Latinoamérica
|
Obando sera "consejero" de Ortega.-
La Prensa
Cardenal Obando formará parte del gabinete sandinista como coordinador del Consejo de Reconciliación*
El Cardenal Miguel Obando, quien en los años ochenta se opuso a que
sacerdotes fueran funcionarios del gobierno sandinista, dijo anoche que piensa
aceptar la coordinación del Consejo de Reconciliación y ser parte del gabinete
de Daniel Ortega.
El cardenal Miguel Obando y Bravo considera ser el coordinador del Consejo de la
Reconciliación que creará el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a través de
un decreto presidencial.
Obando confirmó anoche que ya recibió la propuesta de las autoridades del
gobierno sandinista, y sólo falta ultimar algunos detalles sobre sus funciones
que podrían estar dirigidas a la mediación en caso de conflictos.
"Bueno, ya se ha hablado eso, pero todavía tenemos que seguir platicando.
Acuérdese que yo fui presidente de la Comisión de Reconciliación cuando hubo la
guerra entre el (Frente) sandinista y la Contra (revolución), y esa Comisión
siguió ahí", dijo Obando. El cardenal agregó que en este momento no ha sido
totalmente informado, pero "hay la posibilidad de aceptarlo". De ser así, este
religioso pasaría a formar parte del gabinete de gobierno, tal como establece la
Ley 290.
En la década de los ochenta, Obando fue un tenaz adversario del Frente
Sandinista y se opuso a que sacerdotes católicos trabajaran en el gobierno de
Ortega, en esa época, razón por la que pidió la expulsión de religiosos como
Fernando y Ernesto Cardenal. Obando explicó anoche que su misión en el nuevo
gobierno de Ortega, como coordinador del Consejo de la Reconciliación, será
negociar asuntos de paz, aunque no explicó con quién tendrá que negociar.
* CARDENAL DEBE EXPLICAR.-
* Un ministro sin cartera y una confusión entre gobierno, teología y laicismo
** Opiniones desde la ley y desde la religión demandan que Obando aclare por qué es bueno lo que satanizó en los 80
** Un cargo para la paz cuando ya no hay guerra, y una jerarquía eclesiástica que parece no existir
** ¿Y el laicismo constitucional? Esa pregunta debe responderla el
presidente Ortega, dicen entrevistados por END La propuesta del presidente de la
República, Daniel Ortega Saavedra, al cardenal Miguel Obando y Bravo para
presidir el recién creado Consejo Nacional de Reconciliación y Paz y la
posibilidad de que el alto prelado acepte, ameritan una explicación al pueblo de
parte de ambas personalidades, opinaron especialistas en derecho y en teología.
La creación del Consejo Nacional de Reconciliación y Paz se enmarca dentro de
los Consejos creados por Ortega, los cuales coordina se esposa, la primera dama
Rosario Murillo, desde el Consejo de Comunicación y Ciudadanía.
Obando y Bravo confirmó a ACAN -EFE que estudia la posibilidad de aceptar el
cargo de coordinador del Consejo de la Reconciliación Nacional que le ha
ofrecido el presidente Ortega.
Según informó el propio Obando, la propuesta se la hizo el mandatario
nicaragüense durante una visita en la Universidad Católica (Unica), donde el
prelado es rector. Sólo falta conocer algunos detalles sobre las funciones del
Consejo, que supondrían labores de mediación en casos de conflictos, para tomar
una decisión, dijo el prelado.
"Es justo", dice Alemán El ex presidente Arnoldo Alemán, quien pese a una
condena de 20 años de prisión goza de libertad, considera correcta la decisión
de Ortega de pedirle a Obando y Bravo que coordine el Consejo. "Yo creo que es
justo que una persona como él participe en este proceso hermosísimo", expresó
Alemán, luego de salir de un programa radial.
El Consejo Nacional de Reconciliación y Paz creado mediante el decreto número
8-2007, publicado en La Gaceta del 30 de enero de este año, tendría entre sus
principales funciones velar por las víctimas de la violencia y los conflictos
armados.
El presidente de la República nombrará a todos los miembros del Consejo, el que
será presidido por un designado del gobernante y que contará con un
representante del Movimiento Resistencia Democrática Nicaragüense, otro del
Partido Resistencia Nicaragüense, de la Asociación de Militares en Retiro y del
Consejo Nacional de Oficiales en Retiro.
