Latinoamérica
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Compañeros Mesa directiva del Foro de Sao Paulo
San Salvador, El Salvador.
Compañeros y compañeras delegados y delegadas al XIII Foro, reciban nuestro cariñoso y bolivariano saludo, muchos éxitos en sus deliberaciones.
Al no podernos hacer presentes en tan importante evento entregamos a ustedes
este documento con nuestros puntos de vista, y agradecemos de antemano el
tenerlo en cuenta en las deliberaciones.
Queridos compañeros.
En 1990 ya se veía venir abajo el campo socialista, todas sus estructuras
flaqueaban como castillo de naipes, los enemigos del socialismo festejaban a más
no poder, se acuñaron teorías como la del fin de la historia, muchos
revolucionarios en el mundo observaban atónitos y sin conocer lo que había
fallado para que ocurriera semejante catástrofe.
La utopía se esfumaba, la desesperanza se apodero de muchísimos dirigentes que
habían dedicado toda su vida a la lucha por conquistar un mundo mejor,
idealizándolo con el modelo de socialismo desarrollado de la Unión Soviética. Al
derrumbarse ese modelo, para muchos se acabó la motivación de lucha y sólo
quedamos unos pocos soñadores que nos mantuvimos y nos seguimos manteniendo en
la teoría, en la política y en la realidad de nuevas expresiones de socialismo,
lo que ha potenciado la decisión de lucha y ha acelerado el crecimiento y
fortalecimiento de ese contingente de soñadores que ve en esa lucha por un
mundo mejor, algo realmente posible.
En Asia: China, Vietnam y Corea del Norte, ondeaban sus banderas socialistas sin
darle cabida al derrotismo y sin escuchar los cantos de sirena para que
abandonaran el sistema que se le oponía al capitalismo.
En América: Cuba quedó sola, navegando en la crisis más profunda que le haya
tocado vivir a país alguno, con su comercio que alcanzo niveles de caída que no
pocos creyeron imposible de revertir dado el brusco cambio e n las fuetes y
condiciones de su comercio exterior. El imperialismo creyó equivocadamente que
había llegado el momento de acabar con el socialismo en América, aumento su
agresión con el bloqueo económico, comercial y financiero, sin importarle la
vida de millones de niños y ancianos que sufrirían las consecuencias de
tan demencial maniobra.
Es en ese preciso momento que el PT lanza la formidable propuesta de crear el
Foro de Sao Paulo, trinchera donde nos pudiéramos encontrar los revolucionarios
de diferentes tendencias, de diferentes manifestaciones de lucha y de partidos
en el gobierno, concretamente el caso cubano. Esa iniciativa, que encontró
rápida acogida, fue una tabla de salvación y una esperanza de que todo no estaba
perdido. Cuanta razón había, han trascurrido 16 años y el panorama político es
hoy totalmente diferente. El otrora imperialismo arrogante y prepotente esta
sumido en una profunda crisis que nadie sabe cuando ni como terminará. Las
brutales e ilegitimas agresiones contra los pueblos de Afganistán, Irak y
Líbano han recibido respuestas inesperadas y cada día sumen en el desconcierto
al gobierno norteamericano y sus aliados, que han tenido que cargar con el peso
político y social que significan miles de muertos y heridos, así como de una
previsible derrota.
Duras realidades como el déficit fiscal, el déficit en la balanza comercial, la
caída de los halcones: Ruffell, Boltón y Negroponte y la creciente actitud
critica del pueblo norteamericano, agudiza aún más la crisis de quienes
soñaron y aún sueñan con el poder mundial, creyendo muertas y enterradas las
fuerzas que se les pudiesen oponer.
En América Latina, no hacemos más que reseñar, pues todos conocemos los
procesos: Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Uruguay y
Argentina, en total ocho países, se orientan por el desarrollo de modelos
de gobierno y de sistemas diferentes al tradicional impuesto por el imperialismo
yanqui. Los pueblos han optado por el cambio, nada los ha detenido, la amenaza,
el chantaje, la compra de votos, los fraudes millonarios, no han sido
suficientes para hacer cambiar la opinión de millones que han buscado y siguen
buscando una nueva alternativa.
Es en el marco de este escenario político que se ha desarrollado y se sigue
desarrollando el Foro de Sao Paulo. De un partido en el gobierno que
inicialmente hacía parte del Foro, el Partido Comunista Cubano, hoy son ocho las
fuerzas gobernantes que, además de ser fuerzas en el gobierno, fueron fundadoras
de éste importante movimiento. Así las cosas, cualquiera pensaría que el haber
avanzado en luchados y esperados objetivos, haría del Foro de Sao Paulo un
impulsador de la integración de América Latina, en un ariete de las luchas
sociales, en un ente solidario con la lucha de los pueblos, en una fuerza capaz
de buscar y proponer soluciones políticas a conflictos internos que se presentan
como consecuencia de la inequidad, la injusticia y la antidemocracia.
Pero no es así, hay quienes piensan que el haber llegado al gobierno los separa
del Foro. Según tal y muy respetable forma de pensar, una cosa es ser oposición
y otra ser gobierno, en razón a tener que desarrollar, en algunos casos,
políticas que el Foro no comparte, como la política neoliberal.
