Latinoamérica
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Farándula
Todo va bien
Andrés Cabanas
Estamos de fiesta y manteles largos, porque nos
visitan importantes personalidades. Vean si no:
el futbolista argentino Diego Armando Maradona (no necesita presentación) con su
espectáculo de showbol que, como todo el mundo sabe, es una modalidad de fútbol
que se juega en una cancha de 42 por 22 metros, rodeada por una pared de
acrílico transparente que cubre incluso las zonas traseras de los arcos, por lo
que la pelota nunca sale de los límites. Llega el 24 de febrero
el archifamoso cantante Marco Antonio Solís, "El Buki", en los primeros días de
marzo. Desconozco si viene a cantar o a buscar a su muy necesaria compañera/ que
lo ame/ que en verdad/ lo quiera/ que no tenga maldad/ que en su alma tenga
humanidad
el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, George Walker Bush, el 10
de marzo. Tampoco necesita presentación, pero sí educación y respeto.
Si llegara de nuevo el cantante Juanes con su camisa negra, supongo que
impecable a pesar del tiempo transcurrido desde la última visita (mayo de 2006),
la fiesta estaría completa.
Hace tiempo no veo noticieros, pero imagino al Presidente Oscar Berger, que
también visitará próximamente Guatemala, exultante y con el pulgar más elevado
hacia el cielo que nunca.
Sobran entonces razones para el entusiasmo, a pesar de los pesimistas que
únicamente ven miseria, racismo, políticas corporativas, estancamiento y
obsolescencia donde reina Guatemala feliz que tus aras y la fe en el radiante
porvenir. Nada más nos falta un informe militar que deje testimonio de nuestro
alborozo. Algo así como: hoy, prisionero y cautivo el ejército enemigo, las
tropas nacionales han alcanzado sus últimos objetivos militares. La guerra ha
terminado.
No se qué, pero algo debemos de estar haciendo bien cuando tan ilustres
visitantes arriban a nuestros (aero) puertos. Por ejemplo, en el deporte patrio
por excelencia, el fútbol, hemos logrado superar el trauma de la enésima
descalificación a un Mundial. Ahora, con entrega, disciplina, esfuerzo, juego
por las bandas que abre el campo, orden táctico, visión estratégica, solidaridad
y colectividad (las cualidades que nos identifican no sólo como futbolistas sino
sobre todo como guatemaltecos) nos encaminamos con paso firme a disputar la Copa
de Oro Concacaf 2007, los Juegos Olímpicos Taiwán 2008 y el Mundial de Sudáfrica
2010.
Además, ¿no les resulta conmovedor que el Presidente del país más poderoso del
mundo haya decidido visitar la tierra donde se producen esas legumbres tan
simpáticas y chiquititas denominadas arvejas? Dan ganas de uniformar una
escuadra de guisantes y ponerla a desfilar cuando llegue George Walker Bush
(creo que el George es por parte de padre y el Walker por parte de madre, pero
no me hagan mucho caso).
Así, 2007 puede mejorar los ya estupendos resultados alcanzados en 2006, cuando
logramos la visita simultánea del mentado Juanes y de las actrices Salma Hayek y
Ashley Judd, lo que supuso un respiro para el entonces atribulado país. Hoy a
todas luces dejamos atrás nuestros problemas.
La única preocupación proviene de grupos que a contracorriente se empeñan en
promover nuevas candidaturas electorales, por más señas mujeres e indígenas, a
partir de un afán de inclusión, conciliación y madurez inusitadas en estos lares.
Son los mismos que para arruinar los viajes programados pretenden realizar
aproximadamente en las mismas fechas una autodenominada Cumbre Continental de
Pueblos y Nacionalidades Indígenas de Abya Yala. No quiero extenderme más en
esto. En cualquier circunstancia, incluso en la más feliz, aparecen los
descontentos y los aguafiestas. Ya lo dijo Marco Antonio Solís (ibídem) en la
"parte filosófica" de una de sus canciones:
"Si ayer fui el hombre que llenó/Tu espacio de un amor bonito,/ Hoy resulté
ser tan poquito,/Entre tus hirientes palabras./ Estoy,/Que no me puedo
contener,/ Y no comprendo todavía,/ Si me mentí, o me mentías,/ Al entender que
me querías".
Fuente: lafogata.org