Latinoamérica
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Haití
La Ley "Hope"
Batay Ouvriye
La Haine
En todas las radios, en todos los diarios, en todos los canales de
televisión, en el marco del "desarrollo" que los imperialistas y los burgueses
junto con su estado reaccionario han reservado para los trabajadores haitianos,
lo último que se oye, es la famosa ley "HOPE"
En inglés: Haitian Hemispheric Opportunity through Partnership Encouragement
['Oportunidad hemisférica haitiana a través de la promoción de la cooperación',
aunque la sigla como palabra significa 'esperanza'], en la cual el Congreso
norteamericano finalmente votó cómo reglamentar algunos intercambios comerciales
entre EEUU y Haití.
Se trata de una ley que abre todas las barreras para que los 2 países puedan
realizar intercambios comerciales libres, sin pagar derecho de aduanas en ningún
lugar, tampoco tasa que el Estado pueda cobrar sobre las mercancías, ni trabar
su libre circulación. Las mercancías señaladas por esa ley, se refieren a los
productos textiles, provenientes de las maquiladoras. El Primer ministro Alexis
acaba de realizar un último viaje para precisar los últimos detalles en vista de
la aplicación de dicha ley.
Pero, lo que no sabe muy bien la mayoría de la gente, son los diferentes
compromisos paralelos asumidos por el gobierno haitiano. En primer lugar, se
comprometió a dejar de lado todo control sobre los productos norteamericanos que
lleguen, es decir no puede decir cuáles son los que pueden entrar y los que no.
Tampoco puede plantear traba alguna al capital multinacional, como tampoco
controlar los precios de las mercancías en venta en el país. Por ende, el
Ministerio de Comercio e Industria no puede controlar ningún precio. Para
terminar, se comprometió en avanzar en la privatización de los servicios
públicos.
LA HISTORIA QUE CONDUJO A LA LEY "HOPE"
Desde los años ´70, bajo Jean-Claude Duvalier, la burguesía burocrática
duvalierista ya tenía la intención de vender a trabajadores haitianos en el
marco de un acuerdo que iba a firmar para la primera zona franca. Era en 1972.
Debemos recordar que los gobiernos de los Duvalier ya tenían la costumbre de
vender a trabajadores haitianos a los capitalistas dominicanos para chupar su
sangre en los ingenios de caña de azúcar. Pero para establecer este tipo de
"desarrollo" como el de las zonas francas, en el contexto del desarrollo de las
contradicciones en otros países dominados de la zona, hacía falta liberar aún
más la fuerza de trabajo. Por un lado, exterminaron los cerdos criollos (siempre
bajo Jean-Claude Duvalier) para destruir a los pequeños campesinos, terminaron
con el azúcar (bajo el CNG – Consejo Nacional de Gobierno), hicieron casi
desaparecer el arroz (desde la época de Bazin), mientras que el resto de la
agricultura estaba destruyéndose y la migración transformándose en río de
sangre, y la nación cada vez más empobrecida facilitando así la maduración de
una mano de obra barata. Por otro lado, una corrupción máxima y el bloqueo
institucional de la presidencia vitalicia, impidieron la libre circulación de
los capitales. Una vez superada esa situación, intentaron salir con una primera
ley, era la HERO-ACT. Ésta fracasó. Pero, la situación se desarrolló. Los Bancos
se multiplicaron en el país, para facilitar la concentración y la circulación de
los capitales. Ante la incapacidad total de las clases dominantes y su Estado
reaccionario, los imperialistas invadieron. Hoy, con la ocupación, la situación
está mucho más bajo su control, y las condiciones, mejores para los saqueadores:
puede entonces llegar la Ley "HOPE".