Además de las organizaciones antes mencionadas, el Consejo estará integrado por
un representante de la Organización Madres Unidas y Huérfanos de la Resistencia
Nicaragüense; la Organización de Madres Lidia y Camilo Ortega Saavedra, y de las
"asociaciones y movimientos de paz y reconciliación".
Este consejo deberá formular políticas, planes y programas "que coadyuven a la
paz, reconciliación y unidad nacional", los cuales deberán ser aprobados por la
Asamblea Nacional, pues fue creado con el objetivo de "lograr una paz firme y
duradera, y la plena reconciliación y unidad de toda la familia nicaragüense".
El cardenal recordó que durante la década de los años 80 ya fue presidente de la
Comisión de Reconciliación, cuando el gobierno sandinista libraba una guerra
civil con los campesinos que integraban la "Contra" antisandinista, apoyada por
Estados Unidos Las antiguas satanizaciones de Obando La teóloga Michelle Najlis
considera que la participación de un sacerdote en asuntos de Estado no puede
verse en términos absolutos, y recordó que durante la década de los 80 hubo tres
sacerdotes ministros satanizados por Obando, quien pidió que los excluyeran,
aunque él estaba en una situación politizada que lo llevó a Estados Unidos.
Para Najlis, desde el punto de vista religioso, hay que ver las intenciones; si
es un servicio al pueblo o resultado de intereses turbios que se conjugan.
Recordó que en los 80 la jerarquía católica, presidida por Obando, pudo hacer un
aporte a la revolución desde el Evangelio y no desde los intereses de los
gringos.
"Eso no es deseo de servir al pueblo, el Cardenal no abogó por justicia en el
caso Alemán. No se ve una acción de servicio al pueblo, sino un pacto corrupto.
Una traición al pueblo, al Evangelio, porque es poner el Evangelio al servicio
de la política, con los intereses políticos", reflexionó la teóloga.
Aquí lo que hay es un contubernio entre la Iglesia y el Estado. Por un lado, el
Presidente y la Primera Dama hablan de austeridad, y le llevan una alfombra
persa. La comunidad cristiana debería pegar el grito al cielo y no dejar en
manos de la jerarquía los asuntos eclesiales, opinó Deben explicar, dice jurista
El jurista Sergio García Quintero dijo que por su formación liberal, no le
sorprende ni le molesta que un sacerdote, un monje o un pastor, forme parte del
gobierno, siempre que exista el compromiso de no mezclar su credo religioso con
la cuestión oficial.
En este caso, considera que para proceder a un nombramiento de esa categoría
debería haber un gobernante que explique a la ciudadanía que sin importarle
credo religioso y dentro del laicismo, piedra angular de la Constitución
Política, se hace el nombramiento del ciudadano Miguel Obando en determinado
cargo.
El Cardenal también estaría en la obligación de explicar a la ciudadanía cómo
concilia su posición al asumir un cargo como éste, en contravención a una norma
dictada por el Vaticano, hace más de dos décadas, prohibiendo que los sacerdotes
ocuparan cargos públicos, dijo García.
"Nicaragua está pasando una situación confusa y la ciudadanía merece una
explicación, no sólo del Presidente de la República, sino también de Obando,
desde el día de la toma de posesión, cuando un reo condenado a 20 años de
prisión, por robo al pueblo, aparece alternando con personas ilustres que se
vieron obligadas a darle la mano", afirmó.
"La corrupción no es sólo con objetos contables, y la Iglesia tampoco dio
explicación, y en este momento da la impresión que no hay Conferencia Episcopal
ni arzobispo de Nicaragua, y que el hombre fuerte de la Iglesia sigue siendo el
cardenal Obando, ahora al servicio y subordinado al Presidente de la Republica",
agregó ¿Y el Estado laico? El abogado constitucionalista Gabriel Álvarez opinó
que la creación de un consejo de esa naturaleza debe respetar el principio
constitucional que establece que el Estado es laico.
Álvarez cree que, aunque el Cardenal ha demostrado capacidad para reconciliarse
con viejos adversarios, su férrea parcialización partidaria le impide ser un
verdadero eje de aglutinamiento.
Además, Álvarez no ve la necesidad de crear un Consejo de Reconciliación y Paz,
porque la guerra desapareció hace mucho tiempo, y en todo caso, si hay personas
que desean reconciliación, porque aún se sienten en lucha, el Cardenal puede ser
de mucha ayuda espiritual, pero eso está muy lejos de una prioridad del Estado.
Tratamos de conocer la opinión de alguno de los miembros de la Conferencia
Episcopal, pero no fue posible.