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Reyes: al ELN le falta coherencia entre lo que dice y hace
En comentario a una carta del Comando Central del ELN intitulada, -QUE PARE
LA ABSURDA CONFRONTACION ARMADA ENTRE REVOLUCIONARIOS-.
"La unidad no de decreta por la conveniencia de alguien en particular, esta se
construye libre de artimañas, sin vacilaciones y sin abandonar los objetivos de
la lucha revolucionaria", afirma el Jefe de la Comisión Internacional de las
Farc.
Anncol
Su opinión sobre este comunicado del COCE?
R/ Mi opinión es que hace falta coherencia entre lo que se dice y lo que se
hace. Nadie entiende como mientras se predica interés por la unidad entre el ELN
y las FARC la práctica es de confrontación, expresada en amenazas contra las
unidades guerrilleras y nuestras masas, con el trágico resultado de
guerrilleros, militantes comunistas y población civil afecta a las FARC muertos,
hechos prisioneros o forzados a salir de sus áreas y bienes para salvar sus
vidas. La unidad no de decreta por la conveniencia de alguien en particular,
esta se construye libre de artimañas, sin vacilaciones y sin abandonar los
objetivos de la lucha revolucionaria.
-Comandante Raúl, cuál es la solución a estos enfrentamientos? R/
La solución definitiva a estos lamentables enfrentamientos del ELN con las
FARC, empiezan por aprender a convivir con las diferencias estratégicas y
tácticas de las dos organizaciones, asumiendo responsablemente el compromiso de
respetar la decisión de las masas de apoyar la organización de su preferencia.
Además de proceder a depurarse de los elementos infiltrados del enemigo e
igualmente emprender una labor pedagógica encaminada a dotar a las unidades
guerrilleras de elementos ideológicos y políticos sólidos capaces de ubicar con
claridad al verdadero enemigo de nuestro pueblo, la Oligarquía y el
Imperialismo, representados en el aparato del Estado y muy particularmente en el
Gobierno de Álvaro Uribe.
-Alguna vez se han encontrado las direcciones de las dos organizaciones para
discutir estas anomalías?
R/ Efectivamente en 1990, durante varios meses tuvimos en las FARC la
oportunidad de intercambiar muchos temas con el Comandante Manuel Pérez, por
aquella época Jefe del ELN, estuvo en nuestros campamentos junto al Comandante
del EPL Francisco Caraballo. Fue la época de la Coordinadora Guerrillera Simón,
cuyos protagonistas principales por las FARC fueron los Comandantes Manuel
Marulanda y Jacobo Arenas.
-Se consideran las FARC la vanguardia revolucionaria de Colombia?
R/ Dentro de la lucha revolucionaria armada las FARC sí son la vanguardia.
Es una categoría ganada en la diaria y dura confrontación de clases, mediante la
combinación de todas las formas de lucha de masas del pueblo.
-Para la FARC que significa la unidad revolucionaria?
R/ La unidad revolucionaria significa identidad de objetivos por la nueva Colombia como la lucha antiimperialista, contra el imperialismo, por la defensa de la soberanía, los derechos de los trabajadores y de la población violentada por el terrorismo de Estado a través de las bandas paramilitares ligadas al gobierno de Uribe. Unidad revolucionaria en la solidaridad con las revoluciones socialistas de Cuba, Venezuela y los procesos bolivarianos de Bolivia y Ecuador, como de los pueblos invadidos o amenazados por los halcones de la guerra de la Casa Blanca.
*** Anexamos comunicado del COCE del ELN QUE PARE LA ABSURDA CONFRONTACION ARMADA ENTRE REVOLUCIONARIOS
Los problemas de Colombia tienen un carácter histórico con raíces profundas
que encierran en sí una complejidad, difícil de desenmarañar para resolver la
crisis y el conflicto interno. Superar aquellos es la única vía que llevará a
generar bienestar para las grandes mayorías nacionales. Es una tarea que
requiere producir transformaciones de envergadura en la estructura política,
económica y social.
Dichos cambios son posibles con la suma y el concurso de los colombianos que
luchamos de diferentes maneras por la construcción del nuevo país.
Pretenderlo individualmente es un imposible y desechar la unidad es una locura.
