde se
definirán planes de trabajo y compromisos para concretar el hermanamiento con la
ACA.
publicado el 3 Apr 2007