Como lo podemos constatar, la ley "HOPE" es un resultado. Un resultado histórico
de destrucción del país desde Duvalier pasando por los distintos gobiernos que
le sucedieron, hasta Aristide quien ratificó el proceso de desmantelamiento
nacional al firmar en Monterrey a favor del establecimiento de 18 zonas francas
e inaugurar la primera construcción, de manera sigilosa, en el año 2002. La Ley
"HOPE" es el resultado del desmantelamiento histórico nacional, y al mismo
tiempo es el resultado del empobrecimiento y desvalorización constante del valor
real de la mano de obra (no sólo al pagar un salario de miseria; no sólo al
reprimir permanentemente para impedir que los trabajadores se organicen en serio
para defender sus derechos y de allí luchar para el aumento de sus salarios;
sino también al permitir la generalización de la miseria que acompaña el aumento
de los precios mientras que el estado no dice nada al respecto, y la "gourde"
sigue devaluándose cada vez más para que el salario calculado en dólares valga
menos "gourdes"). Esta macabra historia, entonces, pasó por diversas etapas
antes de que los imperialistas y los burgueses junto con su Estado reaccionario
llegasen a pensar que pueden salir adelante y aplicar una ley capaz de
permitirles realizar enormes beneficios explotando a esa mano de obra tan
barata, en el marco de las "ventajas comparativas".
CONTEXTO INTERNACIONAL DE LA APARICIÓN DE LA LEY "HOPE": RELACIONES CON LA
REPÚBLICA DOMINICANA
El primer elemento que hay que tomar en cuenta: es que la ley "HOPE" va
acompañada de una serie de otras leyes. Particularmente una que liga a la
República Dominicana con otros 5 países de América Central (Nicaragua, Honduras,
Guatemala, Panamá y El Salvador); es el CAFTA-DR, donde se desarrollan las
mismas condiciones para la libre explotación de los trabajadores de esos países,
sin ningún beneficio para su economía de manera global, salvo algunas migajas
para los burgueses de las maquiladoras, quienes no invierten en otros rubros,
manteniéndose únicamente en las maquiladoras.
Sin embargo, hay un aspecto en ese acuerdo CAFTA-DR, que nos concierne en la
medida que esa ley nos informa que: todo lo que se produce en Haití por
capitalistas dominicanos y que se puede exportar hacia los EEUU, también
integran el acuerdo. Podemos comprender ahora el interés de los capitalistas
dominicanos en invertir en nuestro país. Comprendemos su interés en la
resolución de la crisis haitiana, cuando ellos mismos proponen que pueden tomar
en sus manos las rectificaciones necesarias para hacer andar ese "conglomerado
humano" (así llaman a la formación social haitiana). En consecuencia, en función
de sus intereses, no sólo que en nuestro país el precio real de la mano de obra
resulta 4 veces menos caro que en su país, sino que encuentran ciertas
condiciones donde los representantes de la burguesía haitiana junto con su
Estado reaccionario, garantizan a ellos mejores ganancias que en su país!
Podemos recordar, en el tribunal de Fort-Liberté, un ejemplo que fue a la
Justicia y que resultó tan claro (cuando el ejército dominicano intervino allí
para golpear a obreros haitianos en la zona franca de Ouanaminthe, donde hasta
una mujer embarazada fue arrastrada en el fango ante toda la población) que el
juez de Fort-Liberté tuvo que dar la razón a los obreros que habían protestado y
exigido reparaciones y sanciones para el jefe de seguridad del Grupo M, un
antiguo coronel del ejército dominicano. Pero, el Ministro de Justicia en Puerto
Príncipe, bajo las órdenes del Ministro de Comercio e Industria, envió una carta
de reproches al juez, donde le dijo: si Ud. aplica ese veredicto, "eso va a
espantar a los inversores"!! La Ley "HOPE" viene a reforzar las ventajas que
pueden obtener. Todo eso ocurre en el momento donde, globalmente, la penetración
de los capitales dominicanos se hace cada vez mayor. De hecho, están avanzando
en un proceso de anexión del Noreste del país, y es en el marco de esa
penetración-anexión que la ley "HOPE" va a funcionar.
