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Latinoam�rica

Entrevista a Rodrigo Granda
Secuestrado, condenado y liberado contra su voluntad

"Con mi liberaci�n, Uribe reconoce el car�cter pol�tico de las Farc" 
 
Maurice Lemoine
Le Monde Diplomatique 

Decidido a obtener la liberaci�n de �ngrid Betancourt, secuestrada en febrero de 2002 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el presidente franc�s Nicolas Sarkozy dialog� a comienzos de mayo pasado, con su hom�logo colombiano �lvaro Uribe. A pedido �al parecer� de Sarkozy y con el prop�sito de obligar a la guerrilla a un "intercambio humanitario" bajo condiciones impuestas por su gobierno, Uribe tom� entonces una decisi�n espectacular: liber� a Rodrigo Granda, considerado el "ministro de Relaciones Exteriores de las FARC", a quien los servicios secretos colombianos hab�an secuestrado clandestinamente en Caracas hac�a dos a�os y medio (1). El 19 de junio pasado, Granda fue autorizado a viajar a Cuba "para realizar gestiones en favor de la paz". Desde entonces, se neg� a establecer cualquier contacto con la prensa internacional, con una excepci�n: Le Monde diplomatique. En su residencia secreta de La Habana, Granda recibi� al jefe de la redacci�n de Par�s, a quien confi�, en exclusiva mundial, su an�lisis de los recientes acontecimientos.

Caracas, 13 de diciembre de 2004, 15:55 horas. La secuencia parece filmada en Hollywood: tel�fono celular en mano, Rodrigo Granda sale de un caf� cercano a la estaci�n del subterr�neo Bellas Artes. Empujones. Un grupo de hombres lo obliga a subirse a un jeep Cherokee. Le colocan una capucha en la cabeza y esposas en las manos detr�s de la espalda. Por su acento paisa (2), Granda adivina la presencia de dos colombianos. En el asiento trasero, lo rodean dos venezolanos. Luego de un corto trayecto, lo encierran brutalmente en el ba�l de otro autom�vil. Una ruta interminable. Varios cambios de veh�culo �y de ba�les� en medio de la noche. Hasta la frontera...

A la ma�ana siguiente, el 15 de diciembre, el comandante de la polic�a colombiana Jorge Daniel Castro anunciaba que sus hombres hab�an capturado "en C�cuta, Colombia", a un "pez gordo" de las FARC.
 
Secuestro en Caracas

Granda era un desconocido para los colombianos. No para sus servicios de inteligencia, que lo buscaban desde hac�a a�os. Lo consideran el "ministro de relaciones exteriores" de las FARC. "Eso es un invento de los periodistas" �se�ala sonriente en La Habana, donde lo entrevistamos�. "El verdadero ministro de Relaciones Exteriores de las farc es Ra�l Reyes, jefe de la Comisi�n Internacional." Reyes se encuentra en la clandestinidad, en alg�n lugar de Colombia.

En los a�os �80, Granda fue miembro de la direcci�n nacional de la Uni�n Patri�tica (UP), partido legal de oposici�n diezmado por los narcotraficantes y los paramilitares: nada menos que 3.000 muertos, entre ellos Carlos Pizarro, candidato de la UP a la presidencia. "Fui v�ctima de atentados en Bogot�, en Medell�n. Como a todos los miembros de la UP, me expulsaron de la vida pol�tica a los tiros", se�ala Granda. Combatir y vivir, o sufrir y morir. �l eligi�, y se uni� a "la insurgencia".

En 1987, en representaci�n de la Comisi�n Internacional de las farc, abandon� Colombia e inici� en numerosos pa�ses una intensa actividad diplom�tica ante dirigentes, gobiernos personalidades, periodistas. "Este �ltimo tiempo ten�amos tres objetivos: el reconocimiento de las farc como fuerza beligerante (figuran en la lista de organizaciones terroristas desde 2001); la b�squeda de una soluci�n pol�tica al conflicto en Colombia, y contactos con vistas a un intercambio humanitario": 56 "presos pol�ticos" de las farc (entre ellos la colombiano-francesa, �ngrid Betancourt) a cambio de 450 a 500 guerrilleros detenidos por el gobierno de �lvaro Uribe.

