Latinoamérica
|
Chávez derrotado
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, perdió el referéndum sobre su
propuesta de reforma constitucional realizado el domingo. El No cosechó 50,70
por ciento de los votos válidos, frente a 49,29 por ciento del Sí.
"La abstención (49 por ciento) nos perjudicó. Tres millones de personas no
acudieron a votar por nosotros", dijo el presidente.
Humberto Márquez
IPS, Caracas
Chávez reconoció los resultados apenas los informó el Consejo Nacional Electoral
(CNE) la madrugada de este lunes. Es su primera derrota en las 12 elecciones que
ha encarado desde que llegó a la presidencia en 1998.
"La tendencia es clara e irreversible", anunció la presidenta del CNE, Tibisay
Lucena, al entregar los resultados, que se demoraron hasta acopiar 88 por ciento
de las actas de escrutinio: 4.504.354 votos por el No, 4.379.392 por el Sí, y
118.693 sufragios nulos.
La reforma habría acelerado cambios hacia una sociedad, un Estado y una economía
socialistas, en el marco del "socialismo del siglo XXI" como lo llama Chávez,
con reconocimiento de la propiedad privada pero colocando los recursos del país
a favor de la propiedad pública y social, ésta última en manos del poder
nacional más comunidades y cooperativas.
También habría incrementado los poderes del presidente, con facultad para
legislar por decreto en materia económica, dirigir el Banco Central, ascender en
todos sus grados a los oficiales de la Fuerza Armada y modificar a su criterio
el mapa político-administrativo del país, a la par de que podría presentarse a
la reelección indefinidamente.
Rechazada la reforma, Chávez no podrá ser reelecto y gobernará hasta febrero de
2013, perspectiva que promete dinamizar la vida política venezolana, que ha
gravitado en torno a su figura durante la última década.
En lo inmediato, se abrirán campo las explicaciones sobre su derrota y sobre las
perspectivas de su proyecto. "La abstención (49 por ciento) nos perjudicó. Tres
millones de personas no acudieron a votar por nosotros", dijo el presidente.
Chávez fue reelegido hace un año con 7,3 millones de votos, mientras que su
rival Manuel Rosales alcanzó 4,3 millones. Cuando reconoció su revés, el
mandatario agradeció "a los que votaron por mi propuesta y también a los que
votaron por el No, y los felicito, porque han comprendido que ese es el camino,
y no los atajos", con lo que aludió a conductas de la oposición en el pasado,
como propiciar un golpe de Estado o abstenerse en los comicios parlamentarios.
También les advirtió: "Sepan administrar la victoria. Mídanla bien
matemáticamente. Nuestra lucha es larga y les digo como el 4 de febrero de 1992
(cuando encabezó una sublevación militar): Por ahora".
"Lo que ha ocurrido puede significar que concluye la fase de la revancha social
en Venezuela, iniciada con el Caracazo (sangrientos desórdenes y saqueos en
1989) y que catapultó el liderazgo de Chávez", analizó para IPS Oscar Schémel,
director de la encuestadora Hinterlaces, de las que anticipó un posible triunfo
del No.
También mostraría "el nacimiento de una nueva mayoría, que es una mayoría de
ciudadanos no socialistas, sino solidarios y democráticos y se reparte entre
quienes votaron por las opciones en juego", agregó Schémel.
Los dirigentes de la oposición reconocieron el gesto de Chávez al admitir los
resultados y llamaron a la reconciliación, mientras en barriadas de clase media
de Caracas y otras ciudades se registraba un estallido de júbilo con gritos,
bocinazos y fuegos de artificio en la mitad de la madrugada.
"Felicitamos al pueblo venezolano por esta victoria de la democracia. Basta ya
de enfrentamientos, porque somos un solo pueblo. Reconocemos la labor del CNE y
también el gesto ciudadano de Hugo Chávez", dijo Rosales.
Otros dirigentes, como Leopoldo López, alcalde de un pequeño municipio en
Caracas, o Luis Ignacio Planas, joven secretario general del partido
socialcristiano Copei, también llamaron a la reconciliación y al diálogo con el
presidente Chávez.
Teodoro Petkoff, incisivo crítico de Chávez desde el periódico que dirige, Tal
Cual, se regocijó porque "se manifestó el profundo sentimiento democrático que
anida en el pueblo venezolano", y coincidió con el presidente en que "fueron
derrotados los atajos, las vías rápidas, con esta victoria de contenido
democrático por vías democráticas".
Es demasiado pronto para calcular los cambios que Chávez hará en sus políticas,
programas y tres de colaboradores a la luz de los resultados de la consulta,
pero hace una semana dijo que, si perdía la consulta, debería "entrar en un
período de profunda reflexión y empezar a buscar un sucesor".
En la recta final de su campaña hizo a un lado las bondades que pregonaba de la
reforma --con temas como llevar la seguridad social a los trabajadores
informales o reducir la jornada laboral de ocho a seis horas diarias-- y lo
planteó en términos plebiscitarios: "Voten Sí por Chávez. El que vote No está
contra mí".
Pero para impulsar sus políticas, Chávez todavía dispone de la lealtad de 161 de
los 167 diputados a la Asamblea Nacional y una ley que lo habilita a legislar
por decreto en una decena de materias hasta junio de 2008.
En el bando ganador, el factor más novedoso y dinámico fue la aparición de un
movimiento estudiantil, con decenas de miles de universitarios que se
multiplicaron en manifestaciones contra la reforma en noviembre, después que en
junio protestaron por el cese de la licencia a un popular canal de televisión
privada.
También algunos ex aliados de Chávez se opusieron a su proyecto de reforma, como
el pequeño partido Podemos, socialdemócratas de izquierda, el general retirado
Raúl Baduel, su compañero de logia en el ejército y artífice de la operación
militar que restituyó a Chávez en la presidencia tras el frustrado golpe de
Estado en 2002, y también la ex esposa del gobernante, Marisabel Rodríguez.
Rechazado el proyecto de reforma, se mantiene plenamente en vigor la
Constitución que el propio Chávez impulsó en 1999.