La burguesía dominicana ya estaba interesada en invertir en nuestro país,
particularmente en la industria de maquiladoras. Eso explica, por ejemplo, la
presencia acá del Grupo M en la zona franca de Ouanaminthe, o la de 3 fábricas
Silbes en el parque industrial de Puerto-Príncipe cuando su dirección general se
encuentra en República Dominicana. Hay varias otras que piensan establecerse. En
este momento, están tratando de resolver el problema de cuota. Pero, para ellos,
eso no es suficiente. Necesitan más. Es en ese sentido que decimos que la ley "HOPE"
no surge de manera aislada.
LEY "HOPE": DIVERSOS ARTÍCULOS DE PRENSA
Diversos artículos de prensa han criticado ese accionar. Desde distintos
ángulos, esos análisis han mostrado cómo se trata de un acto de total renuncia
del gobierno; demostrando también cómo sería un acto suicida para un gobierno
comprometer de una manera tan profunda la economía concentrándola únicamente en
la industria maquiladora y sin ofrecer otra alternativa fuera de las zonas
francas.
Demostraron, en general, que dicha economía tampoco puede aportar nada positivo
para el desarrollo nacional, menos aún para un desarrollo integral del país,
teniendo en cuenta la ausencia de toda medida para revitalizar la economía
nacional, como tampoco para exportar materia prima fabricada en el país; lo que
permite la transformación de esas zonas de producción en verdaderos enclaves. De
hecho, se trata de una verdadera "espada de Damocles", siendo que, poco a poco,
es la mayor parte de la economía del país que dependerá total y únicamente de
los pedidos de las multinacionales. Estratégicamente pues: ¡un peligro
definitivo!
LEY "HOPE": MISERIA Y EXPLOTACIÓN TOTAL
Como lo sabemos, la lógica de las multinacionales es la búsqueda permanente de
mejores condiciones de funcionamiento únicamente para ellas. Por lo tanto,
siempre "cambian de lugar", en función de las ventajas otorgadas y hasta
utilizan eso como forma de chantaje. Así, vemos que eso representa no sólo un
peligro para la economía del país (la cual estará siempre bajo esa presión de
deslocalización), sino también que en este asunto, comprendemos que el único
lugar donde los burgueses van a transferir dicha presión de deslocalización es
sobre los salarios de los obreros. Esto vale para cualquier país pero, en Haití,
ya que no se puede ofrecer ninguna clase de servicio lo más mínimo, es la única
manera que tienen para ser "competitivos". Sus propias expresiones lo
demuestran: "la ventaja comparativa nuestra - dicen - es la mano de obra barata
de éste país, imposible de conseguir en otros lados". Está pues todo claro:
según la lógica más simple, para que dicha "ventaja" se quede siempre igual,
hace falta que sea acompañada 1) de una enorme represión contra los sindicatos
para tumbarles a los obreros su capacidad de lucha y, 2) de una miseria
generalizada para que siempre haya gente afuera en el pueblo dispuesta a aceptar
el salario de miseria que ofrecen en las zonas francas. Además, como tienen que
seguir siendo más "competitivos" (frente a los esfuerzos de los competidores en
otros países), el valor de esta mano de obra - otra ez: el salario - se seguirá
desvalorizando más y más. De allí las desvaluaciones de la moneda local (que
controlan ellos) y el permanente aumento de los productos de primea necesidad
(que importan ellos). En la lógica de la competitividad capitalista, pues: la
miseria generalizada del pueblo haitiano ¡es la ventaja ‘comparativa’ de la
burguesía! Y, de allí, el PRINCIPAL PARÁMETRO DE LA LEY "HOPE", PARA SU
APLICACIÓN Y SU VERDADERO FUNCIONAMIENTO.
Cuando reflexionamos sobre todas esas cosas, también debemos sacar las lecciones
de la experiencia del establecimiento en el país de las primeras maquiladoras...
Si se aplica la Ley "HOPE", ésta tendrá el mismo efecto. En primer lugar
provocará una gran emigración hacia las zonas de explotación de las nuevas
fábricas. Y esas nuevas fábricas sólo aumentarán de manera general la miseria en
esas zonas de explotación. Eso proporcionará la base para la instalación de más
"villas miserias" con sus consecuencias (entre ellas, la posibilidad para la
reproducción del populismo, la violencia y la inseguridad). Pero aportará
también miseria en otro sentido: los emigrantes provendrán sobre todo de las
zonas rurales, lo que provocará una mayor degradación de la agricultura, y mayor
dependencia. Es cierto, ya existe una migración hacia la República Dominicana y
otros países. Pero el daño será mayor, porque no disminuirá la ola migratoria.