En 2004, a Granda se lo vio en Caracas, en ocasi�n del Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (del 2 al 7 de diciembre). El 8 y 9 de diciembre de ese a�o, en esa misma ciudad, particip� tambi�n del II Congreso Bolivariano de los Pueblos, donde denunci� el Plan Colombia (3). El 13, en el momento de ser secuestrado, conced�a una entrevista a un periodista colombiano en un caf� de la capital venezolana, y hab�a salido de all� para responder m�s tranquilo a un llamado telef�nico (4). Los testigos alertaron inmediatamente. Granda no pudo por lo tanto ser detenido en C�cuta, Colombia, ya que acababa de ser secuestrado en Venezuela.

Gran conmoci�n en Caracas. Y gran confusi�n. La oposici�n venezolana se apoder� del caso. �Qui�n invit� a un "terrorista" a participar de estos encuentros? �El gobierno de Hugo Ch�vez, l�gicamente! El ministro del Interior, Jesse Chac�n, desminti� que sus servicios supieran de su presencia. Tres a�os m�s tarde, a su modo, Granda lo confirma. Nadie lo hab�a invitado. "Algunos amigos bolivarianos consideran que los insurgentes colombianos no deben participar en este tipo de encuentros. Lo que es absurdo. Bol�var nunca necesit� pasaporte para pasar de Venezuela a Colombia, Ecuador, Per� o Bolivia. Fue el primer internacionalista."

En esa �poca, una investigaci�n revel� la operaci�n, organizada por la polic�a y el ej�rcito colombianos, con la complicidad, del lado venezolano, de dos oficiales corruptos del Grupo de Acciones Especiales de la Guardia Nacional (GAES) y tres guardias nacionales; un mill�n de d�lares son dif�ciles de rechazar. Mientras tanto, atribuyendo el secuestro a la Direcci�n de Seguridad, Informaci�n y Prevenci�n (DISIP, los servicios secretos venezolanos), un grupo de personalidades solicitaba "respetuosamente" al presidente Hugo Ch�vez que "limpiara" sus fuerzas de seguridad. Lo que provoc� irritaci�n en el entorno presidencial: "Este lamentable caso nos demuestra que todav�a no controlamos todo el aparato del Estado. Pero no queremos saber nada con las farc, ni con ninguna organizaci�n que pretenda imponer la revoluci�n por las armas. Es de inter�s de la revoluci�n bolivariana mantenerse al margen de estos grupos". Unas semanas antes, la responsable de la diplomacia estadounidense, Condoleeza Rice, hab�a acusado a Caracas de ser un "nido de terroristas".

Tanto Bogot� como Washington intentaron matar dos p�jaros de un tiro. "Al llegar a C�cuta, cuenta el comandante Granda, me ofrecieron mucho dinero, la libertad, pasaportes para m� y mi familia, con una condici�n: que implicara a Ch�vez. Deb�a decir que proteg�a a las farc y que yo recib�a ayuda de su gobierno". Se neg� categ�ricamente. Por su parte, al comprobar que no exist�a ninguna orden de detenci�n de Interpol respecto de Granda, el Presidente venezolano acus� a Bogot� de haber "violado la soberan�a nacional", retir� a su embajador y suspendi� las relaciones comerciales con Colombia (5).

Durante su proceso, Granda pens� en renunciar a defenderse. Uno de sus abogados sobrevivi� milagrosamente a cinco disparos. "Para los defensores de la gente de las farc es muy dif�cil. Muchas amenazas, presiones, vigilancias, escuchas telef�nicas. Y ninguna garant�a judicial. Yo les dec�a: ��Por qu� avalamos una justicia que, en realidad, no existe?�", apunta. Seis a�os por rebeli�n, quince a�os por terrorismo, veinti�n a�os de prisi�n en total. "Reconoc� mi condici�n de rebelde. No la de terrorista", se enorgullece. Entre los guerrilleros con los que se encontr� en una c�rcel de alta seguridad, algunos ten�an sentencias firmes de 60 u 80 a�os, aun cuando la pena m�xima en Colombia no puede superar los 40 a�os. "De ah� la necesidad, para las farc, de utilizar m�todos no necesariamente ortodoxos para recuperar a sus guerrilleros encarcelados. De ah� pues la cuesti�n vital del intercambio humanitario...".

El presidente �lvaro Uribe cree poder ganar una guerra que lleva sesenta a�os, sin discutir con nadie. Desde su llegada al poder en 2002 (fue reelecto por un nuevo mandato de cuatro a�os en mayo de 2006), rechaza categ�ricamente el famoso "intercambio humanitario".

Con los "terroristas" no se negocia. Pero de un tiempo a esta parte, Uribe se encuentra en una situaci�n delicada, envuelto en el esc�ndalo denominado de la "parapol�tica". La justicia colombiana examina m�s de cien casos de presunta colusi�n entre los paramilitares de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y representantes del Estado. Investiga los fraudes organizados por unos y otros en las elecciones que llevaron a Uribe al poder.