Piensan que la nueva condición los inhibe de participar y quieren un Foro
menos dinámico, que no se haga sentir, que no sea propositivo, que no sea
luchador por objetivos que fueron y siguen siendo validos. Ante tal situación,
otros piensan que se debe acabar el Foro, que lo mejor es darle entierro de
tercera y crear un nuevo movimiento.
En las FARC creemos que no son correctas las dos apreciaciones anteriores y, por
el contrario, pensamos que los partidos que se encuentran en el Foro y que hacen
parte de los gobiernos, tienen el espacio, el justo derecho y la necesidad
de plantear en sus países el fortalecimiento del movimiento tal como fue creado:
sin exclusiones, sin imposiciones y sin dogmatismos. Creemos así mismo que se
debe buscar el que, esta organización sea más funcional, sea un ente catalizador
de las opiniones de los pueblos que siempre están adelante de sus gobernantes,
porque son los que sienten como se está ejerciendo el gobierno, si es justo, si
es pulcro, si es humano, si ha cumplido con lo que le ha prometido. Tenerle
miedo a la crítica que pueda hacer una organización como el Foro de Sao Paulo,
es negar su misma esencia como gobierno democrático, amplio y pluralista.
Pensar en crear otra organización echando por la borda 16 años de experiencias,
de credibilidad, es despilfarrar la oportunidad de convertir el Foro en un ente
coordinar de diferentes partidos, movimientos y organizaciones políticas que
respetando las diferencias nos ratificamos en la lucha contra el imperialismo,
el neoliberalismo, la solidaridad y la integración de América Latina.
Hacemos un reconocimiento a los compañeros del Grupo de Trabajo por la
iniciativa de ayudar en la solución política al conflicto social, político y
armado que vive Colombia desde hace 60 años, la declaración de
Bogotá es sin duda un documento muy importante que, con el derecho que nos
asiste, pedimos sea difundido entre los asistentes al Foro.
En Colombia hay una intervención directa del Imperialismo Yanqui, en la
actualidad hay 1.400 oficiales del ejército estadounidense, dirigiendo las
operaciones del Plan Colombia, el Plan Patriota y el Plan Victoria. Los Estados
Unidos, están instigando y financiando la guerra con el pretexto del
narcotráfico y para ello diariamente se están gastando 17.5 millones de dólares
para perseguir y liquidar a los luchadores sociales, revolucionarios y
bolivarianos. Las fumigaciones están acabando con la flora y la fauna de la
amazonía, son miles de toneladas de Glifosato y Paraqua, igual que los
experimentos con el Fusariun Oxiporun. Que destruye la mata de coca pero igual
acaba toda la flora que haya en el lugar, como son las cuencas hidrográficas,
sus cepas se embarcan causándole inmensa pérdida al sistema ecológico.
Creemos oportuno manifestar nuestra inquietud y desagrado por la posición de
algunos compañeros que, en forma y bajo responsabilidad personal, públicamente
dicen que las FARC no pueden participar en el Foro, por ser una organización
alzada en armas. La lucha armada no se ha creado por decreto y tampoco se acaba
por decisión similar, es la expresión de un pueblo que ha sufrido la devastación
de su población en más de un millón de personas que en estos 60 años han sido
asesinadas, es la expresión de los miles de militantes que fueron asesinados del
Partido Comunista y de la Unión Patriótica, es la expresión de miles de
sindicalistas que han sido asesinados en estos últimos años. A los
compañeros que piensan que no podemos participar, fraternalmente los invitamos a
que nos acompañen, no en el accionar militar al que las circunstancias nos han
obligado, pues sabemos que no la comparten y respetamos sus puntos de vista, los
invitamos a participar de la búsqueda de la solución política y para ello los
hacemos partícipes de la Plataforma para un gobierno de Reconstrucción y
Reconciliación Nacional, aprobada por nuestra 8ª Conferencia realizada en 1993.
Con esta Plataforma de 12 Puntos hemos invitado reiteradamente a todos los
sectores sociales, económicos y políticos de nuestro país, para que nos sentemos
y entre todos construyamos la Nueva Colombia. Al Foro, en su conjunto, lo
invitamos a que prosiga en sus importantes pronunciamientos y accionar por la
solución política al conflicto social y armado en Colombia, paso importante para
alcanzar la paz con justicia social por la que ha luchado y seguirá luchando
nuestro pueblo, a la vez que paso necesario para impedir que este conflicto
pueda ser utilizado para que el imperialismo intente acciones desestabilizadoras
en la región.
Seguimos invitando a todos los partidos políticos, organizaciones sociales, de
estudiantes, obreros, intelectuales, campesinos, indígenas y a todo el que este
en contra de la injusticia, a buscar una solución política. Invitamos a que nos
acompañen en la lucha por el Intercambio Humanitario, con lo que estaremos
abriendo las puertas para que centenares de colombianos y colombianas regresen a
sus hogares a compartir con sus seres queridos.
Comisión Internacional Fuerzas Armada Revolucionarias de Colombia
Ejército del Pueblo, FARC-EP
Montañas de Colombia, enero 7 de 2007".