Basta pues con solo mirar esas "ventajas comparativas" y sus acompañantes
salarios de miseria para darnos cuentas de que se trata de una explotación
despiadada. Para mantener altas sus ganancias, ellos (los dueños de fábricas)
están obligados a mantener bajos los salarios. De lo que produce el obrero, solo
una parte aún más ínfima le corresponderá, mientras que seguirán exprimiéndole
más plusvalía. Todo eso, para poderse mantener en la competencia característica
del sistema capitalista donde los imperialistas siempre se salen con la vaca
gorda.
LA LEY "HOPE" SE VIENE APLICANDO EN UN MARCO DE IMPUNIDAD E ILEGALIDAD TOTAL
POR PARTE DE LA BURGUESÍA Y SU ESTADO
La ley "HOPE" está integrada en el marco de la impunidad total de la cual goza
la burguesía en el país. Recientemente, ya sea en la Brasserie La Couronne, o la
Brasserie Larco, ya sea en la sucursal Norte de la Brasserie Nationale, ya sea
en Wilbess, cada vez que los obreros lograban construir un sindicato, los
directivos de esas fábricas o bien revocaron a los obreros más combativos, o
bien revocaron a todos los obreros que habían ingresado en el sindicato, tal y
como sucedió en la sucursal Norte de la Brasserie Nationale. Sin ningún recurso
para los trabajadores, sin ninguna compensación, aunque los inspectores del
Ministerio de Asuntos Sociales reconocieran el carácter claramente arbitrario e
ilegal de esas revocaciones. O sea, es en un marco de impunidad total para los
burgueses que va a funcionar esa nueva ley.
Además del carácter ilegal de la propia actuación del Estado. Ya que el artículo
137 del Código del Trabajo prevé un ajuste al salario mínimo cada vez que
aumenta el costo de la vida más de 10%. Dicho artículo, de un Código de trabajo
represivo vigente desde la época de Duvalier, Código al que no se ha tocado
mientras la "democracia" ha cambiado muchas otras leyes, fue un esfuerzo para
bloquear todo ajuste salarial ya que en esa época la inflación todavía no había
alcanzado lo de 10% o más (o sea, si alcanzaba los 7, 8, o aún 9%, no había
ajuste alguno). Hoy en día, pese a que los precios siguen subiendo
continuamente, y la tasa anual de inflación rebasa los 20, 30, 50, hasta 100%,
el Estado no ha implementado ese artículo del Código – si bien el salario mínimo
ha sido fijado a 70 gourdes, dicha medida no lo puso al nivel que debió estar,
si lo comparamos con el salario mínimo de 15 gourdes de aquel entonces (bajo
Duvalier) lo cual equivalía a 3 $US dólares, luego incrementado a 28 gourdes, lo
que equivalía a 4 $US dólares. Hoy en día, el salario mínimo equivale a 1,75 $US
dólar. Es decir, la ley "HOPE" irá funcionando en un marco de ilegalidad
permanente de no aplicación de la ley por parte del Estado respecto a los
ajustes salariales.
LEY "HOPE": OCUPACIÓN MILITAR
La ley "HOPE" será aplicada en el contexto de la actual ocupación militar. Es
importante que entendamos, pues, dicho contexto: para que se aplique la ley,
dada la tensión y la constante posibilidad de una explosión social debido a la
situación de miseria agobiante en la que está sumida la población, y la
incapacidad de las clases dominantes y de su Estado reaccionario de enfrentar
dicha posibilidad por sí solas, la ocupación militar viene siendo su único
soporte. Es todo eso lo que tratan de ocultar con su demagogia de "crear empleos
y desarrollo". No puede haber ley "HOPE" sin fuerzas represivas, tanto dentro
como fuera de las fábricas. De allí la necesidad de un aparato represivo listo
para intervenir en cualquier momento.