La crisis ya provoc� la ca�da de la ministra de Relaciones Exteriores Mar�a Consuelo Araujo, cuyo hermano y padre fueron acusados. Dos gobernadores (de los departamentos de C�sar y Magdalena), catorce diputados y senadores �todos "uribistas"� fueron encarcelados, otros cinco tienen orden de detenci�n. El ex director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, polic�a pol�tica), Jorge Noguera, jefe de campa�a del candidato Uribe en el departamento de Magdalena, fue encarcelado. El director de la Polic�a Nacional, general Jorge Jos� Castro �el mismo que en C�cuta le ped�a a Granda que "implicara" al presidente Ch�vez� y el del Servicio de Inteligencia de la Polic�a debieron renunciar debido a otro esc�ndalo relacionado con escuchas telef�nicas ilegales...
 
El rol de Sarkozy

En este contexto, a comienzos de mayo de 2007, tras una llamada telef�nica del flamante presidente franc�s Nicolas Sarkozy, una informaci�n caus� sensaci�n en Bogot�: Uribe anunciaba la liberaci�n "unilateral" de cientos de rebeldes y ped�a a las farc que respondieran a ese "gesto de buena voluntad" procediendo a la liberaci�n de sus rehenes. "El Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, vino a verme a mi celda, cuenta Granda, y me propuso que me pusiera a la cabeza de esta operaci�n de �reintegraci�n-desmovilizaci�n�, con la �nica condici�n de que abandonara las farc". Se opuso. Dos d�as m�s tarde, el Alto Comisionado volvi� a la carga. "En esa ocasi�n me explic� que no ten�a intenciones de negociar conmigo, y que mi liberaci�n fue decidida �por razones de Estado�, porque... el presidente franc�s Nicolas Sarkozy lo pidi�. Y que si yo creaba problemas, utilizar�a su poder para sacarme a la fuerza de mi celda �y expulsarme de la prisi�n!"

Liberado contra su voluntad... "�Pero qu� papel juega Sarkozy en esta historia?", se pregunta Granda desconcertado. Confiesa no tener ninguna idea al respecto. Desde luego, la causa de �ngrid Betancourt, prisionera de las farc desde el 23 de febrero de 2002, es extremadamente popular en Francia. �Acaso quiso Sarkozy "dar un golpe" multiplicando los contactos con su par colombiano a pocos d�as de las elecciones legislativas, de las que esperaba una aplastante mayor�a en la Asamblea Nacional?

Respecto de la cuesti�n de los prisioneros, las farc exigen una zona desmilitarizada de 800 kil�metros cuadrados en los municipios de Florida y Pradera (departamento del Valle), para "negociar", frente a frente, directamente con el poder y proceder, en caso de acuerdo, al famoso intercambio humanitario. Con un objetivo pol�tico: ser reconocidas, de facto, como fuerzas beligerantes insurgentes y salir del estatuto de "terroristas" en el que Washington y Bogot� las encerraron.

Esto fue precisado inmediatamente por Granda a sus "liberadores": "Lib�renme si quieren, pero se trata de un gesto unilateral de su parte; les advierto, no generar� ninguna reciprocidad por parte de las farc".

El gobierno le dio a elegir entre Francia, Suiza o Cuba. El 19 de junio de 2007, Granda viaj� rumbo a La Habana. Adem�s del placer de recuperar la libertad, obtuvo otra satisfacci�n: "Me cuesta creer que el presidente Sarkozy haya pedido la liberaci�n de un �terrorista�. En cuanto a Uribe, con el decreto que firm� para liberarme, reconoce el car�cter pol�tico de las FARC".

En medio de un gran estr�pito medi�tico, el gobierno colombiano liber� a 170 supuestos guerrilleros, entre ellos exguerrilleros desmoralizados, oscuros personajes, comandantes de tropas inexistentes y bastantes delincuentes comunes. Al mismo tiempo, jugando a dos puntas �un supuesto gesto de paz, un aut�ntico acto de guerra� Uribe confirm� la orden dada en octubre de 2006: proceder al rescate militar de los rehenes de la guerrilla utilizando "todos los medios posibles". Desde siempre, las familias de los secuestrados �entre ellas la de �ngrid Betancourt� se oponen a una decisi�n tan peligrosa. En mayo de 2003, un "rescate" de este tipo, �no termin� acaso con la muerte de un gobernador, un ex ministro y siete militares?
 