En el ELN partimos de considerar que en nuestro país no existe una organización
que sea vanguardia única, que esté liderando el proceso revolucionario y goce
del reconocimiento de las grandes mayorías de la nación. Existen expresiones de
vanguardia con reconocimiento y legitimidad parcial.
Es con esta manera de ver la realidad que valoramos la unidad entre los
revolucionarios, demócratas y progresistas como un elemento estratégico
fundamental. Sin dicha unidad, entendida en las diferentes expresiones y niveles
que tiene este concepto, es un imposible el triunfo revolucionario.
Este pensamiento unitario es el mayor legado que los elenos heredamos del
Comandante Camilo Torres Restrepo. Sus enseñanzas y ejemplo nos llevan a hacer
esfuerzos, a entender que otros también están comprometidos, que tienen
verdades, valores y luchan por construir el nuevo país, que debemos luchar junto
a ellos a pesar de las diferencias que tengamos, aproximándonos en torno a los
propósitos comunes en beneficio del interés de las grandes mayorías. Es desde
este enfoque que entendemos que es necesario ser capaces de "ser con otros".
En la historia del ELN hay pasajes desafortunados de vanguardismo y sectarismo y
todavía quedan huellas que no se han borrado suficientemente.
Pero marchamos en dirección a superar estos desenfoques, teniendo como norte el
espíritu unitario camilista.
Con los compañeros de las FARC-EP tenemos muchos puntos en común y también
diferencias. Éstas no deberían primar sobre lo que nos une que es de más
trascendencia, como la construcción del nuevo país y el proyecto socialista, la
defensa de la soberanía nacional y el rechazo a la dominación imperialista, la
defensa de los intereses supremos del pueblo y la democracia.
Pero para infortunio del proceso revolucionario y desmotivación del pueblo, está
ocurriendo lo que no debería ocurrir entre revolucionarios: las diferencias se
están tratando por la vía armada y no mediante el diálogo constructivo y la
fraternidad que debe existir entre luchadores por la misma causa. Con este modo
de proceder se le está prestando un valioso servicio a las fuerzas enemigas que
están aprovechando la confrontación absurda para golpear a cada uno por separado
y ahondar las diferencias.
Los miembros del ELN no hemos buscado esta guerra fratricida, ni la queremos.
Por el contrario, la rechazamos categóricamente.
Fuerzas nuestras han cometido errores que no se avalan y se les cuestiona porque
no compaginan con nuestra concepción y política unitaria, refrendada en los
eventos democráticos. Pero también en muchas otras partes hemos sido agredidos
militarmente y en nuestra dignidad de revolucionarios por fuerzas de las FARC.
En otras regiones hemos logrado acuerdos que han facilitado operar
conjuntamente, asunto que es motivo de gran satisfacción y que debe extenderse a
la totalidad de las estructuras para que definitivamente se pare la absurda
confrontación.
El IV Congreso de nuestra organización, que acaba de pasar, fue enfático en
cuanto a las directrices encaminadas a distensionar y buscar fórmulas de arreglo
con los compañeros de las FARC-EP, a quienes consideramos hermanos de lucha y no
enemigos para confrontar militarmente.
La decisión del ELN ha sido siempre que se pare la absurda confrontación armada
y ésa es la voluntad sincera que nos asiste en todo momento. En más de una
ocasión hemos buscado que se traten las dificultades y se solucionen por la vía
del diálogo, como debe ser entre revolucionarios.
Hemos enviado reiteradamente mensajes al Secretariado de las FARC con este
propósito y recurrido a los buenos oficios de los amigos comunes para que
faciliten y contribuyan a solucionar el conflicto y a parar este desangre
inútil, lo cual esperamos se dé prontamente.
Consideramos necesario que el país y los revolucionarios del mundo conozcan la
realidad, con el sano propósito de motivar a otros revolucionarios y demócratas
a interponer sus recursos para parar los enfrentamientos entre el FARC y el ELN.
Este es el propósito y no el de sacar ventajas políticas o ilegitimar a las
FARC-EP. Somos claros en esto y así actuamos, poniendo por encima los intereses
sagrados del pueblo y la revolución colombiana.