Argentina: La lucha continúa
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Venta de tierras en la Patagonia
En los últimos tiempos, las definiciones de las políticas de fortalecimiento económico productivo del país parecen tener una definición particular, funcional al auditorio que corresponda, sin que ello preocupe a los voceros del gobierno nacional.
Raúl Osvaldo Barneche
En la gira por España de la candidata a la presidencia del frente para la
victoria, y en virtud de las informaciones periodísticas recepcionadas en este
antiguo territorio colonizado por la madre patria leemos con asombro "que no
debe haber preocupaciones sobre la seguridad jurídica de las inversiones" en
particular " por la compra de grandes extensiones de terrenos en la
patagonia y otras regiones de la argentina por parte de los inversores
extranjeros".
Toda una promoción inmobiliaria que hecha por tierra todo el esfuerzo de
integración, ocupación productiva y acercamiento de inmensas zonas de nuestro
territorio, que desde hace mucho tiempo pretendemos los patagónicos.
La desaparición de las empresas nacionales, que en su radicación regional
constituyeron verdaderos hitos de soberanía, la fundación y sostenimiento por
parte del estado de numerosos pueblos, los esfuerzos de llevarles educación,
salud y otros servicios, no parecen importar al momento de ofrecer al capital
europeo nuestras tierras.
Nos parece sugestivo el énfasis, que oportunamente se ponía en la necesidad de
privatizar YPF, Gas del Estado, Agua y Energía, en entregar por cuarenta años
uno de los mayores yacimientos de petróleo de la patagonia a capitales ingleses,
y ahora se insta a la adquisición de "grandes extensiones de terrenos".
Estamos convencidos de que la integración de la Patagonia, por su
extensión, por sus riquezas, por su gente, consolida a la Republica Argentina
como una verdadera nación, y que desde los gobiernos provinciales y
particularmente el gobierno nacional debe sostenerse en todos los foros su
integralidad, sin dejar ninguna duda de su pertenencia ni mucho menos alentar
a los capitales del mundo a construir su country sudamericano.
La gran reparación histórica que el país nunca considero es el reconocimiento de
esta region como parte integral de su territorio y patrimonio de la nación.
Todos los gobiernos deberían tenerlo en cuenta, aplicando políticas de
inclusión, aprovechamiento racional y sustentable de sus recursos naturales,
incorporando tecnologías, asumiendo dignamente y en plenitud nuestras potestades
soberanas, sin concesiones ni dobleces, en la coherencia imprescindible – único
valor que rescatara la gente de los políticos - del discurso y las acciones, en
Rawson, en
Buenos Aires, en Calafate o en Madrid…
Raúl Osvaldo Barneche
(Fuente: Prensa Albatros Comodoro)