Una matanza sin esclarecer


La sucesi�n de acontecimientos confirmar� adem�s que en Colombia todo es posible: tanto lo peor como... lo peor. El 23 de junio pasado, en un breve comunicado, el Bloque Occidental de las FARC (6) anunci� que cinco d�as antes, el 18 de junio, once de los doce diputados de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, secuestrados por la guerrilla el 11 de abril de 2002 en Cali, fueron asesinados "en un fuego cruzado (...) cuando un grupo militar hasta el momento no identificado atac� el campamento en el que se encontraban". Negando cualquier combate en esa zona el 18 de junio, Uribe se�al� irritado: "No hubo operaci�n de rescate. Fueron asesinados a sangre fr�a" (7). Absurdo. Los prisioneros constituyen una carta importante de las farc en su pulseada con el poder. �Qu� inter�s tendr�an en deshacerse de ellos de esa manera?

"Las FARC asumen su parte de responsabilidad. No podemos negar que no fuimos capaces de salvaguardar la vida de los rehenes hasta el intercambio humanitario", precisa gravemente Granda. �Qu� m�s? Se atribuye a la guerrilla la pr�ctica de ejecutar a sus prisioneros antes de dejar que los libere el ej�rcito. Granda no lo confirma ni lo niega. "No pertenezco a la estructura de comando de las farc; ignoro si existe una orden semejante." En tal hip�tesis, se tratar�a de un crimen de guerra. Sin embargo, aun siendo factible, no puede considerarse esta �nica posibilidad, ya que las circunstancias del drama del 18 de junio siguen siendo misteriosas. Hasta ahora, nadie conoce siquiera el lugar donde se produjo la matanza. Curiosamente, el ej�rcito colombiano permanece en silencio. Las FARC tambi�n callan. "A�n se sigue investigando. Queremos darle al mundo la explicaci�n m�s precisa posible y evitar las especulaciones", nos dice Rodrigo Granda.

Seg�n los expertos, los paramilitares parecen estar fuera de sospecha: no tendr�an la capacidad para montar semejante operaci�n. Y el ej�rcito colombiano tambi�n. Adem�s, en un segundo comunicado, el Bloque Occidental de las FARC mencion� a "comandos extranjeros". Parece salir a la luz una teor�a que tambi�n hay que tomar con precauci�n: el ataque habr�a sido perpetrado por un comando de "fuerzas especiales" integrado por especialistas extranjeros, cuya/s nacionalidad/es sigue/n sin definirse. Aunque hay algunas ideas al respecto... (8).

As�, desde Ginebra, Louise Harbour, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, exige adem�s de "la liberaci�n inmediata de todos los rehenes", una investigaci�n "completa e imparcial" sobre la tragedia del 18 de junio. Bogot� rechaza cualquier comisi�n investigadora independiente. Granda, por su parte, se�ala: "Las FARC propusieron entregar los cuerpos a una comisi�n internacional de la que no formara parte el gobierno colombiano, para impedir cualquier manipulaci�n. Ahora bien, los ataques de los militares contin�an en la regi�n en cuesti�n, y los compa�eros me hicieron saber que tanto los militares como otras fuerzas tienen inter�s en hacer desaparecer los cuerpos. Para borrar las huellas". �Desinformaci�n o verdad?
 
Notas
 
1) Omar Rodr�guez, "El secuestro de un miembro de las farc: una entrevista que no concluy�", Le Monde diplomatique, edici�n Colombia febrero de 2005.
2) Oriundo del departamento colombiano de Antioquia.
3) www.monde-diplomatique.fr/cahier/ameriquelatine/plancolombie-intro
4) El periodista en cuesti�n era �mar Rodr�guez. Ver nota 1.
5) Las relaciones entre ambos pa�ses retomar�an su curso "normal" gracias a la mediaci�n de los presidentes Luiz In�cio "Lula" da Silva (Brasil) y Fidel Castro (Cuba), y luego del encuentro entre Ch�vez y Uribe, el 17-2-05.
6) El Bloque Occidental de las FARC opera en los departamentos de Tolima, Huila, Valle del Cauca, Nari�o y una peque�a parte de Calda.
7) El Pa�s, Madrid, 29-6-07.
8) En marzo de 2007, la embajada de Estados Unidos en Bogot� confirm� que soldados estadounidenses participaron de una operaci�n militar conjunta en el sur de Colombia, donde las FARC tienen secuestrados a tres contratistas estadounidenses del Pent�gono, capturados en 2004 al estrellarse su avi�n esp�a.          

Fuente: lafogata.org

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