Latinoamérica
|
Los Sin Tierra, contra Lula
El MST brasileño dirige por primera vez sus ataques
directamente contra el presidente por haber incumplido las promesas sobre la
reforma agraria
Juan Arias
Río de Janeiro
Por primera vez, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil ha
decidido atacar directamente al presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva,
a quien acusa de no haber llevado a cabo la prometida reforma agraria. Los
ataques a Lula coinciden con el llamado abril rojo, un mes en el que el MST
intensificará las invasiones no sólo de grandes haciendas, sino también de
edificios públicos.
Esta actitud de los Sin Tierra es inédita en un movimiento al que el ex
sindicalista Lula apoya desde 1985. Cuando llegó al poder, en 2002, prometió a
sus dirigentes que con su Gobierno ya no iban a necesitar seguir invadiendo
tierras porque él se las iba a dar.
No ha sido así, o por lo menos no en la medida deseada por los Sin Tierra, que
ahora recuerdan a su antiguo compañero, mediante pancartas distribuidas por todo
el país con frases pronunciadas por él mismo contra el ex presidente Fernando
Henrique Cardoso por no realizar la reforma agraria que pide el MST.
En una de esas pancartas se lee la siguiente afirmación de Lula antes de
convertirse en presidente: "No se justifica en un país, por grande que sea, que
alguien pueda poseer dos millones de hectáreas de tierra. Eso no se justifica en
ningún lugar del mundo. Sólo en Brasil, porque tenemos un presidente cobarde que
está amarrado a un lobby de terratenientes para ganar unos votos".
Los Sin Tierra dicen que "se ha caído la máscara del presidente" y que Lula
necesita "un compromiso histórico con los movimientos sociales y la reforma
agraria".
Sin
embargo, Marina dos Santos, de la coordinadora nacional del MST, ha precisado
que los ataques directos a Lula "no significan que vamos a pedir su cabeza".
Los dirigentes del MST se han negado a dialogar con ningún representante del
Gobierno, ni siquiera con el ministro de Desarrollo Agrario, Guillherme Cassel.
"Sólo aceptamos dialogar directa y personalmente con Lula, en el palacio de
Planalto", advierten los Sin Tierra, que aseguran que a partir de ahora
rechazarán "todo tipo de intermediarios".
Se espera que Lula, que trata a los Sin Tierra como a muchachos que en el fondo
crecieron en sus faldas, acabe haciéndoles algún guiño para que continúen
confiando en su Gobierno. Por ahora, el gesto más significativo realizado por el
presidente ha consistido en no escuchar a la oposición, que exige que se cumpla
la ley contra los Sin Tierra porque, en su opinión, sus invasiones de tierras,
sobre todo cuando se trata de superficies cultivadas, están quebrantando la
Constitución que garantiza a todos el derecho a la propiedad privada.
Aspecto de una marcha de los Sin Tierra para exigir la reforma agraria, el
año pasado.- AP
Fuente: lafogata.org