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Foro Social Mundial: otro mundo para Africa
Cândido Grzybowski
IPS
Este año, entre el 20 y el 25 de enero, el Foro Social Mundial (FSM) fue
acogido y estimulado por África, con sus diversos pueblos, su historia y su
cultura.
La resistencia de los africanos, sometidos a las más atroces violencias y
negaciones de derechos humanos, y a las destrucciones de un sistema mundial al
servicio de las grandes corporaciones económico-financieras y de las potencias
imperialistas, es para la ciudadanía planetaria fuente de inspiración para
continuar la tarea de construir ''otros mundos''.
El séptimo FSM de Nairobi es un momento especial en términos políticos e
históricos. Ante la excluyente globalización capitalista y la lógica de terror y
guerra que la sustenta, continuamos expandiéndonos y creando esperanza, como una
red ciudadana que envuelve el mundo en forma horizontal y tiene en su centro los
seres humanos, con su multiplicidad de pueblos, relaciones, identidades y
culturas.
Tenemos la posibilidad de echar raíces profundas del FSM en el continente
africano, cuna de la humanidad. En África y desde África podemos hacer emerger
los diferentes canteros de ciudadanía en acción empeñados en construir otros
mundos, imprimiendo una nueva dinámica al proceso del Foro. Puesto que África
está siendo relegada por el sistema económico y de poder dominante, la
realización de este Foro es una forma de compromiso radical de la insurgente
ciudadanía mundial que demuestra el carácter y el alcance de sus luchas.
En su corta historia -y más allá del imaginario que despierta, de la
movilización que es capaz de generar en diferentes regiones del planeta en una
amplia diversidad de sujetos sociales- el FSM se ha revelado como un espacio
fundamental para el surgimiento de una nueva cultura política. Gran parte de su
potencialidad radica en su propio carácter de espacio abierto, fundado en el
respeto de la diversidad y de la pluralidad entre nosotros. El reconocimiento de
los principios y los valores éticos de libertad de opciones y opiniones, de
igualdad en la multiplicidad, de solidaridad e interdependencia, de
participación y de corresponsabilidad, de no violencia, de preservación de los
bienes comunes de la vida y la naturaleza, todo esto infunde la fuerza que
impulsa al FSM como usina de ideas y de propuestas alternativas al dominio
capitalista, devastador y excluyente.
Disputas, divergencias, confrontaciones, consensos y disensos forman parte del
ambiente del Foro y propician la generación de su innovadora cultura política.
En esta ruidosa plaza pública de la ciudadanía mundial, se desafía a la gente a
revisar modos de pensar y de actuar con el sentido de participar en una
fantástica aventura colectiva, de reconocerse como poseedores de comunes
derechos y responsabilidades en la construcción de sociedades inclusivas,
democráticas y sustentables.
¿Todo esto provoca mucha confusión e incertidumbre? Sí, al menos para quien
observa desde fuera. Los resultados de los foros pueden no agradar al status quo
político reinante y mucho menos ser asumidos por los mercados globalizados.
Sueños, esperanzas e ideas que fortalecen a la ciudadanía, a las organizaciones
y los movimientos, a las redes y las campañas mundiales, son los frutos
recogidos por quienes participan directamente en la aventura. Inmersos en el
proceso Foro nos fortalecemos como constructores de otros mundos, más humanos y
más capaces de preservar y compartir entre todas y todos los bienes comunes de
la vida y la naturaleza.
Ahora, en África, vamos a desmontar la visión y el discurso dominante de un
continente perdido, sin solución. Vamos a aprender de una vibrante cultura
africana. Realizar el FSM en África significa impregnarnos con las visiones,
imágenes, análisis, críticas, demandas y propuestas de los movimientos sociales
y las entidades de la sociedad civil africana. Por ello, el FSM 2007 de Nairobi
no solo creará las condiciones para iniciar el proceso de relevar un mapa de la
ciudadanía en acción, sus campañas y luchas por otros mundos. Este proceso
estará marcado por la experiencia de los pueblos de África, su resistencia y sus
alternativas, su cultura y sus múltiples identidades. En este sentido, permitirá
que la naciente cultura planetaria construya un ángulo de visión del mundo con
ojos de África, de su tierra y su gente.
Para ello el programa del FSM 2007 reserva tiempo y espacio a las actividades
codirigidas por el Comité Organizador y el Foro Social Africano: conferencias,
testimonios, mesas de diálogo y controversia, momentos culturales en que seremos
invitados a abrir nuestras mentes y corazones a la ciudadanía viva africana. Se
trata de confrontar conocimientos y propuestas y explorar los aspectos que unen
a diversos pueblos de la tierra en la misma aventura humana.
El desafío es enorme, pero es una gran posibilidad de juntar lo que ha sido
dividido, de unir sin contrariar la diversidad y así fortalecernos mutuamente.
Será un aprendizaje colectivo para forjar nuestra imagen de África y de un mundo
que no podrá ser otro tipo de mundo sin los pueblos de África. Enfrentaremos
muchas contradicciones y confusiones en este esfuerzo, pero estoy seguro de que
merece la pena.
* Cândido Grzybowski es director del Instituto Brasilero de Análisis Sociales y
Económicos (IBASE) y miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial
(FSM).