La miseria y la explotación engendran RESISTENCIA. A la que las clases
dominantes responden con REPRESIÓN. Hoy en día, la policía no tiene la capacidad
operativa para cubrir todo el territorio nacional, ni siquiera toda la capital,
Puerto Príncipe. De ahí la necesidad de tener a las fuerzas extranjeras no sólo
con sus tanques y otras armas pesadas ya en operación, sino con capacidad de
incremento y despliegue rápido en cuanto a soldados y armas, acaso fuera
necesario.
Además, se necesita también cierta administración política capaz de dirigir ese
proceso y de tomar decisiones y adoptar medidas que se acepten a nivel
internacional. Ahí también, la incapacidad e incompetencia total del Estado, con
su acompañante crisis de credibilidad en el exterior, hacen que las fuerzas
extranjeras estén ocupando más terreno político y asumiendo el rol del Estado
cada día más. La ley "HOPE" trae a la par la continuación y el reforzamiento de
la ocupación militar del país.
Se puede decir también que la ley "HOPE" se irá aplicando en base al engaño.
Engaño a un pueblo que depositó su confianza en los dirigentes que recién
eligió. Un pueblo agobiado y sumido en una miseria aplastante, que se ve
obligado a aceptar lo que se le dé para no morir de hambre, aunque puede
"sentir" que no le convendrá (las maquiladoras han estado "creando empleos"
desde hace tiempo) y que, en esas condiciones, se hundirá aún más. Pero se trata
también de un pueblo agobiado en el sentido que ya no puede seguir viviendo en
la miseria, la desolación y la desesperación en las que lo tienen sumido los
imperialistas, la burguesía y su Estado reaccionario: tarde o temprano se pondrá
en pie de lucha. Situación ésta que constituye el telón de fondo de la cada vez
más profunda crisis estructural que hace necesaria, para aquellos sectores
dominantes, la presencia de las fuerzas de ocupación. Necesitan pues de éste
ejército represivo (Brasileños, Argentinos, Chilenos, etc…) que venga a hacer
aquí lo que venían haciendo en sus respectivos países: reprimir a los obreros y
trabajadores, reprimir a las masas populares. Para mantener la paz .Esa paz que
necesitan ellos: ¡una paz de cementerio!
¿QUÉ MAS NOS ENSEÑA LA LEY "HOPE"?
La ley "HOPE" es un arreglo técnico entre burgueses. Se trata de un mecanismo
para facilitar y agilizar el comercio entre los capitalistas americanos y sus
gerentes aquí, es decir, sus intermedios haitianos. La ley categoriza las
diferentes clases de mercancías acorde con sus respectivas ventajas, fija las
tarifas, establece las normas a seguir para los organismos de control aduanero
estadounidenses en cuanto a clase de mercancías, cómo y cuándo aprobar las
mismas (nótese aquí que se trata de control aduanero estadounidense…). Sobre
todo, la ley pone al desnudo la fantochería y el carácter sumiso de la burguesía
del país y sus secuaces en el gobierno. La ley "HOPE" resalta el carácter
antinacional de las clases dominantes haitianas.
En el marco de la lucha contra la despiadada implementación del Tratado de Libre
Comercio de América Central y República Dominicana (TLCAC-RD) por parte de la
burguesía de los diferentes países de América Central, las centrales sindicales
de esos países han venido coordinando sus acciones y lograron forzar la
inclusión de algunas consideraciones de carácter general sobre el respeto a los
derechos de los trabajadores en las fábricas. En la zona franca de Ouanaminthe,
los obreros han conseguido con su lucha que el patronal Grupo M aceptara el
principio de un contrato de trabajo colectivo, de tal manera que hasta el Banco
Mundial se vio obligado a adoptar un conjunto de reglamentos condicionando sus
préstamos a los capitalistas de esa zona franca al respeto de ciertos derechos,
incluidos, entre otros, la libertad sindical y el derecho a la negociación
colectiva.
