Entrevista a Ignacio Ramonet:
"Este libro es una siembra que va a germinar"
Hernando Calvo Ospina *
Ignacio Ramonet, además de ser director del mensual francés de referencia, Le
Monde Diplomatique, es una de las personalidades más prestigiosas de la
intelectualidad progresista en el mundo. Hace menos de un año salió en España la
primera edición del libro "Fidel Castro, Biografía a dos voces", donde Ramonet
entrevista largamente y sin cortapisas al principal dirigente de la revolución
cubana. Además de venderse masivamente en Cuba, ya se preparan las traducciones
en varios países. Esta entrevista se ha realizado a escasas tres semanas de ser
publicado en Francia.
- Ignacio Ramonet, yo repito la pregunta que quizás ya le han hecho muchas
veces: ¿qué objetivos le llevaron a realizar estos extensos diálogos con Fidel
Castro, los cuales caminan en forma de libro desde el año pasado?
- El objetivo central de estas conversaciones con Fidel Castro era darle la
palabra. Porque si bien es mencionado muy regularmente en los medios de prensa
del mundo, casi siempre ha sido para atacarlo, sin posibilidad de que presente
sus argumentos, sus versiones.
Fidel Castro es uno de los pocos hombres que conocen la gloria de entrar vivos
en la historia y la leyenda universal. Es el último « monstruo sagrado » de la
política internacional. Se puede pensar lo que se quiera de él, pero
objetivamente es uno de esos personajes que se lanzó a la acción política tras
un ideal de justicia, con la esperanza de realizar cambios en un mundo lleno de
desigualdades y discriminaciones.
Bajo su dirección los habitantes de esa pequeña Isla han resistido a las
agresiones y presiones de todo tipo que Estados Unidos ha llevado a lo largo de
la revolución. Con su guía ese pueblo ha desarrollado una política de gran
potencia en el ámbito mundial, al dar ejemplo por los niveles de educación,
cultura, salud y de solidaridad internacional. En esto, increíblemente, supera a
naciones como Francia y Estados Unidos.
Fidel Castro está en la historia y pasará a la historia. Yo he dicho que es el
latinoamericano más universal desde Simón Bolívar.
Entonces me parecía que faltaba un libro donde se hiciera una síntesis de su
obra, de su pensamiento y de su vida, pues ni él se había ocupado, ni en Cuba se
había pensado. Para mí era un objetivo político y periodístico.
- Me ha parecido que los medios informativos que mencionan al libro lo hacen
con menosprecio. Mientras que otros lo ignoran, como es el caso en Francia. ¿Por
qué?
- A pesar de que la mayoría de periodistas lo tratan duramente y lo tergiversan
regularmente, todos han soñado con entrevistar a Fidel Castro. Ya estarían
felices con tan sólo estrechar su mano. Claro, esto no lo van a reconocer
públicamente. Muchos colegas "vedette" en el mundo, que se han considerado con
el « derecho » de entrevistar a Fidel Castro, que llevan años esperando una
entrevista, sienten que les he realizado un robo. Y claro, ahora tratan de
desacreditar este trabajo diciendo que no tiene objetividad porque Ignacio
Ramonet es amigo de Fidel Castro.
La mayoría de los grandes medios informativos han sido muy hábiles, porque la
mejor manera de atacar un libro es no atacándolo. Si lo atacan, alertan a
algunos lectores. Yo sabía que iba a ser boicoteado, particularmente en Francia.
Y esa intuición me aumentó cuando Fidel reapareció a fines de enero muy
restablecido, porque esperaban su muerte. Esto como que los defraudó a tal punto
que han querido cobrárselo al libro.
Pero tampoco puedes olvidar que en Le Monde Diplomatique siempre hemos
criticado duramente a los medios y sus relaciones con el poder económico,
estatal y político. Yo he publicado varios libros sobre el tema. Por tanto a mi
no me pueden ver como un amigo. Entonces ha sido la ocasión para tomarse la
revancha degradando ese trabajo. Esto demuestra el poco profesionalismo que vive
el periodismo.
Los detractores de Fidel Castro, si en verdad son estudiosos y honestos, podrán
comprobar que él no ha mentido en sus respuestas, que expone argumentos serios e
importantes a tenerse en cuenta. Y creo que esto es lo que muchos grandes medios
no soportan. Es decir, que en el libro se hayan abordado francamente todos los
temas típicos de los que se acusa a Fidel Castro y a la Revolución cubana. Se
pensó que yo haría algo complaciente.
