Bolivia: entre países asimétricos no puede haber libre
comercio a secas
Redacción Bolpress Bolpress/CEPRID
Los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Unión Europea (UE)
"rayaron la cancha" para las negociaciones del Acuerdo de Asociación en la
primera ronda de charlas realizada entre el 17 y 21 de septiembre en Bogotá,
Colombia. Lo importante de este primer encuentro fue que el gobierno de Bolivia
consiguió que los socios andinos y los representantes europeos reconozcan que
las asimetrías, es decir las abismales diferencias de desarrollo entre ambos
bloques y al interior de la propia CAN, constituyen una variable fundamental a
la hora de negociar el acuerdo.
La salvaguarda incluida en las negociaciones como variable transversal es
relevante porque permitirá a los andinos hacer valer su condición de países de
menor desarrollo y fijar límites a la liberalización comercial en función a sus
necesidades internas. De alguna forma, Europa reconoce que no es posible
establecer un libre juego de mercado entre dos bloques tan asimétricos sin que
los menos desarrollados gocen de un trato especial y obtengan preferencias
específicas. "No queremos otro TLC, por eso estamos exigiendo un tratamiento
especial y diferenciado. Actualmente existe una relación comercial asimétrica,
la UE es 700 veces más grande que Bolivia y si competimos en un libre mercado,
perderemos", afirma el embajador para asuntos de Comercio e Integración del
gobierno boliviano Pablo Solón.
Asimetrías, un asunto transversal
A diferencia de otros tratados convencionales en los cuales la liberalización
comercial siempre es el eje de las negociaciones, el acuerdo CAN-UE contiene
tres pilares o escenarios de discusión de igual jerarquía: el diálogo político,
la cooperación y el comercio. En teoría, el componente comercial, que se negocia
en 16 mesas especializadas, no es más importante que los otros dos. Los andinos
y europeos acordaron negociar los pilares de diálogo político y cooperación
sobre la base del acuerdo firmado en 2003 que abarca al menos 10 temas
concretos: Democracia, Derechos Humanos y buena gobernanza; Justicia, Libertad y
seguridad; Migración; Desarrollo Social; Medio Ambiente y desarrollo sostenible;
Desarrollo Económico; Interconectividad; Cultura; Sociedad del conocimiento, y
Cooperación científica y tecnológica. En criterio de los negociadores
bolivianos, la cooperación debe ser solidaria y respetar la soberanía de los
Estados para definir sus políticas de desarrollo. Los representantes europeos
concuerdan en que la cooperación debe ayudar a superar las asimetrías a nivel
biregional y al interior del bloque andino. Bolivia demanda cooperación para el
desarrollo productivo, pues de nada sirve que obtenga reglas favorables si no
tiene capacidad de exportar. Necesitamos cooperación que contribuya a
desarrollar capacidades productivas, comerciales e institucionales de pequeños y
medianos empresarios, que reduzcan las asimetrías; para aprovechar adecuadamente
las potencialidades de este acuerdo se debe tener en cuenta las vulnerabilidades
e impulsar un desarrollo armónico y equilibrado en materia económica,
sociocultural y medioambiental, explica Solón.
El gobierno boliviano admite que la negociación comercial será la más
complicada. Por eso ha comunicado de entrada que no asumirá compromisos en
materia de Servicios, Movimiento de Capitales e Inversiones, Compras Públicas y
Propiedad Intelectual, temas que son considerados como el "corazón" de los TLCs
convencionales. Los negociadores bolivianos están dispuestos a negociar estos
asuntos, pero no harán compromisos, posición que fue apoyada por todos los
países andinos. Se acordó con la UE ver cómo se encamina la propuesta nacional
en las siguientes rondas. Un asunto complicado en la negociación comercial será
el establecimiento de un arancel único en la CAN. Antes de negociar, la UE pide
a los andinos establecer un arancel único, igual al arancel que rige para los 27
países europeos. Bolivia propuso que el punto inicial de desgravación en la CAN
se base en el arancel más alto de cada uno de los países y que ninguno de éstos
haga concesiones antes de iniciada la negociación. Además, la delegación
boliviana propone adoptar un nuevo enfoque para la liberalización arancelaria,
que no sólo sea matemático, sino que se base en el cumplimiento de indicadores
de desarrollo como por ejemplo el fortalecimiento del mercado interno frente a
una eventual inundación de productos europeos. La idea es que se avance en la
desgravación arancelaria sólo en la medida en que favorezca al país.
Una de las tareas principales que el gobierno de Bolivia se ha fijado de aquí en
adelante es hacer un seguimiento, monitoreo y ajuste de las medidas que permitan
resolver las asimetrías. Lo fundamental es que las ayudas para superar las
asimetrías dejen de ser un discurso y se conviertan en medidas específicas. Las
asimetrías tienen que ver con reglas comerciales y con mecanismos de cooperación
que ayuden a los países menos desarrollados a nivelarse. De ahí que Bolivia ha
propuesto crear un fondo especial para atender las asimetrías.
Participación social
El gobierno boliviano lidera una batalla en solitario al interior de la CAN para
que se permita la participación formal de la sociedad civil en las negociaciones
del acuerdo con Europa. Desde el principio, los negociadores nacionales
propusieron que por lo menos los representantes del Consejo Laboral Andino, del
Consejo Empresarial y el Parlamento Andino participen como observadores, pero
los países andinos, incluido Ecuador, rechazan esta posibilidad. Se ha pedido a
los socios de la CAN que se negocie consultando siempre a los movimientos
sociales. "Figura en las actas de la reunión nuestra solicitud para que los
movimientos sociales conozcan los términos sobre los que se firmarán los
acuerdos, porque queremos una negociación abierta, de cara al pueblo", dijo del
canciller David Choquehuanca. Incluso se planteó que una vez negociado, el
acuerdo sea sometido a referéndum, pero este planteamiento tampoco fue apoyado
por los andinos. "El diálogo político tiene que establecer los mecanismos que se
aplicarán cuando comience a funcionar el acuerdo. En nuestro criterio, de esta
definición deben participar los gobiernos, los parlamentos y la sociedad civil,
lo que no fue aceptado inicialmente", dijo el Canciller.
Si bien se acordó respetar el carácter confidencial de los textos de las
negociaciones, esto no implica que cada gobierno elija mecanismos que crea
convenientes para mantener informados a los Parlamentos y a las sociedades
civiles. Prueba de ello es que el gobierno de Bolivia llevó a la primera ronda
de Bogotá a 14 representantes de los pequeños productores y campesinos, además
de cuatro empresarios exportadores. El diálogo entre la CAN y la UE continuará
en la segunda ronda de negociaciones prevista para la segunda semana de
diciembre en Bruselas, Bélgica, reunión en la que se harán los primeros
intercambios de textos y articulados, pero no de ofertas. Es probable que
algunas mesas consensúen los primeros artículos. Esta previsto que recién en la
tercera ronda programada para marzo de 2008 en Lima, Perú se intercambien
ofertas y propuestas de liberalización arancelaria de uno y otro lado. El ciclo
de negociaciones que comenzó hace un mes podría durar a menos dos años debido a
la amplitud de la agenda. Fuente: lafogata.org