Claro está, la ley "HOPE" menciona el respeto a los derechos de los trabajadores
y las normas internacionales establecidas. Pero debemos estar claros: no hay
ningún mecanismo a nivel internacional para asegurar que se apliquen o se acaten
dichas normas de protección laboral. El Código de Trabajo es el único mecanismo
de reforzamiento existente a nivel nacional. Pero, todo lo contrario, en la
actualidad ese Código se viene usando para amaniatar a los trabajadores. Pese a
que le deja el terreno libre para actuar a su antojo, la burguesía aún quiere
más, todo eso en contra de los intereses del trabajador. A esto hay que sumar un
raquítico Ministerio de Asuntos Sociales, pro-burgués, y un Ministerio de
Justicia por ellos controlado. De derechos obreros ¡ni hablar! Lo más que se
pueda esperar es una enmienda ocasional, un mísero aumento salarial. Esas
referencias generales de la ley "HOPE" a los derechos de los trabajadores no
tienen, pues, ninguna relevancia, aunque sí podamos usarlas en nuestras
batallas, con ayuda de la solidaridad internacional.
Recordemos que esa burguesía haitiana que sirve de agente intermedio en la
aplicación de la ley "HOPE" tiene la triste reputación de ser la peor del mundo,
según los mismos capitalistas americanos que llaman a esos corruptos lacayos "la
elite más repugnante del mundo". Tal burguesía ¡no le importa para nada eso de
derechos obreros! Su existencia misma está basada en la violación de los
derechos obreros. Por ende, no es de sorprender que acepte una mención general y
vaga de los mismos: le conviene la fachada, pues le ayudará a engañar a la gente
a sabiendas de que en la actualidad no tiene ninguna intención de implementar
dicha posición general. De hecho, sería sorprendente que así no fuera ya que,
como se ha dicho anteriormente, es en base a un desangramiento de los
trabajadores cómo ella podrá conseguir esas "ventajas comparativas", justo como
se hiciera en la primera época de las maquiladoras. Sale a todas luces A QUE
ALTURA ha llegado el carácter ANTI POPULAR de las clases dominantes haitianas.
Pero eso lo sabíamos ya.
Pero hay algo más: el Estado haitiano no hace ni el menor esfuerzo para proteger
a los trabajadores haitianos y definir mecanismos de aplicación de esa mención
general a los derechos obreros. La ley "HOPE" no trae pareja ninguna otra ley
sobre el asunto de los derechos de los trabajadores (¡eso les daría miedo a los
inversionistas!). Pero, y eso es más grave todavía, ni siquiera se hace
referencia al Código de Trabajo de Duvalier, y eso después de más de un año.
Prefieren hacer demagogia en concubinato con ciertas falsas centrales
sindicales, totalmente corruptas, en busca de unos cuantos puestos estatales. El
Estado haitiano nunca ha levantado ni un dedo para proteger o hacer respetar los
derechos de los trabajadores haitianos en República Dominicana, como si no fuera
responsabilidad del gobierno haitiano, mientras que todavía se sigue
atropellando a los indocumentados, hasta quemándolos vivos, sin que nadie en ese
gobierno de la vergüenza haya protestado ni, mucho menos, tomado carta en el
asunto. Todo eso viene aclarando que lo que enfrentamos es un Estado, un
gobierno fundamentalmente antipopular y antitrabajador.
BATAY OUVRIYE: NUESTRA POSICIÓN
Inevitablemente, los reaccionarios, igual como lo hicieron durante las primeras
luchas obreras en la zona franca de Ouanaminthe, dirán: "¡Batay Ouvriye se opone
al desarrollo!" "¡Batay Ouvriye se opone a la creación de empleos en el país!"