Pero para realizar ese trabajo con profesionalidad tomé distancia de mi
entrevistado. Y nunca iba a utilizar la concepción deshonesta practicada muy
regularmente por muchos medios de prensa en el mundo, que manipulan y
tergiversan las palabras del entrevistado cuando no es de su agrado político. Se
le acuchilla por la espalda con el pretexto de que el periodista es libre de
decidir lo que publica, y en eso basan la libertad de expresión. De manera
bastante canalla se esconden declaraciones importantes, o se sacan del contexto.
- Pero estos medios e intelectuales que tienden a atacar o desconocer la obra
por ser presuntamente "parcial", están ligados a las esferas del poder político
y económico. - Hoy existen muy pocos intelectuales serios, de respeto, en Francia. Los
intelectuales de más renombre, los mas mediáticos, se fueron en un 80% con el
candidato a la presidencia Nicolás Sarkozy, que representa la derecha más dura,
más neoliberal, más pro estadounidense, más pro israelí. Esto dice mucho de esos
intelectuales.
También debemos de tener en cuenta que los grandes medios de prensa en Francia
-cuya propaganda volvió "intelectuales" a muchos pro-Sarkozy- pertenecen a
poderosos grupos económicos, incluidos sectores del armamento. Lógicamente estos
medios informativos no podrán decir cosas positivas sobre los proyectos
políticos que se desarrollan en Cuba, Venezuela, Bolivia, etc. Ellos defienden
la mundialización, esa que significa la prioridad del mercado sobre el Estado.
En una gran cantidad de temas políticos importantes para la ciudadanía, hace
años se estableció como norma lo que yo llamo « la censura del consenso ». O
sea, una vez que se establece un consenso, funciona como una censura. La idea de
hoy es que ni Cuba es buena, ni Fidel, ni Chávez, ni Venezuela. Si vas en contra
de eso, si remas a contracorriente, apareces como alguien extraño, te acusan de
todo: comprado, vendido, de ser espía. Y por consiguiente ninguno te acepta.
El esfuerzo para establecer la verdad es de tal magnitud que mejor no se hace.
Lo mejor, lo más cómodo, es aceptar la repetición antes que lanzarse en una
demostración. Hoy existe ese espíritu goebbelsiano [del jefe de la propaganda
nazi, Joseph Goebbels] de aceptar que la repetición funciona como una
demostración. No vale la pena verificar la versión única y unilateral de los
hechos, que algunos presentan como resultado de « revelaciones », de
« investigaciones ». Esto es una miseria del periodismo. Y es más miseria cuando
se repiten desde hace lustros las mismas versiones de la gran prensa y de la
derecha estadounidense.
- Esta obra, que es como un hijo compartido entre usted y Fidel Castro, ¿qué
camino puede tomar en este mundo hostil, agresivo? ¿Qué le desea? Estoy convencido, tal como está, que tendrá prolongaciones. ¿De qué manera?
Mañana o pasado, en un lugar de África, de Asia o de América Latina, un joven va
a leer ese libro y le va a dar ideas, inspiración, para construir su vida al
servicio de los suyos. Ese libro es una siembra. Estoy convencido que ese
pensamiento tan honesto de Fidel Castro a lo largo de las páginas, de acuerdo a
una serie de planteamientos éticos y proyectos políticos, va a germinar donde
menos se espera, ni lo pensamos.
El objetivo de ese libro no son lo medios de prensa. Son los espíritus de muchos
jóvenes descontentos por la injusticia, la desigualdad y los abusos que viven en
Francia, en Estados Unidos, en México, en casi todo el mundo. Ahí van a
encontrar un proyecto de transformación de la sociedad, porque está lleno de
convicciones. Esa es mi esperanza. Si tiene un porvenir, esta ahí. Porque lo que
se necesita es tener convicciones que vayan en el sentido de transformar el
mundo en beneficio de todos aquellos que están humillados, marginados y
oprimidos. Porque en el libro existe una fuerza que por las convicciones de
Fidel Castro se impone.
* Hernando Calvo Ospina. Periodista y escritor colombiano, residente en
Francia.
Paris, jueves 22 de 2007