"¡Quieren llevar al país en la quiebra!".... Ya hemos dado mentís a esas
declaraciones. Hoy, como antes, partimos de los intereses de los trabajadores,
de la clase obrera. Son esos intereses los que nos guiaron en nuestra exitosa
batalla por la reintegración de los obreros expulsados a sus puestos de trabajo
en la zona franca (pues ¿quién se opone a que trabajen los trabajadores?). Es
esta misma batalla por el respeto a los derechos de los trabajadores la que ha
forzado a las multinacionales textiles a reabrir sus fábricas en la zona franca
(pues ¿quién se opone a la creación de empleos para los obreros?). Es esta
batalla, en fin, la que ha permitido expandir esos derechos (reglamentos
condicionando préstamos a la responsabilidad social y al desarrollo duradero) a
otros países en el mundo donde el Banco Mundial otorgue préstamos para abrir
fábricas.
Nosotros, de BATAY OUVRIYE, defendemos el derecho al trabajo de todos los
trabajadores. Pero, al mismo tiempo, defenderemos, sin cesar, TODOS LOS DERECHOS
DE TODOS LOS TRABAJADORES EN TODAS LAS FÁBRICAS. Todos los derechos, habidos y
por haber, en base a la lucha de los mismos trabajadores.
De la misma manera, estamos seguros que sólo los intereses de los trabajadores
corresponden a los intereses globales de nuestra nación. Los intereses de la
burguesía antinacional no representan nada que vaya en el sentido de los
intereses nacionales. Ni siquiera representan una mínima reestructuración, una
mínima mejoría, salvo para su propia clase. Hoy en día, el marco general dentro
del cual funcionará la ley "HOPE" acabará totalmente con nuestra identidad
colectiva. Y es precisamente por eso que denunciamos claramente y rechazamos la
ley "HOPE", junto con todos aquellos que tratan de mistificarnos para poderla
implementar en el país. Ya lo hemos dicho: es a una mayor miseria y explotación
que nos arrastra esa ley. Y para aplicarse bien, resulta necesario para las
clases dominantes mantener la ocupación militar. En realidad, esa ley viene
enmarcada dentro de un proyecto global, no la podemos analizar de manera aislada
aún cuando nos enfoquemos en sus aspectos específicos. Debemos enfrentarla de
una forma y en una práctica que corresponda con las capacidades e intereses de
la clase obrera. Lo cierto es que las maquiladoras no han traído ningún
progreso, desde la época de Duvalier hasta hoy. Nada cambiará con la aplicación
de la ley "HOPE".
En nuestras luchas, en nuestra práctica, estamos conscientes que la correlación
de fuerzas, tanto a nivel nacional como internacional, favorecen su imposición
sobre los trabajadores y sobre el país. Empero, como lo hemos demostrado en la
zona franca de Ouanaminthe, estaremos aquí para defender los intereses de la
clase obrera y, a través de ellos, los verdaderos intereses del país. ¡LA
BATALLA APENAS EMPIEZA!
En todos los sentidos, Haití se encuentra hoy en una peligrosa encrucijada donde
las clases dominantes quieren transformar al país en un ataúd para toda la
población, donde los imperialistas ya han calculado – ya han tomado medidas al
respecto – el tiempo necesario para controlar el país, como recién lo indicó
Colin Powell, luego confirmado por Mulet. Los obreros, los pequeños campesinos,
todos los trabajadores y las masas populares en general los enfrentan
diariamente, en su misma esencia, en sus luchas reivindicativas contra la
explotación y la dominación. Los verdaderos progresistas deben darse cuenta que
lo que les espera es la muerte…si no se arma una masiva batalla contra el plan
sanguinario de las maquiladoras que pretenden hacernos creer que están aquí para
salvar a Haití mientras que lo que en realidad traen al pueblo es la degradación
permanente, el conflicto, la miseria y la muerte.
El plan de la burguesía consiste en explotarnos y sacar lo máximo que pueda de
nosotros. Pero sabemos, nosotros obreros, que, organizados, siempre alcanzaremos
la victoria, cueste lo que cueste. Esta victoria la lograrán únicamente los
trabajadores que luchan por sus propios intereses. La logrará el pueblo en pié
de lucha.
¡VIVA LA LUCHA DE LAS MASAS POPULARES!
¡CON LOS TRABAJADORES COMO POSTE CENTRAL
BAJO LA DIRECCIÓN DE LA CLASE OBRERA!